2. La capitalidad
En mayo de 1561, el Concejo madrileño recibe una Cédula Real
del soberano, Felipe II en la que le hace saber el inminente
traslado de la Corte.
El Concejo, respaldado por la Corona, comenzó a elaborar
ambiciosos y necesarios proyectos que perseguían la
modificación total de la ciudad .
Sin embargo, se vio pronto desbordado e incapaz ante una
ciudad que crecía, en superficie y población.- no de modo
inteligente, sino caótico y disparatado.-..
El agente más determinante en esta transformación virulenta
de Madrid es el demográfico. En los primeros momentos de la
llegada de la Corte, hay ya un porcentaje de población
suficiente para desequilibrar la balanza entre caserío y
vecinos: es la población flotante cortesana, que atiende los
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Madrid de los Austrias
servicios del rey y de la Corte.
3. Un paseo por el Madrid de este siglo nos reserva algunas sorpresas.
Exceptuando el Alcázar real, una docena de iglesias y conventos y
alguna que otra casona palaciega, el caserío de la capital se compone
de casuchas de tapial y tablas que dan a la ciudad un aspecto pobre.
Las casas de un solo piso no pagan contribución o regalía de aposento.
Por eso se las llama quot;casas de maliciaquot;, para distinguirlas de las
restantes, que son las quot;de aposentoquot;.
Dos posibilidades de las llamadas quot;Casas a la maliciaquot;,
denominadas así por mostrar a la calle una sola planta mientras que,
en su lado opuesto, tenían dos para librarse de albergar personal cortesano.
Perdurarán hasta bien entrado el siglo XVIII.
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4. La Villa de Madrid en el Siglo XVII
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6. Algunos escenarios
En Madrid hay algunas calles y plazas empedradas, pero la mayoría
tiene el piso de barro en invierno y de polvo en verano, y un
arroyuelo central al que van a parar las inmundicias. En Madrid
como en el resto de Europa, por cierto no hay servicio de recogida
de basuras ni alcantarillado que evacue aguas fecales.
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7. Una calle cualquiera del Madrid de mediados del XVII,
con algunos de los tipos más característicos de su paisaje
humano.
De izquierda a derecha, un tullido que igual puede ser un
mendigo o un pícaro
según se presente la ocasión, un clérigo y una vendedora
ambulante,
una procesión al fondo, dos caballeros y un par de damas
tapadas con mantos,
que lasde los Austrias
Madrid llegan hasta los pies. 7
8. La plaza del Arrabal, futura Plaza Mayor, surge en la Edad Media, cuando
Madrid comienza a extenderse en dirección este. Es decir, fuera de la Puerta
de Guadalajara, actual mercado de San Miguel. El origen de la plaza es una
serie de casas, de una o dos plantas, habitadas por comerciantes, en su
mayoría judíos y una explanada utilizada para mercado
Con el establecimiento de la Corte, la ciudad debe extenderse aún más, por lo
que esta plaza del Arrabal se convierte, de alguna manera, en el centro de
Madrid y el punto donde tienen lugar los principales acontecimientos.
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11. Aquí
En una casa tal vez
Suelen vivir ocho o
diez
Vecinos como yo vi
Y pasarse todo un año
Sin hablarse ni saber
Unos de otros….
Tirso de Molina; La
Celosa de sí misma
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12. Edificio del Ayuntamiento de
Madrid conocido como quot;Casa de la
Villaquot;. El proyecto fue completado
por el arquitecto Gómez de Mora
y su construcción no comenzó
hasta el año 1621. Durante varios
años las obras estuvieron paradas
y, hasta 1640, prácticamente no
se realizó trabajo alguno. En este
último año, el arquitecto municipal
Gómez de Mora elaboró un nuevo
proyecto, - modernización del
anterior -, y el trabajo tomó un
nuevo camino, quedando la mayoría
finalizado hacia 1660. Después, y
hasta 1692, se siguió trabajando
en los detalles menores.
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13. Cárcel de Corte. En la década de
1630, este palacio que sirvió de
Tribunal de Justicia, fue conocido
como la Cárcel de Corte.
Actualmente, es el Ministerio de
Asuntos Exteriores Español, cerca
de la Plaza Mayor.
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14. Río Manzanares: Lope de Vega pone en boca del río lo
siguiente:
Quítenme aquesta puesta que
me mata
Señores regidores de la Villa.
Miren que me ha quebrado una
costilla,
Que aunque me viene grande
me maltrata.
De bola en bola tanto se dilata
Que no la alcanza ver mi verde
orilla,
Mejor es que la lleven a Sevilla
Si cabe en el camino de la
Plata.
Pereciendo de sed en el estio
Es falsa la causal y el
argumento
De que en las tempestades
tenga brío.
Pues yo con la mitad estoy
contento,
Tráiganle sus mercedes otro
río 14
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Que la sirva de huésped su
18. Palacio de Noble del siglo XVII
Destartalados y a menudo levantados sobre
manzanas de casas ya existentes,
poco adorno tienen en sus fachadas si
descontamos la entrada principal,
casi siempre hecha en estuco y rara vez en
piedra.
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20. El Alcázar
.
Reconstrucción de la fachada principal del Alcázar
después de las reformas de Carlos I,
destacando la portada flanqueada por los cubos del
castillo primitivo
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21. Reconstrucción de la fachada principal del Alcázar
después de las reformas de Felipe II,
quien ordena levantar una torre al oeste llamada
quot;Doradaquot;
y una galería que la une con el cubo izquierdo de la
portada
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22. Fachada del Alcázar madrileño en la primera mitad del siglo XVII.
mo se puede observar, se ha ampliado en su lado este buscando una simetría q
la falta de presupuesto, deja solo a medias.
