Discurso de Ángel Ron en la Junta General Ordinaria de accionistas en plena crisis
1. OFICINA DE COMUNICACIÓN
Discurso de D. Angel Ron, Presidente de Banco Popular
Junta General Ordinaria de Accionistas 2012
Madrid, 11 de junio de 2012
2. Gracias señoras y señores por acompañarnos hoy, un año más, en nuestra junta
general. Agradezco su presencia y les doy mi más cordial bienvenida.
Cada año son más los accionistas que asisten personalmente a la Junta, como también
aumenta el número de accionistas del Banco. Desde la pasada Junta ordinaria, 80.700
nuevos accionistas han depositado su confianza en esta entidad, que pertenece a todos
ustedes. Así, hoy son ya más de 226.000 accionistas los que se han unido a nuestro
proyecto, un 55% más que en la anterior Junta y un 50% más que a cierre de 2011.
Quisiera dar también una bienvenida especial a los nuevos accionistas con los que
contamos desde el pasado mes de febrero, tras el éxito de la aceptación de la OPA de
Banco Pastor, y que contribuyen a reforzar nuestra ya de por sí sólida y estable base
accionarial. También hemos de dar la bienvenida a los casi 295.000 nuevos clientes,
tanto empresas como familias, que el año pasado nos eligieron para ser su banco de
referencia.
Asimismo, creo de justicia reconocer la labor de todos los empleados y colaboradores
del Banco, que en un entorno complejo y ambiente hostil hacia la banca, han
conseguido que el Banco siga creciendo, resistiendo los embates del momento.
Esta confianza de los nuevos accionistas y de los nuevos clientes debe ser un motivo de
orgullo legítimo en estos tiempos. Demuestra lo que somos, lo que representamos y
nuestra manera de hacer las cosas. Esta confianza, en suma, en nuestro modelo de
negocio, que es la más preciada de nuestras fortalezas.
Esta junta se celebra en un entorno de creciente incertidumbre. Una incertidumbre
derivada de factores macroeconómicos y alentada por la falta de dirección política en
Europa, que afecta de lleno a la confianza sobre España y sobre su sector financiero.
La economía mundial sigue inmersa en una larga y profunda crisis, que se ha
trasladado también al sector financiero, y que determina las preocupaciones de
gobiernos, instituciones, inversores y accionistas. La actualidad viene marcada por estos
hechos, y a ellos quiero referirme en mi intervención.
3. La crisis, ya larga, que la economía mundial atraviesa desde hace cinco años, ha ido
trasladándose del sector inmobiliario al financiero y de éste a la economía real y a las
cuentas públicas de muchos países, siendo ahora fundamentalmente una crisis triple:
financiera, fiscal y económica. No me voy a extender en descripciones, que muchos
economistas han hecho en los últimos tiempos, ni en pronósticos, actividad arriesgada
en cualquier caso. Pero sí quiero señalar tres aspectos que son de particular
importancia para nosotros:
-El primero, que esta crisis está golpeando particularmente a nuestro país.
España está sufriendo su propia crisis, en el marco de otra, más amplia, de alcance
global. Además, la crisis española es de naturaleza no exclusiva pero sí marcadamente
económica, como lo muestran los indicadores relevantes: producción, consumo interno,
confianza de consumidores y empresas.
-El segundo, que en nuestro mundo, la valoración de los países, de sus políticas,
y de sus empresas, es fuertemente dependiente de las percepciones y de quienes
contribuyen a crearlas, vía opinión pública. A menudo, esas percepciones creadas
mediante eslóganes e informaciones poco cualificadas, caen en estereotipos o en
caricaturas poco acordes con la realidad objetiva. Es preciso reconocer que la imagen y
el crédito de España atraviesan un momento muy bajo, y ello se refleja en que el foco
de la atención mundial está puesto en nuestro país, cuando habría que mirar con la
misma o mayor atención –y preocupación- a otros de nuestra misma zona económica.
-El tercer aspecto que quiero señalar es que, en este contexto, sólo el trabajo
serio y la actuación coordinada de gobiernos e instituciones puede ayudar a salir de la
crisis sin alargarla innecesaria y dolorosamente.
Es en este entorno en el que el Gobierno español ha decidido solicitar apoyo financiero
al Eurogrupo, consistente en una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros.
