El documento describe cómo llega marzo en Venezuela, trayendo calor a las calles pero también más crisis política, económica e inseguridad. La moneda nacional se ha desplomado, reduciendo el poder adquisitivo y limitando la creación de empresas. Aunque la gente pide un país mejor, la posibilidad de avance de la revolución es casi nula, por lo que la represión y el miedo dominarán. Marzo será un mes caliente y difícil, pero Venezuela seguirá buscando su libertad y mejores horizontes.