2. Monición de entrada
Buenas noches, días (tardes) hermanos en
Cristo. La Iglesia, en la liturgia de este segundo
domingo de Adviento, nos invita a continuar
nuestra preparación para la venida del Señor.
En la vida diaria encontramos obstáculos que
nos impiden caminar hacia el Padre. San Juan
Bautista nos invita a la conversión para recibir
así la salvación que nos trae nuestro Señor
Jesucristo. De pie, por favor, para recibir la
procesión con esperanza y alegría mientras
entonamos el cántico de entrada.
3. CANTO DE ENTRADA:
Tiempo de espera, tiempo de
esperanza.
Es el señor el que llega.
¡Ven a salvarnos, Señor!
Tú que sueñas otros días,
Otros cielos, otra tierra.
¡Se han cumplido ya los tiempos,
Es la hora del Señor!
4. Tú que marchas en las sombras.
Tú que buscas claridades.
Tú que, en medio de las cosas,
Vas buscando la verdad.
Tiempo de espera, tiempo de
esperanza.
Es el señor el que llega.
¡Ven a salvarnos, Señor!
Tiempo de espera, tiempo de
esperanza.
Es el señor el que llega.
¡Ven a salvarnos, Señor!
5. Tú que luchas por un mundo
De justicia verdadera.
Tú que buscas otras sendas
De unidad y libertad.
Tiempo de espera, tiempo de
esperanza.
Es el señor el que llega.
¡Ven a salvarnos, Señor!
7. Lectura del profeta Baruc 5,1-9
Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción,
y vístete para siempre el esplendor de la gloria
que viene de Dios. Envuélvete en el manto de
la justicia que procede de Dios, pon en tu
cabeza la diadema de gloria del Eterno. Porque
Dios mostrará tu esplendor a todo lo que hay
bajo el cielo. Pues tu nombre se llamará de
parte de Dios para siempre: <Paz de la Justicia>
y <Gloria de la Piedad>.
Levántate, Jerusalén, sube a la altura, tiende tu
vista hacia el Oriente y ve a tus hijos reunidos
8. desde oriente a occidente, a la voz del Santo,
alegres del recuerdo de Dios.
Salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero
Dios te los devuelve traídos gloria, como un trono
real. Porque ha ordenado Dios que sean rebajados
todo monte elevado y los collados eternos, y
colmados los valles hasta allanar la tierra, para que
Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios.
Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán
sombra a Israel por orden de Dios. Porque Dios
guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con la
misericordia y la justicia que vienen de él.
Palabra de Dios.
9. Salmo 125
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía un sueño:
la boca se nos llenaba de risas, la lengua
de canciones.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
10. Los paganos decían: «El Señor ha hecho grandes
cosas por ellos».
El Señor ha hecho grandes cosas por nosotros,
y estamos alegres.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
11. ¡Cambia, Señor, nuestra suerte como cambian
los torrentes del Négueb!
Los que sembraban con lágrimas, cosechan
entre canciones.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
12. Aunque iban llorando al llevar la semilla,
vuelven contentos, trayendo las gavillas.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
13. Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los
Filipenses 1,4-6.8-11
Rogando siempre y en toda mis oraciones con
alegría por todos vosotros a causa de la
colaboración que habéis prestado al Evangelio,
desde el primer día hasta hoy; firmemente
convencido de que, quien inició en vosotros la
buena obra, la irá consumando hasta el Día de
Cristo Jesús.
Pues testigo me es Dios de cuánto os quiero a
todos vosotros en el corazón de Cristo Jesús.
14. Y lo que pido en mi oración es que vuestro
amor siga creciendo cada vez más en
conocimiento perfecto y todo
discernimiento, llenos de los frutos de justicia
que vienen por Jesucristo, para la gloria y
alabanza de Dios.
Palabra de Dios.
15. Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos.
Todos verán la salvación de Dios.
Lc3,4,6
Aleluya
16. Lc 3,1-6
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas
3,1-6
En el año quince del imperio de Tiberio César,
siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y
Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su
hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y
Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado
de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de
Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y
se fue por toda la región del Jordán
proclamando un bautismo de conversión para
perdón de los pecados, como está escrito en el
17. libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz
que clama en el desierto: Preparad el camino
del Señor, enderezad sus sendas; todo
barranco será rellenado, todo monte y colina
será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las
asperezas serán caminos llanos. Y todos verán
la salvación de Dios.