Por lo que vamos conociendo, esa línea de crédito tendrá una disposición adaptada a
las necesidades de recapitalización del sistema financiero tras el ejercicio que están
realizando los dos valoradores independientes. Su asignación concreta a las entidades
4. que lo necesiten vendrá determinado por el trabajo realizado por las cuatro auditoras
designadas al efecto, con la fecha límite del 31 de julio.
Sobre esta petición de apoyo financiero, nuestra posición es que la cifra solicitada y la
modalidad de financiación adoptada –que excluye según nuestro Gobierno, cualquier
condicionalidad adicional para el país, tanto en términos de nuevas reformas, como de
ajustes fiscales u otros de carácter macroeconómico-, deberían dar tranquilidad a los
mercados, a los depositantes y a los accionistas.
Ahora bien, también quisiera poner de manifiesto nuestro punto de vista ante la
situación que se ha creado con los sucesivos cambios de normativa, cifras exigidas y
declaraciones cruzadas:
1. Esta ultimísima fase de la crisis ha tenido como detonante la situación de una
entidad grande y sus enormes necesidades de capital y la aparente incapacidad
para abordarla por medios propios. En este contexto, la cifra solicitada debería
disipar duda alguna sobre la capacidad de recapitalización del sistema financiero,
por duro que sea el contexto económico.
2. Siguiendo con la información disponible, el Gobierno centra las principales
necesidades de capital en un 30% del sector financiero, que ya ha recibido
ayudas públicas. Esta opinión conecta con nuestra convicción, reiterada hasta la
saciedad, de la necesidad de distinguir entre entidades viables y las que no lo
son. Deberíamos haber empezado el proceso por esto, sin contaminar a las
entidades sanas, ahora lo que pedimos es que se acabe cuanto antes con la
incertidumbre generada por la valoración independiente.
3. Respecto a los supuestos de estrés de los que se parte para determinar los
capitales exigibles, consecuentemente, sobre las ayudas que se necesiten, hay
que insistir en que, como en el caso de los dos Reales decretos de
reestructuración del sistema financiero, se trata en muchos casos de pérdidas no
incurridas y que aflorarían en un contexto económico que, en palabras del
Gobierno español, “no se va a producir”.
4. En este contexto de cambios regulatorios y ejercicios de resistencia ante una
situación límite, es vital que se cuide el crédito a las pequeñas y medianas
empresas, a las microempresas, a los emprendedores y a las familias –en
5. definitiva, a nuestros clientes. Si al negocio de financiación a PYMES y familias se
les exigen elevadas provisiones por pérdidas no incurridas o recargos de capital
elevados, se estará desincentivando la financiación de la economía productiva, se
pondrá en peligro la circulación del crédito y se dificultará todavía más la
recuperación económica.
5. La línea de crédito solicitada para la recapitalización de algunas entidades no
debe hacer olvidar que el asunto principal es la recuperación de la confianza de
la economía española, para que el Estado pueda financiarse en condiciones
menos gravosas que las actuales. Para ello será necesario que el Gobierno
prosiga en el buen y positivo camino de las reformas estructurales emprendidas.
Porque serán la reducción del déficit público y la vuelta al crecimiento
económico, los hitos que marquen el futuro del país y nuestra capacidad de
financiarnos en los mercados.
6. En clave europea, debería ser un paso para la consolidación del proyecto del
euro.
Nos encontramos, pues, en una situación de profunda incertidumbre, que esperemos se
alivie con las medidas adoptadas y la urgente conclusión de los trabajos de valoración y
revisión en curso.
Porque si, normalmente, la actividad de empresas e instituciones financieras se
desarrolla en entornos con un grado mayor o menor de incertidumbre, en la actualidad,
esa incertidumbre ha alcanzado niveles superiores a los normales. Esto se debe no sólo
a la crisis, sino porque también las actuaciones de los gobiernos europeos e
instituciones internacionales y la evidente falta de liderazgo político global han añadido
incertidumbre en cuanto a la hoja de ruta más adecuada para salir de la situación
actual.
Pues bien, este es el escenario en que necesariamente tenemos que tomar decisiones
hoy en día.
E inmersos en esta incertidumbre, el pasado miércoles comunicamos a través de la
CNMV la actualización de nuestro Plan de Negocio para los años 2012 y 2013, después
de la publicación del R. Dto 18/12. Nuestro Director General Corporativo les hablará en
6. profundidad sobre este asunto, pero déjenme que les comente los aspectos más
relevantes:
- Este Plan de Negocio que presidirá nuestra gestión en el presente ejercicio y en
el 2013, es un Plan de Negocio prudente, conservador y muy exigente. El Plan será
sometido, como es obvio a la aprobación del Banco de España.
