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¿QU
´
E ENSE
˜
NA
realmente
LA BIBLIA?
¿QU
´
EENSE
˜
NAREALMENTELABIBLIA?bh-S
¿QU
´
E ENSE
˜
NA
realmente
LA BIBLIA?
Procedencia de las ilustraciones: ˛ P
´
agina 7: por gentileza de American Bible Society
˛ P
´
agina 19: planeta Tierra: foto de la NASA ˛ P
´
aginas 24, 25: foto de la OMS de Edouard
Boubat ˛ P
´
aginas 88, 89: explosi
´
on: a partir de foto de USAF; ni
˜
no: a partir de foto
de la OMS de W. Cutting
5 2005
Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
EDITORES
Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
Brooklyn, New York, U.S.A.
Impresi
´
on de septiembre de 2013
Esta publicaci
´
on se distribuye como parte de una obra mundial
de educaci
´
on b
´
ıblica que se sostiene con donativos. Prohibida su venta.
A menos que se indique lo contrario,
las citas b
´
ıblicas se han tomado de la versi
´
on en lenguaje moderno
Traducci
´
on del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).
What Does the Bible Really Teach?
Spanish (bh-S)
Made in the United States of America
Impreso en los Estados Unidos de Am
´
erica
ESTE LIBRO PERTENECE A
CAP
´
ITULO P
´
AGINA
¿Es esto lo que Dios quer
´
ıa? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 3
1. ¿Cu
´
al es la verdad acerca de Dios? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 8
2. La Biblia proviene de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 18
3. ¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios para la Tierra? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 27
4. ¿Qui
´
en es Jesucristo? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 37
5. El rescate, el mayor regalo de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 47
6. ¿D
´
onde est
´
an los muertos? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 57
7. Verdadera esperanza para los seres queridos
que han muerto 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 66
8. ¿Qu
´
e es el Reino de Dios? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 76
9. ¿Vivimos en “los
´
ultimos d
´
ıas”? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 86
10. ¿C
´
omo influyen en nosotros las criaturas espirituales? 9 9 96
11. ¿Por qu
´
e permite Dios el sufrimiento? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 106
12. El modo de vida que le agrada a Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 115
13. Vea la vida como la ve Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 125
14. C
´
omo tener una vida familiar feliz 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 134
15. La adoraci
´
on que Dios aprueba 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 144
16. P
´
ongase de parte de la adoraci
´
on verdadera 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 154
17. La oraci
´
on nos acerca a Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 164
18. El bautismo y nuestra relaci
´
on con Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 174
19. Permanezca en el amor de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 184
Ap
´
endice 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 194
´
INDICE
¿QU
´
E noticias encuentra cuando lee el
peri
´
odico, mira la televisi
´
on o escucha
la radio? ¡Hay tantas historias de delin-
cuencia, guerra y terrorismo! Ahora
piense en sus propios problemas. Es po-
sible que la enfermedad o la muerte de
un familiar o un amigo le est
´
en causan-
do mucha angustia. Puede que se sien-
ta como Job, un hombre bueno que dijo
estar “agobiado de aflicciones” (Job 10:
15, La Sagrada Biblia, de F. Torres Amat).
Quiz
´
as se pregunte:
ˇ ¿Es esto lo que Dios quer
´
ıa para m
´
ı
y para el resto de la humanidad?
ˇ ¿D
´
onde puedo encontrar ayuda
para superar mis problemas?
ˇ ¿Habr
´
a alg
´
un d
´
ıa paz en la Tierra?
Pues bien, la Biblia da respuestas satis-
factorias.
¿Es esto lo que Dios quer
´
ıa?
LA BIBLIA ENSE
˜
NA
QUE DIOS REALIZAR
´
A
ESTOS CAMBIOS EN LA TIERRA.
“Limpiar
´
a toda l
´
agrima de sus ojos,
y la muerte no ser
´
a m
´
as, ni existir
´
a
ya m
´
as lamento ni clamor ni dolor.”
(Revelaci
´
on [Apocalipsis] 21:4)
“El cojo trepar
´
a
justamente como
lo hace el ciervo.”
(Isa
´
ıas 35:6)
“Los ojos
de los ciegos
ser
´
an abiertos.”
(Isa
´
ıas 35:5)
4
“Todos los que est
´
an en las
tumbas conmemorativas [...]
saldr
´
an.” (Juan 5:28, 29)
“Ning
´
un residente dir
´
a:
‘Estoy enfermo’.”
(Isa
´
ıas 33:24)
“Llegar
´
a a haber abundancia
de grano [o alimento] en
la tierra.” (Salmo 72:16)
BENEF
´
ICIESE DE LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
No se apresure a pensar que lo que
aparece en las p
´
aginas anteriores es
solo un sue
˜
no. Dios lo ha prometido,
y la Biblia explica c
´
omo lo cumplir
´
a.
Pero eso no es todo. La Biblia tam-
bi
´
en nos ense
˜
na c
´
omo disfrutar
aun ahora de una vida llena
de satisfacci
´
on. Piense por
un momento en sus pro-
pios problemas y preocu-
paciones. Tal vez tengan
que ver con el dinero,
la familia, la salud o la
muerte de un ser queri-
do. Pues bien, la Biblia
nos ayuda a afrontar esas
dificultades, y tambi
´
en nos
consuela dando respuesta a pre-
guntas como las siguientes:
ˇ ¿Por qu
´
e sufrimos?
ˇ ¿C
´
omo podemos enfrentarnos a las preocupaciones
de la vida?
ˇ ¿Qu
´
e podemos hacer para que nuestra vida de familia
sea m
´
as feliz?
ˇ ¿Qu
´
e nos sucede al morir?
ˇ ¿Volveremos a ver alg
´
un d
´
ıa a nuestros seres queridos
que han muerto?
ˇ ¿Por qu
´
e podemos estar seguros de que Dios
cumplir
´
a lo que ha prometido?
6 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
El hecho de que usted est
´
e leyendo estas l
´
ıneas demuestra
que desea saber lo que la Biblia ense
˜
na. Este libro le ayudar
´
a
a averiguarlo. Observe que al pie de las p
´
aginas hay pregun-
tas correspondientes a los p
´
arrafos. A millones de personas
les ha gustado mucho el m
´
etodo de preguntas y respuestas
que los testigos de Jehov
´
a emplean para examinar la Biblia,
y esperamos que ese tambi
´
en sea su caso. Que Dios lo ben-
diga en la emocionante experiencia de aprender lo que la
Biblia realmente ense
˜
na.
CONOZCA SU BIBLIA
LA Biblia est
´
a compuesta por 66 libros y cartas, que est
´
an
divididos en cap
´
ıtulos y vers
´
ıculos para facilitar su b
´
usque-
da. Cuando se citan textos b
´
ıblicos en esta publicaci
´
on, el
primer n
´
umero que aparece despu
´
es del nombre indica el
cap
´
ıtulo del libro o carta de la Biblia, y el siguiente n
´
ume-
ro indica el vers
´
ıculo. Por ejemplo, la cita “2 Timoteo 3:16”
se refiere a la segunda carta a Timoteo, cap
´
ıtulo 3, vers
´
ıcu-
lo 16.
Si busca los textos citados en esta publicaci
´
on, no tarda-
r
´
a en conocer bastante bien la Biblia. Adem
´
as, ¿por qu
´
e
no adopta la costumbre de leer la Biblia a diario? Leyendo
de tres a cinco cap
´
ıtulos cada d
´
ıa, la terminar
´
a en un a
˜
no.
¿Es esto lo que Dios quer
´
ıa? 7
¿SE HA fijado en la cantidad de preguntas que hacen los
ni
˜
nos? Muchos comienzan en cuanto aprenden a hablar.
Con ojos curiosos y bien abiertos miran a uno y le dicen:
“¿Por qu
´
e el cielo es azul?”, “¿De qu
´
e est
´
an hechas las es-
trellas?” o “¿Qui
´
en ense
˜
n
´
o a cantar a los p
´
ajaros?”. Sin im-
portar cu
´
anto nos esforcemos por contestarles, a veces nos
vemos en aprietos. En realidad, hasta la mejor
respuesta puede llevar a esta otra pregun-
ta: “¿Y por qu
´
e?”.
2 Los ni
˜
nos no son los
´
unicos que
tienen la costumbre de preguntar.
A medida que crecemos, seguimos
haciendo preguntas, tal vez para saber
c
´
omo se llega a un sitio, para evitar al-
g
´
un peligro o por simple curiosidad.
Pero parece que mucha gente
deja de hacer ciertas pregun-
tas, especialmente las m
´
as
importantes. O por lo menos,
deja de buscar las respuestas.
1, 2. En muchos casos, ¿por qu
´
e es bueno ha-
cer preguntas?
CAP
´
ITULO 1
¿Cu
´
al es la verdad
acerca de Dios?
¿De verdad se interesa Dios por usted?
¿C
´
omo es Dios? ¿Tiene nombre?
¿Es posible acercarse a
´
el?
3 Piense en la pregunta de la portada de este libro, as
´
ı
como en las que aparecen en el pr
´
ologo y al principio de
este cap
´
ıtulo. Esas son algunas de las preguntas m
´
as im-
portantes que se pueden hacer. Sin embargo, mucha gente
ha dejado de buscar las respuestas. ¿Por qu
´
e? ¿Ser
´
a posi-
ble encontrarlas en la Biblia? A algunas personas les parece
que las respuestas que da la Biblia son muy complica-
das. Otras no se atreven a preguntar por miedo a quedar
avergonzadas. Y hay quienes creen que esas cuestiones es
mejor dej
´
arselas a los l
´
ıderes y maestros religiosos. ¿Qu
´
e
opina usted?
4 Seguramente, usted desea conocer la respuesta a las
grandes cuestiones de la vida. A veces quiz
´
a se haga es-
tas preguntas: “¿Para qu
´
e hemos venido al mundo? ¿Es
esta vida todo lo que hay? ¿C
´
omo es Dios?”. Hace bien en
pensar en estos temas, y es importante que no se d
´
e por
vencido hasta encontrar respuestas claras y confiables. Je-
sucristo, conocido por ser un gran maestro, dijo: “Sigan
pidiendo, y se les dar
´
a; sigan buscando, y hallar
´
an; si-
gan tocando, y se les abrir
´
a” (Mateo 7:7).
5 Si usted ‘sigue buscando’ las respuestas a las pregun-
tas importantes, comprobar
´
a que vale la pena el esfuer-
zo (Proverbios 2:1-5). A pesar de lo que otras personas
le hayan podido decir, esas respuestas existen y est
´
an a
su alcance. Se encuentran en la Biblia y no son com-
plicadas. Lo que es mejor, nos dan esperanza y alegr
´
ıa,
y nos permiten tener una vida feliz incluso en la actuali-
dad. Empecemos con una pregunta que inquieta a mucha
gente.
3. ¿Por qu
´
e dejan muchas personas de buscar las respuestas a las pre-
guntas m
´
as importantes?
4, 5. ¿Cu
´
ales son algunas de las preguntas m
´
as importantes que po-
demos hacernos, y por qu
´
e debemos buscar las respuestas?
¿Cu
´
al es la verdad acerca de Dios? 9
¿ES DIOS INDIFERENTE O INSENSIBLE?
6 Muchos creen que s
´
ı. Piensan que si
´
el se preocupara
por nosotros, las cosas ser
´
ıan muy diferentes. Vivimos en
un mundo plagado de guerras, odio y dolor. Todos nos en-
fermamos, sufrimos y perdemos a seres queridos. Por eso
hay quienes dicen: “Si le import
´
aramos a Dios, ¿no nos li-
brar
´
ıa de todos estos problemas?”.
7 Y lo que es peor, muchos maestros religiosos hacen
pensar a la gente que Dios es insensible. Por ejemplo,
cuando ocurre una tragedia, dicen que fue la voluntad de
Dios. En la pr
´
actica, es como si afirmaran que Dios tiene la
culpa de las desgracias. Pero ¿es eso verdad? ¿Qu
´
e ense
˜
na
realmente la Biblia? Santiago 1:13 responde: “Al estar bajo
prueba, que nadie diga: ‘Dios me somete a prueba’. Por-
que con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba,
ni somete a prueba
´
el mismo a nadie”. Por lo tanto, Dios
nunca es el causante de la maldad que vemos en el mun-
do (Job 34:10-12). Es cierto que permite que ocurran co-
sas malas, pero hay una gran diferencia entre permitir que
algo suceda y causarlo.
8 Piense, por ejemplo, en un padre sabio y amoroso que
tiene bajo su techo a un hijo ya adulto. Cuando este se
hace rebelde y decide irse de casa, el padre no lo detiene.
El hijo toma un mal camino y se mete en dificultades. ¿Di-
r
´
ıa usted que el padre es el causante de los problemas de su
hijo? Claro que no (Lucas 15:11-13). De igual manera, Dios
no ha impedido que los seres humanos tomen un mal ca-
6. ¿Por qu
´
e piensan muchos que a Dios no le importa el sufrimien-
to de las personas?
7. a) ¿Por qu
´
e puede decirse que muchos maestros religiosos hacen
pensar a la gente que Dios es insensible? b) ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente
la Biblia acerca de nuestros sufrimientos?
8, 9. a) ¿Con qu
´
e ejemplo podr
´
ıa explicar usted la diferencia entre
permitir la maldad y causarla? b) ¿Por qu
´
e ser
´
ıa injusto criticar a Dios
por permitir que la humanidad siga un mal camino?
10 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
mino, pero eso no significa que
´
el sea el causante de las
desgracias que ellos mismos se han buscado. No cabe duda
de que ser
´
ıa injusto culpar a Dios de todos los males que
sufre la humanidad.
9 Dios tiene buenas razones para permitir que la humani-
dad siga un mal camino. Puesto que
´
el es nuestro sabioy po-
deroso Creador, no est
´
a obligado a darnosexplicaciones. Sin
embargo, nos las da por amor. En el cap
´
ıtulo 11 veremos
con m
´
as detalle cu
´
ales son sus razones. Sin embargo, usted
puede estar seguro de que
´
el no tiene la culpa de nuestros
problemas. En realidad es todo lo contrario, ya que Dios nos
da la
´
unica esperanza de verlos solucionados (Isa
´
ıas 33:2).
10 Adem
´
as, Dios es santo (Isa
´
ıas 6:3). Eso significa que
es puro y limpio, que no tiene ninguna maldad. Por este
motivo podemos confiar por completo en
´
el, algo que
no puede decirse de los seres humanos, que en ocasiones
se vuelven corruptos. Ni siquiera el m
´
as honrado de los go-
bernantes tiene el poder de reparar el da
˜
no que provocan
las personas malvadas. Pero Dios es todopoderoso.
´
El pue-
de eliminar todo el sufrimiento que la maldad ha causado,
y as
´
ı lo va a hacer. Cuando intervenga, lo har
´
a de tal ma-
nera que acabe para siempre con el mal (Salmo 37:9-11).
¿C
´
OMO SE SIENTE DIOS
CUANDO PADECEMOS INJUSTICIAS?
11 Mientras tanto, ¿c
´
omo se siente Dios por lo que est
´
a
pasando en el mundo y en nuestra vida? La Biblia en-
se
˜
na que
´
el ‘ama la justicia’ (Salmo 37:28).
´
El se intere-
sa profundamente en si algo est
´
a bien o mal, y odia toda
clase de injusticia. La Biblia dice que “se sinti
´
o herido
en el coraz
´
on” cuando en tiempos antiguos el mundo se
10. ¿Por qu
´
e podemos confiar en que Dios eliminar
´
a todo el su-
frimiento que la maldad ha causado?
11. a) ¿C
´
omo ve Dios la injusticia? b) ¿Qu
´
e siente Dios cuando nos
ve sufrir?
¿Cu
´
al es la verdad acerca de Dios? 11
llen
´
o de maldad (G
´
enesis 6:5, 6). Y Dios no ha cambiado
(Malaqu
´
ıas 3:6). Sigue odiando el mal y compadeci
´
endose
de los que sufren. “
´
El se interesa por ustedes”, nos asegura
la Biblia (1 Pedro 5:7).
12 ¿Por qu
´
e podemos estar seguros de que a Dios le duele
vernos sufrir? Pues bien, veamos otra prueba. La Biblia en-
se
˜
na que
´
el hizo al hombre a su imagen (G
´
enesis 1:26). Por
lo tanto, si tenemos buenas cualidades es porque Dios las
tiene. Por ejemplo, ¿se conmueve usted cuando ve sufrir a
personasinocentes? Sia usted le duelentalesinjusticias, ten-
ga la seguridad de que a Dios le duelen mucho m
´
as.
13 Una de las mejores caracter
´
ısticas del ser humano
es su capacidad de amar. Tambi
´
en en
esto nos parecemos al Creador, ya que,
como ense
˜
na la Biblia, “Dios es amor”
(1 Juan 4:8). Amamos porque Dios
ama. Si usted tuviera el poder para aca-
bar con el sufrimiento y las injusticias
que vemos en elmundo, ¿verdad que lo
har
´
ıa? ¿Acaso no lo impulsar
´
ıa su amor
a hacerlo? ¡Claro que s
´
ı! Pues bien, pue-
de tener la misma seguridad de que
Dios eliminar
´
a los problemas del mun-
do. Las promesas que ha le
´
ıdo en el pr
´
o-
logo de este libro no sonsimples sue
˜
nos
ni esperanzas vanas: las ha hecho Dios
y se cumplir
´
an sin falta. Sin embargo,
para creer en esas promesas es preciso
conocer mejoralDiosque lasha hecho.
12, 13. a) ¿Por qu
´
e tenemos cualidades
como el amor, y c
´
omo influye el amor en
nuestra actitud hacia el sufrimiento que hay
en el mundo? b) ¿Por qu
´
e podemos estar se-
guros de que Dios eliminar
´
a los problemas
mundiales?
Cuando usted
quiere presentarse
a alguien, ¿verdad
que le dice su
nombre? Dios nos
revela su nombre
en la Biblia
12 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
DIOS DESEA QUE USTED LO CONOZCA
14 ¿Qu
´
e es lo primero que usted hace cuando quiere que
alguien lo conozca? ¿Verdad que le dice su nombre? Pues
bien, ¿tiene nombre Dios? Muchas religiones ense
˜
nan que
´
el se llama “Dios” o “Se
˜
nor”, pero estos no son en realidad
nombres propios. Son t
´
ıtulos, como “rey” o “presidente”.
La Biblia revela que Dios posee muchos t
´
ıtulos, entre ellos
“Dios” y “Se
˜
nor”. Pero tambi
´
en ense
˜
na que tiene un nom-
bre personal: Jehov
´
a. Salmo 83:18 dice as
´
ı: “T
´
u, cuyo nom-
bre es Jehov
´
a, t
´
u solo eres el Alt
´
ısimo sobre toda la tierra”.
14. ¿Cu
´
al es el nombre de Dios, y por qu
´
e debemos usarlo?
La Biblia ense
˜
na que Jehov
´
a
es el amoroso Creador del universo
Si en su Biblia no aparece este nombre, lo invitamos a ver
la raz
´
on en el ap
´
endice de este libro, en las p
´
aginas 195
a 197. La verdad es que el nombre divino se halla miles de
veces en los manuscritos b
´
ıblicos antiguos. Por eso, Jeho-
v
´
a desea que usted sepa su nombre y lo use. Podr
´
ıa decirse
que Dios utiliza la Biblia para que usted sepa qui
´
en es
´
el.
15 El nombre Jehov
´
a, que Dios mismo se puso, tiene
mucho significado. Da a entender que
´
el puede cumplir
todas sus promesas y llevar a cabo todo lo que se propone.1
El nombre de Dios es
´
unico, pues le pertenece exclusiva-
mente a
´
el. En realidad, Jehov
´
a es singular de muchas ma-
neras. Veamos algunas.
1 Hallar
´
a m
´
as informaci
´
on sobre el significado y la pronunciaci
´
on
del nombre divino en el ap
´
endice, p
´
ags. 195-197.
15. ¿Qu
´
e significa el nombre Jehov
´
a?
El amor de
un buen padre
es un reflejo de
un amor mucho
mayor: el que
nos tiene nuestro
Padre celestial
14 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
16 Ya vimos que Salmo 83:18 dice de Jehov
´
a: “T
´
u solo
eres el Alt
´
ısimo”. Del mismo modo,
´
unicamente a
´
el se le
llama “el Todopoderoso”. Revelaci
´
on (o Apocalipsis) 15:3
declara: “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehov
´
a
Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus cami-
nos, Rey de la eternidad”. El t
´
ıtulo “Todopoderoso” in-
dica que Jehov
´
a supera en poder a todos los dem
´
as seres.
Su fuerza no tiene igual, es suprema. Y el t
´
ıtulo “Rey de la
eternidad” nos recuerda que es singular en otro sentido: es
el
´
unico que existe desde siempre. En Salmo 90:2 leemos:
“Aun de tiempo indefinido a tiempo indefinido [es decir,
siempre] t
´
u eres Dios”. ¿Verdad que solo pensarlo resulta
impresionante?
17 Hay otra raz
´
on por la que Jehov
´
a es singular:
´
el es el
´
unico Creador. Revelaci
´
on 4:11 dice: “Digno eres t
´
u, Jeho-
v
´
a, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el
poder, porque t
´
u creaste todas las cosas, y a causa de tu vo-
luntad existieron y fueron creadas”. Jehov
´
a es el Creador
de todo lo que existe: los esp
´
ıritus invisibles de los cielos,
las estrellas que brillan en el firmamento, las frutas que
crecen en los
´
arboles, los peces que pueblan mares y r
´
ıos,
y mucho m
´
as.
¿PUEDE USTED ACERCARSE A JEHOV
´
A?
18 Hay quienes se sienten un poco intimidados por las
impresionantes cualidades de Jehov
´
a. Temen que Dios est
´
e
tan alto que nunca puedan acercarse a
´
el o que siquiera le
importen. ¿Es correcta esta idea? La Biblia ense
˜
na todo lo
contrario, pues afirma que Jehov
´
a “no est
´
a muy lejos de
cada uno de nosotros” (Hechos 17:27). Incluso nos hace
16, 17. ¿Qu
´
e nos ense
˜
nan sobre Jehov
´
a los siguientes t
´
ıtulos: a) “To-
dopoderoso”? b) “Rey de la eternidad”? c) “Creador”?
18. ¿Por qu
´
e creen algunas personas que nunca podr
´
an acercarse a
Dios, pero qu
´
e ense
˜
na la Biblia?
¿Cu
´
al es la verdad acerca de Dios? 15
esta invitaci
´
on: “Ac
´
erquense a Dios, y
´
el se acercar
´
a a uste-
des” (Santiago 4:8).
19 ¿C
´
omo puede usted acercarse al Creador? Para empe-
zar, no deje de hacer lo que est
´
a haciendo ahora mis-
mo: aprender todo lo que pueda acerca de Dios. Jes
´
us
dijo: “Esto significa vida eterna, el que est
´
en adquiriendo
conocimiento de ti, el
´
unico Dios verdadero, y de aquel
a quien t
´
u enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). En efecto, se-
g
´
un ense
˜
na la Biblia, el conocimiento de Jehov
´
a y Je-
s
´
us lleva a la “vida eterna”. Ya vimos que “Dios es amor”
(1 Juan 4:16). Pero Jehov
´
a tiene muchas otras cualidades,
todas hermosas y atrayentes. Por ejemplo, la Biblia dice
que es “misericordioso y ben
´
evolo, tardo para la c
´
olera y
abundante en bondad amorosa y verdad” (
´
Exodo 34:6).
