2. ESTENÓMETRO
INTRODUCCIÓN
Estenómetro, el instrumento inventado por el Dr. Paul Joire para demostrar la existencia de la
fuerza nerviosa que actúa fuera del cuerpo.
En el centro de una esfera horizontal, marcada en 360 grados, hay una aguja ligera o un
puntero, en su mayoría de paja, en equilibrio sobre un pivote de vidrio. El conjunto se cubre
con una campana de cristal.
Cuando los dedos extendidos se ponen al lado, en ángulo recto con el indicador, cerca de la
sombra, sin tocarlo, después de unos segundos, en la mayoría de los casos, un movimiento
decidido de la aguja se produce, se siente atraída hacia la mano. Este movimiento se extiende
por quince, veinte, y en ocasiones hasta cuarenta y cincuenta grados.
Determinadas sustancias que han estado previamente en la mano producen este
movimiento.
La madera, el agua, la ropa, el cartón, parecen almacenar esta energía nerviosa. Papel de
aluminio, el hierro y el algodón no producen ningún efecto.
El S.P.R. y algunos grupos científicos franceses atribuyen el movimiento de la aguja a la
acción del calor que radian las manos.
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4. ESTENÓMETRO
Antes de pasar a construir nuestro aparato tengo que hacer referencia a un hecho. Es el
siguiente, En el libro de Física Recreativa- libro I- de Y. Perelmán – 1936, en el capítulo 6 lo
siguiente:
“Un Molinete Misterioso
Tomemos un papel de fumar, doblémoslo por sus líneas medias y abrámoslo. De esta forma sabremos
dónde se encuentra su centro de gravedad.
Depositemos ahora este papel sobre la punta de una aguja clavada verticalmente de forma que
dicha punta se apoye en el punto de intersección de los dobleces.
El papel quedará en equilibrio, ya que descansa sobre su centro de gravedad. Pero bastará el
menor soplo de viento para que comience a girar.
Hasta ahora este artificio no tiene nada de misterioso. Pero si como se indica en la fig. 82,
acercamos a él una mano, con precaución, para que el papel no sea arrastrado por la corriente de
aire, observaremos un fenómeno extraño: el papel comienza a girar, primeramente despacio y
luego cada vez más de prisa. Separemos la mano, y este movimiento cesará. Acerquémosla otra
vez, y el movimiento comenzará de nuevo. Este giro misterioso hizo pensar a muchos, allá por
los años setenta del siglo XIX, que nuestro cuerpo tiene determinadas propiedades
sobrenaturales.
Los aficionados a lo místico hallaban en este experimento la confirmación de sus
confusas doctrinas sobre una misteriosa fuerza que emana del cuerpo humano. Sin embargo, la
causa de este fenómeno es completamente natural y muy fácil de explicar. Todo se reduce a que,
el aire que, el nuestra mano calienta abajo, al subir, presiona sobre el papel y le hace girar, de
forma semejante a como lo hacen las populares «voladeras» cuando se ponen sobre una lámpara,
ya que al doblar el papel, le dimos cierta inclinación a sus diferentes partes.
Cualquier observador atento puede darse cuenta de que el molinete descrito gira en una dirección
determinada, es decir, desde la muñeca, siguiendo la palma de la mano, hacia los dedos. Esto se
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explica por la diferencia de temperatura que tienen las mencionadas partes de la mano. Los
extremos de los dedos están siempre más fríos que la palma de la mano, por este motivo, en las
proximidades de la palma se forma una corriente de aire ascendente, más intensa, que empuja al
papel con más fuerza que la que se origina por el calor de los dedos.
Por eso es importante poner la campana de plástico o vidrio, para evitar este efecto, y
también es importante donde se coloque, ha de estar en un sitio donde no se le dé golpes ni
roces con otras partes del cuerpo cuando se lleve a cabo la prueba.
Lo necesario es una “Quesera”, conseguí una por 2,30 euros, plastilina, un porta-ángulos 360º
de la librería, una chincheta larga, hoja de papel y tijeras. El procedimiento es sencillo, y
rápido.
Al porta-ángulos le hacemos un agujero en medio con unas tijeras en punta se puede hacer,
y es para poder encajarlo en la base de la quesera, ya que ésta suele tener en el centro un
punto grueso de fabricación, y para que encaje bien le hacemos este agujero.
5. ESTENÓMETRO
El siguiente paso es hacer el montaje de la base del molinete, para eso necesitamos una
chincheta larga y un trozo de plastilina, donde la colocaremos lo más recta posible:
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Ahora necesitamos contar una tira de papel, hay que hacerla lo más perfecta posible, debe de
caber dentro de la quesera, el tamaño que yo cogí es de 16 x 4 cm. Para poder colocarla
encima de la chincheta es necesario plegar el papel en forma de cruz:
6. ESTENÓMETRO
Pero no hay que hacerle los pliegues muy acusados, deben estar doblado, pero sin pasarse,
lo justo para que al ponerlo encima de la chincheta se quede más o menos en equilibrio.
Ya lo tenemos casi construido, ahora podemos ponerlo en la quesera:
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Con mucho cuidado podemos cerrar la misma, pero hay que hacerlo muy despacio, para que
el aire no tire el papel. La quesera puede tener arriba 3 agujeros, hay que taparlos, para eso,
unas bolitas de plastilina sobre ellos será suficiente.
8. ESTENÓMETRO
El procedimiento es el ya explicado arriba, se supone que las manos pueden acercarse o
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alejarse, pero nunca tocar el cristal de la quesera, y al cabo de un tiempo el molinete girará,
para medir el giro nos sirve el disco graduado de abajo.
Es importante comprobar que no hay ningún movimiento de mesa ni que es efecto del
desenfoque del ojo, es decir, los movimientos del molinillo deben ser suficientemente
visibles, tal vez, una cámara del ordenador apuntando directamente al molinillo podría
ayudar bastante.
El molinillo de papel es fácil de construir, pero también supongo que podría hacerse con
otros materiales, en vez de papel, una pajita de alguna planta seca u otros materiales
también podría experimentarse.
He de decir que sin la cubierta de plástico el papel se mueve de manera rápida, pero con la
mampara es muy difícil, tanto es así que era una medida para los médiums, para comprobar
si podían mover cosas a distancia, sin tocarlas.