- Se trata de un Plan de Negocio que nos permitirá cumplir en dos años
conforme lo que nos permite la legislación vigente, y sin ayudas públicas, con las
importantes exigencias de los dos Reales Decretos Ley de restructuración del sistema
financiero. Llevaremos la cobertura de toda nuestra exposición al sector inmobiliario a
niveles del 43%, incluyendo los préstamos sanos.
- Es un plan de negocio que, tratándose de anticipar a nuevas exigencias
regulatorias, incorpora dotaciones adicionales en previsión de mayores exigencias
basándonos en un escenario estresado para la economía española.
- Con la información disponible, este Plan de Negocio nos permite cumplir con los
cambiantes requerimientos de capital vigentes hoy, tanto europeos (EBA), como
españoles (capital principal).
Este Plan de Negocio es fruto de un trabajo de preparación y trata de anticiparse a un
entorno complejo. Para ello, el Banco ha potenciado su margen de explotación, ha
reforzado por múltiples vías su capital e identificado plusvalías, para reducir el recurso
al accionista sin dañar la capacidad de generar ingresos en el futuro.
Anticipando nuestros planes futuro, el Banco Popular trata de aportar serenidad en un
entorno dominado por la incertidumbre.
No obstante, es probable, aunque no deseable, que en tanto no se cierren los procesos
de valoración y revisión abiertos, la incertidumbre siga dominando la visión de los
mercados, y por supuesto, las cotizaciones de las compañías españolas y por tanto la
nuestra.
7. Hoy España sigue sin ser una marca atractiva para los inversores. El diferencial de la
deuda pública española sobre el Bono alemán alcanzó la semana pasada su máximo
histórico y los niveles actuales no son mucho mejores.
Y permítanme que señale que esta situación se produce después de haberse anunciado
el mayor cambio normativo en provisiones de las últimas décadas, que obliga a los
bancos a aprovisionar de forma relevante incluso los créditos sanos. Los mercados de
deuda tendrían que haber reaccionado positivamente a un anuncio como este, y sin
embargo nuestro país se financia a un coste más elevado que nunca en relación a
Alemania desde nuestra entrada en el Euro.
¿Cómo es posible que a pesar de este esfuerzo en saneamientos, las dudas persistan?
El problema de fondo no es la banca española. Que nadie dude de que, lo que los
mercados están pidiéndonos es confianza, decisión política para desarrollar sin dudas
un proyecto europeo de integración fiscal, económica y social, en definitiva, más
Europa. Si, como he repetido, los mercados interpretan la petición de apoyo financiero
al Eurogrupo como un paso adelante en la construcción del euro, ayudará a mejorar la
percepción de España; pero que nadir se olvide que el país necesita recuperar la
confianza persistiendo en las reformas estructurales, reduciendo el déficit y volviendo al
crecimiento económico.
Y que tampoco nadie dude de que en este río revuelto de volatilidad se están llevando
a cabo ataques especulativos contra el euro, sus integrantes –España en particular- y
las propias instituciones financieras.
Desde que la CNMV retirara la prohibición de las posiciones cortas, las acciones de los
bancos españoles han sufrido un castigo notable. Nosotros no somos una excepción,
nuestra exposición a la economía española basta para justificar esos ataques.
Como saben nuestro negocio, eminentemente radicado en España e íntimamente
relacionado con la economía real por nuestro carácter de banco comercial hace que
seamos, unidos a la liquidez de nuestra acción, una de las posiciones cortas contra
España más utilizada por inversores especulativos.
8. Estos inversores “apuestan” contra la evolución de la economía española, vendiendo a
corto acciones del Banco. Y basta con ver gráficamente la evolución del precio de
nuestra acción y compararla con la prima de riesgo de nuestra deuda soberana.
Durante los 7 meses que duró la restricción a las posiciones cortas, la acción de Banco
Popular subió prácticamente un 10% frente al 3% de la media del sector. Tras ese
lapso de tiempo la negociación diaria de acciones del banco aumentó en un 175%. Creo
que son cifras que hablan por sí solas: la presión especulativa en nuestro valor es muy
relevante. Y reitero, una vez más, que los reguladores deberían actuar contra quienes
toman posiciones en corto y fuerzan el valor a la baja. En sí mismas, las posiciones
bajistas son legitimas. Otra cosa es cuando aprovechándose de la falta de
transparencia, los inversores especulan a la baja, difundiendo información interesada,
destruyendo el ahorro de los inversores de largo plazo y afectando a la economía real.