Es un Dios “bueno y [...] listo para perdonar” (Salmo 86:5).
Es paciente (2 Pedro 3:9). Es leal (Revelaci
´
on 15:4). A me-
dida que siga leyendo la Biblia, ver
´
a que Jehov
´
a ha demos-
trado estas atrayentes cualidades y muchas m
´
as.
20 Es cierto que a Dios no podemos verlo, pues es un
esp
´
ıritu (Juan 1:18; 4:24; 1 Timoteo 1:17). Sin embargo,
la Biblia explica c
´
omo es. Tal como dijo el salmista, us-
ted puede “contemplar la agradabilidad de Jehov
´
a” (Salmo
27:4; Romanos 1:20). Cuanto m
´
as aprenda sobre
´
el, m
´
as
real ser
´
a para usted, y m
´
as razones tendr
´
a para amarlo y
sentirse cerca de
´
el.
21 Poco a poco ir
´
a entendiendo por qu
´
e nos anima la
Biblia a verlo como nuestro Padre (Mateo 6:9). No solo
nos dio la vida, sino que desea que la vivamos del mejor
modo posible, lo mismo que todo buen padre quiere para
19. a) ¿C
´
omo podemos acercarnos a Dios, y qu
´
e recompensa obten-
dremos? b) ¿Qu
´
e cualidades de Dios le atraen m
´
as a usted?
20-22. a) ¿Impide que nos acerquemos a Dios el hecho de que no po-
damos verlo? Explique su respuesta. b) ¿Qu
´
e consejo es posible que
le den personas con buenas intenciones, pero qu
´
e ser
´
ıa conveniente
que usted hiciera?
16 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
sus hijos (Salmo 36:9). La Biblia tambi
´
en ense
˜
na que los
seres humanos podemos ser amigos de Jehov
´
a (Santiago
2:23). ¡Imag
´
ınese: usted puede ser amigo del Creador del
universo!
22 Cuando aprenda m
´
as de la Biblia, quiz
´
a haya personas
que, con buenas intenciones, le aconsejen que deje de es-
tudiarla. Tal vez lo hagan porque les preocupe que usted
cambie de creencias. Pero no permita que nadie le impida
cultivar la amistad con Dios, la mejor amistad que usted
puede tener.
23 L
´
ogicamente, habr
´
a cosas que no entender
´
a al princi-
pio. Pero no tenga miedo de pedir ayuda. Jes
´
us dijo que es
bueno ser humilde como un ni
˜
no (Mateo 18:2-4). Y ya sa-
bemos que los ni
˜
nos siempre est
´
an preguntando. Dios de-
sea que usted encuentre las respuestas. De hecho, la Biblia
habla muy bien de ciertas personas de la antig
¨
uedad que
ten
´
ıan el intenso deseo de conocer a Dios. Por esa raz
´
on,
examinaron con cuidado las Escrituras y se aseguraron de
que lo que aprend
´
ıan era la verdad (Hechos 17:11).
24 El mejor modo de conocer a Jehov
´
a es examinando la
Biblia, un libro diferente de los dem
´
as. ¿Qu
´
e lo hace dis-
tinto? Lo veremos en el pr
´
oximo cap
´
ıtulo.
23, 24. a) ¿Por qu
´
e no debe tener miedo de hacer preguntas sobre
lo que est
´
a aprendiendo? b) ¿Qu
´
e veremos en el pr
´
oximo cap
´
ıtulo?
LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
ˇ Dios se interesa personalmente por usted
(1 Pedro 5:7).
ˇ El nombre de Dios es Jehov
´
a (Salmo 83:18).
ˇ Jehov
´
a lo invita a acercarse a
´
el (Santiago 4:8).
ˇ Jehov
´
a es un Dios de amor, bondad y miseri-
cordia (
´
Exodo 34:6; 1 Juan 4:8, 16).
¿Cu
´
al es la verdad acerca de Dios? 17
¿RECUERDA usted alg
´
un regalo especial que le haya hecho
un buen amigo? Seguramente le llen
´
o de alegr
´
ıa y le con-
movi
´
o. Al fin y al cabo, con ese detalle su amigo demostr
´
o
que valoraba su amistad, y sin duda usted le dio las gracias.
2 Pues bien, la Biblia es un regalo de Dios por el que
podemos estar muy agradecidos. Este libro singular reve-
la informaci
´
on que nunca sabr
´
ıamos de otro modo. Por
ejemplo, nos habla de la creaci
´
on de los cielos y las estre-
llas, la Tierra y la primera pareja humana. Adem
´
as, ense
˜
na
principios confiables que nos permiten enfrentarnos a los
problemas y a las inquietudes de la vida. La Biblia tambi
´
en
nos explica c
´
omo cumplir
´
a Dios su prop
´
osito de que exis-
tan mejores condiciones en la Tierra. ¡Qu
´
e regalo tan fas-
cinante!
3 La Biblia tambi
´
en es un regalo conmovedor, ya que nos
ense
˜
na algo sobre la persona que lo hizo, Jehov
´
a. Al dar-
nos este libro, Dios demostr
´
o que quiere que lo conozca-
mos bien. De hecho, la Biblia nos ayuda a acercarnos a
´
el.
1, 2. ¿Por qu
´
e decimos que la Biblia es un fascinante regalo de Dios?
3. ¿Qu
´
e demostr
´
o Jehov
´
a al proporcionarnos la Biblia, y por qu
´
e es
conmovedor ese regalo?
CAP
´
ITULO 2
La Biblia proviene de Dios
¿En qu
´
e se diferencia la Biblia
de todos los dem
´
as libros?
¿De qu
´
e maneras nos ayuda la Biblia
a enfrentarnos a los problemas de la vida?
¿Qu
´
e razones hay para confiar
en las profec
´
ıas de la Biblia?
4 Si usted posee una Biblia, no es el
´
unico, ni mucho me-
nos. Este libro se ha publicado, entero o en parte, en m
´
as
de dos mil trescientos idiomas, as
´
ı que m
´
as del noventa
por ciento de la poblaci
´
on mundial lo tiene a su alcance.
Cada semana se distribuye un promedio de m
´
as de un mi-
ll
´
on de ejemplares, y en total se han producido miles de
millones de biblias y porciones de las Escrituras. No hay
duda de que es un libro sin igual.
5 Adem
´
as, la Biblia “es inspirada de Dios” (2 Timoteo
3:16). ¿Qu
´
e significa esta expresi
´
on? La propia Biblia lo
aclara: “Hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados
por esp
´
ıritu santo” (2 Pedro 1:21). Es como cuando un jefe
le pide a su secretaria que escriba una carta. Puesto que las
ideas o instrucciones son del jefe, la carta es de
´
el, no de
la secretaria. De igual modo, la Biblia contiene el mensaje
de Dios, no el de los hombres que la escribieron. Por con-
siguiente, toda la Biblia es verdaderamente “la palabra de
Dios” (1 Tesalonicenses 2:13).
4. ¿Qu
´
e cifras sobre la distribuci
´
on de la Biblia le llaman la atenci
´
on?
5. ¿Qu
´
e significa que la Biblia sea “inspirada de Dios”?
La Traducci
´
on del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras
se ha publicado en muchos idiomas
19
UN LIBRO EXACTO Y SIN CONTRADICCIONES
6 La Biblia fue escrita durante un per
´
ıodo de mil seis-
cientos a
˜
nos por hombres de diferentes
´
epocas, condicio-
nes sociales y profesiones: desde agricultores, pescadores
y pastores, hasta profetas, jueces y reyes. Asimismo, el es-
critor de uno de los Evangelios, Lucas, era m
´
edico. Pero a
pesar de los distintos or
´
ıgenes de estos hombres, la Biblia
ense
˜
na las mismas ideas desde la primera p
´
agina hasta la
´
ultima, y no se contradice.1
7 El primer libro de la Biblia relata c
´
omo empezaron
los problemas de la humanidad, mientras que el
´
ultimo
muestra que toda la Tierra se convertir
´
a en un para
´
ıso, o
jard
´
ın. Las p
´
aginas de la Biblia abarcan miles de a
˜
nos de
historia, y su contenido siempre tiene que ver de alg
´
un
modo con el cumplimiento del prop
´
osito de Dios. Esta
unidad de ideas es impresionante, como esperar
´
ıamos de
un libro que proviene de Dios.
8 La Biblia tambi
´
en es exacta desde el punto de vis-
ta cient
´
ıfico. Incluso se adelant
´
o mucho a su tiempo. Por
ejemplo, el libro de Lev
´
ıtico conten
´
ıa leyes para el antiguo
Israel sobre la cuarentena y la higiene, cuestiones que las
naciones vecinas de la
´
epoca desconoc
´
ıan por completo.
Adem
´
as, en un tiempo en que exist
´
ıan ideas equivocadas
sobre la forma de la Tierra, la Biblia indic
´
o que ten
´
ıa for-
ma de c
´
ırculo, o esfera (Isa
´
ıas 40:22). Tambi
´
en afirm
´
o con
exactitud que ‘cuelga sobre nada’ (Job 26:7). Claro, la Bi-
blia no es un libro de ciencia, pero es exacta cuando trata
1 Hay quienes dicen que ciertos pasajes de la Biblia se contradicen
entre s
´
ı, pero estas afirmaciones no tienen ninguna base. Consulte el
cap. 7 del libro La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?,
editado por los testigos de Jehov
´
a.
6, 7. ¿Por qu
´
e es realmente notable la unidad de ideas que hay en la
Biblia?
8. D
´
e ejemplos de la exactitud cient
´
ıfica de la Biblia.
20 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
temas cient
´
ıficos. ¿No es eso lo que esperar
´
ıamos de un li-
bro procedente de Dios?
9 La Biblia tambi
´
en es exacta y confiable cuando aporta
datos hist
´
oricos. Sus relatos son espec
´
ıficos, y no solo in-
dican los nombres de los personajes, sino tambi
´
en los de
sus antepasados.1 A diferencia de muchos historiadores,
que a menudo no mencionan las derrotas de sus pueblos,
los escritores de la Biblia fueron tan honrados que hasta
pusieron por escrito sus propias faltas y las de su naci
´
on.
Por ejemplo, Mois
´
es confes
´
o en el libro b
´
ıblico de N
´
ume-
ros un grave error por el que fue censurado con severidad
(N
´
umeros 20:2-12). Esta honradez es muy poco frecuente
en otras obras hist
´
oricas, pero la hallamos en la Biblia por
una raz
´
on: porque es un libro que proviene de Dios.
UN LIBRO DE CONSEJOS PR
´
ACTICOS
10 Puesto que Dios la inspir
´
o, la Biblia es “provechosa
para ense
˜
nar, para censurar, para rectificar las cosas” (2 Ti-
moteo 3:16). Es un libro pr
´
actico. Se nota en sus p
´
aginas
que el Autor comprende a la perfecci
´
on la naturaleza de los
seres humanos. Y no es de extra
˜
nar, pues dicho Autor es
el propio Jehov
´
a Dios, nuestro Creador.
´
El entiende lo que
pensamos y sentimos incluso mejor que nosotros mismos.
Adem
´
as, sabe lo que necesitamos para ser felices, y tam-
bi
´
en la conducta que nos conviene evitar.
11 Piense en el Serm
´
on del Monte, el discurso de Jes
´
us
1 Por ejemplo, observe en Lucas 3:23-38 la detallada lista de an-
tepasados de Jes
´
us.
9. a) ¿Qu
´
e muestra que la Biblia es exacta y confiable cuando aporta
datos hist
´
oricos? b) ¿Por qu
´
e raz
´
on fueron tan honrados los escrito-
res de la Biblia?
10. ¿Por qu
´
e no es de extra
˜
nar que la Biblia sea un libro pr
´
actico?
11, 12. a) ¿Qu
´
e temas trat
´
o Jes
´
us en el Serm
´
on del Monte? b) ¿Qu
´
e
otros temas pr
´
acticos toca la Biblia, y por qu
´
e sus consejos siempre
han sido y ser
´
an provechosos?
La Biblia proviene de Dios 21
que se encuentra en los cap
´
ıtulos 5 a 7 de Mateo. En esta
obra maestra de la ense
˜
nanza, Jes
´
us trat
´
o muchos temas,
entre ellos c
´
omo hallar la felicidad, c
´
omo solucionar las
disputas, c
´
omo orar y qu
´
e actitud debemos tener hacia los
bienes materiales. Pues bien, sus palabras tienen hoy la
misma fuerza y utilidad que el d
´
ıa que las pronunci
´
o.
12 Algunos principios de la Biblia tienen que ver con te-
mas como la familia, el trabajo y el trato con los dem
´
as.
El escritor b
´
ıblico
Isa
´
ıas predijo
la ca
´
ıda
de Babilonia
Sus consejos van dirigidos a todo el mundo y son siempre
provechosos. La sabidur
´
ıa que contienen sus p
´
aginas que-
da resumida en estas palabras que Dios expres
´
o a trav
´
es del
profeta Isa
´
ıas: “Yo, Jehov
´
a, soy tu Dios, Aquel que te ense-
˜
na para que te beneficies a ti mismo” (Isa
´
ıas 48:17).
UN LIBRO DE PROFEC
´
IAS
13 La Biblia contiene numerosas profec
´
ıas, muchas de las
cuales ya se han cumplido. Veamos un ejemplo. Por me-
dio del profeta Isa
´
ıas —quien vivi
´
o m
´
as de setecientos a
˜
nos
antes de nuestra era—, Jehov
´
a predijo lo que le ocurrir
´
ıa
a la ciudad de Babilonia: ser
´
ıa destruida (Isa
´
ıas 13:19; 14:
22, 23). Pero adem
´
as explic
´
o que ser
´
ıa conquistada y c
´
omo
suceder
´
ıa. Los ej
´
ercitos invasores secar
´
ıan el r
´
ıo que pasaba
por la ciudad y entrar
´
ıan en ella sin tener que pelear. Y eso
no es todo. La profec
´
ıa revel
´
o incluso el nombre del rey
que conquistar
´
ıa Babilonia: Ciro (Isa
´
ıas 44:27–45:2).
14 Unos doscientos a
˜
nos despu
´
es, en la noche del 5 al
6 de octubre del a
˜
no 539 antes de nuestra era, un ej
´
ercito
se hallaba acampado cerca de Babilonia. ¿Qui
´
en lo coman-
daba? Un rey persa llamado Ciro. En efecto, todo estaba
dispuesto para que se cumpliera la asombrosa profec
´
ıa.
Pero ¿conseguir
´
ıa el ej
´
ercito de Ciro conquistar la ciudad
sin siquiera pelear, como se hab
´
ıa predicho?
15 Los babilonios estaban celebrando una fiesta aquella
noche y se sent
´
ıan seguros tras las enormes murallas de
la ciudad. Mientras tanto, Ciro ingeniosamente desvi
´
o las
aguas del r
´
ıo que cruzaba Babilonia, de modo que el
nivel del agua baj
´
o lo suficiente como para que sus hom-
bres se acercaran a las murallas avanzando por el cau-
ce. Sin embargo, ¿c
´
omo lograron atravesar las murallas?
13. ¿Qu
´
e informaci
´
on acerca de Babilonia hizo Jehov
´
a que escribie-
ra el profeta Isa
´
ıas por inspiraci
´
on?
14, 15. ¿C
´
omo se cumplieron algunos detalles de la profec
´
ıa de
Isa
´
ıas sobre Babilonia?
La Biblia proviene de Dios 23
¡Las puertas de la ciudad se hab
´
ıan dejado abiertas por
descuido!
16 Jehov
´
a hab
´
ıa dicho lo siguiente acerca de Babilonia:
“Nunca ser
´
a habitada, ni residir
´
a por generaci
´
on tras ge-
neraci
´
on. Y all
´
ı el
´
arabe no asentar
´
a su tienda, y no habr
´
a
pastores que dejen que sus reba
˜
nos se echen all
´
ı” (Isa
´
ıas
13:20). La profec
´
ıa no solo indic
´
o que la ciudad caer
´
ıa,
sino tambi
´
en que quedar
´
ıa deshabitada para siempre. Us-
ted puede comprobar que estas palabras se han cumplido.
A unos 80 kil
´
ometros al sur de Bagdad, la capital de Irak, se
encuentran los restos de la antigua Babilonia. El lugar est
´
a
deshabitado, lo que da prueba de que se realiz
´
o la predic-
ci
´
on que Jehov
´
a hab
´
ıa hecho mediante Isa
´
ıas: “La barrer
´
e
con la escoba de la aniquilaci
´
on” (Isa
´
ıas 14:22, 23).1
1 Encontrar
´
a m
´
as informaci
´
on sobre las profec
´
ıas de la Biblia en
las p
´
ags. 27-29 del folleto Un libro para todo el mundo, editado por
los testigos de Jehov
´
a.
16. a) Seg
´
un predijo Isa
´
ıas, ¿qu
´
e le ocurrir
´
ıa finalmente a Babilonia?
b) ¿C
´
omo se cumpli
´
o la profec
´
ıa de Isa
´
ıas que predijo que Babilonia
quedar
´
ıa deshabitada?
24 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
17 ¿Verdad que fortalece la fe comprobar que la Biblia es
un libro de profec
´
ıas confiables? Ciertamente, el que Jeho-
v
´
a Dios haya cumplido sus promesas en el pasado nos da
la seguridad de que tambi
´
en cumplir
´
a su promesa de con-
vertir la Tierra en un para
´
ıso (N
´
umeros 23:19). En efec-
to, tenemos la “esperanza de la vida eterna que Dios, que
no puede mentir, prometi
´
o antes de tiempos de larga du-
raci
´
on” (Tito 1:2).1
“LA PALABRA DE DIOS ES VIVA”
18 Lo que hemos visto en este cap
´
ıtulo no deja dudas de
1 La destrucci
´
on de Babilonia es solo un ejemplo de c
´
omo se han
cumplido muchas profec
´
ıas b
´
ıblicas. Otros ejemplos son la destruc-
ci
´
on de las ciudades de Tiro y N
´
ınive (Ezequiel 26:1-5; Sofon
´
ıas 2:13-
15). Adem
´
as, el profeta Daniel predijo cu
´
ales ser
´
ıan los imperios mun-
diales que surgir
´
ıan despu
´
es de Babilonia, entre ellos Medopersia y
Grecia (Daniel 8:5-7, 20-22). En el ap
´
endice, p
´
ags. 199-201, encontra-
r
´
a informaci
´
on sobre las numerosas profec
´
ıas respecto al Mes
´
ıas que
se cumplieron en Jesucristo.
17. ¿Por qu
´
e fortalece la fe el cumplimiento de las profec
´
ıas b
´
ıblicas?
18. ¿Qu
´
e impactante afirmaci
´
on hizo el ap
´
ostol Pablo sobre “la pa-
labra de Dios”?
Ruinas de Babilonia
La Biblia proviene de Dios 25
que la Biblia es un libro realmente
´
unico. Pero su valor
no solo se debe a su unidad de ideas, exactitud cient
´
ıfica e
hist
´
orica, consejos pr
´
acticos y profec
´
ıas confiables. Toda-
v
´
ıa ofrece mucho m
´
as. El ap
´
ostol Pablo escribi
´
o: “La pala-
bra de Dios es viva, y ejerce poder, y es m
´
as aguda que toda
espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y es-
p
´
ıritu, y entre coyunturas y su tu
´
etano, y puede discernir
pensamientos e intenciones del coraz
´
on” (Hebreos 4:12).
19 La lectura de “la palabra” o mensaje de Dios que se ha-
lla en la Biblia puede cambiar nuestra vida. Nos ayuda a
examinarnos como nunca antes. No basta con decir que
amamos a Dios. En realidad, lo que revelar
´
a nuestros ver-
daderos pensamientos e intenciones ser
´
a la forma en que
respondamos a las ense
˜
nanzas de su Palabra inspirada, la
Biblia.
20 La Biblia realmente proviene de Dios. Debemos leer-
la, estudiarla y amarla. Siga examin
´
andola y as
´
ı demostrar
´
a
que agradece este regalo divino. Adem
´
as, apreciar
´
a la im-
portancia que tiene el prop
´
osito de Dios para la humani-
dad. En el cap
´
ıtulo siguiente veremos cu
´
al es ese prop
´
osito
y c
´
omo se har
´
a realidad.
19, 20. a) ¿C
´
omo nos ayuda la Biblia a examinarnos? b) ¿De qu
´
e
modo puede usted demostrar su gratitud por la Biblia, el singular
regalo que Dios nos ha hecho?
LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
ˇ Dios inspir
´
o la Biblia, y por eso es exacta
y confiable (2 Timoteo 3:16).
ˇ Los consejos de la Biblia son pr
´
acticos para
la vida diaria (Isa
´
ıas 48:17).
ˇ Las promesas de Dios que se hallan en la Bi-
blia se cumplir
´
an sin falta (N
´
umeros 23:19).
26 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
DIOS tiene un maravilloso prop
´
osito para la Tierra: llenar-
la de personas que sean felices y disfruten de buena sa-
lud. La Biblia relata que “Dios plant
´
o un jard
´
ın en Ed
´
en” y
que “hizo crecer [...] todo
´
arbol deseable a la vista de uno
y bueno para alimento”. Despu
´
es cre
´
o a nuestros prime-
ros padres, Ad
´
an y Eva, los puso en ese hermoso hogar y
les dijo: “Sean fruct
´
ıferos y multipl
´
ıquense; llenen la tierra
y som
´
etanla” (G
´
enesis 1:28, Nueva Versi
´
on Internacional;
2:8, 9, 15). Como vemos, su objetivo era que los seres hu-
manos tuvieran hijos, extendieran aquel jard
´
ın por toda la
Tierra y cuidaran de los animales.
2 ¿Cree usted que alg
´
un d
´
ıa se har
´
a realidad el prop
´
o-
sito de Jehov
´
a de que la gente viva en un para
´
ıso terres-
tre? Pues bien,
´
el ha prometido: “Lo he hablado; tambi
´
en
lo har
´
e” (Isa
´
ıas 46:9-11; 55:11). En efecto, el Creador cum-
plir
´
a sin falta todo lo que se ha propuesto.
´
El mismo se-
˜
nala que no cre
´
o la Tierra “sencillamente para nada”, sino
“para ser habitada” (Isa
´
ıas 45:18). ¿Qu
´
e clase de perso-
nas quer
´
ıa Dios que vivieran en este planeta, y por cu
´
anto
1. ¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios para la Tierra?
2. a) ¿Por qu
´
e podemos estar seguros de que se har
´
a realidad el
prop
´
osito de Dios para la Tierra? b) Seg
´
un la Biblia, ¿qu
´
e clase de per-
sonas vivir
´
an para siempre?
CAP
´
ITULO 3
¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios
para la Tierra?
¿Cu
´
al es el prop
´
osito de Dios para la humanidad?
¿Qu
´
e desaf
´
ıo se ha lanzado contra Dios?