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24. El Palacio del Buen Retiro
Para distraer al rey Felipe IV de las tareas de gobierno, el Duque de
Olivares mandó construir un palacio real llamado quot;El Buen Retiroquot;
agrandando el jardín del viejo monasterio de San Jerónimo el Real,
donde los monarcas se retiraban a descansar, desde la fundación del
mismo Del conjunto de edificios que conformaban el palacio se conservan
aún el quot;Salón de los Reinosquot; actual Museo del Ejército y el viejo salón de
baile, usado como un anexo del Museo de Prado, generalmente conocido
como quot;El Casónquot;.
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25. Madrid patria de
“Es
todos
Pues en su mundo
pequeño
Son hijos de igual
cariño
Naturales y
extranjeros”
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26. Gentes de la Villa y Corte
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27. Se vive en pleno
conflicto bélico.
Una forma de
ascender
socialmente es el
ejército
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30. Mesones. Figones, Bodegones de
puntapié
Junto con el vestido, el gran signo de diferenciación
social es la comida. Los ricos comen carne de carnero,
de vaca, de gallina o de cerdo asada o guisada. El
resultado son platos pesados y excesivamente picantes
para el gusto actual. Las especias proceden de Oriente
y son muy caras, por eso el pobre se conforma con
añadir ajo, perejil y hierbabuena a sus guisos.
Los pobres comen muchas sopas de manteca añeja, ajo y
hortalizas en las que migan el pan. Apenas comen carne,
fuera de las vísceras (corazón, tripas, hígado, pulmones,
páncreas). También completan su dieta con gatos,
conejos, animales menores y, a veces, perros: es
sorprendente la cantidad de huesos de perro que
aparece en los basureros de la época. Los mendigos se
alimentan de las sobras de los conventos. Los
campesinos hacen dos comidas básicas: migas al
amanecer y olla por la noche; en estío, vinagrillo o
salmorejo. Además comen bellotas, altramuces y
algarrobas.
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33. Los bodegones de puntapié son los puestos
ambulantes de comida y bebida que se instalan a
ciertas horas en las esquinas más transitadas de la
ciudad. En estos bodegones se puede adquirir,
dependiendo de la hora, aguardiente y confitura de
naranja, desayuno típico de la corte, o, si ha llegado
el momento de almorzar, alguna olla sobre trébedes
con sopa o guiso de habas, cebollas, carnes hervidas,
tocino, callos, refrescos… El vino se considera un
alimento básico, del que se consume generalmente un
cuarto de litro al día por persona, aunque los pobres
suelen beber el aguapié (sucedáneo resultante de
regar con agua el orujo del vino y exprimirlo
nuevamente).
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34. Caballos, mulas y carruajes
Era un signo de ostentación y lujo. En esa época ya
había atascos y hubo ordenanzas que intentan regular
su uso.
Luis Vélez de Guevara, en su obra Diablo Cojuelo, relata una experiencia en la
que una familia vive en un coche de tiro para utilizarlo y sin nada de comer
porque se gastaron todo en la compra. Quevedo también habla de la
circulación de coches en el centro de la Villa y Corte en El Buscón: quot;...muchas
carrozas rebosando dueña/de todo un barrio cada coche llenoquot;. Y Lope de
Vega, vecino del lugar, también cita el tráfico del paseo del Prado: quot;...ver mil
coches de día/del Prado armados bajelesquot;.-
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35. Casas de conversación
Madrid era conocida por su
variada e intrnsa vida social.Los
caballeros y los soldados se
reunían en locales de acceso
restringido (casas de
conversación) que no eran sino
tabernas con pretensiones y
derecho de admisión. En algunas
se jugaba
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36. Y había otras que
proporcionaban
compañía femenina.
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37. Los Mentideros
Pocas sociedades como la madrileña del XVII
había más predispuestas al corrillo, la comidilla,
el chisme y el cotorreo. Ningún asunto notorio o
público quedaba fuera de una explotación verbal,
satírica o malévola, sirviendo de tema de
conversación durante meses y meses.
Algunos sucesos, como el asesinato del Conde de
Villamediana, especie de Don Juan de la época,
impactaron profundamente la sensibilidad
popular.
Cualquier estancia, rincón o esquina era adecuada
para la murmuración y la crítica, pero si se quería
estar al día de las noticias, e incluso conocer
sucesos aún inéditos, había que acudir a los
quot;Mentiderosquot;. 37
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38. Uno de los más
famosos es el de
cómicos y
representantes
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39. Fiestas Populares
Durante el reinado de Felipe IV el calendario de fiestas,
romerías y verbenas era intenso. En la Villa y Corte de Madrid
sólo se trabajaba una media de 272 días al año. El aspecto de la
ciudad cambia con las celebraciones, que pueden durar varios
días. Se adornan los edificios, se cubren con ramas verdes los
barrizales de las calles, se instalan arcos triunfales por toda la
ciudad e incluso, en ocasiones, la Casa Real financia el consumo
de vino de los ciudadanos. Es de destacar las frecuentes
romerías, las ferias y los paseos.
Los paseos son la esencia de la vida social es ver y dejarse ver.
Los lugares de paseo más frecuentados son Los Jardines del
Buen Retiro, La Alameda del Prado y La Huerta de Juan
Fernández
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