2. El Ejército Romano
Ejército romano es el término genérico utilizado para referirse a las fuerzas armadas de la Antigua
Roma, durante la monarquía, la república, el imperio y habitualmente también a las de su
inmediato sucesor, el ejército bizntino.
El servicio militar afectaba a los ciudadanos entre 17 y 60 años de edad. Hasta los 45 participaban en
las campañas, y los mayores defendían las ciudades y formaban la reserva. Por lo general las
clases altas no intentaban rehuir el servicio militar, ya que su cumplimiento era imprescindible
para poder acceder a las magistraturas del Estado y hacer carrera política (el cursus honorum).
Hasta el s. I a.C. la participación en el ejército era una obligación de los ciudadanos: primero
únicamente de los patricios y desde el reinado de Servio Tulio también de los plebeyos; a finales
del siglo I a.C. Mario introdujo un cambio fundamental, suprimió el reclutamiento forzoso y
profesionalizó el ejército. Incluso lo abrió a los extranjeros.
3. La estructura del Ejército Romano
La estructura del ejército romano ha sido calificadas como «la institución militar más efectiva y
duradera conocida de la historia».
Desde sus orígenes alrededor del año 800 a.C hasta el hundimiento del Imperio Romano de
Occidente en 476 a.C, la estructura militar de Roma atravesó una serie de cambios
estructurales de gran envergadura.
Inicialmente, el ejército romano consistía en unas levas anuales de ciudadanos que prestaban
el servicio militar como parte de sus deberes para el Estado. Durante este periodo el
ejército romano se enfrentó principalmente a adversarios locales en campañas
estacionales.
A medida que los territorios controlados por Roma se iban expandiendo, los ejércitos de la
antigua Roma fueron profesionalizándose, asalariando a sus soldados. El ejército consistía
en unidades de infantería romana conocida como legiones, así como tropas aliadas
formadas por ciudadanos no romanos conocidas como tropas auxiliares. Esta última se
solía llamar para que proveyese al ejército de infantería ligera o de caballería, formando
las legiones el núcleo de infantería pesada.
En la tercera fase del desarrollo militar de Roma, las fuerzas estaban encargadas de
mantener y asegurar las fronteras de las provincias bajo control romano, así como de la
propia Italia. El ejército fue evolucionando a la nueva situación y se volvió más
dependiente de las guarniciones estables.
En la fase final del ejército romano, el servicio militar continuó siendo asalariado y profesional
para las tropas regulares. Sin embargo, la tendencia a emplear a aliados o a tropas
mercenarias se expandió hasta que éstas acabaron representando una proporción muy
importante de las fuerzas de Roma. Al mismo tiempo, los soldados de la época variaban
desde arqueros montados y muy poco armados a la infantería pesada. Esto fue
4.
5. Distintos puestos en el Ejército Romano
El jefe supremo del ejército varió según el periodo histórico. Durante la Monarquía fue el Rey, en la República el
Cónsul y durante el Imperio el Emperador.
-El legado militar: Durante el Imperio fue el mando supremo de la Legión. Lo nombraba el Emperador entre
miembros de la nobleza.
-El tribuno militar: En algunos casos eran jóvenes nobles sin experiencia militar, en otros casos habían servido
previamente como oficiales de tropas auxiliares. Había seis por Legión. Cada uno de ellos mandaba una cohorte
compuesta por 10 centurias.
-El Prefecto: Era el oficial superior del centurión. La mayoría de ellos habían ascendido desde el cargo de centurión.
Se encargaban del equipamiento y de las edificaciones. En ausencia de mandos superiores podían dirigir la
Legión.
-El centurión: Pieza fundamental del ejército. La mayoría eran soldados profesionales que obtenían el cargo después
de muchos años de servicio. Si un centurión hacía bien su trabajo podía convertirse en uno de los cinco
centuriones principales de una Legión, los primi ordinis. Las funciones de los Centuriones eran muy variadas,
adiestraban a los reclutas, inspeccionaban las tropas, ponían centinelas, marchaban a la cabeza en el campo de
batalla e incluso dada su experiencia aconsejaban a los oficiales jefes antes de la batalla.