¿C
´
omo ser
´
a en el futuro la vida en la Tierra?
tiempo? La Biblia responde: “Los justos mismos poseer
´
an
la tierra, y residir
´
an para siempre sobre ella” (Salmo 37:29;
Revelaci
´
on [Apocalipsis] 21:3, 4).
3 Obviamente, esa promesa a
´
un no se ha cumplido. Los
seres humanos se enferman y mueren; es m
´
as, luchan y
se matan unos a otros. Est
´
a claro que las cosas tomaron
otro rumbo. Sin lugar a dudas, Jehov
´
a nunca quiso que la
Tierra estuviera como la vemos hoy. ¿Qu
´
e sucedi
´
o? ¿Por
qu
´
e no se ha cumplido el prop
´
osito de Dios? Las respues-
tas no se encuentran en ninguno de los libros de historia
que ha escrito el hombre, ya que el problema comenz
´
o en
los cielos.
EL ORIGEN DE UN ENEMIGO
4 El primer libro de la Biblia nos dice que en el jard
´
ın
de Ed
´
en apareci
´
o en escena un enemigo de Dios. Aunque
se le llama “la serpiente”, no se trata de un simple ani-
mal. El
´
ultimo libro de la Biblia lo identifica como “el que
es llamado Diablo y Satan
´
as, que est
´
a extraviando [o enga-
˜
nando] a toda la tierra habitada”. Tambi
´
en se le llama “la
serpiente original” (G
´
enesis 3:1; Revelaci
´
on 12:9). En efec-
to, es un poderoso
´
angel, un esp
´
ıritu invisible que utiliz
´
o
a una serpiente para hablar con Eva, tal como un artis-
ta logra que su voz parezca salir de un mu
˜
neco. Sin duda,
ese mismo
´
angel estuvo presente cuando Dios prepar
´
o la
Tierra para los seres humanos (Job 38:4, 7).
5 Sabemos que todo lo que Jehov
´
a crea es perfecto. En-
tonces, ¿qui
´
en hizo al ser que llamamos “Diablo” y “Sa-
tan
´
as”? En pocas palabras, un poderoso
´
angel de Dios se
convirti
´
o en el Diablo por voluntad propia. ¿C
´
omo pudo su-
3. ¿Qu
´
e lamentables condiciones vemos en la Tierra, y qu
´
e pregun-
tas es l
´
ogico hacerse?
4, 5. a) ¿Qui
´
en fue el que habl
´
o con Eva mediante una serpiente?
b) ¿C
´
omo pudiera alguien honrado convertirse en ladr
´
on?
28 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
ceder tal cosa? Del mismo modo que alguien puede ser
hoy honrado y ma
˜
nana convertirse en ladr
´
on. ¿C
´
omo
ocurre eso? La persona quiz
´
a permita que brote en su co-
raz
´
on un mal deseo. Si sigue pensando en
´
el, ese mal deseo
puede hacerse muy intenso. Luego, si se le presenta la oca-
si
´
on, la persona tal vez termine haciendo lo que ha estado
pensando (Santiago 1:13-15).
6 Eso fue lo que ocurri
´
o en el caso de Satan
´
as. Segura-
mente escuch
´
o a Jehov
´
a decirles a Ad
´
an y Eva que tuvieran
hijos y llenaran la Tierra con sus descendientes (G
´
enesis 1:
27, 28). Al parecer pens
´
o: “¡Todos estos seres humanos po-
dr
´
ıan adorarme a m
´
ı en vez de a Dios!”. Ese deseo malo
ech
´
o ra
´
ıces en su coraz
´
on y, con el tiempo, lo llev
´
o a en-
ga
˜
nar a Eva dici
´
endole mentiras sobre Dios (G
´
enesis 3:1-
5). As
´
ı, aquel
´
angel se convirti
´
o en “Diablo”, nombre que
significa “Calumniador”. Al mismo tiempo lleg
´
o a ser “Sa-
tan
´
as”, nombre que quiere decir “Opositor”.
7 Con embustes y trampas, Satan
´
as consigui
´
o que Ad
´
an
y Eva desobedecieran a Dios (G
´
enesis 2:17; 3:6). El resul-
tado fue que ambos terminaron muriendo, tal como Dios
les hab
´
ıa advertido (G
´
enesis 3:17-19). Puesto que Ad
´
an
se hizo imperfecto cuando pec
´
o, todos sus descendientes
heredaron el pecado (Romanos 5:12). La situaci
´
on puede
compararse a un molde de hacer pan que se ha abolla-
do o deformado debido a un golpe. ¿C
´
omo saldr
´
an todos
los panes que se hagan con
´
el? Imperfectos, marcados por
la misma abolladura. De igual modo, todos los seres hu-
manos nacemos marcados por la “abolladura” de la imper-
fecci
´
on de Ad
´
an. Esta es la raz
´
on por la que envejecemos y
morimos (Romanos 3:23).
6. ¿C
´
omo se convirti
´
o en Satan
´
as y Diablo un poderoso
´
angel de
Dios?
7. a) ¿Por qu
´
e murieron Ad
´
an y Eva? b) ¿Por qu
´
e envejecemos y mo-
rimos todos los descendientes de Ad
´
an?
¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios para la Tierra? 29
8 Cuando Satan
´
as anim
´
o a Ad
´
an y Eva a pecar contra
Dios, en realidad se convirti
´
o en el cabecilla de una rebe-
li
´
on. Desafi
´
o a Jehov
´
a, pues critic
´
o la forma que tiene de
gobernar. Fue como si dijera: “Es un mal rey que miente
a sus s
´
ubditos y les impide disfrutar de cosas buenas. Los
8, 9. a) Seg
´
un indican los hechos, ¿qu
´
e desaf
´
ıo plante
´
o Satan
´
as?
b) ¿Por qu
´
e no destruy
´
o Dios de inmediato a los rebeldes?
¿C
´
omo podr
´
ıa Satan
´
as haberle
ofrecido a Jes
´
us todos los reinos
del mundo si no fueran suyos?
30 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
seres humanos no necesitan que
´
el los gobierne, sino que
pueden decidir por su cuenta lo que est
´
a bien y lo que est
´
a
mal. En realidad, saldr
´
an ganando si me obedecen a m
´
ı”.
¿C
´
omo responder
´
ıa Dios a una acusaci
´
on tan insultante?
Hay quienes creen que deber
´
ıa haber dado muerte a los
rebeldes. Pero ¿habr
´
ıa demostrado as
´
ı que Satan
´
as ment
´
ıa?
¿Habr
´
ıa probado que su modo de gobernar es bueno?
9 Jehov
´
a tiene un sentido perfecto de la justicia. Por ello,
no pod
´
ıa destruir de inmediato a los rebeldes. M
´
as bien,
decidi
´
o que se necesitaba tiempo para dar una respuesta
satisfactoria al desaf
´
ıo de Satan
´
as y demostrar que es un
embustero. Por lo tanto, determin
´
o que durante cierto pla-
zo permitir
´
ıa que los seres humanos se gobernaran a s
´
ı
mismos bajo la influencia de Satan
´
as. En el cap
´
ıtulo 11 de
este libro se explica por qu
´
e actu
´
o as
´
ı y por qu
´
e ha deja-
do pasar tanto tiempo para resolver estas cuestiones. Pero
ahora preg
´
untese: ¿ten
´
ıan alguna raz
´
on Ad
´
an y Eva para
creer a Satan
´
as, quien nunca hab
´
ıa hecho nada por ellos?
¿Hicieron bien en pensar que Jehov
´
a, quien les hab
´
ıa dado
todo lo que ten
´
ıan, era un cruel mentiroso? ¿Qu
´
e habr
´
ıa
hecho usted?
10 Conviene que meditemos en estas preguntas, pues to-
dos nos enfrentamos hoy a cuestiones parecidas. En efec-
to, usted tiene la oportunidad de ponerse de parte de
Jehov
´
a y as
´
ı responder al desaf
´
ıo de Satan
´
as. Puede aceptar
a Dios como su Gobernante y de ese modo demostrar que
el Diablo es un mentiroso (Salmo 73:28; Proverbios 27:11).
Por desgracia, aunque en este planeta hay miles de mi-
llones de habitantes, solo unos pocos toman esa decisi
´
on.
Este hecho nos lleva a plantearnos una pregunta impor-
tante: ¿ense
˜
na realmente la Biblia que Satan
´
as gobierna
este mundo?
10. ¿C
´
omo puede usted ponerse de parte de Jehov
´
a y responder al
desaf
´
ıo de Satan
´
as?
¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios para la Tierra? 31
¿QUI
´
EN GOBIERNA ESTE MUNDO?
11 Jes
´
us nunca tuvo dudas de que Satan
´
as es el gober-
nante de este mundo. En cierta ocasi
´
on, el Diablo le mos-
tr
´
o de forma milagrosa “todos los reinos del mundo y su
gloria”, y le prometi
´
o: “Todas estas cosas te las dar
´
e si caes
y me rindes un acto de adoraci
´
on” (Mateo 4:8, 9; Lucas 4:
5, 6). Piense en ello. Si Satan
´
as no fuera el due
˜
no de esos
reinos, ¿habr
´
ıa sido una verdadera tentaci
´
on para Jes
´
us
aquella oferta? Adem
´
as, Jes
´
us no neg
´
o que le pertenecie-
ran al Diablo, lo que obviamente habr
´
ıa hecho si no estu-
vieran bajo el control de este enemigo de Dios.
12 Claro est
´
a, Jehov
´
a es el Dios todopoderoso, el Crea-
dor del imponente universo (Revelaci
´
on 4:11). Sin embar-
go, en ning
´
un lugar la Biblia lo llama gobernante de este
mundo, y lo mismo puede decirse de Jesucristo. De hecho,
fue al Diablo a quien Jes
´
us llam
´
o “el gobernante de este
mundo” (Juan 12:31; 14:30; 16:11). Y la Biblia incluso ase-
gura que ese opositor, o Satan
´
as, es “el dios de este sistema
de cosas” (2 Corintios 4:3, 4). El ap
´
ostol Juan se refiri
´
o a
´
el cuando escribi
´
o: “El mundo entero yace en el poder del
inicuo [o maligno]” (1 Juan 5:19).
EL FIN DEL MUNDO DE SATAN
´
AS
13 Cada a
˜
no que pasa, el mundo se vuelve m
´
as peligroso.
Est
´
a lleno de ej
´
ercitos en guerra, pol
´
ıticos corruptos, l
´
ıde-
res religiosos hip
´
ocritas y criminales despiadados. En con-
junto, este mundo malvado no tiene remedio. La Biblia
revela que pronto Dios lo destruir
´
a en la guerra de Arma-
ged
´
on, y esto dar
´
a paso a un nuevo mundo justo (Revela-
ci
´
on 16:14-16).
11, 12. a) ¿C
´
omo demuestra que Satan
´
as es el gobernante de este
mundo una tentaci
´
on a la que se enfrent
´
o Jes
´
us? b) ¿Qu
´
e otras prue-
bas hay de que Satan
´
as es el gobernante de este mundo?
13. ¿Por qu
´
e se necesita un nuevo mundo?
32 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
14 Jehov
´
a eligi
´
o a Jesucristo como Rey de su gobierno ce-
lestial, el Reino de Dios. Hace mucho tiempo, la Biblia pre-
dijo: “Un ni
˜
no nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y
el gobierno reposar
´
a sobre sus hombros; y se llamar
´
a [...]
Pr
´
ıncipe de Paz. El aumento de su gobierno y [el] de la paz
no tendr
´
an fin” (Isa
´
ıas 9:6, 7, La Biblia de las Am
´
ericas, no-
tas). Jes
´
us ense
˜
n
´
o a sus disc
´
ıpulos a incluir ese gobierno
en sus oraciones, al decir: “Venga tu reino. Efect
´
uese tu
voluntad, como en el cielo, tambi
´
en sobre la tierra” (Ma-
teo 6:10). Como veremos m
´
as adelante, el Reino de Dios
pronto acabar
´
a con todos los gobiernos de este mundo
y los reemplazar
´
a (Daniel 2:44). Y entonces convertir
´
a la
Tierra en un para
´
ıso.
¡SE ACERCA UN NUEVO MUNDO!
15 La Biblia nos asegura que “hay nuevos cielos y una
nueva tierra que esperamos seg
´
un [la] promesa [de Dios],
y en estos la justicia habr
´
a de morar” (2 Pedro 3:13; Isa
´
ıas
65:17). Cuando la Biblia habla de la “tierra”, a veces se re-
fiere a sus habitantes (G
´
enesis 11:1). Por lo tanto, la justa
“nueva tierra” es una sociedad formada por personas que
reciben la aprobaci
´
on divina.
16 Jes
´
us prometi
´
o que, cuando llegue el nuevo mundo,
Dios dar
´
a un magn
´
ıfico regalo a las personas que aprue-
ba: la “vida eterna” (Marcos 10:30). Tenga la bondad de
buscar en su Biblia Juan 3:16 y 17:3, y leer lo que dijo Je-
s
´
us que debemos hacer para conseguir la vida eterna. Aho-
ra veamos en la Biblia las bendiciones que tendr
´
an en el
Para
´
ıso terrestre quienes reciban ese maravilloso regalo di-
vino.
14. ¿A qui
´
en eligi
´
o Dios como Rey de su Reino celestial, y c
´
omo se
predijo este nombramiento?
15. ¿Qu
´
e es la “nueva tierra”?
16. ¿Qu
´
e extraordinario regalo har
´
a Dios a las personas que aprue-
ba, y qu
´
e debemos hacer para recibirlo?
¿Qu
´
e prop
´
osito tiene Dios para la Tierra? 33
17 La maldad, la guerra, el delito y la violencia ya no existi-
r
´
an. “El inicuo [o malvado] ya no ser
´
a [...]. Pero los mansos
mismos poseer
´
an la tierra.” (Salmo 37:10, 11.) Habr
´
a paz,
pues Dios har
´
a “cesar las guerras hasta la extremidad de la
tierra” (Salmo 46:9; Isa
´
ıas 2:4). Cuando llegue ese momen-
to, “el justo brotar
´
a” y habr
´
a “abundancia de paz hasta que
la luna ya no sea”, es decir, para siempre (Salmo 72:7).
18 Los siervos de Jehov
´
a vivir
´
an seguros. En tiempos b
´
ıbli-
cos, cuando la naci
´
on de Israel obedec
´
ıa a Dios, disfrutaba
de seguridad (Lev
´
ıtico 25:18, 19). ¡Qu
´
e maravilla ser
´
a dis-
frutar de una seguridad similar en el Para
´
ıso! (Isa
´
ıas 32:18;
Miqueas 4:4.)
19 Ya no escasear
´
an los alimentos. “Llegar
´
a a haber abun-
dancia de grano en la tierra; en la cima de las monta
˜
nas
habr
´
a sobreabundancia”, cant
´
o el salmista (Salmo 72:16).
Jehov
´
a Dios bendecir
´
a a quienes son fieles a
´
el, y “la tierra
misma ciertamente dar
´
a su producto” (Salmo 67:6).
20 Toda la Tierra se transformar
´
a en un para
´
ıso. Hermo-
sos hogares y jardines ocupar
´
an los terrenos que la mal-
dad del hombre ha echado a perder (Isa
´
ıas 65:21-24;
Revelaci
´
on 11:18). Con el transcurso del tiempo, se ir
´
an
transformando m
´
as y m
´
as zonas de la Tierra, y el pla-
neta entero ser
´
a tan bello y productivo como el jard
´
ın
de Ed
´
en. Por toda la eternidad, Dios estar
´
a “abriendo [su]
mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente” (Sal-
mo 145:16).
21 Habr
´
a paz entre el hombre y los animales. Los animales
17, 18. ¿Por qu
´
e podemos tener la certeza de que habr
´
a paz y segu-
ridad en toda la Tierra?
19. ¿Qu
´
e garant
´
ıa tenemos de que Dios se encargar
´
a de que haya ali-
mentos en abundancia en el nuevo mundo?
20. ¿Por qu
´
e podemos estar seguros de que toda la Tierra se transfor-
mar
´
a en un para
´
ıso?
21. ¿Qu
´
e indica que habr
´
a paz entre el hombre y los animales?
34 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
salvajes y dom
´
esticos comer
´
an juntos. Ni siquiera un ni
˜
no
peque
˜
no tendr
´
a nada que temer de animales que ahora
son peligrosos (Isa
´
ıas 11:6-9; 65:25).
22 Desaparecer
´
an las enfermedades. Como Rey del Reino
celestial de Dios, Jes
´
us efectuar
´
a curaciones a una escala
mucho m
´
as grandiosa que cuando estuvo en la Tierra (Ma-
teo 9:35; Marcos 1:40-42; Juan 5:5-9). “Ning
´
un residente
dir
´
a: ‘Estoy enfermo’.” (Isa
´
ıas 33:24; 35:5, 6.)
23 Los seres queridos que han muerto volver
´
an a la vida y
tendr
´
an la oportunidad de no morir nunca. Resucitar
´
an to-
dos los que duermen en la muerte y est
´
an en la memoria
de Dios. Efectivamente, “va a haber resurrecci
´
on as
´
ı de jus-
tos como de injustos” (Hechos 24:15; Juan 5:28, 29).
24 Un futuro brillante aguarda a los que deseen ampliar
sus conocimientos sobre nuestro Gran Creador, Jehov
´
a, y
decidan servirle. Jes
´
us se refiri
´
o al venidero Para
´
ıso terres-
tre cuando hizo esta promesa al malhechor que muri
´
o a su
lado: “Estar
´
as conmigo en el Para
´
ıso” (Lucas 23:43). Es vi-
tal que aprendamos m
´
as acerca de Jesucristo, pues todas
estas bendiciones se har
´
an realidad mediante
´
el.
22. ¿Qu
´
e suceder
´
a con las enfermedades?
23. ¿Por qu
´
e ser
´
a la resurrecci
´
on un motivo de gran alegr
´
ıa?
24. ¿Qu
´
e le parece la idea de vivir en una Tierra hecha un Para
´
ıso?
LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
ˇ Dios cumplir
´
a su prop
´
osito de convertir
la Tierra en un para
´
ıso (Isa
´
ıas 45:18; 55:11).
ˇ Satan
´
as es quien gobierna el mundo en
la actualidad (Juan 12:31; 1 Juan 5:19).
ˇ Cuando llegue el nuevo mundo, Dios colmar
´
a
a la humanidad de bendiciones (Salmo 37:10,
11, 29).
36 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
EN EL mundo hay muchas personas famosas. Algunas son
muy conocidas en su propia comunidad, ciudad o naci
´
on,
y otras en el mundo entero. Pero el hecho de que usted
sepa el nombre de alguien famoso no significa que conoz-
ca a esa persona, es decir, que est
´
e enterado de los detalles
de su pasado o de c
´
omo es en realidad.
2 Aunque ya han pasado unos dos mil a
˜
nos desde que Je-
sucristo vivi
´
o en la Tierra, en todo el mundo se habla de
´
el.
Sin embargo, existe mucha confusi
´
on sobre qui
´
en fue en
realidad. Algunos dicen que fue tan solo un hombre bue-
no. Otros piensan que no fue m
´
as que un profeta. Y hay
quienes creen que Jes
´
us es Dios y debemos adorarlo. ¿Ser
´
a
esto cierto?
3 Es importante que usted sepa la verdad sobre Jes
´
us.
¿Por qu
´
e? Porque la Biblia dice: “Esto significa vida eter-
na, el que est
´
en adquiriendo conocimiento de ti, el
´
unico
Dios verdadero, y de aquel a quien t
´
u enviaste, Jesucristo”
(Juan 17:3). En efecto, conocer la verdad sobre Jehov
´
a Dios
y sobre Jesucristo puede llevarle a vivir para siempre en
un para
´
ıso terrestre (Juan 14:6). Adem
´
as, Jes
´
us dio el mejor
ejemplo de c
´
omo se debe vivir y tratar al pr
´
ojimo (Juan 13:
1, 2. a) ¿Por qu
´
e no es lo mismo haber o
´
ıdo hablar de alguien fa-
moso que conocerlo bien? b) ¿Qu
´
e confusi
´
on existe sobre Jes
´
us?
3. ¿Por qu
´
e es importante que usted sepa la verdad sobre Jes
´
us?
CAP
´
ITULO 4
¿Qui
´
en es Jesucristo?
¿Qu
´
e papel singular cumple Jes
´
us?
¿De d
´
onde vino?
¿Qu
´
e clase de persona fue?
34, 35). En el primer cap
´
ıtulo de este
libro vimos cu
´
al es la verdad acerca de
Dios. Veamos ahora lo que ense
˜
na la Biblia acer-
ca de Jesucristo.
EL MES
´
IAS PROMETIDO
4 Mucho antes de que Jes
´
us naciera, la Biblia predijo la
llegada del enviado de Dios, el llamado Mes
´
ıas o Cristo.
Los t
´
ıtulos Mes
´
ıas (derivado de una palabra hebrea) y
Cristo (derivado de una palabra griega) significan “Un-
gido”. De modo que el enviado prometido ser
´
ıa un-
gido, es decir, nombrado por Dios para ocupar una
posici
´
on especial. En otros cap
´
ıtulos de este libro
veremos con m
´
as detalle que el Mes
´
ıas tiene un
4. ¿Qu
´
e significan los t
´
ıtulos Mes
´
ıas y Cristo?
Cuando Jes
´
us se bautiz
´
o,
se convirti
´
o en el Mes
´
ıas, o Cristo
¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
important
´
ısimo papel en el cumplimiento de las prome-
sas divinas. Tambi
´
en veremos que Jes
´
us puede bendecir-
nos incluso hoy en d
´
ıa. Seguramente, ya antes de que Jes
´
us
naciera, muchas personas se preguntaban: “¿Qui
´
en ser
´
a el
Mes
´
ıas?”.
5 En el siglo primero de nuestra era, los disc
´
ıpulos de
Jes
´
us de Nazaret estaban totalmente convencidos de que
´
el era el Mes
´
ıas predicho (Juan 1:41). Uno de ellos, Sim
´
on
Pedro, le dijo sin rodeos: “T
´
u eres el Cristo” (Mateo 16:16).
Ahora bien, ¿por qu
´
e estaban tan seguros aquellos disc
´
ıpu-
los de que Jes
´
us era en verdad el Mes
´
ıas prometido? ¿Y por
qu
´
e podemos estar seguros nosotros?
6 Los profetas de Dios que vivieron antes que Jes
´
us
predijeron muchos detalles que ayudar
´
ıan a identificar al
Mes
´
ıas. Por poner una comparaci
´
on: suponga que usted
tuviera que ir a buscar a un desconocido a una concurri-
da estaci
´
on de autobuses o de trenes, o a un aeropuerto.
¿Verdad que le vendr
´
ıa bien conocer algunas caracter
´
ısti-
cas de la persona? Pues bien, mediante los profetas b
´
ıbli-
cos, Jehov
´
a dio una descripci
´
on bastante detallada de lo
que har
´
ıa el Mes
´
ıas y de las cosas que le suceder
´
ıan. De este
modo, las personas fieles podr
´
ıan reconocerlo sin ninguna
duda cuando vieran cumplirse todas esas profec
´
ıas.
7 Veamos un par de ejemplos. El primero es el siguiente:
m
´
as de setecientos a
˜
nos antes de que ocurriera, el profeta
Miqueas predijo que el enviado prometido nacer
´
ıa en Be-
l
´
en, un peque
˜
no pueblo de la tierra de Jud
´
a (Miqueas 5:2).