Es un movimiento injustificable en aras del libre mercado, dado que lo que persigue es
un beneficio elevado e inmediato utilizando palancas no transparentes para generar
pánico y ventas aceleradas.
El Popular, y toda la banca española en general, cotizan a los múltiplos de precio sobre
valor contable más bajos desde la década de los 80. La capitalización bursátil del banco
es equivalente a menos de una vez y media el margen de explotación, frente a una
media de más de 6 veces en los últimos 15 años.
Estos múltiplos en absoluto reflejan nuestras ventajas competitivas, de igual forma que
el precio de la acción no refleja su valor.
Y en cuanto al dividendo, hoy aprobamos el pago de los dos últimos dividendos con
cargo a los resultados de 2011, previstos para los próximos días y que por un importe
de 0,08 € por acción, en modalidad scrip, confirman nuestra política de máximo retorno
a los accionistas, aún en un entorno desafiante.
Desde luego que nos preocupa la incertidumbre regulatoria, la inseguridad jurídica
producto de múltiples cambios. Primero un stress test, luego otro; primero un Real
Decreto, luego otro. Primero se da una cifra, luego esa cifra se multiplica.
9. Los poderes políticos y los reguladores no se pueden plegar a las voces de algunos
operadores de los mercados. Sin duda estamos a favor de la transparencia, lo hemos
estado siempre. Los procesos de valoración y revisión abiertos tienen también riesgos y
no se equiparan, ni mucho menos, a los de otros sistemas financieros de nuestro
entorno, que difícilmente superarían pruebas de esta intensidad.
Estos procesos son especialmente duros para las entidades más domésticas porque:
1. Son discriminatorios respecto otros sistemas financieros, que tienen su
reestructuración pendiente.
2. Incluyen sólo los activos en España.
3. En este sentido, no sería aceptable que incluyesen descuentos sobre las
posiciones que los bancos tiene en Deuda soberana española…
4. Discriminan a los bancos comerciales respecto a los modelos hipotecarios.
Nos preocupa también el empeño regulatorio en aprovisionar, “por si acaso”, créditos al
corriente de sus obligaciones hasta niveles que en muchos países no se alcanzan ni
siquiera en los préstamos morosos. Cuando se hace en exceso, es muy
contraproducente para modelos de banca comercial que financian la economía
productiva, transformando plazos e intermediando préstamos y depósitos. Esta es una
medida contradictoria con los mensajes que se lanzan de retornar el crédito a la
economía.
En el plano internacional, aunque en estos últimos días oímos que Europa podría –por
fin- dar pasos hacia una mayor unión fiscal y bancaria, echamos de menos un mayor
liderazgo en estos procesos. Europa no puede esperar durante años lo que los agentes
económicos demandan con inmediatez.
La confianza en la eurozona solo se podrá asentar si se avanza hacia “más Europa” y
esto pasa, necesariamente, por la cesión de soberanía a las instituciones europeas a las
que habrá que transferir determinadas competencias en ámbitos tan relevantes como la
política fiscal, financiera y social
10. Hay que evitar errores de bulto y la improvisación, como la asunción de pérdidas por el
sector privado (PSI), condonando parte de la deuda griega. Esto ha sido un tiro de
gracia para la deuda pública, que perdió su condición de activo libre de riesgo, otro
cambio regulatorio más, el más grave de todos y que puso y pone en graves
dificultades la deuda soberana europea de algunos países, especialmente la española y
la italiana.
Esto ha sido un error fatal, al que se ha unido la necesidad de crear colchones de
capital en los ejercicios de estrés de EBA, para cubrir supuestos quebrantos sobre
nuestra Deuda Pública.
Necesitamos claridad regulatoria, que se recupere la confianza en la Deuda europea,
para lo que necesitamos que el proyecto de integración fiscal europea tenga un
calendario explícito y obligatorio.
Dicho esto, señoras y señores accionistas, cuidado con las percepciones que se alejan
de la realidad. Y nuestra realidad es otra. En Banco Popular seguimos creciendo.
