1. Ejercicio para el corazón
El corazón es nuestro motor, nuestro bien más preciado, el que nos va a permitir seguir
adelante y, por esta razón, debemos cuidarlo. Lo que sucede es que el ritmo acelerado
de las sociedades occidentales lo somete a unos niveles elevados de estrés. Tanto es así
que las enfermedades cardiacas se han convertido en la primera causa de muerte en los
países desarrollados.
LO QUE DEBES SABER...
Realizar 30 minutos de ejercicio moderado a diario es beneficioso para el
corazón.
Las personas que sufren una cardiopatía deberían incluir la actividad física en
su día a día.
Caminar es el ejercicio más recomendado: media hora seguida al día a ritmo
moderado.
Pero más allá de las cifras, quien más quien menos tiene algún amigo o familiar que
padece algún tipo de problema cardiaco, lo que les obliga a plantearse cambios en sus
hábitos y actividades diarias.
Lo curioso es que en muchos casos, por suerte cada vez menos, sólo se da uno cuenta de
que no hace las cosas del todo bien hasta que le sucede un hecho negativo. En ese
momento sí que nos planteamos mejorar (dejar de fumar, comer mejor, empezar a
hacer ejercicio…).
Lo ideal sería que no llegásemos a esos extremos sino que de manera rutinaria
siguiéramos unos hábitos saludables. Por ejemplo, a nivel de actividad física, sólo el
hecho de caminar 30 minutos diarios a un ritmo moderado ya reduce las posibilidades de
sufrir algún problema cardiaco, ¿no es tan difícil de incorporar a nuestros hábitos,
verdad?
Siempre se está a tiempo de mejorar y reducir los riesgos. Pero en el caso de que ya se
sufra alguna enfermedad todavía debemos centrarnos más en cuidar nuestro tesoro. Un
corazón enfermo no hay que abandonarlo sino todo lo contrario, hay que vigilar aun
más y seguir unas pautas muy claras. Existen rutinas de ejercicios tanto de seguimiento
en servicios hospitalarios o centros médicos como en clubs deportivos o bien pensados
para realizar en casa que pueden mejorar la calidad de vida del enfermo.
Beneficios de caminar
Caminar sería el ejercicio más básico y el que más aconsejan los facultativos para la
promoción de una salud cardiovascular correcta. El motivo es que estamos ante una
actividad fácil y al alcance de todos. No se trata de hacer kilómetros y kilómetros cada
día sino de conocer cuáles son las capacidades de cada individuo e ir adaptándose a las
circunstancias. Para empezar, se trata de buscar un terreno llano, sin desniveles, y de
manera progresiva intentar llegar al objetivo de caminar 30 minutos seguidos a buen
ritmo (el que nos permita mantener una conversación). Y es importante caminar sin
2. parar, por lo tanto no serviría caminar mientras se va de compras y uno se va parando en
los escaparates o entrando en las tiendas.
Al andar no sólo ponemos en marcha el corazón sino que estaremos activando los
vasos sanguíneos que en muchos casos han sido la causa del problema cardiaco. Las
paredes de los vasos, al fin y al cabo, son tejidos que obtienen beneficios del ejercicio.
Si los mantenemos en forma estaremos actuando no sólo a nivel terapéutico sino
también preventivo de complicaciones asociadas a la enfermedad ya existente.
Antes de empezar
Seguramente será el propio médico quien recomiende la práctica de ejercicio. Si no es
así, antes de iniciarse, es importante conocer cuál es el estado de salud real y concertar
una visita. De esta manera, además de saber los antecedentes que han llevado a la
persona a sufrir la enfermedad, lo más probable es que éste realice una prueba de
esfuerzo, con la que podrá ver en tiempo real las adaptaciones del corazón a un
esfuerzo. Se puede hacer en la cinta continua o en la bicicleta, y con los datos obtenidos
podrá recomendar el tipo de actividad que mejor se adapta a sus necesidades dentro de
un marco de seguridad.
