2. ALBERTO LOPEZ RODRIGUEZ 5ºB 01-02-2011
LAS CATARATAS
Las cataratas Victoria, son un salto de agua del río Zambeze
situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue. Están ubicadas en el
distrito de Livingstone, en la Provincia del Sur, de Zambia y en el
distrito de Hwange, en la región de Mashonalandia Occidental, de
Zimbabue. Sobre ellas está el puente de las Cataratas Victoria, un
antiguo arco de acero terminado en 1905.
Miden aproximadamente 1,7 km de ancho y 108 m de alto. Se
consideran un espectáculo extraordinario debido al estrecho y raro
abismo en las que el agua cae. De tal forma que se puede ver la caída
a simple vista.
David Livingstone, el explorador escocés, visitó la cascada en 1855 y
las bautizó con el nombre de la reina Victoria, aunque son conocidas
localmente como Mosi-oa-Tunya, el humo que truena. La cascada
forma parte de dos parques nacionales, Parque Nacional de Mosi-oa-
Tunya en Zambia y el Parque Nacional de las Cataratas Victoria en
Zimbabwe, y son una de las mayores atracciones turísticas del África
austral. Han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco, en el año 1989. Abarcando el área protegida una extensión
de 8.780 ha.
A partir de 2010, las Cataratas Victoria estarán integradas dentro del
Área de Conservación Kavango-Zambeze.
ORIGEN
Las cataratas están formadas por la caída en picado en una sola
vertical de una sima de entre 60 y 120 m de anchura, esculpida por
3. sus aguas a lo largo de una meseta de basalto. La profundidad de la
sima, llamada Primera garganta, varía entre los 80 m en su parte más
occidental hasta los 108 metros en el centro. La única salida de la
Primera garganta es un espacio de 110 m de ancho a unas dos
terceras partes del paso a lo largo de la anchura de las cataratas
desde la parte oeste, a través de la cual todo el volumen del río cae en
las gargantas de las cataratas Victoria.
La meseta por la que discurre el río Zambeze experimenta una
estación de lluviosa desde finales de noviembre a principios de abril, y
una estación seca el resto del año. La inundación anual tiene lugar
entre febrero y mayo con un pico en abril. El agua pulverizada de las
cascadas llega a alcanzar los 400 metros e incluso los 800
dependiendo de la estación. No obstante, durante el periodo de
inundaciones no es posible ver el pie de la cascada ni tampoco parte
de la cortina de la catarata, además los paseos a lo largo del
acantilado resultan ser una ducha constante debido a la abundante
agua vaporizada. Cerca del borde del acantilado, el vapor de agua
sube como una lluvia invertida, especialmente en el borde de Zambia.
Según va entrando la estación seca, las cimas se hacen más anchas y
numerosas, desde septiembre a enero más de la mitad de la cara de
las cataratas puede llegar a quedarse seca y se puede observar la
Primera garganta en casi toda su longitud. En esta estación resulta
posible —aunque no necesariamente seguro— caminar a lo largo de
algunos de los tramos de las crestas del río. También es posible
caminar desde la parte inferior de la Primera garganta hasta la parte
de Zimbabue. El menor caudal sucede en noviembre, y es una décima
parte del de abril; esta variación de caudal también es mayor que en
otras grandes cascadas y hace que la media anual de caudal de las
Victoria sea menor de lo esperado si se compara con la máxima.
El tamaño de las Victoria es casi el doble que las cataratas del
Niágara, y más de dos veces el tamaño de las Horseshoe. Sólo
rivalizan con las cataratas del Iguazú en Sudamérica.
4. LA PISCINA DEL DIABLO
Entre septiembre y diciembre, debido a los bajos niveles de
agua, es posible nadar de manera segura, al borde de las cataratas en
esta piscina natural a la que puede accederse a través de la Isla
Livingstone. Este lugar tan extraño es llamado Devil's Pool, en
castellano, la piscina del Diablo.
Es una atracción adicional a la ya increíble de por sí
contemplación de las cataratas Victoria, que sólo se puede disfrutar en
la temporada de bajo caudal, ya que si no, los bañistas se verían
arrastrados por el salto de agua.
Se encuentra a 100 metros del fondo de las cataratas, no es la
piscina más grande del mundo, pero sí una de las más peligrosas.
Las crecidas del río pueden ser tan rápidas que en cuestión de
minutos el caudal puede subir hasta 1 metro.