Seguimos ganando clientes y sumando recursos. Cuando los mercados se ponen
nerviosos, las fortalezas cuentan poco en el corto plazo. En el largo, son lo
verdaderamente importante.
Y esas fortalezas de Banco Popular siguen siendo patentes. Este mensaje lo hemos
repetido en todas las Juntas desde que empezó la crisis. Y lo hemos hecho porque esos
fundamentos siguen siendo fuertes. Nuestro modelo de negocio ha probado una
resistencia indiscutible.
Por otro lado, la realidad de los últimos días no debe hacernos olvidar lo fundamental.
Estamos en recesión, el nivel de paro es elevadísimo y la prima de riesgo toca máximos.
La crisis griega ha puesto a España en el punto de mira y la recapitalización de las
antiguas cajas ha aumentado la desconfianza hacia el sector financiero español.
Las provisiones a realizar según los Reales Decretos Ley son calificadas por algunos
como insuficientes y se teme que habrá un tercer Real Decreto, todavía más exigente,
cuando los auditores externos reporten al Ministerio de Economía.
11. La pronunciada aversión hacia España de los inversores penaliza sobremanera a Banco
Popular, porque más del 90% de nuestro negocio está aquí. A la vez, la mayor liquidez
bursátil de Popular hace que sea el valor elegido por muchos inversores a la hora de
adoptar esas nocivas posiciones cortas a las cuales me referí al comienzo de mi
intervención.
A Banco Popular, como a las demás entidades financieras que están en condiciones de
cumplir con los requerimientos de los Reales Decretos Ley, les interesa que salgan bien,
y cuanto antes, las reformas financieras emprendidas por el Gobierno. No pueden
seguir pagando justos por pecadores. La recuperación de la confianza en el sector
financiero español es un asunto perentorio.
Ahora bien, hoy en España todavía existe un exceso de capacidad instalada, de
entidades no viables y de oferta. De poco servirá incrementar la solvencia de una
determinada entidad a través de ayudas públicas si su modelo de negocio no es viable.
No se trata de un problema de capital o de tamaño. Se trata, sencillamente, de un
problema de modelo de negocio. Los comentarios del Gobierno que hablan de un
problema centrado en el 30% del sistema, irían encaminados en este sentido.
No nos podemos permitir el lujo de sostener a costa del contribuyente a entidades no
viables. El objetivo de la reforma debe ser preservar la competencia con entidades
solventes y rentables, sometidas a la disciplina de mercado.
Todos han de saber que Banco Popular es una entidad de referencia en la España
ahorradora y emprendedora. Banco Popular confía en España porque la conoce y, por la
misma razón, nuestros clientes, PYMES y familias, y la comunidad empresarial confían
en Banco Popular. Por eso, Banco Popular, año tras año, continúa ganando cuota de
mercado y creciendo en número de clientes y en número de accionistas.
Pese al entorno el banco sigue centrado en su negocio. La semana pasada la Seguridad
Social ha confiado de nuevo en Popular para el pago de las pensiones a desplazados o
residentes en el extranjero.
12. Tampoco es ninguna casualidad que Banco Popular sea el primer gestor de las líneas de
crédito del ICO, ni tampoco lo es que Banco Popular participe activamente en el
programa de pago a los proveedores de las administraciones públicas. El tejido
productivo español requiere, hoy más que nunca, del modelo de negocio de Banco
Popular. Requerimientos desmedidos de capital –por la vía de mayores provisiones para
carteras sanas- no harán sino encarecer y restringir el crédito a los emprendedores que
nuestra economía necesita como motor del empleo.
Señoras y Señores accionistas, ante la percepción de la debilidad del sistema financiero
español hay que explicar con claridad las fortalezas de Banco Popular. Tenemos que
tener muy presente que Banco Popular es una entidad especializada en Pymes, los
autónomos y las familias, en contraposición a los modelos basados en hipotecas baratas
con bajos márgenes y altos costes. Este modelo de negocio determina una capacidad
superior de generación recurrente de ingresos.
Como todos sabemos, nuestro modelo se asienta, en primer lugar, sobre nuestra
solvencia. Una vez culminada la adquisición de Banco Pastor, Popular cerró el primer
trimestre de 2012 con un Core Capital del 9,84%, tras haber realizado 2.400 millones
de saneamientos contra fondos propios.