Pues bien, ¿d
´
onde naci
´
o Jes
´
us? Justo en ese lugar (Mateo 2:
1, 3-9). El segundo ejemplo es la profec
´
ıa de Daniel 9:25,
que con muchos siglos de antelaci
´
on permit
´
ıa calcular el
5. ¿De qu
´
e estaban totalmente convencidos los disc
´
ıpulos de Jes
´
us?
6. ¿Qu
´
e comparaci
´
on nos permite entender c
´
omo ha ayudado Jeho-
v
´
a a las personas fieles a identificar al Mes
´
ıas?
7. Mencione dos de las profec
´
ıas que se cumplieron en Jes
´
us.
¿Qui
´
en es Jesucristo? 39
a
˜
no exacto en que se presentar
´
ıa el Mes
´
ıas: el a
˜
no 29 de
nuestra era.1 El cumplimiento de estas y otras profec
´
ıas de-
muestra que Jes
´
us era el Mes
´
ıas prometido.
8 A finales del a
˜
no 29 se demostr
´
o a
´
un m
´
as claramen-
te que Jes
´
us era el Mes
´
ıas. Fue entonces cuando
´
el le pidi
´
o
a Juan el Bautista que lo bautizara en el r
´
ıo Jord
´
an. Jeho-
v
´
a hab
´
ıa prometido a Juan que le dar
´
ıa una se
˜
nal para
que pudiera reconocer al Mes
´
ıas, y se la dio en el bautis-
mo de Jes
´
us. La Biblia relata: “Despu
´
es que Jes
´
us fue bau-
tizado, inmediatamente sali
´
o del agua; y, ¡mire!, los cielos
se abrieron, y
´
el vio descender como paloma el esp
´
ıritu de
Dios que ven
´
ıa sobre
´
el. ¡Mire! Tambi
´
en hubo una voz des-
de los cielos que dec
´
ıa: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien
he aprobado’” (Mateo 3:16, 17). Cuando Juan vio y escu-
ch
´
o aquello, no tuvo ninguna duda de que Jes
´
us era el en-
viado de Dios (Juan 1:32-34). Aquel d
´
ıa, cuando el esp
´
ıritu
santo —es decir, la fuerza activa de Dios— se derram
´
o sobre
´
el, Jes
´
us lleg
´
o a ser el Mes
´
ıas, o Cristo, la persona elegida
para ser Caudillo y Rey (Isa
´
ıas 55:4).
9 Las profec
´
ıas b
´
ıblicas que se han cumplido y el testi-
monio que Jehov
´
a mismo dio prueban claramente que Je-
s
´
us era el Mes
´
ıas prometido. Pero la Biblia contesta otras
dos preguntas importantes sobre Jesucristo: de d
´
onde vino
y qu
´
e clase de persona fue.
¿DE D
´
ONDE VINO JES
´
US?
10 La Biblia ense
˜
na que Jes
´
us vivi
´
o en el cielo antes de
venir a la Tierra. Por ejemplo, adem
´
as de predecir que el
1 En el ap
´
endice de este libro, p
´
ags. 197-199, se explica c
´
omo se
cumpli
´
o en Jes
´
us la profec
´
ıa de Daniel.
8, 9. ¿De qu
´
e manera se demostr
´
o m
´
as claramente en el bautismo
de Jes
´
us que
´
el era el Mes
´
ıas?
10. ¿Qu
´
e ense
˜
na la Biblia sobre la existencia de Jes
´
us antes de que
viniera a la Tierra?
40 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
Mes
´
ıas nacer
´
ıa en Bel
´
en, el profeta Miqueas indic
´
o que
su origen tuvo lugar en “tiempos tempranos” (Miqueas
5:2). De hecho, el propio Jes
´
us dijo en muchas ocasiones
que antes de nacer como hombre hab
´
ıa vivido en el cielo
(Juan 3:13; 6:38, 62; 17:4, 5). All
´
ı era una criatura espiritual
que disfrutaba de una relaci
´
on especial con Jehov
´
a.
11 Por muchas razones, Jes
´
us es el hijo m
´
as querido de
Jehov
´
a. La Biblia lo llama “el primog
´
enito de toda la crea-
ci
´
on”, pues
´
el fue lo primero que Dios cre
´
o (Colosen-
ses 1:15).1 Otra cosa que lo hace especial es el hecho de
ser el “Hijo unig
´
enito” (Juan 3:16). Esto significa que es el
´
unico a quien Dios cre
´
o directamente. Tambi
´
en es el
´
unico
que colabor
´
o con Jehov
´
a en la creaci
´
on de todas las dem
´
as
cosas (Colosenses 1:16). Adem
´
as, se le llama “la Palabra”
(Juan 1:14). Este t
´
ıtulo muestra que era el encargado de ha-
blar en nombre de su Padre. Seguramente daba mensajes
e instrucciones a los dem
´
as hijos de Dios, tanto a
´
angeles
como a seres humanos.
12 ¿Es el Hijo primog
´
enito igual a Dios, como algunos
creen? Eso no es lo que la Biblia ense
˜
na. Como vimos en
el p
´
arrafo anterior, el Hijo fue creado. Por lo tanto, es ob-
vio que tuvo un principio, mientras que Jehov
´
a no tiene
ni principio ni fin (Salmo 90:2). Al Hijo unig
´
enito ni si-
quiera se le ocurri
´
o tratar de igualarse a su Padre. La Bi-
blia ense
˜
na claramente que el Padre es mayor que el Hijo
(Juan 14:28; 1 Corintios 11:3). Solo Jehov
´
a es el “Dios
1 A Jehov
´
a se le llama Padre porque es el Creador (Isa
´
ıas 64:8).
Puesto que Jes
´
us fue creado por Dios, recibe el nombre de Hijo de
Dios. Por la misma raz
´
on, a otros esp
´
ıritus e incluso a Ad
´
an se les lla-
ma hijos de Dios (Job 1:6; Lucas 3:38).
11. ¿C
´
omo muestra la Biblia que Jes
´
us es el Hijo m
´
as querido de
Jehov
´
a?
12. ¿Qu
´
e pruebas tenemos de que el Hijo primog
´
enito no es igual a
Dios?
¿Qui
´
en es Jesucristo? 41
Todopoderoso” (G
´
enesis 17:1). Por consiguiente, no tiene
igual.1
13 Jehov
´
a y su Hijo primog
´
enito disfrutaron de una rela-
ci
´
on muy estrecha durante millones y millones de a
˜
nos,
mucho antes de la creaci
´
on de las estrellas y la Tierra. ¡Qu
´
e
gran amor deben de haberse tenido! (Juan 3:35; 14:31.)
Este Hijo querido era tal como su Padre. Por esa raz
´
on, la
Biblia dice que
´
el es “la imagen del Dios invisible” (Colo-
senses 1:15). En efecto, igual que los hijos suelen parecer-
se a sus padres de muchas maneras, este Hijo celestial de
Dios tambi
´
en reflejaba las cualidades y la personalidad de
su Padre.
14 El Hijo unig
´
enito de Jehov
´
a dej
´
o voluntariamente el
cielo para venir a la Tierra y ser hombre. Pero quiz
´
a
usted se pregunte: “¿C
´
omo fue posible que un esp
´
ıritu na-
ciera como ser humano?”. Pues bien, Jehov
´
a realiz
´
o un mi-
lagro. Hizo que la vida de su Hijo primog
´
enito, que estaba
en el cielo, pasara a la matriz de una virgen jud
´
ıa llama-
da Mar
´
ıa. Puesto que no intervino ning
´
un padre humano,
ella dio a luz un hijo perfecto, al que puso por nombre
Jes
´
us (Lucas 1:30-35).
¿QU
´
E CLASE DE PERSONA FUE JES
´
US?
15 Todo lo que Jes
´
us hizo y dijo mientras estuvo en la
Tierra nos ayuda a conocerlo bien. Y, lo que es m
´
as, por
medio de
´
el podemos conocer mejor a Jehov
´
a. ¿De qu
´
e
1 En el ap
´
endice de este libro, p
´
ags. 201-204, hallar
´
a m
´
as pruebas
de que el Hijo primog
´
enito no es igual a Dios.
13. ¿Qu
´
e quiere decir la Biblia cuando afirma que el Hijo es “la ima-
gen del Dios invisible”?
14. ¿De qu
´
e manera lleg
´
o a nacer como hombre el Hijo unig
´
enito de
Jehov
´
a?
15. ¿De qu
´
e manera llegamos a conocer mejor a Jehov
´
a por medio
de Jes
´
us?
42 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
manera? Recuerde que este Hijo es la viva imagen de su Pa-
dre. Por eso le dijo a uno de sus disc
´
ıpulos: “El que me ha
visto a m
´
ı ha visto al Padre tambi
´
en” (Juan 14:9). En los
cuatro libros de la Biblia que se conocen como los Evan-
gelios —Mateo, Marcos, Lucas y Juan—, hallamos mucha
informaci
´
on sobre la vida, las obras y las cualidades de Je-
sucristo.
16 A Jes
´
us se le llamaba “Maestro” (Juan 1:38; 13:13).
¿Qu
´
e era lo que ense
˜
naba? Principalmente, proclamaba
el mensaje de “las buenas nuevas del reino”, es decir, las
buenas noticias sobre el Reino de Dios. Este gobierno re-
gir
´
a toda la Tierra desde el cielo y derramar
´
a un sinf
´
ın
de bendiciones sobre los seres humanos que sean fieles a
Dios (Mateo 4:23). ¿De qui
´
en proced
´
ıa este mensaje? Je-
s
´
us mismo lo dijo: “Lo que yo ense
˜
no no es m
´
ıo, sino que
pertenece al que me ha enviado”, o sea, a Jehov
´
a (Juan
7:16). El Hijo sab
´
ıa que su Padre deseaba que la gente oye-
ra las buenas nuevas del Reino de Dios. En el cap
´
ıtulo 8
veremos m
´
as detalles acerca de este gobierno y de lo que
lograr
´
a.
17 ¿D
´
onde ense
˜
naba Jes
´
us? En cualquier lugar donde hu-
biera gente: tanto en el campo como en las ciudades,
los pueblos, los mercados y las casas. Jes
´
us no se sen-
taba a esperar a que las personas acudieran a
´
el, sino que
iba a buscarlas (Marcos 6:56; Lucas 19:5, 6). ¿Por qu
´
e de-
dic
´
o tanto tiempo y esfuerzo a predicar y ense
˜
nar? Porque
esa era la voluntad de su Padre, y Jes
´
us siempre la cum-
pli
´
o (Juan 8:28, 29). Pero hab
´
ıa otra raz
´
on, y era que sen-
t
´
ıa compasi
´
on por las multitudes que iban a verlo (Mateo
9:35, 36). Los l
´
ıderes religiosos deber
´
ıan haberles ense-
˜
nado la verdad sobre Dios y sus prop
´
ositos, pero las hab
´
ıan
16. ¿Cu
´
al fue el principal mensaje de Jes
´
us, y de qui
´
en proced
´
ıan sus
ense
˜
nanzas?
17. ¿D
´
onde ense
˜
naba Jes
´
us, y por qu
´
e se esforz
´
o tanto por hacerlo?
¿Qui
´
en es Jesucristo? 43
dejado abandonadas. Sin embargo, Jes
´
us sab
´
ıa cu
´
anto ne-
cesitaban escuchar el mensaje del Reino.
18 Jes
´
us fue un hombre tierno, cari
˜
noso y de gran cora-
z
´
on. Trataba a la gente con sencillez y amabilidad, y hasta
los ni
˜
nos se sent
´
ıan c
´
omodos a su lado (Marcos 10:13-16).
No mostraba favoritismo. Odiaba la corrupci
´
on y la injus-
ticia (Mateo 21:12, 13). En una
´
epoca en la que se mostra-
ba poco respeto y consideraci
´
on a las mujeres,
´
el las trat
´
o
con dignidad (Juan 4:9, 27). Jes
´
us era humilde de verdad.
En cierta ocasi
´
on les lav
´
o los pies a los ap
´
ostoles, una tarea
que sol
´
ıan realizar los criados de menor categor
´
ıa.
19 Jes
´
us sent
´
ıa compasi
´
on por las personas que sufr
´
ıan,
como lo demostr
´
o especialmente cuando realiz
´
o curacio-
nes milagrosas con el poder del esp
´
ıritu de Dios (Mateo
18. ¿Qu
´
e cualidades de Jes
´
us le atraen m
´
as?
19. ¿Qu
´
e ejemplo muestra que Jes
´
us sent
´
ıa compasi
´
on por las perso-
nas que sufr
´
ıan?
Jes
´
us predicaba en cualquier lugar
donde hubiera gente
14:14). Por ejemplo, un leproso lo busc
´
o y le dijo: “Si tan
solo quieres, puedes limpiarme”. Jes
´
us sinti
´
o en su propio
coraz
´
on el sufrimiento de aquel hombre. Compadecido,
extendi
´
o la mano, lo toc
´
o y le dijo: “Quiero. S
´
e limpio”.
¡Y el enfermo san
´
o! (Marcos 1:40-42.) ¿Se imagina usted
c
´
omo debi
´
o sentirse aquella persona?
FIEL HASTA EL FINAL
20 Jes
´
us es el mejor ejemplo de obediencia y lealtad a
Dios. En toda circunstancia permaneci
´
o fiel a su Padre ce-
lestial, a pesar de soportar todo tipo de oposici
´
on y sufri-
mientos. Rechaz
´
o con firmeza las tentaciones de Satan
´
as
(Mateo 4:1-11). Hubo un tiempo en que algunos de sus
propios parientes no creyeron en
´
el. Incluso llegaron a de-
cir: “Ha perdido el juicio” (Marcos 3:21). Pero Jes
´
us no se
20, 21. ¿Por qu
´
e podemos decir que Jes
´
us es el mejor ejemplo de
obediencia y lealtad a Dios?
45
desanim
´
o y sigui
´
o efectuando la obra de Dios. Cuando sus
adversarios lo insultaron y agredieron, siempre supo con-
tenerse y no intent
´
o hacerles da
˜
no (1 Pedro 2:21-23).
21 Jes
´
us fue fiel hasta la muerte, una muerte cruel y do-
lorosa a manos de sus enemigos (Filipenses 2:8). Piense
en lo que soport
´
o el
´
ultimo d
´
ıa de su vida como hombre.
Tuvo que aguantar que las autoridades lo arrestaran, que
testigos falsos lo acusaran, que jueces corruptos lo conde-
naran, que la gente se burlara de
´
el y que los soldados lo
torturaran. Clavado en el madero, exclam
´
o con su
´
ultimo
aliento: “¡Se ha realizado!” (Juan 19:30). Tres d
´
ıas despu
´
es,
su Padre celestial lo resucit
´
o como criatura espiritual (1 Pe-
dro 3:18). Al cabo de pocas semanas regres
´
o al cielo, don-
de “se sent
´
o a la diestra de Dios” a la espera de recibir el
poder para reinar (Hebreos 10:12, 13).
22 ¿Qu
´
e logr
´
o Jes
´
us al permanecer fiel hasta el final?
Su muerte abri
´
o el camino para que podamos vivir eterna-
mente en un para
´
ıso terrestre, tal como Jehov
´
a se propuso
desde un principio. En el pr
´
oximo cap
´
ıtulo veremos c
´
omo
logra la muerte de Jes
´
us que esta esperanza se haga realidad.
22. ¿Qu
´
e logr
´
o Jes
´
us al permanecer fiel hasta el final?
LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
ˇ Tanto las profec
´
ıas b
´
ıblicas que se cumplieron
en Jes
´
us como el testimonio que Jehov
´
a mis-
mo dio prueban que
´
el es el Mes
´
ıas, o Cristo
(Mateo 16:16).
ˇ Jes
´
us vivi
´
o en el cielo como criatura espiritual
mucho antes de venir a la Tierra (Juan 3:13).
ˇ Jes
´
us fue un maestro, un hombre tierno y
cari
˜
noso, y un ejemplo de obediencia perfecta
a Dios (Mateo 9:35, 36).
46 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
¿CU
´
AL es el mejor regalo que usted ha recibido? Un rega-
lo no tiene que ser caro para ser valioso. Al fin y al cabo,
su verdadera importancia no siempre depende de cu
´
anto
haya costado. M
´
as bien, es valioso para usted si lo hace fe-
liz o si llena una verdadera necesidad en su vida.
2 De los muchos obsequios que pudieran hacerle, hay
uno que supera a todos los dem
´
as. Es un regalo de Dios
para la humanidad. Es cierto que Jehov
´
a nos ha dado mu-
chas cosas, pero la m
´
as importante es el rescate: el sacri-
ficio de su Hijo, Jesucristo (Mateo 20:28). Como veremos
en este cap
´
ıtulo, el rescate es el regalo m
´
as valioso que he-
mos recibido, pues nos da la oportunidad de ser inmensa-
mente felices y de obtener lo que de verdad necesitamos.
En realidad, es la mayor prueba del amor que Jehov
´
a nos
tiene a cada uno de nosotros.
¿QU
´
E ES EL RESCATE?
3 En pocas palabras, el rescate es el medio que Jehov
´
a
1, 2. a) ¿Qu
´
e hace que un regalo sea valioso para usted? b) ¿Por qu
´
e
es el rescate el regalo m
´
as valioso que hemos recibido?
3. ¿Qu
´
e es el rescate, y qu
´
e tenemos que comprender para hacernos
una idea del gran valor de este regalo?
CAP
´
ITULO 5
El rescate,
el mayor regalo de Dios
¿Qu
´
e es el rescate?
¿C
´
omo lo proporcion
´
o Dios?
¿C
´
omo puede beneficiarle a usted?
¿C
´
omo puede demostrar que lo agradece?
emplea para liberar, o salvar, del pecado y la muerte a la
humanidad (Efesios 1:7). La clave para entender esta ense-
˜
nanza b
´
ıblica est
´
a en lo que sucedi
´
o en el jard
´
ın de Ed
´
en.
Solo si comprendemos qu
´
e fue lo que Ad
´
an perdi
´
o al pe-
car, nos haremos una idea del gran valor que tiene para
nosotros el rescate.
4 Cuando Jehov
´
a cre
´
o a Ad
´
an, le dio algo valios
´
ısimo:
la vida humana perfecta. Piense en lo que eso significaba
para
´
el. Con un cuerpo y una mente perfectos, nunca se
enfermar
´
ıa, envejecer
´
ıa ni morir
´
ıa. Adem
´
as, disfrutaba de
una relaci
´
on especial con Jehov
´
a. La Biblia dice que Ad
´
an
era “hijo de Dios” (Lucas 3:38). Por lo tanto, entre Dios y
Ad
´
an exist
´
ıa una relaci
´
on muy estrecha, como la que existe
entre un padre cari
˜
noso y su hijo. En efecto, el Creador se
comunicaba con su hijo terrestre, le encargaba tareas que
lo har
´
ıan feliz y le explicaba qu
´
e esperaba de
´
el (G
´
enesis 1:
28-30; 2:16, 17).
5 Ad
´
an fue hecho “a la imagen de Dios” (G
´
enesis 1:27).
Esto no quiere decir que tuviera la misma apariencia que
Dios. Como aprendimos en el cap
´
ıtulo 1 de este libro,
Jehov
´
a es un esp
´
ıritu invisible (Juan 4:24). De modo que
´
el no tiene un cuerpo de carne y hueso. Por lo tanto,
Ad
´
an estaba hecho a la imagen de Dios en otro senti-
do, en el sentido de que hab
´
ıa sido creado con cualidades
como las que tiene Dios: amor, sabidur
´
ıa, justicia y po-
der, entre otras. Adem
´
as, era como su Padre en otro im-
portante aspecto: ten
´
ıa libre albedr
´
ıo, es decir, pod
´
ıa tomar
sus propias decisiones. As
´
ı que no era ninguna m
´
aquina,
que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabrica-
da o programada. Al contrario, pod
´
ıa decidir por s
´
ı mismo
y escoger entre el bien y el mal. Si hubiera elegido obede-
4. ¿Qu
´
e significaba para Ad
´
an tener una vida humana perfecta?
5. ¿Qu
´
e quiere decir la Biblia cuando indica que Ad
´
an estaba hecho
“a la imagen de Dios”?
48 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
cer a Dios, habr
´
ıa vivido para siempre en el Para
´
ıso terres-
tre.
6 Est
´
a claro que Ad
´
an pag
´
o muy cara la desobediencia a
Dios, pues fue condenado a muerte. Aquel pecado le cos-
t
´
o la vida humana perfecta con todos sus beneficios (G
´
e-
nesis 3:17-19). Por desgracia, Ad
´
an no solo la perdi
´
o para
´
el, sino tambi
´
en para sus futuros descendientes. La Pala-
bra de Dios dice: “Por medio de un solo hombre [es decir,
Ad
´
an] el pecado entr
´
o en el mundo, y la muerte mediante
el pecado, y as
´
ı la muerte se extendi
´
o a todos los hombres
porque todos hab
´
ıan pecado” (Romanos 5:12). En efecto,
todos nosotros hemos heredado de Ad
´
an el pecado. Por
eso, la Biblia explica que Ad
´
an nos ha “vendido” junto
con
´
el, haci
´
endonos esclavos del pecado y la muerte (Ro-
manos 7:14). Para Ad
´
an y Eva no exist
´
ıa ninguna esperan-
za, pues ellos hab
´
ıan desobedecido a Dios por voluntad
propia. Sin embargo, ¿qu
´
e suceder
´
ıa con sus descendien-
tes, entre ellos nosotros?
7 Jehov
´
a decidi
´
o salvar a la humanidad mediante el
rescate. ¿En qu
´
e consiste un rescate? B
´
asicamente, en dos
cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para re-
cuperar una cosa o liberar a una persona, como un
reh
´
en, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia,
un rescate es el precio que cubre, o paga, el costo de algo,
como los da
˜
nos sufridos por una persona. Por ejemplo, si
alguien provocaba un accidente, ten
´
ıa que pagar la can-
tidad justa que correspond
´
ıa al valor de los da
˜
nos produ-
cidos.
8 Tal como hemos visto, Ad
´
an nos caus
´
o a todos noso-
tros una enorme p
´
erdida. ¿C
´
omo ser
´
ıa posible cubrir el
costo de tal p
´
erdida y liberarnos de la esclavitud del pecado
6. ¿Qu
´
e perdi
´
o Ad
´
an cuando desobedeci
´
o a Dios, y qu
´
e consecuen-
cias tuvo esto para sus descendientes?
7, 8. B
´
asicamente, ¿en qu
´
e dos cosas consiste un rescate?
El rescate, el mayor regalo de Dios 49
y la muerte? Veamos el rescate que proporcion
´
o Jehov
´
a y
de qu
´
e manera puede beneficiarle a usted.
¿C
´
OMO PROPORCION
´
O JEHOV
´
A
EL RESCATE?
