1. IEPS a bebidas saborizadas
UN IMPUESTO A LAS BEBIDAS
SABORIZADAS NO RESUELVE LA
OBESIDAD, CASTIGA A LAS FAMILIAS MÁS
POBRES E INCREMENTA EL DESEMPLEO
2. No hay evidencia internacional
que avale la eficiencia de un
impuesto a cualquier alimento o
bebida para disminuir la obesidad.
3. Impuesto a bebidas azucaradas:
No soluciona problema de obesidad
1. Un impuesto especial como el que se propone en la
iniciativa de la Ley de Ingresos para 2014:
• NO soluciona el problema de la obesidad.
• Disminuiría el consumo calórico de la dieta en una mínima
proporción y generaría problemas de informalidad,
desempleo, baja de productividad, y afectaría en
mayor proporción a las familias más pobres que
representan a 52 millones de mexicanos.
4. • Afecta la cadena productiva caña de azúcar.
• Genera desempleo e inflación. Provocaría entre
15 y 20% incremento en el precio al público de
las bebidas saborizadas.
• Es un impuesto que va a pagar el consumidor.
• En el caso de refrescos, de prosperar esta
iniciativa, el 35 % del precio al público serían
impuestos, debido a que el refresco ya paga 16%
de IVA.
Impuesto a bebidas azucaradas:
Frena el crecimiento económico del país
5. • No incentiva a la formalidad. La experiencia
con los impuestos especiales demuestra lo
contrario.
• Este impuesto afecta de manera
desproporcionada a las familias de menores
ingresos.
• Afecta la productividad de la
cadena, disminuye el empleo, la inversión y
el crecimiento.
Impuesto a bebidas azucaradas:
No es congruente con los criterios de la
reforma hacendaria
6. • NO resuelve el problema de obesidad. La
dieta promedio del mexicano disminuirá en
35 calorías al día en el mejor de los casos.
Lo que significa únicamente 1.1% del total
de la ingesta calórica.
Impuesto a bebidas azucaradas:
Es inequitativo, discriminatorio y
desproporcionado