La solvencia de Banco Popular permite afrontar el marco regulatorio definido como
Basilea III, así como los requerimientos de capital y provisiones exigidos por nuestro
gobierno en sus diferentes Decretos Ley.
El segundo pilar de estas fortalezas es nuestra liquidez. Banco Popular ha reducido de
una manera drástica, en estos años de crisis, su dependencia de los mercados
mayoristas, incrementando el crédito a los clientes.
Quiero destacar cuatro aspectos de nuestra gestión de la liquidez que me parecen
especialmente relevantes.
- El primero es que desde el inicio de la crisis, allá por 2008, hemos conseguido
reducir el gap comercial (crédito-depósitos) en 15.000 millones de euros. Esto no lo
hemos hecho por la vía fácil, la de frenar el crédito, sino creciendo en depósitos.
13. - El segundo, y relacionado con el anterior, es nuestra potentísima capacidad
comercial. Hemos captado en la llamada “guerra de depósitos” más de 29.000 millones
de euros en el mismo periodo. Este banco cuenta con la mejor red comercial de
España. Muchas entidades lo dicen, pero en nuestro caso lo avalan las cifras. La
flexibilidad y capacidad de adaptación de nuestra red son únicas.
- En tercer lugar quiero destacar que Popular fue la primera entidad española en
desarrollar una potente segunda línea de liquidez que cubre más de cuatro veces los
vencimientos de toda la deuda senior del Banco.
- El cuarto hecho destacable es que Popular ha sido este año la única entidad
doméstica capaz de emitir deuda senior. Deuda cuya garantía es el propio Banco
Popular; o lo que es lo mismo, sus fortalezas.
Me he referido a nuestra fortaleza en solvencia, a nuestra fortaleza en liquidez y, por
último, el tercer pilar, la rentabilidad, rentabilidad basada en un modelo de negocio
eficiente, eficiente en ingresos y eficiente en costes. De hecho, el más eficiente de la
banca europea.
Es precisamente éste el pilar que destacaría como clave para garantizar la viabilidad de
un modelo de negocio. La capacidad de generar altos ingresos recurrentes es lo que da
la “cintura” necesaria para poder afrontar las necesidades de provisiones que vienen
marcando los reguladores. Solvencia y liquidez son extremadamente necesarios, pero
no son suficientes.
Popular cuenta con el modelo de negocio líder en generación de beneficios recurrentes.
Nuestro elevado margen de explotación, no se sustenta en ingresos atípicos fruto de
carry trades ó de operaciones singulares similares. Por ello, podemos afirmar con
rotundidad que nuestro margen de explotación es recurrente, es estructural, y es
sostenible en el tiempo, como se está demostrando en los primeros meses de 2012.
Además, señoras y señores accionistas, Popular ha sabido adaptarse excepcionalmente
a un entorno cambiante y desfavorable. Por ejemplo, gracias a la flexibilidad
14. operacional de nuestro modelo de negocio hemos conseguido reducir la ratio de
préstamos sobre depósitos desde tasas superiores al 200 por cien en 2007, hasta el 125
por cien según los últimos datos publicados.
Estas fortalezas han permitido también la construcción de alianzas con socios de primer
nivel como Allianz, que es líder mundial en gestión de activos y de seguros, y Crédit
Mutuel, una entidad que se codea con las mayores entidades financieras a nivel
internacional.
Y, por último, hemos de tener muy presente lo que supone para el fortalecimiento de
nuestro modelo de negocio la adquisición de Banco Pastor. Tenemos el legítimo orgullo
de haber sido quienes iniciamos el actual proceso de concentración bancaria. Lo
hicimos con nuestros propios recursos en una operación modélica desde todos los
puntos de vista, entre ellos el de la protección del empleo.
Paso ahora a un rápido repaso al ejercicio 2011 y un breve apunte sobre los resultados
del primer trimestre de este año.
El año pasado, a pesar de las condiciones adversas obtuvimos unos resultados sólidos
gracias a los ingresos más recurrentes de nuestra cuenta de explotación. Banco Popular
alcanzó un beneficio neto de 480 millones de euros, cifra que estuvo en línea con lo
que esperaba el mercado.
El margen de explotación alcanzó los 1.627 millones de euros y, puesto en relación a
los activos, sigue siendo el más alto de toda la banca doméstica. Esta recurrencia de los
ingresos en un entorno tan difícil nos dota de una ventaja competitiva indiscutible.
