01. guión sin canciones del domingo 1º de adviento. ciclo c. día 29 de noviembre del 2015
1. Domingo 1º de ADVIENTO - 29 de noviembre - Año 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos: bienvenidos a este encuentro de fe en torno al Señor Jesús y a esta fiesta de la fraternidad.
Hoy iniciamos un nuevo Año Litúrgico y, con él un NUEVO ADVIENTO, este tiempo cargado de
esperanza que nos ofrece la Liturgia para poder celebrar con gozo el nacimiento de Jesús. Un tiempo
para recordar que Jesús ya ha venido; es un tiempo de gracia y espera.
Ésta es la invitación: “estad siempre despiertos”: hay que vigilar, porque el Señor está viniendo a
nuestro encuentro, en cada ser humano y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y,
por el amor, demos testimonio de la espera dichosa de su Reino.“¡Ven, Señor Jesús… a este mundo, a
nuestra Iglesia, a mi vida!”, es la súplica.
Comenzamos nuevamente este camino.
PREGON DE ADVIENTO
Os anuncio que comienza el Adviento.
Alzad la vista, restregaos los ojos, otead el horizonte.
Daos cuenta del momento. Aguzad el oído.
Captad los gritos y susurros, el viento, la vida...
Empezamos el Adviento,
y una vez más renace la esperanza en el horizonte.
Al fondo, clareando ya, la Navidad.
Una Navidad sosegada, íntima, pacífica,
fraternal, solidaria, encarnada,
también superficial, desgarrada, violenta...;
mas siempre esposada con la esperanza.
Es Adviento esa niña esperanza
que todos llevamos, sin saber cómo, en las
entrañas;
una llama temblorosa, imposible de apagar,
que atraviesa el espesor de los tiempos;
un camino de solidaridad bien recorrido;
la alegría contenida en cada trayecto;
unas huellas que no engañan;
una gestación llena de vida;
anuncio contenido de buena nueva;
una ternura que se desborda...
Estad alerta y escuchad.
Lleno de esperanza grita Isaías:
«Caminemos a la luz del Señor».
Con esperanza pregona Juan Bautista:
«Convertíos, porque ya llega el Reino de Dios».
Con la esperanza de todos los pobres de Israel,
de todos los pobres del mundo,
susurra María su palabra de acogida:
«Hágase en mí según tu palabra».
Alegraos, saltad de júbilo.
Poneos vuestro mejor traje.
Perfumaos con perfumes caros. ¡Que se note!
Viene Dios. Avivad alegría, paz y esperanza.
Preparad el camino. Ya llega nuestro Salvador.
Viene Dios... y está a la puerta.
¡Despertad a la vida! Ulibarri, Fl.
2. LECTURAS
MONICIÓN:
1ª Lectura: Jeremías 33, 14-16
El cuadro de esta primera lectura es el siguiente: cuando todo parece indicar que Dios se ha
olvidado de la casa de Judá (esto es, de su pueblo), Dios promete que va a renovar la
esperanza y a llenar de gozo a su pueblo, suscitando a David un vástago que será capaz de
promover en la tierra la paz y la justicia. Éste es el mensaje del profeta Jeremías al inicio de
este camino.
Lectura del profeta Jeremías 33, 14-16
Mirad que días vienen-oráculo de Yahveh- en que confirmaré la buena palabra que dije a la
casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella sazón haré brotar para David un Germen justo, y practicará el
derecho y la justicia en la tierra. En aquellos días estará a salvo Judá, y Jerusalén vivirá en
seguro. Y así se la llamará: "Yahveh, justicia nuestra."
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14.
R/ A ti, Señor, levanto mi alma.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador.
El Señor es bueno y recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad,
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza.
MONICIÓN:
2ª Lectura: 1 Tesalonicenses 3, 12 – 4, 2
El apóstol Pablo anima a los fieles de Tesalónica a que vivan en el amor mutuo, ya que el
verdadero amor es un don de Dios; y este amor nos ha de acompañar en la vida; nuestra vida
tiene un sentido, es un caminar hacia el Amor pleno del Padre. Mensaje sugerente el del
apóstol, también para nosotros.
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 3,
12- 4,2
En cuanto a vosotros, que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con
otros, y en el amor para con todos, como es nuestro amor para con vosotros. Sabéis, en efecto
las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús.
Palabra de Dios.
3. MONICIÓN
Evangelio: Lucas 21, 25-28. 34-36
El relato evangélico de Lucas nos habla de ese futuro que Dios hará realidad. No ofrece una
cronología sobre el final ni pretende crear miedo ante los acontecimientos del último día, sino
suscitar las actitudes de vigilancia y oración en todos aquellos que esperan el día del Señor.
También ofrece ese mensaje para nosotros.
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36.
"Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustias de las gentes,
perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de
ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán
sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.
Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca
vuestra liberación."
"Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la
embriaguez y por la preocupaciones de ka vida, y venga aquel Día de improvisto sobre
vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.
Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que
está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre."
Palabra del Señor
ORACIÓN DE LOS FIELES
Con la confianza de los hijos en su padre, acudamos hoy a Dios, al Padre de nuestro Señor
Jesucristo y de todos los hombres, presentándole nuestras necesidades.
1.- Por la Iglesia extendida por todo el mundo, para que sea ante los hombres signo del amor de Dios
manifestado en Cristo. ROGUEMOS AL SEÑOR.
