El documento describe el plano de la ciudad de Barcelona diseñado por Ildefons Cerdà en 1859, conocido como el Ensanche o Eixample, que expandió la ciudad más allá de sus murallas medievales mediante manzanas cuadriculadas. Se mencionan algunas de las calles y plazas principales como Paseo de Gracia, Plaza de Cataluña y Gran Vía, así como varios edificios modernistas notables diseñados por arquitectos como Gaudí y Domènech i Montaner. Finalmente, se citan otras ciudades que adoptaron el modelo de