-Oficiales Superiores: Cargos políticos.
No eran soldados profesionales. Su paso por el ejército era un escalón inexcusable dentro de su carrera política.
-Optio: Era el suboficial que servía de lugarteniente al centuriónde cada centuria y al decurio de cada turma de
caballería. Podía ser designado por éste o ser elegido por sus compañeros, valorándose su valor, destreza militar
y dotes de mando.
6. -Decurión: Cabo o jefe de diez soldados. La decuria era un pelotón de diez soldados y a su jefe lo llamaban
decurión.Más tarde, ya en el Imperio, el decurión comandaba un contingente de 30 jinetes; habiendo 120 jinetes,
existían cuatro decurias de caballería.
-Portaestandarte: Soldado que llevaba el águila de la legión
-La caballería: Estaba compuesta mayoritariamente por auxiliares.
-Legionario: Era un soldado de infantería pesada integrante de una unidad militar del ejército romano, formada,
normalmente, por ciudadanos romanos mayores de 15 años.
-Arquero : Formaban parte de las tropas auxiliares. Hasta épocas muy tardías, la mayor parte de los sagittarii eran
arqueros de infantería, que se desplazaban a pie.
-Auxiliar: Indígenas reclutados en
las provincias.
7. Armamento y vestimenta del Ejército Romano
Como cada soldado debía pagarse el equipo, éste dependía de a cuál de las cinco clases
establecidas por Servio Tulio pertenecía el hombre. La mejor armada era la primera clase:
• Escudo: circular, llamado scutum
• Muñequera: muñequera de metal que contenía un cuchillo para atacar por sorpresa en un
mano a mano, llamado munnecum
• Cuerpo: corseles de cuero, pectorales de bronce, grebas. Había tres tipos de pectorales en
el ejército romano: la loriga hamata, hecha de cota de malla; la loriga scamata, hecha de
escamas de bronce y la más famosa de todas, la loriga segmentata , hecha de segmentos
de metal unidos entre si.
• Yelmo: casco cónico de bronce.
• Armas: gradius (espada corta), pilum (jabalina).
• Sandalias: reforzadas por una suela de piel gruesa
de unos dos centímetros. También llamadas caliga,
de ahí el nombre del emperador Calígula.
Las demás clases llevaban progresivamente menor
equipamiento, de acuerdo con el poder adquisitivo.
La segunda clase carecía de coraza y el escudo era
oval, la tercera carecía además de grebas, la cuarta
sólo tenía pilum y gladius y la quinta eran honderos
(arrojaban piedras).
8. El ejército antes de las reformas de Mario
Hasta la última década del siglo II a. C. los requisitos para formar parte del ejército de Roma al
servicio de la República eran muy estrictos:
●
Ser miembro de la quinta clase del censo o superior.
●
Tener propiedades valoradas en, al menos, 3.000 sestercios.
●
Aportar su propio armamento.
Por ello, la República en un inicio no tenía un ejército estable. Cuando una guerra amenazaba a la
ciudad los cónsules se encargaban de reclutar un ejército entre los ciudadanos de la república
elegibles. Como norma, uno de los cónsules sería el encargado de dirigir a la batalla a este
ejército prácticamente voluntario en su totalidad.
A mediados de la República, las legiones se componían de las siguientes unidades:
●
Caballería o equites. Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde sólo los romanos
jóvenes de la primera y segunda clase comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras
políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete. La caballería era excedida en
número en la legión.
●
Infantería ligera o vélites. Los velites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores, eran
utilizados según la necesidad. Provenían de los estratos económicamente más bajos de la
sociedad.
●
Infantería de línea. Era la unidad principal de la legión, se componía de ciudadanos legionarios que
pudieran pagar el equipamiento. La infantería de línea era subdividida de acuerdo a la experiencia
de los legionarios en tres líneas separadas:
9. ●
Los príncipes, hombres con edades rondando los 30 años, componiendo la segunda línea de la legión.
●
Los triarii (sing. triarius) eran los soldados veteranos y alineados atrás, sólo entrarían en combate en
situaciones extremas. Formaban habitualmente en falange como los antiguos griegos y se dividían en
10 manípulos de 60 hombres cada uno (600 soldados).