9 Lo que se perdi
´
o fue una vida humana perfecta. Por
eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de nin-
g
´
un ser humano imperfecto (Salmo 49:7, 8). Se necesitaba
un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se ha-
b
´
ıa perdido. As
´
ı lo se
˜
nalaba el principio de justicia perfec-
ta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese
principio, hab
´
ıa que entregar “alma [...] por alma” (Deu-
teronomio 19:21). Por lo tanto, ¿qu
´
e podr
´
ıa cubrir o pa-
gar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Ad
´
an
perdi
´
o? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era
otra vida humana perfecta (1 Timoteo 2:6).
10 ¿C
´
omo proporcion
´
o Jehov
´
a el rescate? Envi
´
o a la
Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero
no envi
´
o a cualquiera de ellos, sino al que m
´
as amaba: su
Hijo unig
´
enito (1 Juan 4:9, 10). Este dej
´
o de buena gana su
hogar celestial (Filipenses 2:7). Como vimos en el cap
´
ıtulo
anterior, Jehov
´
a realiz
´
o un milagro al hacer que la vida de
su Hijo pasara a la matriz de Mar
´
ıa. Gracias al esp
´
ıritu san-
to de Dios, Jes
´
us naci
´
o como ser humano perfecto, libre de
la condena del pecado (Lucas 1:35).
11 ¿C
´
omo es posible que un solo hombre fuera el rescate
de muchos, s
´
ı, de millones de seres humanos? Pues bien,
¿c
´
omo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerde que
Ad
´
an pec
´
o y de este modo perdi
´
o una posesi
´
on muy valio-
sa: la vida humana perfecta, una posesi
´
on que ya no pudo
pasar a sus descendientes. Lo
´
unico que pudo transmitir-
9. ¿Qu
´
e clase de rescate se necesitaba?
10. ¿C
´
omo proporcion
´
o Jehov
´
a el rescate?
11. ¿C
´
omo es posible que un solo hombre fuera el rescate de millo-
nes de personas?
50 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
les fue el pecado y la muerte. Jes
´
us, a quien la Biblia llama
“el
´
ultimo Ad
´
an”, ten
´
ıa una vida humana perfecta y nun-
ca pec
´
o (1 Corintios 15:45). En cierto modo, Jes
´
us tom
´
o el
lugar de Ad
´
an para salvarnos. Obedeci
´
o a la perfecci
´
on a su
Padre y sacrific
´
o, o entreg
´
o, su vida perfecta. As
´
ı pag
´
o el
precio necesario para cubrir el pecado de Ad
´
an y nos dio
una esperanza a sus descendientes (Romanos 5:19; 1 Co-
rintios 15:21, 22).
12 La Biblia relata en detalle los sufrimientos que sopor-
t
´
o Jes
´
us antes de morir. Con gran crueldad, lo azotaron
y lo clavaron en un madero de tormento, conden
´
ando-
lo a una muerte horrible (Juan 19:1, 16-18, 30; consulte
el ap
´
endice, p
´
aginas 204 a 206). ¿Por qu
´
e tuvo que sufrir
tanto? Como veremos en otro cap
´
ıtulo, Satan
´
as ha pues-
to en duda que haya un solo ser humano que permanezca
fiel a Jehov
´
a si se le somete a prueba. Al aguantar fielmen-
te a pesar de aquel terrible sufrimiento, Jes
´
us dio la mejor
respuesta posible al desaf
´
ıo de Satan
´
as. Demostr
´
o que un
hombre perfecto, que tenga libre albedr
´
ıo, puede ser to-
talmente fiel a Jehov
´
a, sin importar las dificultades que le
cause el Diablo. ¡Cu
´
anto tuvo que alegrarse Dios al ver la
lealtad de su amado Hijo! (Proverbios 27:11.)
13 ¿C
´
omo se pag
´
o el rescate? El d
´
ıa 14 del mes jud
´
ıo de
nis
´
an del a
˜
no 33 de nuestra era, Dios permiti
´
o que ejecu-
taran a su Hijo, que era perfecto y, por lo tanto, no ten
´
ıa
pecado. De esta forma, Jes
´
us sacrific
´
o “una vez para siem-
pre” su vida humana perfecta (Hebreos 10:10). Al tercer
d
´
ıa de su muerte, Jehov
´
a lo resucit
´
o como criatura espiri-
tual. En los cielos, Jes
´
us present
´
o a su Padre el valor de su
vida humana perfecta, la cual hab
´
ıa ofrecido en sacrificio
para rescatar a los descendientes de Ad
´
an (Hebreos 9:24).
Jehov
´
a acept
´
o el valor del sacrificio de Jes
´
us, y as
´
ı aquel
12. ¿Qu
´
e demostr
´
o Jes
´
us con todo lo que sufri
´
o?
13. ¿C
´
omo se pag
´
o el rescate?
El rescate, el mayor regalo de Dios 51
Jehov
´
a dio
a su Hijo unig
´
enito
como rescate
por nosotros
sacrificio sirvi
´
o como el rescate necesario para liberar a la
humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte (Roma-
nos 3:23, 24).
¿C
´
OMO PUEDE BENEFICIARLE A USTED
EL RESCATE?
14 Gracias al rescate podemos disfrutar de maravillosas
bendiciones a pesar de ser pecadores. Veamos algunos be-
neficios presentes y futuros del mayor regalo que Dios nos
ha hecho.
15 El perd
´
on de los pecados. Como hemos heredado la
imperfecci
´
on, para nosotros es una verdadera lucha ha-
cer el bien. Todos pecamos, sea con nuestras palabras
o con nuestras obras. Pues bien, gracias al sacrificio
de Jes
´
us podemos obtener “el perd
´
on de nuestros peca-
dos” (Colosenses 1:13, 14). Sin embargo, para ello debe-
mos arrepentirnos de coraz
´
on. Tambi
´
en tenemos que
pedirle humildemente a Jehov
´
a que nos perdone toman-
do como base nuestra fe en el sacrificio de su Hijo (1 Juan
1:8, 9).
16 Una conciencia limpia ante Dios. La conciencia culpa-
ble nos deja sin esperanza y con el sentimiento de que
no valemos nada. Pero gracias al rescate, Jehov
´
a nos perdo-
na y tiene la bondad de permitir que, aun siendo imper-
fectos, lo adoremos con la conciencia limpia (Hebreos 9:
13, 14). De este modo, tenemos confianza para hablar con
´
el, o sea, para orarle con toda libertad (Hebreos 4:14-16).
Adem
´
as, al mantener la conciencia limpia, disfrutamos de
tranquilidad mental, nos sentimos bien con nosotros mis-
mos y somos m
´
as felices.
14, 15. ¿Qu
´
e debemos hacer para recibir “el perd
´
on de nuestros pe-
cados”?
16. ¿Por qu
´
e podemos adorar a Dios con la conciencia limpia, y c
´
omo
nos beneficia tener la conciencia limpia?
El rescate, el mayor regalo de Dios 53
17 La esperanza de vivir eternamente en un para
´
ıso te-
rrestre. “El salario que el pecado paga es muerte”, dice Ro-
manos 6:23. Ahora bien, ese mismo vers
´
ıculo a
˜
nade: “Pero
el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jes
´
us nuestro
Se
˜
nor”. En el cap
´
ıtulo 3 de este libro vimos las bendiciones
del Para
´
ıso terrestre que se aproxima (Revelaci
´
on [Apoca-
lipsis] 21:3, 4). Todas esas bendiciones, incluida la de vivir
para siempre con salud perfecta, ser
´
an posibles porque Je-
s
´
us muri
´
o por nosotros. Para recibirlas, debemos demos-
trar que agradecemos el regalo del rescate.
¿C
´
OMO PUEDE USTED MOSTRAR
SU AGRADECIMIENTO?
18 ¿Por qu
´
e debemos estar profundamente agradecidos
a Jehov
´
a por el rescate? Pues bien, un regalo es m
´
as valio-
so cuando la persona que lo hace ha tenido que sacrifi-
car tiempo, energ
´
ıas o dinero para d
´
arnoslo. Adem
´
as, nos
conmueve porque es una prueba del amor sincero que
17. ¿Qu
´
e bendiciones ser
´
an posibles porque Jes
´
us muri
´
o por noso-
tros?
18. ¿Por qu
´
e debemos estar agradecidos a Jehov
´
a por el regalo del
rescate?
Una forma en
que usted puede
demostrar que
agradece el regalo
del rescate es
esforz
´
andose por
conocer mejor
a Jehov
´
a
nos tiene. Por lo tanto, el rescate es el regalo m
´
as valio-
so de todos, ya que Dios hizo el mayor de los sacrifi-
cios. “Tanto am
´
o Dios al mundo que dio a su Hijo
unig
´
enito”, dice Juan 3:16. El rescate es la prueba m
´
as
sobresaliente del amor que Jehov
´
a nos tiene. Tambi
´
en es
prueba de cu
´
anto nos ama Jes
´
us, quien estuvo muy dis-
puesto a entregar la vida por nosotros (Juan 15:13).
En efecto, el regalo del rescate debe convencernos de que
Jehov
´
a y su Hijo nos quieren a cada uno de nosotros (G
´
ala-
tas 2:20).
19 Entonces, ¿de qu
´
e maneras demostrar
´
a usted que
agradece el regalo divino del rescate? Para empezar, co-
nozca mejor a Aquel que lo dio, Jehov
´
a (Juan 17:3).
Puede lograrlo si estudia la Biblia con la ayuda de esta pu-
blicaci
´
on. Cuanto m
´
as conozca a Jehov
´
a, m
´
as lo amar
´
a.
Y cuanto m
´
as lo ame, m
´
as desear
´
a complacerlo (1 Juan
5:3).
20 Tenga fe en el rescate. La Biblia dice respecto a Jes
´
us:
“El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).
¿C
´
omo podemos ejercer, o demostrar, fe en Jes
´
us? No solo
con palabras. Como indica Santiago 2:26, “la fe sin obras
est
´
a muerta”. En efecto, la fe verdadera se demuestra con
obras. Una manera de probar que tenemos fe en Jes
´
us es
haciendo lo posible por imitarlo, tanto en lo que decimos
como en lo que hacemos (Juan 13:15).
21 Asista a la celebraci
´
on anual de la Cena del Se
˜
nor.
La noche del 14 de nis
´
an del a
˜
no 33, Jes
´
us estableci
´
o una
celebraci
´
on especial que la Biblia llama “la cena del Se-
˜
nor” (1 Corintios 11:20; Mateo 26:26-28). Tambi
´
en se la
conoce como la Conmemoraci
´
on de la muerte de Cristo.
19, 20. ¿De qu
´
e maneras puede usted demostrar que agradece el re-
galo divino del rescate?
21, 22. a) ¿Por qu
´
e debemos asistir a la celebraci
´
on anual de la Cena
del Se
˜
nor? b) ¿Qu
´
e veremos en los cap
´
ıtulos 6 y 7?
El rescate, el mayor regalo de Dios 55
La estableci
´
o Jes
´
us para ayudar a sus ap
´
ostoles y a todos los
cristianos verdaderos a recordar algo importante: al morir,
´
el entreg
´
o como rescate su alma, es decir, su vida huma-
na perfecta. Jes
´
us mismo se refiri
´
o a esta celebraci
´
on cuan-
do dio este mandato: “Sigan haciendo esto en memoria
de m
´
ı” (Lucas 22:19). La Conmemoraci
´
on nos recuerda
el gran amor que Jehov
´
a y Jes
´
us nos han mostrado ha-
ciendo posible el rescate. Al asistir a esta celebraci
´
on anual,
tambi
´
en demostramos nuestro agradecimiento por el res-
cate.1
22 El rescate es un regalo de incalculable valor que nos
hace Jehov
´
a (2 Corintios 9:14, 15). De hecho, puede bene-
ficiar incluso a las personas que han muerto, como vere-
mos en los cap
´
ıtulos 6 y 7.
1 En el ap
´
endice, p
´
ags. 206-208, hallar
´
a m
´
as informaci
´
on sobre el
significado de la Cena del Se
˜
nor.
LO QUE LA BIBLIA ENSE
˜
NA
ˇ El rescate es el medio que Jehov
´
a utiliza para
liberar del pecado y la muerte a la humanidad
(Efesios 1:7).
ˇ Jehov
´
a proporcion
´
o el rescate enviando
a la Tierra a su Hijo unig
´
enito para que
muriera por nosotros (1 Juan 4:9, 10).
ˇ Gracias al rescate tenemos el perd
´
on de los
pecados, una conciencia limpia y la esperanza
de vivir eternamente (1 Juan 1:8, 9).
ˇ Podemos demostrar que agradecemos el
rescate conociendo mejor a Jehov
´
a, teniendo
fe en el sacrificio de Jes
´
us y asistiendo a
la Cena del Se
˜
nor (Juan 3:16).
56 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
ESTAS preguntas, que la gente se ha hecho por miles de
a
˜
nos, son fundamentales. Y las respuestas nos interesan a
todos, sin importar qui
´
enes seamos ni d
´
onde vivamos.
2 En el cap
´
ıtulo anterior vimos que el rescate —el sacrifi-
cio de Jesucristo— abri
´
o el camino para que podamos vivir
eternamente. Tambi
´
en vimos que la Biblia promete que “la
muerte no ser
´
a m
´
as” (Revelaci
´
on [Apocalipsis] 21:4). Pero
mientras llega ese d
´
ıa, todos morimos. Como dijo el sabio
rey Salom
´
on, “los vivos tienen conciencia de que morir
´
an”
(Eclesiast
´
es 9:5). Intentamos vivir lo m
´
aximo posible, pero
seguimos pregunt
´
andonos qu
´
e nos suceder
´
a al morir.
3 Cuando nos toca llorar la p
´
erdida de seres amados,
quiz
´
a pensemos: “¿Qu
´
e ha pasado con ellos? ¿Est
´
an sufrien-
do? ¿Nos cuidan de alg
´
un modo? ¿Podemos ayudarlos?
¿Los volveremos a ver?”. Las religiones del mundo ofrecen
distintas respuestas. Algunas ense
˜
nan que los buenos van
al cielo, y los malos a un lugar de tormento. Otras dicen
que pasamos al reino de los esp
´
ıritus para estar con nuestros
antepasados. Y hay religiones que afirman que entramos en
el mundo de los muertos para ser juzgados y despu
´
es nos
reencarnamos, es decir, volvemos a nacer en otro cuerpo.
1-3. ¿Qu
´
e preguntas se hace la gente sobre la muerte, y qu
´
e respues-
tas ofrecen muchas religiones?
CAP
´
ITULO 6
¿D
´
onde est
´
an los muertos?
¿Qu
´
e nos sucede al morir?
¿Por qu
´
e morimos?
¿Nos servir
´
ıa de consuelo aprender
la verdad sobre la muerte?
4 Esas creencias comparten una idea b
´
asica: que una par-
te de nosotros sigue viviendo cuando el cuerpo muere. Casi
todas las religiones, tanto del pasado como del presente,
afirman que, de una u otra forma, continuamos viviendo
para siempre y conservamos la capacidad de ver, o
´
ır y pen-
sar. Pero ¿c
´
omo puede ser eso posible? Los sentidos, lo mis-
mo que el pensamiento, dependen del cerebro, el cual deja
de funcionar cuando fallecemos. Nuestros recuerdos, sen-
timientos y sensaciones no se mantienen vivos por s
´
ı solos
de alg
´
un modo misterioso. Es imposible que lo hagan, pues
dejan de existir cuando el cerebro se destruye.
¿QU
´
E SUCEDE REALMENTE AL MORIR?
5 Lo que sucede cuando fallecemos no es ning
´
un miste-
rio para Jehov
´
a, el Creador del cerebro.
´
El conoce la verdad,
y en su Palabra, la Biblia, explica en qu
´
e estado se encuen-
tran los difuntos. All
´
ı se ense
˜
na con toda claridad este he-
cho: cuando una persona muere, deja de existir. La muerte
es lo contrario de la vida, de modo que los muertos no ven
ni oyen ni piensan. Ni una sola parte de nosotros sigue
viviendo cuando muere el cuerpo. En efecto, no poseemos
un alma o esp
´
ıritu inmortal.1
6 Despu
´
es de afirmar que los vivos saben que morir
´
an,
Salom
´
on escribi
´
o que “los muertos [...] no tienen concien-
cia de nada en absoluto”. Entonces ampli
´
o esa verdad funda-
mental al decir que no pueden amar ni odiar y que “no hay
trabajo ni formaci
´
on de proyectos ni conocimiento ni sabi-
dur
´
ıa en el [sepulcro]” (Eclesiast
´
es 9:5, 6, 10). De igual
modo, Salmo 146:4 dice que cuando alguien muere, “pere-
cen sus pensamientos”; en efecto, se acaban por completo.
1 En el ap
´
endice, p
´
ags. 208-211, se explica el significado de las pa-
labras alma y esp
´
ıritu.
4. ¿Qu
´
e idea b
´
asica sobre la muerte comparten muchas religiones?
5, 6. Seg
´
un la Biblia, ¿en qu
´
e estado se encuentran los muertos?
58 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
Lo cierto es que somos mortales y no se-
guimos viviendo despu
´
es de la muerte del
cuerpo. Nuestra vida es como la llama de
una vela. Cuando se apaga, no va a ning
´
un
sitio, sino que sencillamente deja de existir.
LO QUE DIJO JES
´
US
SOBRE LA MUERTE
7 Refiri
´
endose a un amigo suyo que ha-
b
´
ıa fallecido, Jesucristo mencion
´
o el estado
en que se encuentran los muertos. Prime-
ro dijo a sus disc
´
ıpulos: “Nuestro amigo L
´
a-
zaro est
´
a descansando”. Ellos entendieron
que estaba durmiendo, recuper
´
andose de
una enfermedad. Pero se equivocaban,
pues Jes
´
us les aclar
´
o a continuaci
´
on: “L
´
a-
zaro ha muerto” (Juan 11:11-14). Observe
que Jes
´
us compar
´
o la muerte a descansar y
dormir. Su amigo no estaba ni en el cielo ni en un in-
fierno ardiente. No se hab
´
ıa reunido con los
´
angeles ni con
sus antepasados, ni tampoco hab
´
ıa vuelto a nacer como una
persona distinta. Descansaba en la muerte, como si durmie-
ra profundamente, pero sin so
˜
nar. Otros textos b
´
ıblicos tam-
bi
´
en dicen que estar muerto es comparable a estar dormido.
Por ejemplo, cuando mataron a pedradas al disc
´
ıpulo Este-
ban, la Biblia dice que “se durmi
´
o” (Hechos 7:60). De la mis-
ma forma, el ap
´
ostol Pablo escribi
´
o que algunas personas de
su d
´
ıa se hab
´
ıan “dormido” en la muerte (1 Corintios 15:6).
8 ¿Era el prop
´
osito de Dios que la gente muriera?
Ni mucho menos. Jehov
´
a hizo al hombre para vivir eterna-
mente en la Tierra. Como ya hemos aprendido en este libro,
Dios coloc
´
o a nuestros primeros padres en un hermoso
7. ¿Qu
´
e nos ense
˜
na sobre la muerte la comparaci
´
on que hizo Jes
´
us?
8. ¿Por qu
´
e podemos estar seguros de que no era el prop
´
osito de Dios
que la gente muriera?
¿Ad
´
onde se fue
la llama?
¿D
´
onde est
´
an los muertos?
para
´
ıso y los bendijo con salud perfecta. Sin duda quer
´
ıa lo
mejor para ellos. ¿Acaso hay alg
´
un padre amoroso que desee
que sus hijos pasen por los dolores de la vejez y la muerte?
¡Claro que no! Pues bien, Jehov
´
a amaba a sus hijos y desea-
ba que fueran felices en la Tierra para siempre. De hecho,
la Biblia dice que Dios ha puesto “el tiempo indefinido [...]
en el coraz
´
on” de los seres humanos (Eclesiast
´
es 3:11). As
´
ı
es, nos ha creado con el deseo de vivir para siempre, y ha
abierto el camino para que ese deseo se haga realidad.
Jehov
´
a hizo
a los seres humanos
para que vivieran
eternamente en la Tierra
60 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
¿POR QU
´
E MORIMOS?
9 Entonces, ¿por qu
´
e morimos? Para hallar la respuesta te-
nemos que examinar lo que ocurri
´
o cuando solo hab
´
ıa un
hombre y una mujer en la Tierra. La Biblia explica: “Jeho-
v
´
a Dios hizo crecer del suelo todo
´
arbol deseable a la vista
de uno y bueno para alimento” (G
´
enesis 2:9). Sin embar-
go, hab
´
ıa una restricci
´
on. Dios le dijo a Ad
´
an: “De todo
´
ar-
bol del jard
´
ın puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero
en cuanto al
´
arbol del conocimiento de lo bueno y lo malo,
no debes comer de
´
el, porque en el d
´
ıa que comas de
´
el,
positivamente morir
´
as” (G
´
enesis 2:16, 17). No era un man-
dato dif
´
ıcil de cumplir, pues hab
´
ıa muchos otros
´
arboles de
los que Ad
´
an y Eva pod
´
ıan comer. Pero se les dio una opor-
tunidad especial de demostrar su gratitud a Dios, quien les
hab
´
ıa dado todo, lo que inclu
´
ıa la vida perfecta. Al obede-
cer, tambi
´
en demostrar
´
ıan que respetaban la autoridad de
su Padre celestial y que deseaban recibir sus amorosas ins-
trucciones.
10 Por desgracia, nuestros primeros padres eligieron de-
sobedecer a Jehov
´
a. Hablando mediante una serpiente, Sa-
tan
´
as le pregunt
´
o a Eva: “¿[De verdad] Dios ha dicho que
ustedes no deben comer de todo
´
arbol del jard
´
ın?”. Ella le
respondi
´
o: “Del fruto de los
´
arboles del jard
´
ın podemos co-
mer. Pero en cuanto a comer del fruto del
´
arbol que est
´
a en
medio del jard
´
ın, Dios ha dicho: ‘No deben comer de
´
el, no,
no deben tocarlo para que no mueran’” (G
´
enesis 3:1-3).
11 “No morir
´
an —dijo Satan
´
as—. Porque Dios sabe que en
el mismo d
´
ıa que coman de
´
el tendr
´
an que abr
´
ırseles los
ojos y tendr
´
an que ser como Dios, conociendo lo bueno
y lo malo.” (G
´
enesis 3:4, 5.) El Diablo quer
´
ıa hacer creer a
9. ¿Qu
´
e restricci
´
on le puso Jehov
´
a a Ad
´
an, y por qu
´
e no era un
mandato dif
´
ıcil de cumplir?
10, 11. a) ¿Qu
´
e sucesos llevaron a que nuestros primeros padres de-
sobedecieran a Dios? b) ¿Por qu
´
e fue tan grave la desobediencia de
Ad
´
an y Eva?
¿D
´
onde est
´
an los muertos? 61
Eva que a ella le conven
´
ıa comer del fruto prohibido. Seg
´
un
le dijo, as
´
ı podr
´
ıa decidir por s
´
ı misma lo que estaba bien
y lo que estaba mal; en otras palabras, podr
´
ıa hacer lo que
quisiera. Satan
´
as tambi
´
en acus
´
o a Jehov
´
a de haber mentido
sobre lo que pasar
´
ıa si com
´
ıan del fruto. Eva crey
´
o lo que
dijo el Diablo, as
´
ı que tom
´
o el fruto y lo prob
´
o. Luego le
dio a su esposo, quien tambi
´
en comi
´
o. No es que les faltara
conocimiento. Ellos sab
´
ıan perfectamente que estaban ha-
ciendo lo que Dios les hab
´
ıa prohibido. Al comer del fruto,
desobedecieron a sabiendas un mandato sencillo y razona-
ble. De este modo, despreciaron a su Padre celestial y su au-
toridad. ¡Qu
´
e imperdonable falta de respeto a su amoroso
Creador!
