Este poema describe cómo las personas se acostumbran a vivir rutinas apresuradas y estresantes que las alejan de disfrutar plenamente de la vida. Se acostumbran a no mirar hacia afuera, a comer y dormir rápido sin haber vivido realmente el día. Se acostumbran a esperar el fin de semana para descansar en lugar de aprovechar cada momento. Al ahorrar vida de esta forma, en realidad se pierde la oportunidad de vivir. En lugar de eso, debemos cambiar nuestros hábitos para tener una mejor calidad
2. Nos acostumbramos a vivir en departamentos
y a no tener otra vista
que no sea las ventanas de alrededor;
y porque no se tiene vista,
luego nos acostumbramos
a no mirar para afuera;
3. Y porque no miramos para afuera,
luego nos acostumbramos
a no abrir del todo las cortinas;
Y porque no abrimos
del todo las cortinas,
luego nos acostumbramos
a encender más temprano la luz.
4. Y a medida que nos acostumbramos,
olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la
amplitud...
Nos acostumbramos a despertar
sobresaltados porque se nos hizo tarde;
A tomarnos el café corriendo
porque estamos atrasados;
acostumbramos a no mirar para afuera;
5. A leer el diario en el autobús
porque no podemos perder tiempo;
A comer un sándwich porque no da
tiempo para almorzar;
A salir del trabajo ya de noche;
A dormir en el autobús
porque estamos cansados;
A cenar rápido y dormir pesados
sin haber vivido el día.
6. Nos acostumbramos a pensar que las personas
cercanas a nosotros estarán siempre ahí
y a creer que están bien,
sin preocuparnos por averiguarlo;
a esperar el día entero
y finalmente oír en el teléfono:
"Es que hoy no puedo ir...”
7. - A ver cuándo nos vemos...
- La semana que viene nos reunimos..."
8. A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine está lleno nos acostumbramos
y nos conformamos con sentarnos
en la primera fila aunque tengamos que
torcer un poco el cuello.
Si el trabajo está complicado,
nos consolamos pensando en el fin de semana;
9. Y si el fin de semana no hay mucho que hacer,
o andamos cortos de dinero,
nos vamos a dormir temprano y listo,
porque siempre tenemos sueño atrasado.
10. Nos acostumbramos a ahorrar vida...
Que, de a poco, igual se gasta
y que una vez gastada,
por estar acostumbrados
¡ NOS PERDIMOS DE VIVIR !...
11. Existe un dicho:
"La muerte está tan segura de su victoria,
que nos da toda una vida de ventaja".
12. El tiempo no se puede atrapar,
mucho menos almacenar;
nuestra existencia transcurre a gran velocidad,
pero mientras tengamos vida,
tenemos la oportunidad
de cambiar nuestros hábitos,
de tener una mejor calidad de existencia,
de aprovechar y disfrutar cada respiro,
cada latido de nuestro corazón.
14. Dios pone a nuestra disposición
todos los elementos para ser seres felices,
satisfechos y agradecidos
por ese gran don
(que es la vida),
que con tanto
amor nos ha sido otorgado.
16. Hay que vivirla
¡ P L E N A M E N T E... BIEN!
Porqué sin saberlo la naturaleza de nuestras
circunstancias, pueden cambiar el giro de nuestra
… vida.