●
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas
de dos centurias comandadas por el centurión mayor. Las centurias eran nominalmente de 60 soldados
(en la época manipular) y nunca tuvieron 100 hombres pese al parecido con la palabra centuria que
deriva de la palabra centurión, que lo comanda. Las centurias de los triarii contaban con 30 hombres
nada más. Cada centuria tenía su
●
Los hastati eran los más jóvenes y formaban la línea delantera. Estaban divididos en 10 manípulos de 120
hombres cada uno, cada manípulo constaba de dos centurias.
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas
de dos centurias comandadas por el centurión mayor. Las centurias eran nominalmente de 60 soldados
(en la época manipular) y nunca tuvieron 100 hombres pese al parecido con la palabra centuria que
deriva de la palabra centurión, que lo comanda. Las centurias de los triarii contaban con 30 hombres
nada más. Cada centuria tenía su estandarte.
10. Las reformas de Mario
●
Primera reforma: Reclutamiento
La parte más importante de las reformas de Mario fue la inclusión de las personas sin tierras
ni propiedades, las denominadas capite censi o censo por cabezas, dentro de las
personas que podrían alistarse. Ofreció a la gente sin recursos un empleo permanente con
paga como soldados profesionales, y la oportunidad de ganar dinero mediante los saqueos
en campaña. Los soldados se reclutaban para un plazo de 25 años.
Gracias a esta reforma, Mario logró dos objetivos. En primer lugar, consiguió reclutar
suficientes hombres. En segundo lugar, solventó un grave problema económico que existía
en Roma.
●
Segunda reforma: Estructura militar
Mario organizó las legiones de la siguiente forma:
Hizo desaparecer la división de la infantería en secciones especializadas: hastati, principes y
triarii. A partir de la reforma, la infantería legionaria constituyó un cuerpo homogéneo de
infantería pesada, sin distinciones por razón del armamento o la edad de los soldados. Del
mismo modo, se eliminó de la legión el contingente de vélites, que ya estaba totalmente en
desuso: la infantería ligera de las legiones primitivas era muy poco efectiva y fue sustituida
por cuerpos especializados de auxiliares, agrupándose según su origen étnico y
conservando su estilo peculiar de combate.
11. El número total de hombres en una legión completa era de unos 6.000, de los cuales
aproximadamente 5.000 serían soldados.
La organización interna de la legión consistía en diez cohortes de seis centurias cada una. Las
diez cohortes que integran la legión iban numeradas del I al X, organizadas
jerárquicamente según su número; en época imperial la I Cohorte tenía el doble de
soldados que las demás y se despliega en primera fila y, por el contrario, la cohorte X se
desplegaba en segunda fila estaba compuesta por los soldados más bisoños.
La centuria consistía en 80 soldados apoyados por 20 no combatientes y dirigidos por un
soldado profesional ascendido de entre los soldados rasos y llamado centurión.
De dos a seis legiones juntas constituían un ejército.
Desde este momento, las cohortes, de las que habría de seis a diez, sustituyen a los manipula
como unidad táctica básica. Cada cohorte se compone de seis centurias, lideradas por un
centurión asistido por un optio. Un tribuno militar dirigía dos cohortes de una legión.
●
Tercera reforma: Jubilación
Mario logró introducir una legislación que otorgaba beneficios de jubilación a los soldados en
la forma de tierras. Los miembros del censo por cabezas que terminaban el servicio
recibían una pensión de su general y una finca en alguna zona conquistada a la que
podían retirarse.
Por último, Mario garantizó a los aliados itálicos (Etruria, Piceno, etc.) la ciudadanía romana
completa si luchaban como soldados auxiliares y completaban el servicio.
13. El campamento romano y tipos de campaña
Los romanos articulaban toda su estrategia en base a los campamentos fortificados
que albergaban sus legiones. Sus campamentos de invierno o en época de paz
eran semipermanentes, construidos de madera y argamasa si eran
campamentos eventuales o de piedra si eran campamentos permanentes.
Muchos de estos campamentos crecieron hasta convertirse en ciudades, como
por ejemplo nuestra española León.