Ad
´
an fue formado del polvo
y al polvo volvi
´
o
62 ¿Qu
´
e ense
˜
na realmente la Biblia?
12 Imag
´
ınese que un hijo que usted ha criado y cuidado
le desobedece y demuestra que no le tiene el menor respe-
to ni amor. ¿Verdad que le doler
´
ıa mucho? Pues piense en
cu
´
anto debi
´
o dolerle a Jehov
´
a que Ad
´
an y Eva se pusieran
en contra de
´
el.
13 Ad
´
an y Eva hab
´
ıan desobedecido a Jehov
´
a, y no hab
´
ıa
ninguna raz
´
on para que los mantuviera vivos eternamen-
te. Por ello, terminaron muriendo, tal como
´
el les ha-
b
´
ıa advertido. Dejaron de existir. As
´
ı pues, no pasaron a vi-
vir como esp
´
ıritus en alguna otra parte. As
´
ı lo indican las
palabras que Jehov
´
a dirigi
´
o al primer hombre tras pedirle
cuentas por su desobediencia: “[Volver
´
as] al suelo, porque
de
´
el fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volver
´
as”
(G
´
enesis 3:19). Dios hab
´
ıa hecho a Ad
´
an del polvo del sue-
lo (G
´
enesis 2:7). Antes de eso, Ad
´
an no exist
´
ıa. Por lo tan-
to, cuando Jehov
´
a le indic
´
o que volver
´
ıa al polvo, le estaba
diciendo que regresar
´
ıa a ese mismo estado de inexistencia.
Al igual que el polvo del que fue hecho, Ad
´
an no tendr
´
ıa
vida.
14 Ad
´
an y Eva habr
´
ıan podido estar vivos hoy, pero murie-
ron porque decidieron desobedecer a Dios y, por lo tanto,
pecaron. La raz
´
on por la que todos nosotros morimos es
que somos descendientes de Ad
´
an, quien nos pas
´
o el peca-
do y la muerte (Romanos 5:12). Ese pecado es como una
terrible enfermedad hereditaria de la que nadie se libra.
Su resultado, la muerte, no es un amigo o una bendici
´
on,
sino todo lo contrario: es un enemigo o una maldici
´
on
(1 Corintios 15:26). ¡Qu
´
e agradecidos podemos estar de que
Jehov
´
a proporcionara el rescate para liberarnos de este cruel
enemigo!
12. ¿Qu
´
e puede ayudarnos a entender c
´
omo se sinti
´
o Jehov
´
a cuan-
do Ad
´
an y Eva se pusieron en contra de
´
el?
13. ¿Qu
´
e dijo Jehov
´
a que le suceder
´
ıa a Ad
´
an al morir, y qu
´
e signifi-
ca eso?
14. ¿Por qu
´
e morimos?
¿D
´
onde est
´
an los muertos? 63
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  • 3. CAP ´ ITULO P ´ AGINA ¿Es esto lo que Dios quer ´ ıa? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 3 1. ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 8 2. La Biblia proviene de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 18 3. ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 27 4. ¿Qui ´ en es Jesucristo? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 37 5. El rescate, el mayor regalo de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 47 6. ¿D ´ onde est ´ an los muertos? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 57 7. Verdadera esperanza para los seres queridos que han muerto 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 66 8. ¿Qu ´ e es el Reino de Dios? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 76 9. ¿Vivimos en “los ´ ultimos d ´ ıas”? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 86 10. ¿C ´ omo influyen en nosotros las criaturas espirituales? 9 9 96 11. ¿Por qu ´ e permite Dios el sufrimiento? 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 106 12. El modo de vida que le agrada a Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 115 13. Vea la vida como la ve Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 125 14. C ´ omo tener una vida familiar feliz 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 134 15. La adoraci ´ on que Dios aprueba 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 144 16. P ´ ongase de parte de la adoraci ´ on verdadera 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 154 17. La oraci ´ on nos acerca a Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 164 18. El bautismo y nuestra relaci ´ on con Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 174 19. Permanezca en el amor de Dios 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 184 Ap ´ endice 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 194 ´ INDICE
  • 4. ¿QU ´ E noticias encuentra cuando lee el peri ´ odico, mira la televisi ´ on o escucha la radio? ¡Hay tantas historias de delin- cuencia, guerra y terrorismo! Ahora piense en sus propios problemas. Es po- sible que la enfermedad o la muerte de un familiar o un amigo le est ´ en causan- do mucha angustia. Puede que se sien- ta como Job, un hombre bueno que dijo estar “agobiado de aflicciones” (Job 10: 15, La Sagrada Biblia, de F. Torres Amat). Quiz ´ as se pregunte: ˇ ¿Es esto lo que Dios quer ´ ıa para m ´ ı y para el resto de la humanidad? ˇ ¿D ´ onde puedo encontrar ayuda para superar mis problemas? ˇ ¿Habr ´ a alg ´ un d ´ ıa paz en la Tierra? Pues bien, la Biblia da respuestas satis- factorias. ¿Es esto lo que Dios quer ´ ıa?
  • 5. LA BIBLIA ENSE ˜ NA QUE DIOS REALIZAR ´ A ESTOS CAMBIOS EN LA TIERRA. “Limpiar ´ a toda l ´ agrima de sus ojos, y la muerte no ser ´ a m ´ as, ni existir ´ a ya m ´ as lamento ni clamor ni dolor.” (Revelaci ´ on [Apocalipsis] 21:4) “El cojo trepar ´ a justamente como lo hace el ciervo.” (Isa ´ ıas 35:6) “Los ojos de los ciegos ser ´ an abiertos.” (Isa ´ ıas 35:5) 4
  • 6. “Todos los que est ´ an en las tumbas conmemorativas [...] saldr ´ an.” (Juan 5:28, 29) “Ning ´ un residente dir ´ a: ‘Estoy enfermo’.” (Isa ´ ıas 33:24) “Llegar ´ a a haber abundancia de grano [o alimento] en la tierra.” (Salmo 72:16)
  • 7. BENEF ´ ICIESE DE LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA No se apresure a pensar que lo que aparece en las p ´ aginas anteriores es solo un sue ˜ no. Dios lo ha prometido, y la Biblia explica c ´ omo lo cumplir ´ a. Pero eso no es todo. La Biblia tam- bi ´ en nos ense ˜ na c ´ omo disfrutar aun ahora de una vida llena de satisfacci ´ on. Piense por un momento en sus pro- pios problemas y preocu- paciones. Tal vez tengan que ver con el dinero, la familia, la salud o la muerte de un ser queri- do. Pues bien, la Biblia nos ayuda a afrontar esas dificultades, y tambi ´ en nos consuela dando respuesta a pre- guntas como las siguientes: ˇ ¿Por qu ´ e sufrimos? ˇ ¿C ´ omo podemos enfrentarnos a las preocupaciones de la vida? ˇ ¿Qu ´ e podemos hacer para que nuestra vida de familia sea m ´ as feliz? ˇ ¿Qu ´ e nos sucede al morir? ˇ ¿Volveremos a ver alg ´ un d ´ ıa a nuestros seres queridos que han muerto? ˇ ¿Por qu ´ e podemos estar seguros de que Dios cumplir ´ a lo que ha prometido? 6 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 8. El hecho de que usted est ´ e leyendo estas l ´ ıneas demuestra que desea saber lo que la Biblia ense ˜ na. Este libro le ayudar ´ a a averiguarlo. Observe que al pie de las p ´ aginas hay pregun- tas correspondientes a los p ´ arrafos. A millones de personas les ha gustado mucho el m ´ etodo de preguntas y respuestas que los testigos de Jehov ´ a emplean para examinar la Biblia, y esperamos que ese tambi ´ en sea su caso. Que Dios lo ben- diga en la emocionante experiencia de aprender lo que la Biblia realmente ense ˜ na. CONOZCA SU BIBLIA LA Biblia est ´ a compuesta por 66 libros y cartas, que est ´ an divididos en cap ´ ıtulos y vers ´ ıculos para facilitar su b ´ usque- da. Cuando se citan textos b ´ ıblicos en esta publicaci ´ on, el primer n ´ umero que aparece despu ´ es del nombre indica el cap ´ ıtulo del libro o carta de la Biblia, y el siguiente n ´ ume- ro indica el vers ´ ıculo. Por ejemplo, la cita “2 Timoteo 3:16” se refiere a la segunda carta a Timoteo, cap ´ ıtulo 3, vers ´ ıcu- lo 16. Si busca los textos citados en esta publicaci ´ on, no tarda- r ´ a en conocer bastante bien la Biblia. Adem ´ as, ¿por qu ´ e no adopta la costumbre de leer la Biblia a diario? Leyendo de tres a cinco cap ´ ıtulos cada d ´ ıa, la terminar ´ a en un a ˜ no. ¿Es esto lo que Dios quer ´ ıa? 7
  • 9. ¿SE HA fijado en la cantidad de preguntas que hacen los ni ˜ nos? Muchos comienzan en cuanto aprenden a hablar. Con ojos curiosos y bien abiertos miran a uno y le dicen: “¿Por qu ´ e el cielo es azul?”, “¿De qu ´ e est ´ an hechas las es- trellas?” o “¿Qui ´ en ense ˜ n ´ o a cantar a los p ´ ajaros?”. Sin im- portar cu ´ anto nos esforcemos por contestarles, a veces nos vemos en aprietos. En realidad, hasta la mejor respuesta puede llevar a esta otra pregun- ta: “¿Y por qu ´ e?”. 2 Los ni ˜ nos no son los ´ unicos que tienen la costumbre de preguntar. A medida que crecemos, seguimos haciendo preguntas, tal vez para saber c ´ omo se llega a un sitio, para evitar al- g ´ un peligro o por simple curiosidad. Pero parece que mucha gente deja de hacer ciertas pregun- tas, especialmente las m ´ as importantes. O por lo menos, deja de buscar las respuestas. 1, 2. En muchos casos, ¿por qu ´ e es bueno ha- cer preguntas? CAP ´ ITULO 1 ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? ¿De verdad se interesa Dios por usted? ¿C ´ omo es Dios? ¿Tiene nombre? ¿Es posible acercarse a ´ el?
  • 10. 3 Piense en la pregunta de la portada de este libro, as ´ ı como en las que aparecen en el pr ´ ologo y al principio de este cap ´ ıtulo. Esas son algunas de las preguntas m ´ as im- portantes que se pueden hacer. Sin embargo, mucha gente ha dejado de buscar las respuestas. ¿Por qu ´ e? ¿Ser ´ a posi- ble encontrarlas en la Biblia? A algunas personas les parece que las respuestas que da la Biblia son muy complica- das. Otras no se atreven a preguntar por miedo a quedar avergonzadas. Y hay quienes creen que esas cuestiones es mejor dej ´ arselas a los l ´ ıderes y maestros religiosos. ¿Qu ´ e opina usted? 4 Seguramente, usted desea conocer la respuesta a las grandes cuestiones de la vida. A veces quiz ´ a se haga es- tas preguntas: “¿Para qu ´ e hemos venido al mundo? ¿Es esta vida todo lo que hay? ¿C ´ omo es Dios?”. Hace bien en pensar en estos temas, y es importante que no se d ´ e por vencido hasta encontrar respuestas claras y confiables. Je- sucristo, conocido por ser un gran maestro, dijo: “Sigan pidiendo, y se les dar ´ a; sigan buscando, y hallar ´ an; si- gan tocando, y se les abrir ´ a” (Mateo 7:7). 5 Si usted ‘sigue buscando’ las respuestas a las pregun- tas importantes, comprobar ´ a que vale la pena el esfuer- zo (Proverbios 2:1-5). A pesar de lo que otras personas le hayan podido decir, esas respuestas existen y est ´ an a su alcance. Se encuentran en la Biblia y no son com- plicadas. Lo que es mejor, nos dan esperanza y alegr ´ ıa, y nos permiten tener una vida feliz incluso en la actuali- dad. Empecemos con una pregunta que inquieta a mucha gente. 3. ¿Por qu ´ e dejan muchas personas de buscar las respuestas a las pre- guntas m ´ as importantes? 4, 5. ¿Cu ´ ales son algunas de las preguntas m ´ as importantes que po- demos hacernos, y por qu ´ e debemos buscar las respuestas? ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? 9
  • 11. ¿ES DIOS INDIFERENTE O INSENSIBLE? 6 Muchos creen que s ´ ı. Piensan que si ´ el se preocupara por nosotros, las cosas ser ´ ıan muy diferentes. Vivimos en un mundo plagado de guerras, odio y dolor. Todos nos en- fermamos, sufrimos y perdemos a seres queridos. Por eso hay quienes dicen: “Si le import ´ aramos a Dios, ¿no nos li- brar ´ ıa de todos estos problemas?”. 7 Y lo que es peor, muchos maestros religiosos hacen pensar a la gente que Dios es insensible. Por ejemplo, cuando ocurre una tragedia, dicen que fue la voluntad de Dios. En la pr ´ actica, es como si afirmaran que Dios tiene la culpa de las desgracias. Pero ¿es eso verdad? ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia? Santiago 1:13 responde: “Al estar bajo prueba, que nadie diga: ‘Dios me somete a prueba’. Por- que con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba ´ el mismo a nadie”. Por lo tanto, Dios nunca es el causante de la maldad que vemos en el mun- do (Job 34:10-12). Es cierto que permite que ocurran co- sas malas, pero hay una gran diferencia entre permitir que algo suceda y causarlo. 8 Piense, por ejemplo, en un padre sabio y amoroso que tiene bajo su techo a un hijo ya adulto. Cuando este se hace rebelde y decide irse de casa, el padre no lo detiene. El hijo toma un mal camino y se mete en dificultades. ¿Di- r ´ ıa usted que el padre es el causante de los problemas de su hijo? Claro que no (Lucas 15:11-13). De igual manera, Dios no ha impedido que los seres humanos tomen un mal ca- 6. ¿Por qu ´ e piensan muchos que a Dios no le importa el sufrimien- to de las personas? 7. a) ¿Por qu ´ e puede decirse que muchos maestros religiosos hacen pensar a la gente que Dios es insensible? b) ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia acerca de nuestros sufrimientos? 8, 9. a) ¿Con qu ´ e ejemplo podr ´ ıa explicar usted la diferencia entre permitir la maldad y causarla? b) ¿Por qu ´ e ser ´ ıa injusto criticar a Dios por permitir que la humanidad siga un mal camino? 10 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 12. mino, pero eso no significa que ´ el sea el causante de las desgracias que ellos mismos se han buscado. No cabe duda de que ser ´ ıa injusto culpar a Dios de todos los males que sufre la humanidad. 9 Dios tiene buenas razones para permitir que la humani- dad siga un mal camino. Puesto que ´ el es nuestro sabioy po- deroso Creador, no est ´ a obligado a darnosexplicaciones. Sin embargo, nos las da por amor. En el cap ´ ıtulo 11 veremos con m ´ as detalle cu ´ ales son sus razones. Sin embargo, usted puede estar seguro de que ´ el no tiene la culpa de nuestros problemas. En realidad es todo lo contrario, ya que Dios nos da la ´ unica esperanza de verlos solucionados (Isa ´ ıas 33:2). 10 Adem ´ as, Dios es santo (Isa ´ ıas 6:3). Eso significa que es puro y limpio, que no tiene ninguna maldad. Por este motivo podemos confiar por completo en ´ el, algo que no puede decirse de los seres humanos, que en ocasiones se vuelven corruptos. Ni siquiera el m ´ as honrado de los go- bernantes tiene el poder de reparar el da ˜ no que provocan las personas malvadas. Pero Dios es todopoderoso. ´ El pue- de eliminar todo el sufrimiento que la maldad ha causado, y as ´ ı lo va a hacer. Cuando intervenga, lo har ´ a de tal ma- nera que acabe para siempre con el mal (Salmo 37:9-11). ¿C ´ OMO SE SIENTE DIOS CUANDO PADECEMOS INJUSTICIAS? 11 Mientras tanto, ¿c ´ omo se siente Dios por lo que est ´ a pasando en el mundo y en nuestra vida? La Biblia en- se ˜ na que ´ el ‘ama la justicia’ (Salmo 37:28). ´ El se intere- sa profundamente en si algo est ´ a bien o mal, y odia toda clase de injusticia. La Biblia dice que “se sinti ´ o herido en el coraz ´ on” cuando en tiempos antiguos el mundo se 10. ¿Por qu ´ e podemos confiar en que Dios eliminar ´ a todo el su- frimiento que la maldad ha causado? 11. a) ¿C ´ omo ve Dios la injusticia? b) ¿Qu ´ e siente Dios cuando nos ve sufrir? ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? 11
  • 13. llen ´ o de maldad (G ´ enesis 6:5, 6). Y Dios no ha cambiado (Malaqu ´ ıas 3:6). Sigue odiando el mal y compadeci ´ endose de los que sufren. “ ´ El se interesa por ustedes”, nos asegura la Biblia (1 Pedro 5:7). 12 ¿Por qu ´ e podemos estar seguros de que a Dios le duele vernos sufrir? Pues bien, veamos otra prueba. La Biblia en- se ˜ na que ´ el hizo al hombre a su imagen (G ´ enesis 1:26). Por lo tanto, si tenemos buenas cualidades es porque Dios las tiene. Por ejemplo, ¿se conmueve usted cuando ve sufrir a personasinocentes? Sia usted le duelentalesinjusticias, ten- ga la seguridad de que a Dios le duelen mucho m ´ as. 13 Una de las mejores caracter ´ ısticas del ser humano es su capacidad de amar. Tambi ´ en en esto nos parecemos al Creador, ya que, como ense ˜ na la Biblia, “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Amamos porque Dios ama. Si usted tuviera el poder para aca- bar con el sufrimiento y las injusticias que vemos en elmundo, ¿verdad que lo har ´ ıa? ¿Acaso no lo impulsar ´ ıa su amor a hacerlo? ¡Claro que s ´ ı! Pues bien, pue- de tener la misma seguridad de que Dios eliminar ´ a los problemas del mun- do. Las promesas que ha le ´ ıdo en el pr ´ o- logo de este libro no sonsimples sue ˜ nos ni esperanzas vanas: las ha hecho Dios y se cumplir ´ an sin falta. Sin embargo, para creer en esas promesas es preciso conocer mejoralDiosque lasha hecho. 12, 13. a) ¿Por qu ´ e tenemos cualidades como el amor, y c ´ omo influye el amor en nuestra actitud hacia el sufrimiento que hay en el mundo? b) ¿Por qu ´ e podemos estar se- guros de que Dios eliminar ´ a los problemas mundiales? Cuando usted quiere presentarse a alguien, ¿verdad que le dice su nombre? Dios nos revela su nombre en la Biblia 12 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 14. DIOS DESEA QUE USTED LO CONOZCA 14 ¿Qu ´ e es lo primero que usted hace cuando quiere que alguien lo conozca? ¿Verdad que le dice su nombre? Pues bien, ¿tiene nombre Dios? Muchas religiones ense ˜ nan que ´ el se llama “Dios” o “Se ˜ nor”, pero estos no son en realidad nombres propios. Son t ´ ıtulos, como “rey” o “presidente”. La Biblia revela que Dios posee muchos t ´ ıtulos, entre ellos “Dios” y “Se ˜ nor”. Pero tambi ´ en ense ˜ na que tiene un nom- bre personal: Jehov ´ a. Salmo 83:18 dice as ´ ı: “T ´ u, cuyo nom- bre es Jehov ´ a, t ´ u solo eres el Alt ´ ısimo sobre toda la tierra”. 14. ¿Cu ´ al es el nombre de Dios, y por qu ´ e debemos usarlo? La Biblia ense ˜ na que Jehov ´ a es el amoroso Creador del universo
  • 15. Si en su Biblia no aparece este nombre, lo invitamos a ver la raz ´ on en el ap ´ endice de este libro, en las p ´ aginas 195 a 197. La verdad es que el nombre divino se halla miles de veces en los manuscritos b ´ ıblicos antiguos. Por eso, Jeho- v ´ a desea que usted sepa su nombre y lo use. Podr ´ ıa decirse que Dios utiliza la Biblia para que usted sepa qui ´ en es ´ el. 15 El nombre Jehov ´ a, que Dios mismo se puso, tiene mucho significado. Da a entender que ´ el puede cumplir todas sus promesas y llevar a cabo todo lo que se propone.1 El nombre de Dios es ´ unico, pues le pertenece exclusiva- mente a ´ el. En realidad, Jehov ´ a es singular de muchas ma- neras. Veamos algunas. 1 Hallar ´ a m ´ as informaci ´ on sobre el significado y la pronunciaci ´ on del nombre divino en el ap ´ endice, p ´ ags. 195-197. 15. ¿Qu ´ e significa el nombre Jehov ´ a? El amor de un buen padre es un reflejo de un amor mucho mayor: el que nos tiene nuestro Padre celestial 14 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 16. 16 Ya vimos que Salmo 83:18 dice de Jehov ´ a: “T ´ u solo eres el Alt ´ ısimo”. Del mismo modo, ´ unicamente a ´ el se le llama “el Todopoderoso”. Revelaci ´ on (o Apocalipsis) 15:3 declara: “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehov ´ a Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus cami- nos, Rey de la eternidad”. El t ´ ıtulo “Todopoderoso” in- dica que Jehov ´ a supera en poder a todos los dem ´ as seres. Su fuerza no tiene igual, es suprema. Y el t ´ ıtulo “Rey de la eternidad” nos recuerda que es singular en otro sentido: es el ´ unico que existe desde siempre. En Salmo 90:2 leemos: “Aun de tiempo indefinido a tiempo indefinido [es decir, siempre] t ´ u eres Dios”. ¿Verdad que solo pensarlo resulta impresionante? 17 Hay otra raz ´ on por la que Jehov ´ a es singular: ´ el es el ´ unico Creador. Revelaci ´ on 4:11 dice: “Digno eres t ´ u, Jeho- v ´ a, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque t ´ u creaste todas las cosas, y a causa de tu vo- luntad existieron y fueron creadas”. Jehov ´ a es el Creador de todo lo que existe: los esp ´ ıritus invisibles de los cielos, las estrellas que brillan en el firmamento, las frutas que crecen en los ´ arboles, los peces que pueblan mares y r ´ ıos, y mucho m ´ as. ¿PUEDE USTED ACERCARSE A JEHOV ´ A? 18 Hay quienes se sienten un poco intimidados por las impresionantes cualidades de Jehov ´ a. Temen que Dios est ´ e tan alto que nunca puedan acercarse a ´ el o que siquiera le importen. ¿Es correcta esta idea? La Biblia ense ˜ na todo lo contrario, pues afirma que Jehov ´ a “no est ´ a muy lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27). Incluso nos hace 16, 17. ¿Qu ´ e nos ense ˜ nan sobre Jehov ´ a los siguientes t ´ ıtulos: a) “To- dopoderoso”? b) “Rey de la eternidad”? c) “Creador”? 18. ¿Por qu ´ e creen algunas personas que nunca podr ´ an acercarse a Dios, pero qu ´ e ense ˜ na la Biblia? ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? 15
  • 17. esta invitaci ´ on: “Ac ´ erquense a Dios, y ´ el se acercar ´ a a uste- des” (Santiago 4:8). 19 ¿C ´ omo puede usted acercarse al Creador? Para empe- zar, no deje de hacer lo que est ´ a haciendo ahora mis- mo: aprender todo lo que pueda acerca de Dios. Jes ´ us dijo: “Esto significa vida eterna, el que est ´ en adquiriendo conocimiento de ti, el ´ unico Dios verdadero, y de aquel a quien t ´ u enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). En efecto, se- g ´ un ense ˜ na la Biblia, el conocimiento de Jehov ´ a y Je- s ´ us lleva a la “vida eterna”. Ya vimos que “Dios es amor” (1 Juan 4:16). Pero Jehov ´ a tiene muchas otras cualidades, todas hermosas y atrayentes. Por ejemplo, la Biblia dice que es “misericordioso y ben ´ evolo, tardo para la c ´ olera y abundante en bondad amorosa y verdad” ( ´ Exodo 34:6). Es un Dios “bueno y [...] listo para perdonar” (Salmo 86:5). Es paciente (2 Pedro 3:9). Es leal (Revelaci ´ on 15:4). A me- dida que siga leyendo la Biblia, ver ´ a que Jehov ´ a ha demos- trado estas atrayentes cualidades y muchas m ´ as. 20 Es cierto que a Dios no podemos verlo, pues es un esp ´ ıritu (Juan 1:18; 4:24; 1 Timoteo 1:17). Sin embargo, la Biblia explica c ´ omo es. Tal como dijo el salmista, us- ted puede “contemplar la agradabilidad de Jehov ´ a” (Salmo 27:4; Romanos 1:20). Cuanto m ´ as aprenda sobre ´ el, m ´ as real ser ´ a para usted, y m ´ as razones tendr ´ a para amarlo y sentirse cerca de ´ el. 21 Poco a poco ir ´ a entendiendo por qu ´ e nos anima la Biblia a verlo como nuestro Padre (Mateo 6:9). No solo nos dio la vida, sino que desea que la vivamos del mejor modo posible, lo mismo que todo buen padre quiere para 19. a) ¿C ´ omo podemos acercarnos a Dios, y qu ´ e recompensa obten- dremos? b) ¿Qu ´ e cualidades de Dios le atraen m ´ as a usted? 20-22. a) ¿Impide que nos acerquemos a Dios el hecho de que no po- damos verlo? Explique su respuesta. b) ¿Qu ´ e consejo es posible que le den personas con buenas intenciones, pero qu ´ e ser ´ ıa conveniente que usted hiciera? 16 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 18. sus hijos (Salmo 36:9). La Biblia tambi ´ en ense ˜ na que los seres humanos podemos ser amigos de Jehov ´ a (Santiago 2:23). ¡Imag ´ ınese: usted puede ser amigo del Creador del universo! 22 Cuando aprenda m ´ as de la Biblia, quiz ´ a haya personas que, con buenas intenciones, le aconsejen que deje de es- tudiarla. Tal vez lo hagan porque les preocupe que usted cambie de creencias. Pero no permita que nadie le impida cultivar la amistad con Dios, la mejor amistad que usted puede tener. 23 L ´ ogicamente, habr ´ a cosas que no entender ´ a al princi- pio. Pero no tenga miedo de pedir ayuda. Jes ´ us dijo que es bueno ser humilde como un ni ˜ no (Mateo 18:2-4). Y ya sa- bemos que los ni ˜ nos siempre est ´ an preguntando. Dios de- sea que usted encuentre las respuestas. De hecho, la Biblia habla muy bien de ciertas personas de la antig ¨ uedad que ten ´ ıan el intenso deseo de conocer a Dios. Por esa raz ´ on, examinaron con cuidado las Escrituras y se aseguraron de que lo que aprend ´ ıan era la verdad (Hechos 17:11). 24 El mejor modo de conocer a Jehov ´ a es examinando la Biblia, un libro diferente de los dem ´ as. ¿Qu ´ e lo hace dis- tinto? Lo veremos en el pr ´ oximo cap ´ ıtulo. 23, 24. a) ¿Por qu ´ e no debe tener miedo de hacer preguntas sobre lo que est ´ a aprendiendo? b) ¿Qu ´ e veremos en el pr ´ oximo cap ´ ıtulo? LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA ˇ Dios se interesa personalmente por usted (1 Pedro 5:7). ˇ El nombre de Dios es Jehov ´ a (Salmo 83:18). ˇ Jehov ´ a lo invita a acercarse a ´ el (Santiago 4:8). ˇ Jehov ´ a es un Dios de amor, bondad y miseri- cordia ( ´ Exodo 34:6; 1 Juan 4:8, 16). ¿Cu ´ al es la verdad acerca de Dios? 17
  • 19. ¿RECUERDA usted alg ´ un regalo especial que le haya hecho un buen amigo? Seguramente le llen ´ o de alegr ´ ıa y le con- movi ´ o. Al fin y al cabo, con ese detalle su amigo demostr ´ o que valoraba su amistad, y sin duda usted le dio las gracias. 2 Pues bien, la Biblia es un regalo de Dios por el que podemos estar muy agradecidos. Este libro singular reve- la informaci ´ on que nunca sabr ´ ıamos de otro modo. Por ejemplo, nos habla de la creaci ´ on de los cielos y las estre- llas, la Tierra y la primera pareja humana. Adem ´ as, ense ˜ na principios confiables que nos permiten enfrentarnos a los problemas y a las inquietudes de la vida. La Biblia tambi ´ en nos explica c ´ omo cumplir ´ a Dios su prop ´ osito de que exis- tan mejores condiciones en la Tierra. ¡Qu ´ e regalo tan fas- cinante! 3 La Biblia tambi ´ en es un regalo conmovedor, ya que nos ense ˜ na algo sobre la persona que lo hizo, Jehov ´ a. Al dar- nos este libro, Dios demostr ´ o que quiere que lo conozca- mos bien. De hecho, la Biblia nos ayuda a acercarnos a ´ el. 1, 2. ¿Por qu ´ e decimos que la Biblia es un fascinante regalo de Dios? 3. ¿Qu ´ e demostr ´ o Jehov ´ a al proporcionarnos la Biblia, y por qu ´ e es conmovedor ese regalo? CAP ´ ITULO 2 La Biblia proviene de Dios ¿En qu ´ e se diferencia la Biblia de todos los dem ´ as libros? ¿De qu ´ e maneras nos ayuda la Biblia a enfrentarnos a los problemas de la vida? ¿Qu ´ e razones hay para confiar en las profec ´ ıas de la Biblia?
