El oráculo de Delfos era un importante centro de adivinación en la antigua Grecia donde la pitonisa transmitía los mensajes del dios Apolo. Personajes importantes como reyes, magistrados y héroes mitológicos acudían en busca de consejo sobre asuntos políticos, militares y personales. La pitonisa daba respuestas ambiguas e interpretadas por sacerdotes que requerían reflexión por parte del consultante.