2.- Por todos los cristianos, para que hagamos del Adviento un tiempo de acogida, de cercanía, de
búsqueda del bien, de la paz y de la justicia para todos. ROGUEMOS AL SEÑOR.
3.- Por las autoridades y los gobernantes de las naciones, para que busquen siempre el bien de todos,
que trabajen en favor de la justicia y defiendan la paz. ROGUEMOS AL SEÑOR.
4.- Por las personas que viven sin ilusión, sin esperanza, cansados de luchar, para que encuentren
motivos y personas que les ayuden en su camino. ROGUEMOS AL SEÑOR.
5.- Por nuestra Comunidad parroquial, para que seamos sencillos, acogedores, y estemos despiertos para
ver las necesidades de nuestros hermanos. ROGUEMOS AL SEÑOR.
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS (SIGNOS)
Nota: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el
significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.
Por favor: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad o Grupo de
Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.
PRESENTACIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
(Seguimos con esta bella tradición de la Corona de Adviento. Puede haber sido confeccionada en la
propia comunidad o haberse encargado a una floristería. Debe hacer la ofrenda el Presidente del Consejo
Parroquial. Dice:)
ORACIÓN-EXPLICACIÓN: Señor, con este símbolo del Adviento y en nombre de toda la comunidad, te
quiero hacer presente que todos y cada uno de nosotros nos comprometemos a vivir este tiempo fuerte
de preparación a la Navidad de tu Hijo y a su venida definitiva. Danos fuerza y luz, Señor, para vivirlas, de
acuerdo a tus deseos, santos e irreprochables en el amor.
4. SE ENCIENDE LA PRIMERA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO
(Una vez todos sentados, se acerca quien preside hasta la corona, situada delante del altar o
sitio bien visible, y enciende el primero de los velones, que corresponde a este primer domingo
de Adviento. Tras ello, dice la siguiente monición-oración)
ORACIÓN-EXPLICACIÓN: Padre nuestro, en el inicio del Adviento, queremos hoy encender la
primera vela de esta corona, como signo de la luz que alumbra nuestra esperanza. A la vez,
queremos hacer de ella la señal de nuestro permanecer despiertos y con los ojos del corazón
abiertos para leer todos los signos y rastros de tu venida y de tu presencia entre nosotros. Que
no se nos escape, Señor, nada de lo que nos habla de Ti. Que no se embote nuestra
sensibilidad para sintonizar contigo allá donde Tú estés.
PRESENTACIÓN DE LOS NIÑOS DE LA COMUNIDAD
(Concluido el rito de encender la primera de las velas de la corona de Adviento, quien preside la
celebración pide a los niños de la comunidad, presentes en la misma, que se adelanten y se
pongan junto al altar. Si hubiera niños suficientes, podrían hacer un corro en torno al altar,
dándose las manos. Una vez situados, se dice la monición-oración)
ORACIÓN-EXPLICACIÓN:
Con la corona de Adviento, en la que hemos prendido la primera vela, queremos hoy, Señor,
presentarte, también, lo que tenemos más prendido de esperanza: nuestros niños. Su
presente es su futuro. Y, por eso, en sus juegos, lo adelantan cada día. Pero queremos en ellos,
Señor, mirarnos en sus mismos ojos y, si nos vemos ya adultos, sin embargo conservamos el
corazón lleno de esperanza.
PRESENTACIÓN DE UN PERIÓDICO
(Lleva el periódico uno de los miembros de la comunidad, mientras otro hace la ofrenda:)
ORACIÓN-EXPLICACIÓN:
Señor, nosotros te traemos hoy un periódico. Es el resumen de la vida de una jornada a nivel
local, provincial, regional, nacional e internacional. Son pocas las noticias buenas que nos
ofrece. Es más numerosa la información de signo negativo. Hay guerras, injusticias, corrupción,
sucesos. Son un resumen de cómo somos los hombres. Pero es también un signo de tu
presencia entre nosotros, si somos capaces de agudizar nuestra vista y ver bajo la pesada
realidad cómo Tú nos hablas. Señor, no permitas que se embote la sensibilidad de nuestra fe
para reconocer tu presencia entre nosotros.
PRESENTACIÓN DE UN SUEÑO, UN DESEO, UNA ESPERANZA Y UNA ORACIÓN
(Hacen la ofrenda un niño, un joven, un matrimonio y un anciano).
ORACIÓN-EXPLICACIÓN:
El NIÑO: Señor, yo te traigo un sueño infantil: que el mundo sea como nuestros juegos, un
ámbito de fraternidad e igualdad.
El JOVEN: Por mi parte, te traigo, Señor, un deseo: que el hombre y la sociedad sólo se muevan
desde la verdad.
El MATRIMONIO: Nosotros, que vivimos mirándonos en nuestros hijos, te ofrecemos una
esperanza: que el clima de las relaciones entre los hombres sea la paz.
El ANCIANO: Yo vivo, Señor, marcado por el pasado y tocando con las yemas de los dedos el
futuro. Por eso, te traigo mi oración: perdona cuanto retarda tu venida definitiva y haz que el
sueño del niño, el deseo del joven y la esperanza de nuestro matrimonio, por la fuerza de tu
gracia, lleguen a ser una realidad.
CONTINUA LA CELEBRACIÓN SEGÚN EL MISAL ROMANO.