El documento habla sobre la misión de ser y hacer familia. Insta a la Iglesia y a todos los creyentes a acoger y servir a los demás como Cristo, creando lazos de fraternidad mediante el diálogo, la comprensión mutua y el trabajo para superar resentimientos. Para lograrlo, se debe tener una relación justa, desechar el egoísmo y compartir virtudes y defectos.

1. NUESTRA MISIÓN ES…,
SER Y HACER FAMILIA.
Queridos amigos. Muchas son o somos las personas que se encuentran solas,
abandonadas, heridas, desencantadas, sin ánimo y sin fuerzas.
Hoy, el Señor nos invita a toda la Iglesia, a todos los que hemos puesto en Él
nuestra esperanza a..: “ser familia y hacer familia”.
Ser familia, “es hacer de fámulos”, de apoyo, de sostén, de alivio, de aliciente,
de estímulo y de esperanza.
Nuestra vocación es el amor.
Y el amor es “acoger y servir. Cuando acogemos y servimos a los demás,
acogemos y servimos al mismo Cristo. (Mt. 25, 40)
Ser familia, es ser fermento, luz, fortaleza y esperanza. Es abrir nuestro corazón
y ofrecer nuestras manos para que podamos convivir en justicia y en paz.
Ser familia, es creer que todos tenemos nuestra dignidad y nuestros valores, que
deben ser reconocidos y valorados.
Hacer familia, es estimular y crear lazos de fraternidad.
Fraternizar, es dar ejemplo de diálogo y de comprensión mutua, de tender
puentes que unan orillas, de trabajar para neutralizar resentimientos, odios o
fobias.
Las relaciones de fraternidad y de respeto constituyen exigencias que no pueden
olvidarse.
¿Cómo crear lazos de fraternidad?
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Teniendo una relación sana, cordial, justa y misericordiosa.
Ayudándonos a posibilitar nuestras capacidades con la confianza, la valoración,
la estima y la cooperación.
Desechando el egoísmo, la instalación, la comodidad, la envidia, la tristeza y la
desconfianza.
Desenmascarando con cuidado, respeto y esmero todo aquello que cercena
nuestro corazón y nos dificulta querer, amar, socorrer y perdonar.
Compartiendo nuestras virtudes y defectos, nuestras indiferencias y
sensibilidades.
Posibilitando que “la paz de Cristo actúe de árbitro en nuestros corazones”, y
nuestro estilo de vida sea: “la misericordia entrañable, la bondad, la humildad,
la dulzura, la comprensión”. (Col. 3, 12 – 15).
Gabriel.
Fiesta de la Sagrada Familia. Ciclo. A. Madrid. 29 de Diciembre de 2013.