La curación de heridas implica procesos de inflamación, proliferación de tejido de granulación, y regeneración de tejido. En las primeras 24 horas después de una herida quirúrgica limpia, los neutrófilos llegan al coagulo en la herida. En el día 3, aumentan los macrófagos y el tejido de granulación invade la herida. Para la segunda semana, se acumula colágeno y el proceso inflamatorio desaparece.