Seguimos siendo la entidad más eficiente de España y Europa, con una capacidad
sobresaliente para generar resultados de explotación.
Respecto a las provisiones, mejoramos nuestra cobertura de los activos improductivos y
absorbemos las provisiones para cubrir el riesgo inmobiliario y no inmobiliario.
Nuestros créditos a clientes han seguido creciendo en 2011, y también lo han hecho los
recursos de clientes. Esto no solo es importante porque se traduzca en ganancia de
cuota de mercado. En un momento de limitaciones en el acceso a la financiación y un
15. entorno favorable al desapalancamiento de las entidades, crecer es un síntoma
inequívoco de fortaleza.
Y ahora, momento en que ya la evolución del 2011 se antoja un tanto lejana, considero
oportuno hacer un breve apunte sobre los resultados y actividad del primer trimestre de
2012, aunque Jacobo González-Robatto entrará en mayor detalle.
En 2012, estamos asistiendo a un excepcional comportamiento de todos los
márgenes de negocio. Así el crecimiento interanual del margen de intereses se
eleva al 34% y el del margen de explotación se sitúa en un 20%.
Es especialmente destacable la mejora trimestral en la eficiencia (que mejora
hasta el 39%), sobre todo teniendo en cuenta que no es la práctica habitual
cuando una entidad está iniciando un proceso de integración.
Vivimos un buen momento comercial: 65.000 nuevos clientes. Además, tras la
consolidación de Pastor, aumentamos los préstamos un 20% y los depósitos un
29%.
Continuamos reduciendo la dependencia de fondos mayoristas (reducción de
más de 4.400 millones en sólo un trimestre) gracias al incremento de 3.200
millones en los depósitos de clientes.
Ya llevamos cinco años de dura crisis económica y seguimos fortaleciendo nuestra
solvencia. Por ello, tenemos uno de los mejores ratios de capital del sistema financiero
español. Hemos pasado de un ratio de core capital del 6,47% en 2007, al 9,84% en el
primer trimestre de 2012. Con la OPA sobre Banco Pastor ya cerrada, Popular ha hecho
lo necesario para superar el ratio de core capital del 9% impuesto por la autoridad
regulatoria europea a fin del presente mes.
Señoras y señores accionistas, estos robustos resultados, esta prudente gestión y este
prometedor crecimiento coinciden en el tiempo con lo que esperemos que sea la última
fase de la reestructuración del sector financiero español.
La viabilidad de cualquier entidad pasa, sencillamente, por tener la capacidad de
generar márgenes de explotación sólidos y recurrentes en todas las fases del ciclo
16. económico.
Gracias a estas ventajas competitivas en 2011 iniciamos la integración de Banco Pastor
en nuestro grupo.
He de decirles de una forma clara que la decisión tomada en octubre del 2011 y
aprobada por ustedes en la pasada Junta General Extraordinaria de diciembre 2011 ha
sido muy positiva, pese a desarrollarse en un entorno de falta de seguridad jurídica.
La adquisición de Banco Pastor nos permite, aparte de afianzar nuestro posicionamiento
estratégico como protagonistas del mapa financiero futuro, crecer sin renunciar a
rentabilidad. Se trata de una operación que nos aporta desde el primer momento,
gracias a los valores que compartimos de rentabilidad y eficiencia.
Y, por último, y no por ello menos importante, la compra de Pastor refuerza aun más
nuestra sólida y estable base accionarial con la incorporación, como nuevo accionista de
referencia, de la Fundación Pedro Barrié de la Maza. Es, precisamente ahora, cuando
esta operación adquiere mayor valor.
Señoras y señores accionistas, termino.
Vivimos acontecimientos de extrema dureza. Algunos califican la actual crisis como la
más devastadora desde 1929. En España estamos asistiendo a una profunda
transformación del sistema financiero y a unos cambios regulatorios que sin duda
marcarán un antes y un después en la industria
Son, sin duda, momentos duros. Momentos para afrontar nuevos retos y transformarlos
en grandes oportunidades. Creemos en nuestro país. Contamos con un modelo de
negocio robusto y sostenible. Asumimos nuestro papel de liderazgo en la
reconfiguración del sector. Es el momento de crecer con prudencia, de aprovechar las
oportunidades para hacernos más fuertes y solventes. En definitiva, para continuar
siendo un referente en la banca comercial de los próximos años y todo desde la
independencia en nuestra gestión.
Muchas gracias