1. DESCRIPCIÓN DE LOS INDICADORES
A continuación se detallan los indicadores sugeridos, explicitando las relaciones
adoptadas en su definición y el sentido que presentan como parámetros
indicativos del consumo energético y eventualmente de la eficiencia energética.
1. INDICADORES MACROECONÓMICOS
Son los indicadores más agregados, bastante conocidos y adoptados en los estudios
energéticos.
a) Intensidad Energética Bruta Total (IE1):
Es el cociente entre la Oferta Interna Total de energía (OIT) y el Producto
Interno Bruto del país (PIB).
La oferta interna total de energía1 es el total de energía disponible en un país
en al año, tanto primaria como secundaria, cuyo destino es la transformación
y el consumo final, y proviene tanto de producción nacional como de
importaciones; tiene deducidas las exportaciones y la energía no
aprovechada; y se suman o restan las variaciones de existencias según éstas
hayan disminuido o aumentado. La oferta interna total de energía incluye las
pérdidas de transformación, transporte, distribución y utilización de la energía.
Esta intensidad energética representa el consumo total bruto de energía por
unidad de producto económico.
b) Eficiencia del Abastecimiento Energético (IE2):
Es el cociente entre el Consumo Neto Total (CNT)2 de energía del país y la
Oferta Interna Bruta Total (OIBT) de energía.
Este indicador representa una eficiencia promedio del sistema de
abastecimiento energético, debido a que la diferencia entre la OIBT y el CNT
es igual a la suma de las pérdidas de transformación, transporte y
distribución. Al no incluir esta diferencia las pérdidas de utilización en los
equipos de los usuarios, como indicador de eficiencia se refiere, entonces,
únicamente al sistema de abastecimiento y tiene la ventaja de que su
evolución no depende de los cambios en la estructura productiva ni social.
Este indicador debe reflejar las mejoras de eficiencia en la generación
eléctrica y demás centros de transformación, como también las mejoras de
1
La oferta interna total se calcula sumando la oferta interna de energía primaria más la oferta interna de energía
secundaria y restando la producción de energía secundaria a fin de evitar duplicaciones
2
El consumo neto total es la suma del consumo final más el consumo propio
2. eficiencia en transmisión y distribución de electricidad.
c) Intensidad Energética Neta Total (IE3):
Es el cociente entre el Consumo Final Total de Energía (CFT) del país y el
Producto Interno Bruto (PIB) del país3.
Como el consumo final de energía representa la suma de la energía
efectivamente consumida por sectores socioeconómicos, excluyendo las
transformaciones en las plantas del sector energético, como refinerías,
centrales eléctricas, y todos los procesos de transporte y distribución de
vectores energéticos, la Intensidad Energética Neta Total es un indicador
agregado importante del nivel del consumo energético, al nivel de
consumidor, aunque su interpretación requiera cuidados, ya que puede variar
por razones netamente económicas, sociales, tecnológicas o climáticas,
independientemente de la eficiencia en el uso de los vectores energéticos.
2.-INDICADORES DEL SECTOR INDUSTRIAL
Como primer indicador se presenta la intensidad energética para el total del
sector industrial en relación a su valor agregado total. En segundo lugar, se
proponen ocho indicadores para ramas industriales específicas, considerando
su importancia energética (subsectores industriales energo- intensivos): 1)
fabricación de cemento, 2) producción de metales ferrosos (siderurgia), 3)
producción de metales no ferrosos, 4) producción de pulpa y celulosa, 5)
industria química/petroquímica/refinerías y 6) minería); o su importancia
económica: 1) industria de alimentos y bebidas, o 2) industria textil.
En la medida que se reduce el nivel de agregación y se establecen
indicadores energéticos para cada rama del sector industrial, se atenúa el
efecto de los cambios de estructura productiva del sector sobre el consumo
de energía; pasando estos indicadores a reflejar, en consecuencia, los
efectos de la eficiencia energética con mayor preponderancia.
Para los subsectores energo-intensivos en que existe un razonable grado de
homogeneidad de productos, el indicador adoptado es la relación entre el
consumo energético y la producción física, que corresponde al consumo
3
Para hacer un cálculo más exacto, habría que restar del PIB el valor agregado de las actividades energéticas que están
incluidas en el Consumo Propio de los balances energéticos
3. energético específico de esa industria, típicamente en (tep/ton). Naturalmente
que al calcular las intensidades energéticas en términos de producción física
se elimina el efecto de las variaciones de los precios relativos que afectan el
cálculo del valor agregado.
