Este documento presenta principios bíblicos para sanar relaciones fracturadas. Explica cómo Pablo y Juan Marcos, así como Filemón y Onésimo lograron la reconciliación. También destaca que los dones espirituales son complementarios y que se debe evitar los resentimientos mediante el perdón y resolviendo conflictos de manera temprana en pequeños grupos.

1. REFORMA: SANAR
RELACIONES ROTAS
Resumen de la lección 12 para el 3er
trimestre del 2013 “Reavivamiento y
Reforma”.

2. Texto para memorizar
Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la
muerte de su Hijo, mucho
más, estando
reconciliados, seremos salvos por
su vida” (Ro 5:10).

3. Propósito
•Cuáles son los principios bíblicos
para sanar las relaciones humanas
fracturadas?
1.Todos trabajamos para servir a Dios.
2.Los dones espirituales son
complementarios.
3.Evitar resentimientos.

4. Todos trabajamos para servir a Dios
• Reconciliación entre Pablo y Juan Marcos.
• Pablo juzgó desfavorablemente a Juan Marcos (Hch 15:26-40).
• Pablo, el predicador de la gracia, no la ejerció con Juan Marcos.
• Finalmente, Pablo reconoció la utilidad de Juan Marcos (2 Ti
4:11).
• Reconciliación entre Filemón y Onésimo.
• Si Filemón no perdonaba a Onésimo daría mal testimonio.
• Si Onésimo seguía fugitivo no crecería espiritualmente.
• Pablo consideró a Onésimo con su hijo y colaborador del
evangelio (Flm 1.9-11).

5. Los dones espirituales son complementarios
• Dios nos llama para cooperar y no para competir (1 Co
12:11).
• Las comparaciones estoran la efectividad en el servicio a
Cristo (2 Co 3:10-11).
• Cuando Cristo more en las almas de los obreros, no hayan
egoísmo, rivalidad o deseo por supremacía, las promesas de
Dios y las lluvias de gracia del Espíritu Santo se cumplirán
completamente (MS 1:206).
• Las consecuencias al trabajar en equipo son grandiosas:
gozo y crecimiento (2 Co 10:15).

6. Evitar resentimientos
• Dios desea mantener el conflicto en un grupo muy reducido
(Mt 18:15-17).
• La salida para el resentimiento es el perdón (Ef 4:32).
• La confesión no genera perdón, pero capacita al penitente
para recibirlo de Dios (Ro 5:11).
• El perdón es liberar nuestra condenación a otro porque
Cristo nos ha liberado de su condenación (Lc 23:34).
• El perdón no se merece, simplemente se elige darlo o
recibirlo.

7. Conclusiones
1. Cuando no hay barreras entre cristianos se
trabaja mejor.
2. Todos somos colaboradores en el servicio al
Señor.
3. El perdón es una elección que otorga paz.
4. Los problemas precisan resolverse pronto en
un grupo reducido.