1. Pinzas, El Cangrejo con Suerte
Autor: Juan José Rodríguez
Ilustraciones: Alumnado CEIP Igrexa-Candeán
2. Una noche de luna llena, en las islas Cíes, exactamente en la playa del
Inglés, ¡sí, en la ría de Vigo!
3. •
• Cientos de cangrejos hembra frotaron sus barriguitas contra la fina arena
blanca, y millones y millones de huevecitos de cangrejo comenzaron la
aventura de la vida.
4. Pero... lubinas, mújeles y más peces empezaron su festín gastronómico
y rápidamente nadando en todas las direcciones devoraban a los recién
nacidos.
5. Pinzas fue afortunado, se dejó llevar por una ola, como surfeando,
acompañado de miles de compañeros...
6. • Se introdujo en la ría de Pontevedra, y
allí por primera vez tocó el fondo, donde
también lo acosaban muchos peligros.
7. • Rápidamente se escondió dentro de una
concha y pudo ver amanecer. Vió el sol por
primera vez y sintió su calor
8. • Sus rayos penetraban en el agua
iluminándola de un precioso azul celeste.
9. • Se refugió durante unos días mientras comía
placton, y su concha se endurecía; ya no era
tan frágil, pero sí muy pequeño para
aventurarse en el mar.
10. • Decidió pasar un tiempo en una charca de Cabo Home y se hizo amigo de una
banda de camarones. ¡Esos sí que caminan hacia atrás, no como él, que lo
hacía de lado!
• Un erizo gruñón siempre jugaba a : “erizo, agárrame, anda”, y los dos se reían.
• En la charca dos estrellas muy presumidas le decían: te estás haciendo un
mozalbete!
• A una de ellas se le estaba reproduciendo una patita. ¡Ellas tenían esa suerte!
11. • Un día le comentaron que los cangrejos tenían esa cualidad,
¡pero él prefería no arriesgarse! Sus dos patas traseras le
servían para nadar, las seis del medio era con las que
caminaba, y sus dos pinzas, una para defenderse y la otra para
comer. Él las cuidaba cada día.
12. • Cuando se sintió fuerte, se despidió de
sus amigos y comenzó un viaje...
13. • La ría era preciosa, a veces iba caminando y
otras veces se dejaba mecer por la corriente
y avanzar más rápido.
14. • Vió un viejo barco hundido y decidió
pasar la noche allí.
15. • A la mañana siguiente se puso un poco triste:
latas, botellas y un sinfín de basura estaba
esparramada por el fondo y no podía
entender cómo alguien podía hacer algo así.
16. •
• Una tarde, fatigado del viaje, llegó a una isla
y se cobijó bajo una roca para pasar la
noche.
17. • Al poco rato pasó un congrio y le preguntó:
• -señor, ¿me podría decir dónde estamos?
18. • -estás en la isla de Ons, jovencito. Yo que tú tendría
cuidado, ¡aquí están los mejores pulpos del mundo, y
les encanta cenar cangrejo!
• -muchas gracias, señor, muchas gracias...
19. • Se protegió adentrándose más en la roca y
esa noche no pudo dormir, vió cómo los
pulpos se mimetizaban con el fondo y se
lanzaban rápidamente sobre nécoras y
centollas.
20. • Al amanecer decidió marcharse, llegó a una playa
inmensa, se acercó a la orilla y se dio cuenta de que
podía vivir fuera del agua. Se puso a contar las
estrellas, ¡nunca las había visto!, pero eran tantas
que se quedó dormido.
21. • Por la mañana se dirigió a la orilla y a
los pocos minutos se tropezó con un
calamar.
22. • -¿qué haces por aquí,chaval? ¿Qué se te perdió por La
Lanzada?
• -estoy viendo mundo
• -¿mundo? Si quieres conocer mundo sigue todo recto y al final
vira a babor, allí sí que verás mundo! Conocer mundo,
dice...!qué sabrán lo que es el mundo!
24. • Pinzas le hizo caso y prosiguió su viaje, en cuanto
viró a babor se encontró con unas cuerdas
abarrotadas de mejillones. Hacia allí se dirigió y les
preguntó: ¿qué es eso, señor?
25. • -Esto es una batea, hijo, la cárcel de los mejillones. Aquí nos engordan
y cuando izan la cuerdan nos comen, así es la vida...
• -señor, y si sigo por ahí, ¿a dónde llego?
• -te tropiezas con la isla de la Toja, fillo, eso sí que es un paraíso!
Suerte la tuya que puedes viajar!
• -adiós, señor, y gracias.
• -adiós, pequeño.
26. • Al día siguiente, Pinzas llegó a La Toja y se
hizo amigo de un montón de cangrejos y
camarones. También de los simpáticos
caramujos. Decidió afincarse allí.
27. • Una tarde un niño y una niña lo cogieron con
una red y lo metieron en un cubo.
28. • Un anciano marinero del Grove los llamó:
• -¡ nenos ! mirad, esto es una almeja y estos dos son berberechos. En el invierno
las mariscadoras los cultivan muchas veces bajo la lluvia y con un frío intenso;
si cada uno de los miles de turistas cogiese una, ellas se morirían de hambre.
29. • -¿y con el cangrejo qué hacemos?
• -yo lo soltaría, ¿no veis que es muy pequeñito?
• Así lo hicieron.
30. • Corriendo gritaban:
• -¡papá, mamá, hemos soltado a los bichitos,
porque ese señor nos dijo...
•
31. • Pinzas aprovechó el momento y se adentró en el
agua.
• Hace poco me dijeron que lo vieron por Samil.
• Pinzas volvió a casa.