Para las restantes subsectores industriales, para las cuales no es posible
sumar su producción física debido a la heterogeneidad de los productos
dentro del mismo subsector; se debe calcular las intensidades energéticas por
unidad de valor agregado. Estas intensidades se calcularán para cada una de
las ramas industriales dependiendo de la disponibilidad de información a este
nivel de detalle, tanto de los consumos de energía como de los valores
agregados.
a) Intensidad Energética Industrial (IE4):
Es el cociente entre el consumo final de energía del sector industrial y el
correspondiente valor económico agregado.
El consumo de energía del sector industrial depende principalmente,
además del nivel de actividad del sector, de la estructura productiva, de la
capacidad ociosa, de las tecnologías de producción, de la participación de
las fuentes en el consumo energético y de la eficiencia energética.
En nivel más desagregado, para los subsectores industriales energo-
intensivos y considerados suficientemente homogéneos, son propuestos
como indicadores:
b) Consumo Específico en la Producción de Celulosa y Papel (IE5) ,
industria relevante especialmente en el Cono Sur y Brasil;
c) Consumo Específico en la Producción de Cemento (IE6), subsector
importante en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela.
d) Consumo Específico en la Producción de Hierro y Acero (IE7),
importante en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México,
e) Consumo Específico en la Producción de Metales no Ferrosos (IE8),
significativa en países como Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y
Venezuela.
4. Para otros sectores energo-intensivos igualmente relevantes pero con
productos poco homogéneos, se propone utilizar las intensidades energéticas
como indicadores, relacionando el consumo energético con el valor agregado en
el ámbito de cada subsector:
f) Intensidad Energética en las Industrias Química y Petroquímica (IE9),
significativa en países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú
y Venezuela;
g) Intensidad Energética en la Minería (IE10), importante en muchos países
de la región.
Aun en el sector industrial, pero contemplando dos subsectores industriales
más ampliamente desarrollados en América Latina y el Caribe y existentes en
todos los países, se propone adoptar indicadores del tipo intensidad, asociando
el consumo energético con el valor agregado para cada subsector:
h) Intensidad Energética en la Industria de Alimentos y Bebidas (IE11),
un subsector que generalmente procesa productos agropecuarios locales, con
espectro bastante diversificado de productos, materias primas, escalas y
tecnologías;
i) Intensidad Energética en la Industria Textil (IE12), significativa en
muchos países de la región, inclusive como exportadora.
3.-INDICADORES DEL SECTOR RESIDENCIAL
No es una tarea sencilla definir indicadores de consumo de energía para el
sector residencial, que intenten establecer alguna relación entre esos
indicadores y el nivel de eficiencia energética, pues diversos factores intervienen
de manera importante. En particular, los consumos de energía del sector
residencial son fuertemente dependientes del ingreso de las familias. Es decir,
la evolución de su intensidad energética, o consumo de energía per cápita,
puede aumentar debido a mejoras en la calidad de vida de la población y ello no
implica que se esté haciendo un uso más ineficiente de la energía.
El acceso a fuentes de energía de mayor calidad, generalmente utilizadas
mediante equipos de eficiencia más elevada, también induce a una mejor
5. satisfacción de las necesidades de los hogares y puede incrementar el uso de
energía. Particularmente, el acceso a la electricidad y al gas natural lleva a
aumentos significativos de consumos de energía por hogar o por persona, que
tampoco implican un uso ineficiente de la energía.
Otro factor que afecta sensiblemente los consumos de energía es la estructura
por fuentes y su evolución. Particularmente, en países donde los hogares se
abastecen principalmente de leña, carbón vegetal y otras biomasas, utilizadas
generalmente con baja eficiencia, la penetración de fuentes de mejor calidad
como el GLP, el gas natural o la electricidad para atender los usos calóricos
llevan a disminuciones significativas del consumo de energía por hogar o
persona. Si bien los artefactos que utilizan estas fuentes tienen rendimientos de
utilización muy superiores en relación a la leña y otras biomasas, del orden de 5
a 7 veces, y ello implicará una reducción de la intensidad energética, puede
ocurrir que al mismo tiempo no se esté haciendo un uso eficiente de las nuevas
fuentes consumidas por modalidades de consumo o hábitos no ahorradores de
energía.
