12. Compresiones torácicas
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Frecuencia = 100 a 120/minuto
Compresión adecuada… al menos…
En adultos y niños = mínimo 5 cm - máximo 6 cm
En lactantes = 4 cm
Completar descompresión torácica (NO
APOYARSE)
Minimizar interrupción de compresiones
Si hay múltiples rescatistas, rotar posiciones c/
200 compresiones 12
La frecuencia de compresión mínima recomendada se mantiene en 100 cpm. Se ha añadido un límite superior de la frecuencia de 120 cpm porque una amplia serie de registros indicó que, por encima de 120 cpm, la profundidad de las compresiones disminuye cuanto más aumenta la frecuencia. Por ejemplo, la proporción de compresiones con una profundidad inadecuada era de en torno al 35 % para una frecuencia de 100 a 119 cpm, pero aumentaba hasta el 50 % cuando la frecuencia era de 120 a 139 cpm y hasta el 70 % cuando la frecuencia era superior a 140 cpm.
Una profundidad de compresiones de unos 5 cm se asocia a una mayor probabilidad de obtener una evolución clínica favorable en comparación con compresiones más superficiales. Si bien hay menos pruebas de la posible existencia de un umbral superior por encima del cual las compresiones podrían ser
demasiado profundas, en un reciente estudio de reducido alcance se sugiere que una profundidad excesiva de la compresión torácica (más de 6 cm [2,4 pulgadas]) podría ocasionar lesiones, aunque ninguna de ellas entrañaría riesgo para la vida de la víctima. La profundidad de compresiones podría ser difícil de valorar si no se utilizan dispositivos de retroalimentación, y la identificación de los límites superiores de profundidad de compresiones podría resultar
complicada. Es importante que los reanimadores sepan que las compresiones tienden más a ser demasiado superficiales que demasiado profundas.
La descompresión de la pared torácica completa se produce cuando el esternón regresa a su posición natural o neutra durante la fase de descompresión de la RCP. La expansión de la pared torácica crea una presión intratorácica negativa relativa que favorece el retorno venoso y el flujo sanguíneo cardiopulmonar. Apoyarse sobre la pared torácica entre las compresiones impide la descompresión de la pared torácica. Una descompresión incompleta eleva la presión
intratorácica y reduce el retorno venoso, la presión de perfusión coronaria y el flujo de sangre del miocardio; además, puede influir en el resultado de la reanimación.