  • 20. 4 Si usted posee una Biblia, no es el ´ unico, ni mucho me- nos. Este libro se ha publicado, entero o en parte, en m ´ as de dos mil trescientos idiomas, as ´ ı que m ´ as del noventa por ciento de la poblaci ´ on mundial lo tiene a su alcance. Cada semana se distribuye un promedio de m ´ as de un mi- ll ´ on de ejemplares, y en total se han producido miles de millones de biblias y porciones de las Escrituras. No hay duda de que es un libro sin igual. 5 Adem ´ as, la Biblia “es inspirada de Dios” (2 Timoteo 3:16). ¿Qu ´ e significa esta expresi ´ on? La propia Biblia lo aclara: “Hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por esp ´ ıritu santo” (2 Pedro 1:21). Es como cuando un jefe le pide a su secretaria que escriba una carta. Puesto que las ideas o instrucciones son del jefe, la carta es de ´ el, no de la secretaria. De igual modo, la Biblia contiene el mensaje de Dios, no el de los hombres que la escribieron. Por con- siguiente, toda la Biblia es verdaderamente “la palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13). 4. ¿Qu ´ e cifras sobre la distribuci ´ on de la Biblia le llaman la atenci ´ on? 5. ¿Qu ´ e significa que la Biblia sea “inspirada de Dios”? La Traducci ´ on del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras se ha publicado en muchos idiomas 19
  • 21. UN LIBRO EXACTO Y SIN CONTRADICCIONES 6 La Biblia fue escrita durante un per ´ ıodo de mil seis- cientos a ˜ nos por hombres de diferentes ´ epocas, condicio- nes sociales y profesiones: desde agricultores, pescadores y pastores, hasta profetas, jueces y reyes. Asimismo, el es- critor de uno de los Evangelios, Lucas, era m ´ edico. Pero a pesar de los distintos or ´ ıgenes de estos hombres, la Biblia ense ˜ na las mismas ideas desde la primera p ´ agina hasta la ´ ultima, y no se contradice.1 7 El primer libro de la Biblia relata c ´ omo empezaron los problemas de la humanidad, mientras que el ´ ultimo muestra que toda la Tierra se convertir ´ a en un para ´ ıso, o jard ´ ın. Las p ´ aginas de la Biblia abarcan miles de a ˜ nos de historia, y su contenido siempre tiene que ver de alg ´ un modo con el cumplimiento del prop ´ osito de Dios. Esta unidad de ideas es impresionante, como esperar ´ ıamos de un libro que proviene de Dios. 8 La Biblia tambi ´ en es exacta desde el punto de vis- ta cient ´ ıfico. Incluso se adelant ´ o mucho a su tiempo. Por ejemplo, el libro de Lev ´ ıtico conten ´ ıa leyes para el antiguo Israel sobre la cuarentena y la higiene, cuestiones que las naciones vecinas de la ´ epoca desconoc ´ ıan por completo. Adem ´ as, en un tiempo en que exist ´ ıan ideas equivocadas sobre la forma de la Tierra, la Biblia indic ´ o que ten ´ ıa for- ma de c ´ ırculo, o esfera (Isa ´ ıas 40:22). Tambi ´ en afirm ´ o con exactitud que ‘cuelga sobre nada’ (Job 26:7). Claro, la Bi- blia no es un libro de ciencia, pero es exacta cuando trata 1 Hay quienes dicen que ciertos pasajes de la Biblia se contradicen entre s ´ ı, pero estas afirmaciones no tienen ninguna base. Consulte el cap. 7 del libro La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?, editado por los testigos de Jehov ´ a. 6, 7. ¿Por qu ´ e es realmente notable la unidad de ideas que hay en la Biblia? 8. D ´ e ejemplos de la exactitud cient ´ ıfica de la Biblia. 20 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 22. temas cient ´ ıficos. ¿No es eso lo que esperar ´ ıamos de un li- bro procedente de Dios? 9 La Biblia tambi ´ en es exacta y confiable cuando aporta datos hist ´ oricos. Sus relatos son espec ´ ıficos, y no solo in- dican los nombres de los personajes, sino tambi ´ en los de sus antepasados.1 A diferencia de muchos historiadores, que a menudo no mencionan las derrotas de sus pueblos, los escritores de la Biblia fueron tan honrados que hasta pusieron por escrito sus propias faltas y las de su naci ´ on. Por ejemplo, Mois ´ es confes ´ o en el libro b ´ ıblico de N ´ ume- ros un grave error por el que fue censurado con severidad (N ´ umeros 20:2-12). Esta honradez es muy poco frecuente en otras obras hist ´ oricas, pero la hallamos en la Biblia por una raz ´ on: porque es un libro que proviene de Dios. UN LIBRO DE CONSEJOS PR ´ ACTICOS 10 Puesto que Dios la inspir ´ o, la Biblia es “provechosa para ense ˜ nar, para censurar, para rectificar las cosas” (2 Ti- moteo 3:16). Es un libro pr ´ actico. Se nota en sus p ´ aginas que el Autor comprende a la perfecci ´ on la naturaleza de los seres humanos. Y no es de extra ˜ nar, pues dicho Autor es el propio Jehov ´ a Dios, nuestro Creador. ´ El entiende lo que pensamos y sentimos incluso mejor que nosotros mismos. Adem ´ as, sabe lo que necesitamos para ser felices, y tam- bi ´ en la conducta que nos conviene evitar. 11 Piense en el Serm ´ on del Monte, el discurso de Jes ´ us 1 Por ejemplo, observe en Lucas 3:23-38 la detallada lista de an- tepasados de Jes ´ us. 9. a) ¿Qu ´ e muestra que la Biblia es exacta y confiable cuando aporta datos hist ´ oricos? b) ¿Por qu ´ e raz ´ on fueron tan honrados los escrito- res de la Biblia? 10. ¿Por qu ´ e no es de extra ˜ nar que la Biblia sea un libro pr ´ actico? 11, 12. a) ¿Qu ´ e temas trat ´ o Jes ´ us en el Serm ´ on del Monte? b) ¿Qu ´ e otros temas pr ´ acticos toca la Biblia, y por qu ´ e sus consejos siempre han sido y ser ´ an provechosos? La Biblia proviene de Dios 21
  • 23. que se encuentra en los cap ´ ıtulos 5 a 7 de Mateo. En esta obra maestra de la ense ˜ nanza, Jes ´ us trat ´ o muchos temas, entre ellos c ´ omo hallar la felicidad, c ´ omo solucionar las disputas, c ´ omo orar y qu ´ e actitud debemos tener hacia los bienes materiales. Pues bien, sus palabras tienen hoy la misma fuerza y utilidad que el d ´ ıa que las pronunci ´ o. 12 Algunos principios de la Biblia tienen que ver con te- mas como la familia, el trabajo y el trato con los dem ´ as. El escritor b ´ ıblico Isa ´ ıas predijo la ca ´ ıda de Babilonia
  • 24. Sus consejos van dirigidos a todo el mundo y son siempre provechosos. La sabidur ´ ıa que contienen sus p ´ aginas que- da resumida en estas palabras que Dios expres ´ o a trav ´ es del profeta Isa ´ ıas: “Yo, Jehov ´ a, soy tu Dios, Aquel que te ense- ˜ na para que te beneficies a ti mismo” (Isa ´ ıas 48:17). UN LIBRO DE PROFEC ´ IAS 13 La Biblia contiene numerosas profec ´ ıas, muchas de las cuales ya se han cumplido. Veamos un ejemplo. Por me- dio del profeta Isa ´ ıas —quien vivi ´ o m ´ as de setecientos a ˜ nos antes de nuestra era—, Jehov ´ a predijo lo que le ocurrir ´ ıa a la ciudad de Babilonia: ser ´ ıa destruida (Isa ´ ıas 13:19; 14: 22, 23). Pero adem ´ as explic ´ o que ser ´ ıa conquistada y c ´ omo suceder ´ ıa. Los ej ´ ercitos invasores secar ´ ıan el r ´ ıo que pasaba por la ciudad y entrar ´ ıan en ella sin tener que pelear. Y eso no es todo. La profec ´ ıa revel ´ o incluso el nombre del rey que conquistar ´ ıa Babilonia: Ciro (Isa ´ ıas 44:27–45:2). 14 Unos doscientos a ˜ nos despu ´ es, en la noche del 5 al 6 de octubre del a ˜ no 539 antes de nuestra era, un ej ´ ercito se hallaba acampado cerca de Babilonia. ¿Qui ´ en lo coman- daba? Un rey persa llamado Ciro. En efecto, todo estaba dispuesto para que se cumpliera la asombrosa profec ´ ıa. Pero ¿conseguir ´ ıa el ej ´ ercito de Ciro conquistar la ciudad sin siquiera pelear, como se hab ´ ıa predicho? 15 Los babilonios estaban celebrando una fiesta aquella noche y se sent ´ ıan seguros tras las enormes murallas de la ciudad. Mientras tanto, Ciro ingeniosamente desvi ´ o las aguas del r ´ ıo que cruzaba Babilonia, de modo que el nivel del agua baj ´ o lo suficiente como para que sus hom- bres se acercaran a las murallas avanzando por el cau- ce. Sin embargo, ¿c ´ omo lograron atravesar las murallas? 13. ¿Qu ´ e informaci ´ on acerca de Babilonia hizo Jehov ´ a que escribie- ra el profeta Isa ´ ıas por inspiraci ´ on? 14, 15. ¿C ´ omo se cumplieron algunos detalles de la profec ´ ıa de Isa ´ ıas sobre Babilonia? La Biblia proviene de Dios 23
  • 25. ¡Las puertas de la ciudad se hab ´ ıan dejado abiertas por descuido! 16 Jehov ´ a hab ´ ıa dicho lo siguiente acerca de Babilonia: “Nunca ser ´ a habitada, ni residir ´ a por generaci ´ on tras ge- neraci ´ on. Y all ´ ı el ´ arabe no asentar ´ a su tienda, y no habr ´ a pastores que dejen que sus reba ˜ nos se echen all ´ ı” (Isa ´ ıas 13:20). La profec ´ ıa no solo indic ´ o que la ciudad caer ´ ıa, sino tambi ´ en que quedar ´ ıa deshabitada para siempre. Us- ted puede comprobar que estas palabras se han cumplido. A unos 80 kil ´ ometros al sur de Bagdad, la capital de Irak, se encuentran los restos de la antigua Babilonia. El lugar est ´ a deshabitado, lo que da prueba de que se realiz ´ o la predic- ci ´ on que Jehov ´ a hab ´ ıa hecho mediante Isa ´ ıas: “La barrer ´ e con la escoba de la aniquilaci ´ on” (Isa ´ ıas 14:22, 23).1 1 Encontrar ´ a m ´ as informaci ´ on sobre las profec ´ ıas de la Biblia en las p ´ ags. 27-29 del folleto Un libro para todo el mundo, editado por los testigos de Jehov ´ a. 16. a) Seg ´ un predijo Isa ´ ıas, ¿qu ´ e le ocurrir ´ ıa finalmente a Babilonia? b) ¿C ´ omo se cumpli ´ o la profec ´ ıa de Isa ´ ıas que predijo que Babilonia quedar ´ ıa deshabitada? 24 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 26. 17 ¿Verdad que fortalece la fe comprobar que la Biblia es un libro de profec ´ ıas confiables? Ciertamente, el que Jeho- v ´ a Dios haya cumplido sus promesas en el pasado nos da la seguridad de que tambi ´ en cumplir ´ a su promesa de con- vertir la Tierra en un para ´ ıso (N ´ umeros 23:19). En efec- to, tenemos la “esperanza de la vida eterna que Dios, que no puede mentir, prometi ´ o antes de tiempos de larga du- raci ´ on” (Tito 1:2).1 “LA PALABRA DE DIOS ES VIVA” 18 Lo que hemos visto en este cap ´ ıtulo no deja dudas de 1 La destrucci ´ on de Babilonia es solo un ejemplo de c ´ omo se han cumplido muchas profec ´ ıas b ´ ıblicas. Otros ejemplos son la destruc- ci ´ on de las ciudades de Tiro y N ´ ınive (Ezequiel 26:1-5; Sofon ´ ıas 2:13- 15). Adem ´ as, el profeta Daniel predijo cu ´ ales ser ´ ıan los imperios mun- diales que surgir ´ ıan despu ´ es de Babilonia, entre ellos Medopersia y Grecia (Daniel 8:5-7, 20-22). En el ap ´ endice, p ´ ags. 199-201, encontra- r ´ a informaci ´ on sobre las numerosas profec ´ ıas respecto al Mes ´ ıas que se cumplieron en Jesucristo. 17. ¿Por qu ´ e fortalece la fe el cumplimiento de las profec ´ ıas b ´ ıblicas? 18. ¿Qu ´ e impactante afirmaci ´ on hizo el ap ´ ostol Pablo sobre “la pa- labra de Dios”? Ruinas de Babilonia La Biblia proviene de Dios 25
  • 27. que la Biblia es un libro realmente ´ unico. Pero su valor no solo se debe a su unidad de ideas, exactitud cient ´ ıfica e hist ´ orica, consejos pr ´ acticos y profec ´ ıas confiables. Toda- v ´ ıa ofrece mucho m ´ as. El ap ´ ostol Pablo escribi ´ o: “La pala- bra de Dios es viva, y ejerce poder, y es m ´ as aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y es- p ´ ıritu, y entre coyunturas y su tu ´ etano, y puede discernir pensamientos e intenciones del coraz ´ on” (Hebreos 4:12). 19 La lectura de “la palabra” o mensaje de Dios que se ha- lla en la Biblia puede cambiar nuestra vida. Nos ayuda a examinarnos como nunca antes. No basta con decir que amamos a Dios. En realidad, lo que revelar ´ a nuestros ver- daderos pensamientos e intenciones ser ´ a la forma en que respondamos a las ense ˜ nanzas de su Palabra inspirada, la Biblia. 20 La Biblia realmente proviene de Dios. Debemos leer- la, estudiarla y amarla. Siga examin ´ andola y as ´ ı demostrar ´ a que agradece este regalo divino. Adem ´ as, apreciar ´ a la im- portancia que tiene el prop ´ osito de Dios para la humani- dad. En el cap ´ ıtulo siguiente veremos cu ´ al es ese prop ´ osito y c ´ omo se har ´ a realidad. 19, 20. a) ¿C ´ omo nos ayuda la Biblia a examinarnos? b) ¿De qu ´ e modo puede usted demostrar su gratitud por la Biblia, el singular regalo que Dios nos ha hecho? LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA ˇ Dios inspir ´ o la Biblia, y por eso es exacta y confiable (2 Timoteo 3:16). ˇ Los consejos de la Biblia son pr ´ acticos para la vida diaria (Isa ´ ıas 48:17). ˇ Las promesas de Dios que se hallan en la Bi- blia se cumplir ´ an sin falta (N ´ umeros 23:19). 26 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 28. DIOS tiene un maravilloso prop ´ osito para la Tierra: llenar- la de personas que sean felices y disfruten de buena sa- lud. La Biblia relata que “Dios plant ´ o un jard ´ ın en Ed ´ en” y que “hizo crecer [...] todo ´ arbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento”. Despu ´ es cre ´ o a nuestros prime- ros padres, Ad ´ an y Eva, los puso en ese hermoso hogar y les dijo: “Sean fruct ´ ıferos y multipl ´ ıquense; llenen la tierra y som ´ etanla” (G ´ enesis 1:28, Nueva Versi ´ on Internacional; 2:8, 9, 15). Como vemos, su objetivo era que los seres hu- manos tuvieran hijos, extendieran aquel jard ´ ın por toda la Tierra y cuidaran de los animales. 2 ¿Cree usted que alg ´ un d ´ ıa se har ´ a realidad el prop ´ o- sito de Jehov ´ a de que la gente viva en un para ´ ıso terres- tre? Pues bien, ´ el ha prometido: “Lo he hablado; tambi ´ en lo har ´ e” (Isa ´ ıas 46:9-11; 55:11). En efecto, el Creador cum- plir ´ a sin falta todo lo que se ha propuesto. ´ El mismo se- ˜ nala que no cre ´ o la Tierra “sencillamente para nada”, sino “para ser habitada” (Isa ´ ıas 45:18). ¿Qu ´ e clase de perso- nas quer ´ ıa Dios que vivieran en este planeta, y por cu ´ anto 1. ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? 2. a) ¿Por qu ´ e podemos estar seguros de que se har ´ a realidad el prop ´ osito de Dios para la Tierra? b) Seg ´ un la Biblia, ¿qu ´ e clase de per- sonas vivir ´ an para siempre? CAP ´ ITULO 3 ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? ¿Cu ´ al es el prop ´ osito de Dios para la humanidad? ¿Qu ´ e desaf ´ ıo se ha lanzado contra Dios? ¿C ´ omo ser ´ a en el futuro la vida en la Tierra?