Depende de la importancia de la enfermedad de cada persona, las pautas serán
diferentes y probablemente muy personalizadas, pero en la mayoría de los casos se
aconseja actividad aeróbica, aquélla en la que básicamente se utiliza oxígeno para
conseguir energía: andar, ir en bicicleta, hacer remo, nadar….
Si la persona acaba de salir de un episodio cardiaco agudo normalmente se pauta
actividad supervisada en un centro de rehabilitación donde los profesionales hacen un
seguimiento exhaustivo para conseguir la mejora y la readaptación a las actividades
habituales.
Cuando ya ha pasado más tiempo o se ha estabilizado, la actividad aeróbica puede ser
parte de la rutina recomendada (bicicleta, nadar o por qué no, actividades tipo
aquagym).
3. Habitualmente estamos hablando del corazón y de cómo evitar que se enferme y padezca
determinados problemas. Esto se debe a que el corazón es el motor de todo nuestro cuerpo, y
de él depende que sigamos con vida, ya que es el que bombea sangre a todas las partes del
organismo. En esta ocasión queremos detenernos es un aspecto que muchas veces se nos
pasa por alto. Se tratadel tamaño de este órgano, algo en lo que no reparamos, pero que es
importante que tengamos en cuenta.
4. No se nos debe olvidar que el corazón es un músculo como otro cualquiera y que por lo tanto
puede sufrir variaciones de las que debemos estar enterados, ya que detrás puede
esconderse algún problema mayor que nos acabe pasando factura. En esta ocasión vamos a
ver las causas por las que el corazón aumenta su tamaño sin ninguna explicació lógica,
ya que no es bueno para nuestra salud que este órgano aumente de tamaño de manera
rápida, pues los riesgos que corremos son mayores al ahora de padecer una enfermedad
cardiaca.
Presión arterial elevada
Una de las principales causas que hace que nuestro corazón aumente de tamaño es
la presión arterial elevada. El corazón está constantemente realizando movimientos de
contracción para bombear la sangre a todo el organismo. Cuando tenemos una presión arterial
elevada el corazón debe vencer una resistencia mayor a la hora de hacer llegar a todo el
cuerpo la sangre requerida. En condiciones normales este movimiento debería ser normal,
pero cuando la presión es elevada el esfuerzo del corazón es mayor, y al ser un músculo
como otro cualquiera el aumento de su tamaño es algo que viene de corrido. Esto se debe al
exceso de ejercicio y la aclimatación a las condiciones del organismo.
Mal funcionamiento de las válvulas
cardiacas
El corazón también puede verse afectado por si mismo a través de una enfermedad vascular.
Antes de nada debemos tener presente que el corazón está formado por cuatro válvulas que
controlan el riego sanguíneo y el bombeo de sangre. Si por razones genéticas o por una
infección estas válvulas dejan de funcionar correctamente la circulación no se realizará como
es debido. Nuestro organismo, que es muy inteligente se adaptará, y esa adaptación pasará
por hacer que las válvulas del corazón menos afectadas crezcan más para bombear más
y mejor la sangre. Esto hará que el tamaño de nuestro corazón aumente y poco a poco
podamos correr riesgos con el paso del tiempo.
5. Exceso de ejercicio
El exceso de ejercicio también es una causa de agrandamiento del corazón, ya que el
cuerpo requiere una mayor cantidad de sangre que debe bombear nuestro corazón. Por ello,
al aumentar la actividad del mismo éste se debe adaptar a los requerimientos y poco a poco
irá aumentando su tamaño. También es cierto que si nuestra salud es la correcta, una vez
hayamos dejado de someterlo a esos niveles de esfuerzo, disminuirá su tamaño, ya que es un
músculo que se adapta a las situaciones del organismo.
Es importante que tengamos en cuenta el tamaño del corazón, ya que una de las
consecuencias de tener un corazón más grande de lo que nos corresponde es padecer
una insuficiencia cardiacacausada por el descenso de la actividad cardiaca, ya que al tener
un corazón de gran tamaño el número de pulsaciones disminuye considerablemente cuando
estamos en reposo, pues bombea más sangre de lo normal. Por eso es necesario que
cuidemos estos aspectos para evitar sufrir este problema cardiaco.