Palabra del Señor
19. EN ESTE MUNDO QUE CRISTO NOS DA / HACEMOS LA
OFRENDA DEL PAN, EL PAN DE NUESTRO TRABAJO SIN FIN
Y EL VINO DE NUESTRO CANTAR. TRAIGO ANTE TI
NUESTRA JUSTA INQUIETUD, AMAR LA JUSTICIA Y LA PAZ.
SABER QUE VENDRÁS, SABER QUE ESTARÁS PARTIENDO A
LOS POBRES TU PAN.
LA SED DE TODOS LOS HOMBRES SIN LUZ, LA PENA
Y EL TRISTE LLORAR, EL ODIO DE LOS QUE MUEREN
SIN FE, CANSADOS DE TANTO LUCHAR. EN LA
PATENA DE NUESTRA OBLACIÓN ACEPTA LA VIDA
SEÑOR.
SABER QUE VENDRÁS, SABER QUE ESTARÁS PARTIENDO A
LOS POBRES TU PAN.
CANTO DE OFERTORIO
21. CANTO DE COMUNION:
1. Cruzando el inmenso desierto
peregrina el pueblo de Dios,
en busca de cielos abiertos, a la luz, la paz y el
amor. Yavé cambiará sus cadenas, por la
tierra de promisión; allí será el fin de sus
penas y hallará consuelo el dolor.
Por ti, Patria esperada, encuentra ligera su cruz.
Por ti, Patria esperada, no apaga el desierto su fe.
Por ti, Patria esperada,
enciende su marcha el amor.
Por ti, Patria esperada. Por ti.
22. 2. El nuevo Israel peregrino
va siguiendo en pos de una cruz:
la nube que alumbra el camino
a través de un mundo sin luz.
El cielo es el reino futuro, nueva tierra de promisión,
que orienta los pasos seguros
de este nuevo Pueblo de Dios.
Por ti, Patria esperada, encuentra ligera su cruz.
Por ti, Patria esperada, no apaga el desierto su fe.
Por ti, Patria esperada,
enciende su marcha el amor.
Por ti, Patria esperada. Por ti.
23. 3. Los pueblos se agitan, sedientos,
bajo el peso de su dolor, en busca de paz y de
aliento, de verdad, de luz y de amor.
Escucha su llanto angustiado,
que acompaña al triste marchar;
con ese su andar fatigado
van, Señor, buscando tu hogar.
Por ti, Patria esperada, encuentra ligera su cruz.
Por ti, Patria esperada, no apaga el desierto su fe.
Por ti, Patria esperada,
enciende su marcha el amor.
Por ti, Patria esperada. Por ti.
24. ORAMOS TODOS JUNTOS
Peregrinos en el desierto de la vida, te
bendecimos, Dios de la liberación, con todas
las fuerzas que nos quedan, porque tu aurora
despunta en la raya de nuestro horizonte.
Líbranos, Señor, de estancarnos en el
engañoso oasis del pasado, y haz que
caminemos hacia el futuro con pleno realismo,
discerniendo el azaroso presente y los valores
de tu reino, porque tan estéril resulta un ciego
conservadurismo a ultranza. ¿Como hacer, por
sistema tabla rasa de todo el pasado?
25. Mantennos firmes, Señor, en la tentación y el
equilibrio de una esperanza inquieta y de un
amor joven y activo, para convertir nuestro
corazón a los valores de tu reino. Amén.
27. CANTO FINAL:
1.- La Virgen sueña caminos,
está a la espera;
la Virgen sabe que el Niño
está muy cerca.
De Nazaret a Belén
hay una senda,
por ella van los que creen
en las promesas.
28. Los que soñáis y esperáis
la Buena Nueva,
abrid las puertas al Niño
que está muy cerca.
El Señor cerca está,
Él viene con la paz.
El Señor cerca está,
Él trae la verdad.
29. 2.- En estos días del año
el pueblo espera
que venga pronto el Mesías
a nuestra tierra.
En la ciudad de Belén
llama a las puertas,
pregunta en las posadas
y no hay respuesta.
Los que soñáis y
esperáis
la Buena Nueva,
abrid las puertas al
Niño
que está muy cerca.
El Señor cerca está,
Él viene con la paz.
El Señor cerca está,
Él trae la verdad.