Había tres tipos principales de campamentos de campaña.
El primero es el campamento de marcha en una zona segura, con un pequeño foso
y terraplén.
El segundo es un campamento de marcha frente al enemigo. El foso y el terraplén
se han agrandado.
El tercero es un campamento de asedio prolongado con murallas formadas por dos
muros de piedra con el espacio interior relleno de cascotes. Este fue el tipo de
campamento construido por Escipión en el asedio de Numancia, donde se
destacó el joven Mario.
●
14. Construcción de un
campamento romano
En primer lugar se buscaba el lugar
ideal. A ser posible una gran llanura
con agua cerca. En segundo lugar, un
centurión experto en topografía trazaba
el rectángulo perfecto (si era posible
por el terreno) que habría de contener
el campamento ayudado por un
instrumento topográfico llamado groma
y marcaba con lanzas la posición de las
tres avenidas principales del
campamento.
Una parte del ejército se colocaba en
línea de batalla frente a la zona por la
que podría aparecer el enemigo
mientras la otra mitad de los legionarios
cavaban un foso (fosa). La tierra
extraída del foso era apilada formando
un terraplén (agger) cubierto en su
parte frontal por porciones de tierra con
hierba, ya que así permanecería
compacto, formando así el famoso
agger et fossa
15. Otras dudas
¿ Cual era la dieta normal del ejercito romano cuando estaba en campaña de guerra ?
El trigo era el alimento más cotidiano en las campañas romanas, era tan importante para los romanos como
levantar una fortificación, o formar en orden con sus banderas y águilas.
De hecho, los romanos procuraban no hacer la guerra en invierno, pues entonces era muy difícil alimentar a
un ejército en campaña. En invierto, las tropas eran acuarteladas.
También, ocasionalmente, comían carne. Incluso la de sus caballos, en tiempo de necesidad extrema.
También comían cebada, parece ser que la cebada no era del gusto de los romanos, y que comerla se veía,
incluso para ellos, hombres acostumbrados a la vida dura, como una penalidad propia de una campaña en
que las cosas se habían puesto difíciles.
¿ Cómo se curaban los soldados romanos heridos ?
Los hospitales militares, valetudinaria, nacieron como respuesta a la expansión progresiva de la República y del
Imperio. Posiblemente donde más avanzó la medicina fue en el ejercito. En época republicana no existía la
asistencia sanitaria, los legionarios son abandonados a su suerte, o al cuidado de sus compañeros.
Ocasionalmente eran atendidos por los médicos personales de los generales. Pero generalmente se
curaban con algunas hierbas o ungüentos. Cuando las batallas se libraban en las cercanías de Roma, los
enfermos y heridos se transportaban a la ciudad y allí eran atendidos en las casas de los patricios; pero
cuando las legiones romanas salieron de Italia, el problema de la atención a los heridos se resolvió creando
un espacio especialmente dedicado a ellos dentro del campo militar. A partir del S. I a.C. aparecerán las
tiendas campamentales para el cuidado de los heridos y su traslado posterior a retaguardia.
¿Qué era el Gran Triunfo para los romanos?
Si en una batalla caían al menos cinco mil enemigos y se obtenía una victoria abrumadora el senado decretaba
el Gran Triunfo. Éste se celebraba con un desfile multitudinario por las calles de Roma liderado por
magistrados y senadores. A continuación iban los cornetas, el botín, los prisioneros, el general triunfador,
con una corona de laurel, y sus tropas cerrando el desfile.
17. Principio y fin del Imperio Romano
Gracias al ejército Romano, a su buena organización,
amplitud de soldados y estratégias implacables Roma
llego a dominar un imperio que cubría gran parte de
Eurasia y el norte de África.
Aunque los ejércitos romanos no eran invencibles, a pesar
de su formidable reputación y el gran número de sus victorias:
4 durante siglos, los romanos, por su propia incompetencia,
condujeron a los ejércitos romano a derrotas catastróficas.
No obstante, el destino de los mayores enemigos de Roma,
como Pirro y Aníbal solía ser el de ganar la batalla pero
perder la guerra.