En pocas palabras, la inferencia de niveles de eficiencia energética basada en
intensidad de consumo de energía en el sector residencial impone muchos
cuidados, y la evaluación consistente de la eficiencia en este contexto impone
estudios detallados de las condiciones reales de uso de energía, tipo de vector
energético, parque de equipos, deseablemente en el marco de un balance de
energía útil, todavía poco disponibles en la región. No obstante, reconocidas
sus limitaciones como indicador de eficiencia energética, se propone al
consumo por habitante como indicador del nivel de uso de energía en el sector
residencial, en valores totales y desagregando la energía eléctrica, objeto de la
mayor parte de los programas de eficiencia energética en la región.
a) Consumo de Energía Final Residencial por habitante (IE13): es el
cociente entre el consumo de Energía Final del sector residencial y la
población, para un país o una región, estrato social, etc.
b) Consumo de Electricidad Residencial por habitante (IE14): es el
cociente entre el consumo de Energía Eléctrica del sector residencial y la
población, para un país o una región, estrato social, etc.
6. En este caso, Energía Final (o neta) es la cantidad de energía que ingresa a
los hogares antes de su utilización. Si bien un indicador más apropiado para
el sector residencial podría ser el consumo de energía por hogar, las
estadísticas sobre la cantidad de hogares no son de larga tradición en los
censos de población de algunos países de la región. Además, la cantidad de
personas por hogar varía levemente en el corto y mediano plazo, por lo que
la evolución del consumo por habitante no mostrará grandes diferencias
respecto al consumo por hogar.
4.-INDICADOR DEL SECTOR COMERCIAL, SERVICIOS Y PÚBLICO
El sector comercial, servicios y público presenta una gran variedad de
actividades, involucrando: comercio, enseñanza, salud, hoteles y restaurantes,
establecimientos financieros y seguros, administración pública y defensa,
suministro de agua, alumbrado público, y otros servicios. Aunque
económicamente y socialmente importante, con una expresiva generación de
ingresos y empleos, esas actividades no son muy relevantes en cuanto a su
demanda energética y en general no se elaboran en los países de la región series
de balances energéticos donde se presenten los consumos de energía para cada
uno de los subsectores. Así, se propone utilizar como indicador de uso de
energía la intensidad energética agregada, con las limitaciones ya expuestas
para evaluar las mejoras de eficiencia energética.
a) Intensidad Energética del Sector Comercial, Servicios y Público (IE15):
es el cociente entre el consumo final de energía del sector Comercial,
Servicios y Público y el correspondiente valor económico agregado. Podrían
también ser adoptados consumos específicos por unidad de área
ocupada o por empleado.
5.-INDICADORES DEL SECTOR TRANSPORTE
Hay una contradicción entre la gran importancia en términos de consumo
energético y la disponibilidad de informaciones del sector transporte. En
América Latina y el Caribe, adonde el transporte de cargas y pasajeros
representa un alto porcentaje de la demanda energética, son poco disponibles
datos estadísticos sobre la demanda de transporte (en toneladas-km y
7. pasajeros-km) por modo de transporte y tipo de vehículo, composición y
edad de la flota vehicular, descarte de vehículos, etc.
Un indicador que se considera más apropiado es el consumo de energía por
vehículo- kilómetro. Adicionalmente, pocos países de la región desagregan
en sus balances energéticos el consumo de transporte por modo y tipo de
vehículo. Ante esta situación, de no poder obtener una intensidad energética
desagregada por unidad de transporte (tn-km o pas-km), se propone, en una
primera instancia, utilizar como indicador el consumo de energía total de sector
por unidad de PIB, ya que la demanda de transporte correlaciona en alta medida
con el PIB.
a) Consumo de Energía en Transporte por unidad de PIB (IE16): es el
cociente entre el consumo de energía del sector transporte dividido por el PIB.
8. En el Cuadro # 4 a continuación se presenta un resumen de los indicadores
sugeridos para caracterizar las condiciones de uso de energía en la América
Latina y el Caribe.
CUADRO # 4