  • 29. tiempo? La Biblia responde: “Los justos mismos poseer ´ an la tierra, y residir ´ an para siempre sobre ella” (Salmo 37:29; Revelaci ´ on [Apocalipsis] 21:3, 4). 3 Obviamente, esa promesa a ´ un no se ha cumplido. Los seres humanos se enferman y mueren; es m ´ as, luchan y se matan unos a otros. Est ´ a claro que las cosas tomaron otro rumbo. Sin lugar a dudas, Jehov ´ a nunca quiso que la Tierra estuviera como la vemos hoy. ¿Qu ´ e sucedi ´ o? ¿Por qu ´ e no se ha cumplido el prop ´ osito de Dios? Las respues- tas no se encuentran en ninguno de los libros de historia que ha escrito el hombre, ya que el problema comenz ´ o en los cielos. EL ORIGEN DE UN ENEMIGO 4 El primer libro de la Biblia nos dice que en el jard ´ ın de Ed ´ en apareci ´ o en escena un enemigo de Dios. Aunque se le llama “la serpiente”, no se trata de un simple ani- mal. El ´ ultimo libro de la Biblia lo identifica como “el que es llamado Diablo y Satan ´ as, que est ´ a extraviando [o enga- ˜ nando] a toda la tierra habitada”. Tambi ´ en se le llama “la serpiente original” (G ´ enesis 3:1; Revelaci ´ on 12:9). En efec- to, es un poderoso ´ angel, un esp ´ ıritu invisible que utiliz ´ o a una serpiente para hablar con Eva, tal como un artis- ta logra que su voz parezca salir de un mu ˜ neco. Sin duda, ese mismo ´ angel estuvo presente cuando Dios prepar ´ o la Tierra para los seres humanos (Job 38:4, 7). 5 Sabemos que todo lo que Jehov ´ a crea es perfecto. En- tonces, ¿qui ´ en hizo al ser que llamamos “Diablo” y “Sa- tan ´ as”? En pocas palabras, un poderoso ´ angel de Dios se convirti ´ o en el Diablo por voluntad propia. ¿C ´ omo pudo su- 3. ¿Qu ´ e lamentables condiciones vemos en la Tierra, y qu ´ e pregun- tas es l ´ ogico hacerse? 4, 5. a) ¿Qui ´ en fue el que habl ´ o con Eva mediante una serpiente? b) ¿C ´ omo pudiera alguien honrado convertirse en ladr ´ on? 28 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 30. ceder tal cosa? Del mismo modo que alguien puede ser hoy honrado y ma ˜ nana convertirse en ladr ´ on. ¿C ´ omo ocurre eso? La persona quiz ´ a permita que brote en su co- raz ´ on un mal deseo. Si sigue pensando en ´ el, ese mal deseo puede hacerse muy intenso. Luego, si se le presenta la oca- si ´ on, la persona tal vez termine haciendo lo que ha estado pensando (Santiago 1:13-15). 6 Eso fue lo que ocurri ´ o en el caso de Satan ´ as. Segura- mente escuch ´ o a Jehov ´ a decirles a Ad ´ an y Eva que tuvieran hijos y llenaran la Tierra con sus descendientes (G ´ enesis 1: 27, 28). Al parecer pens ´ o: “¡Todos estos seres humanos po- dr ´ ıan adorarme a m ´ ı en vez de a Dios!”. Ese deseo malo ech ´ o ra ´ ıces en su coraz ´ on y, con el tiempo, lo llev ´ o a en- ga ˜ nar a Eva dici ´ endole mentiras sobre Dios (G ´ enesis 3:1- 5). As ´ ı, aquel ´ angel se convirti ´ o en “Diablo”, nombre que significa “Calumniador”. Al mismo tiempo lleg ´ o a ser “Sa- tan ´ as”, nombre que quiere decir “Opositor”. 7 Con embustes y trampas, Satan ´ as consigui ´ o que Ad ´ an y Eva desobedecieran a Dios (G ´ enesis 2:17; 3:6). El resul- tado fue que ambos terminaron muriendo, tal como Dios les hab ´ ıa advertido (G ´ enesis 3:17-19). Puesto que Ad ´ an se hizo imperfecto cuando pec ´ o, todos sus descendientes heredaron el pecado (Romanos 5:12). La situaci ´ on puede compararse a un molde de hacer pan que se ha abolla- do o deformado debido a un golpe. ¿C ´ omo saldr ´ an todos los panes que se hagan con ´ el? Imperfectos, marcados por la misma abolladura. De igual modo, todos los seres hu- manos nacemos marcados por la “abolladura” de la imper- fecci ´ on de Ad ´ an. Esta es la raz ´ on por la que envejecemos y morimos (Romanos 3:23). 6. ¿C ´ omo se convirti ´ o en Satan ´ as y Diablo un poderoso ´ angel de Dios? 7. a) ¿Por qu ´ e murieron Ad ´ an y Eva? b) ¿Por qu ´ e envejecemos y mo- rimos todos los descendientes de Ad ´ an? ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? 29
  • 31. 8 Cuando Satan ´ as anim ´ o a Ad ´ an y Eva a pecar contra Dios, en realidad se convirti ´ o en el cabecilla de una rebe- li ´ on. Desafi ´ o a Jehov ´ a, pues critic ´ o la forma que tiene de gobernar. Fue como si dijera: “Es un mal rey que miente a sus s ´ ubditos y les impide disfrutar de cosas buenas. Los 8, 9. a) Seg ´ un indican los hechos, ¿qu ´ e desaf ´ ıo plante ´ o Satan ´ as? b) ¿Por qu ´ e no destruy ´ o Dios de inmediato a los rebeldes? ¿C ´ omo podr ´ ıa Satan ´ as haberle ofrecido a Jes ´ us todos los reinos del mundo si no fueran suyos? 30 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 32. seres humanos no necesitan que ´ el los gobierne, sino que pueden decidir por su cuenta lo que est ´ a bien y lo que est ´ a mal. En realidad, saldr ´ an ganando si me obedecen a m ´ ı”. ¿C ´ omo responder ´ ıa Dios a una acusaci ´ on tan insultante? Hay quienes creen que deber ´ ıa haber dado muerte a los rebeldes. Pero ¿habr ´ ıa demostrado as ´ ı que Satan ´ as ment ´ ıa? ¿Habr ´ ıa probado que su modo de gobernar es bueno? 9 Jehov ´ a tiene un sentido perfecto de la justicia. Por ello, no pod ´ ıa destruir de inmediato a los rebeldes. M ´ as bien, decidi ´ o que se necesitaba tiempo para dar una respuesta satisfactoria al desaf ´ ıo de Satan ´ as y demostrar que es un embustero. Por lo tanto, determin ´ o que durante cierto pla- zo permitir ´ ıa que los seres humanos se gobernaran a s ´ ı mismos bajo la influencia de Satan ´ as. En el cap ´ ıtulo 11 de este libro se explica por qu ´ e actu ´ o as ´ ı y por qu ´ e ha deja- do pasar tanto tiempo para resolver estas cuestiones. Pero ahora preg ´ untese: ¿ten ´ ıan alguna raz ´ on Ad ´ an y Eva para creer a Satan ´ as, quien nunca hab ´ ıa hecho nada por ellos? ¿Hicieron bien en pensar que Jehov ´ a, quien les hab ´ ıa dado todo lo que ten ´ ıan, era un cruel mentiroso? ¿Qu ´ e habr ´ ıa hecho usted? 10 Conviene que meditemos en estas preguntas, pues to- dos nos enfrentamos hoy a cuestiones parecidas. En efec- to, usted tiene la oportunidad de ponerse de parte de Jehov ´ a y as ´ ı responder al desaf ´ ıo de Satan ´ as. Puede aceptar a Dios como su Gobernante y de ese modo demostrar que el Diablo es un mentiroso (Salmo 73:28; Proverbios 27:11). Por desgracia, aunque en este planeta hay miles de mi- llones de habitantes, solo unos pocos toman esa decisi ´ on. Este hecho nos lleva a plantearnos una pregunta impor- tante: ¿ense ˜ na realmente la Biblia que Satan ´ as gobierna este mundo? 10. ¿C ´ omo puede usted ponerse de parte de Jehov ´ a y responder al desaf ´ ıo de Satan ´ as? ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? 31
  • 33. ¿QUI ´ EN GOBIERNA ESTE MUNDO? 11 Jes ´ us nunca tuvo dudas de que Satan ´ as es el gober- nante de este mundo. En cierta ocasi ´ on, el Diablo le mos- tr ´ o de forma milagrosa “todos los reinos del mundo y su gloria”, y le prometi ´ o: “Todas estas cosas te las dar ´ e si caes y me rindes un acto de adoraci ´ on” (Mateo 4:8, 9; Lucas 4: 5, 6). Piense en ello. Si Satan ´ as no fuera el due ˜ no de esos reinos, ¿habr ´ ıa sido una verdadera tentaci ´ on para Jes ´ us aquella oferta? Adem ´ as, Jes ´ us no neg ´ o que le pertenecie- ran al Diablo, lo que obviamente habr ´ ıa hecho si no estu- vieran bajo el control de este enemigo de Dios. 12 Claro est ´ a, Jehov ´ a es el Dios todopoderoso, el Crea- dor del imponente universo (Revelaci ´ on 4:11). Sin embar- go, en ning ´ un lugar la Biblia lo llama gobernante de este mundo, y lo mismo puede decirse de Jesucristo. De hecho, fue al Diablo a quien Jes ´ us llam ´ o “el gobernante de este mundo” (Juan 12:31; 14:30; 16:11). Y la Biblia incluso ase- gura que ese opositor, o Satan ´ as, es “el dios de este sistema de cosas” (2 Corintios 4:3, 4). El ap ´ ostol Juan se refiri ´ o a ´ el cuando escribi ´ o: “El mundo entero yace en el poder del inicuo [o maligno]” (1 Juan 5:19). EL FIN DEL MUNDO DE SATAN ´ AS 13 Cada a ˜ no que pasa, el mundo se vuelve m ´ as peligroso. Est ´ a lleno de ej ´ ercitos en guerra, pol ´ ıticos corruptos, l ´ ıde- res religiosos hip ´ ocritas y criminales despiadados. En con- junto, este mundo malvado no tiene remedio. La Biblia revela que pronto Dios lo destruir ´ a en la guerra de Arma- ged ´ on, y esto dar ´ a paso a un nuevo mundo justo (Revela- ci ´ on 16:14-16). 11, 12. a) ¿C ´ omo demuestra que Satan ´ as es el gobernante de este mundo una tentaci ´ on a la que se enfrent ´ o Jes ´ us? b) ¿Qu ´ e otras prue- bas hay de que Satan ´ as es el gobernante de este mundo? 13. ¿Por qu ´ e se necesita un nuevo mundo? 32 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 34. 14 Jehov ´ a eligi ´ o a Jesucristo como Rey de su gobierno ce- lestial, el Reino de Dios. Hace mucho tiempo, la Biblia pre- dijo: “Un ni ˜ no nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y el gobierno reposar ´ a sobre sus hombros; y se llamar ´ a [...] Pr ´ ıncipe de Paz. El aumento de su gobierno y [el] de la paz no tendr ´ an fin” (Isa ´ ıas 9:6, 7, La Biblia de las Am ´ ericas, no- tas). Jes ´ us ense ˜ n ´ o a sus disc ´ ıpulos a incluir ese gobierno en sus oraciones, al decir: “Venga tu reino. Efect ´ uese tu voluntad, como en el cielo, tambi ´ en sobre la tierra” (Ma- teo 6:10). Como veremos m ´ as adelante, el Reino de Dios pronto acabar ´ a con todos los gobiernos de este mundo y los reemplazar ´ a (Daniel 2:44). Y entonces convertir ´ a la Tierra en un para ´ ıso. ¡SE ACERCA UN NUEVO MUNDO! 15 La Biblia nos asegura que “hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos seg ´ un [la] promesa [de Dios], y en estos la justicia habr ´ a de morar” (2 Pedro 3:13; Isa ´ ıas 65:17). Cuando la Biblia habla de la “tierra”, a veces se re- fiere a sus habitantes (G ´ enesis 11:1). Por lo tanto, la justa “nueva tierra” es una sociedad formada por personas que reciben la aprobaci ´ on divina. 16 Jes ´ us prometi ´ o que, cuando llegue el nuevo mundo, Dios dar ´ a un magn ´ ıfico regalo a las personas que aprue- ba: la “vida eterna” (Marcos 10:30). Tenga la bondad de buscar en su Biblia Juan 3:16 y 17:3, y leer lo que dijo Je- s ´ us que debemos hacer para conseguir la vida eterna. Aho- ra veamos en la Biblia las bendiciones que tendr ´ an en el Para ´ ıso terrestre quienes reciban ese maravilloso regalo di- vino. 14. ¿A qui ´ en eligi ´ o Dios como Rey de su Reino celestial, y c ´ omo se predijo este nombramiento? 15. ¿Qu ´ e es la “nueva tierra”? 16. ¿Qu ´ e extraordinario regalo har ´ a Dios a las personas que aprue- ba, y qu ´ e debemos hacer para recibirlo? ¿Qu ´ e prop ´ osito tiene Dios para la Tierra? 33
  • 35. 17 La maldad, la guerra, el delito y la violencia ya no existi- r ´ an. “El inicuo [o malvado] ya no ser ´ a [...]. Pero los mansos mismos poseer ´ an la tierra.” (Salmo 37:10, 11.) Habr ´ a paz, pues Dios har ´ a “cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra” (Salmo 46:9; Isa ´ ıas 2:4). Cuando llegue ese momen- to, “el justo brotar ´ a” y habr ´ a “abundancia de paz hasta que la luna ya no sea”, es decir, para siempre (Salmo 72:7). 18 Los siervos de Jehov ´ a vivir ´ an seguros. En tiempos b ´ ıbli- cos, cuando la naci ´ on de Israel obedec ´ ıa a Dios, disfrutaba de seguridad (Lev ´ ıtico 25:18, 19). ¡Qu ´ e maravilla ser ´ a dis- frutar de una seguridad similar en el Para ´ ıso! (Isa ´ ıas 32:18; Miqueas 4:4.) 19 Ya no escasear ´ an los alimentos. “Llegar ´ a a haber abun- dancia de grano en la tierra; en la cima de las monta ˜ nas habr ´ a sobreabundancia”, cant ´ o el salmista (Salmo 72:16). Jehov ´ a Dios bendecir ´ a a quienes son fieles a ´ el, y “la tierra misma ciertamente dar ´ a su producto” (Salmo 67:6). 20 Toda la Tierra se transformar ´ a en un para ´ ıso. Hermo- sos hogares y jardines ocupar ´ an los terrenos que la mal- dad del hombre ha echado a perder (Isa ´ ıas 65:21-24; Revelaci ´ on 11:18). Con el transcurso del tiempo, se ir ´ an transformando m ´ as y m ´ as zonas de la Tierra, y el pla- neta entero ser ´ a tan bello y productivo como el jard ´ ın de Ed ´ en. Por toda la eternidad, Dios estar ´ a “abriendo [su] mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente” (Sal- mo 145:16). 21 Habr ´ a paz entre el hombre y los animales. Los animales 17, 18. ¿Por qu ´ e podemos tener la certeza de que habr ´ a paz y segu- ridad en toda la Tierra? 19. ¿Qu ´ e garant ´ ıa tenemos de que Dios se encargar ´ a de que haya ali- mentos en abundancia en el nuevo mundo? 20. ¿Por qu ´ e podemos estar seguros de que toda la Tierra se transfor- mar ´ a en un para ´ ıso? 21. ¿Qu ´ e indica que habr ´ a paz entre el hombre y los animales? 34 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 36.
  • 37. salvajes y dom ´ esticos comer ´ an juntos. Ni siquiera un ni ˜ no peque ˜ no tendr ´ a nada que temer de animales que ahora son peligrosos (Isa ´ ıas 11:6-9; 65:25). 22 Desaparecer ´ an las enfermedades. Como Rey del Reino celestial de Dios, Jes ´ us efectuar ´ a curaciones a una escala mucho m ´ as grandiosa que cuando estuvo en la Tierra (Ma- teo 9:35; Marcos 1:40-42; Juan 5:5-9). “Ning ´ un residente dir ´ a: ‘Estoy enfermo’.” (Isa ´ ıas 33:24; 35:5, 6.) 23 Los seres queridos que han muerto volver ´ an a la vida y tendr ´ an la oportunidad de no morir nunca. Resucitar ´ an to- dos los que duermen en la muerte y est ´ an en la memoria de Dios. Efectivamente, “va a haber resurrecci ´ on as ´ ı de jus- tos como de injustos” (Hechos 24:15; Juan 5:28, 29). 24 Un futuro brillante aguarda a los que deseen ampliar sus conocimientos sobre nuestro Gran Creador, Jehov ´ a, y decidan servirle. Jes ´ us se refiri ´ o al venidero Para ´ ıso terres- tre cuando hizo esta promesa al malhechor que muri ´ o a su lado: “Estar ´ as conmigo en el Para ´ ıso” (Lucas 23:43). Es vi- tal que aprendamos m ´ as acerca de Jesucristo, pues todas estas bendiciones se har ´ an realidad mediante ´ el. 22. ¿Qu ´ e suceder ´ a con las enfermedades? 23. ¿Por qu ´ e ser ´ a la resurrecci ´ on un motivo de gran alegr ´ ıa? 24. ¿Qu ´ e le parece la idea de vivir en una Tierra hecha un Para ´ ıso? LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA ˇ Dios cumplir ´ a su prop ´ osito de convertir la Tierra en un para ´ ıso (Isa ´ ıas 45:18; 55:11). ˇ Satan ´ as es quien gobierna el mundo en la actualidad (Juan 12:31; 1 Juan 5:19). ˇ Cuando llegue el nuevo mundo, Dios colmar ´ a a la humanidad de bendiciones (Salmo 37:10, 11, 29). 36 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 38. EN EL mundo hay muchas personas famosas. Algunas son muy conocidas en su propia comunidad, ciudad o naci ´ on, y otras en el mundo entero. Pero el hecho de que usted sepa el nombre de alguien famoso no significa que conoz- ca a esa persona, es decir, que est ´ e enterado de los detalles de su pasado o de c ´ omo es en realidad. 2 Aunque ya han pasado unos dos mil a ˜ nos desde que Je- sucristo vivi ´ o en la Tierra, en todo el mundo se habla de ´ el. Sin embargo, existe mucha confusi ´ on sobre qui ´ en fue en realidad. Algunos dicen que fue tan solo un hombre bue- no. Otros piensan que no fue m ´ as que un profeta. Y hay quienes creen que Jes ´ us es Dios y debemos adorarlo. ¿Ser ´ a esto cierto? 3 Es importante que usted sepa la verdad sobre Jes ´ us. ¿Por qu ´ e? Porque la Biblia dice: “Esto significa vida eter- na, el que est ´ en adquiriendo conocimiento de ti, el ´ unico Dios verdadero, y de aquel a quien t ´ u enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). En efecto, conocer la verdad sobre Jehov ´ a Dios y sobre Jesucristo puede llevarle a vivir para siempre en un para ´ ıso terrestre (Juan 14:6). Adem ´ as, Jes ´ us dio el mejor ejemplo de c ´ omo se debe vivir y tratar al pr ´ ojimo (Juan 13: 1, 2. a) ¿Por qu ´ e no es lo mismo haber o ´ ıdo hablar de alguien fa- moso que conocerlo bien? b) ¿Qu ´ e confusi ´ on existe sobre Jes ´ us? 3. ¿Por qu ´ e es importante que usted sepa la verdad sobre Jes ´ us? CAP ´ ITULO 4 ¿Qui ´ en es Jesucristo? ¿Qu ´ e papel singular cumple Jes ´ us? ¿De d ´ onde vino? ¿Qu ´ e clase de persona fue?
  • 39. 34, 35). En el primer cap ´ ıtulo de este libro vimos cu ´ al es la verdad acerca de Dios. Veamos ahora lo que ense ˜ na la Biblia acer- ca de Jesucristo. EL MES ´ IAS PROMETIDO 4 Mucho antes de que Jes ´ us naciera, la Biblia predijo la llegada del enviado de Dios, el llamado Mes ´ ıas o Cristo. Los t ´ ıtulos Mes ´ ıas (derivado de una palabra hebrea) y Cristo (derivado de una palabra griega) significan “Un- gido”. De modo que el enviado prometido ser ´ ıa un- gido, es decir, nombrado por Dios para ocupar una posici ´ on especial. En otros cap ´ ıtulos de este libro veremos con m ´ as detalle que el Mes ´ ıas tiene un 4. ¿Qu ´ e significan los t ´ ıtulos Mes ´ ıas y Cristo? Cuando Jes ´ us se bautiz ´ o, se convirti ´ o en el Mes ´ ıas, o Cristo ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 40. important ´ ısimo papel en el cumplimiento de las prome- sas divinas. Tambi ´ en veremos que Jes ´ us puede bendecir- nos incluso hoy en d ´ ıa. Seguramente, ya antes de que Jes ´ us naciera, muchas personas se preguntaban: “¿Qui ´ en ser ´ a el Mes ´ ıas?”. 5 En el siglo primero de nuestra era, los disc ´ ıpulos de Jes ´ us de Nazaret estaban totalmente convencidos de que ´ el era el Mes ´ ıas predicho (Juan 1:41). Uno de ellos, Sim ´ on Pedro, le dijo sin rodeos: “T ´ u eres el Cristo” (Mateo 16:16). Ahora bien, ¿por qu ´ e estaban tan seguros aquellos disc ´ ıpu- los de que Jes ´ us era en verdad el Mes ´ ıas prometido? ¿Y por qu ´ e podemos estar seguros nosotros? 6 Los profetas de Dios que vivieron antes que Jes ´ us predijeron muchos detalles que ayudar ´ ıan a identificar al Mes ´ ıas. Por poner una comparaci ´ on: suponga que usted tuviera que ir a buscar a un desconocido a una concurri- da estaci ´ on de autobuses o de trenes, o a un aeropuerto. ¿Verdad que le vendr ´ ıa bien conocer algunas caracter ´ ısti- cas de la persona? Pues bien, mediante los profetas b ´ ıbli- cos, Jehov ´ a dio una descripci ´ on bastante detallada de lo que har ´ ıa el Mes ´ ıas y de las cosas que le suceder ´ ıan. De este modo, las personas fieles podr ´ ıan reconocerlo sin ninguna duda cuando vieran cumplirse todas esas profec ´ ıas. 7 Veamos un par de ejemplos. El primero es el siguiente: m ´ as de setecientos a ˜ nos antes de que ocurriera, el profeta Miqueas predijo que el enviado prometido nacer ´ ıa en Be- l ´ en, un peque ˜ no pueblo de la tierra de Jud ´ a (Miqueas 5:2). Pues bien, ¿d ´ onde naci ´ o Jes ´ us? Justo en ese lugar (Mateo 2: 1, 3-9). El segundo ejemplo es la profec ´ ıa de Daniel 9:25, que con muchos siglos de antelaci ´ on permit ´ ıa calcular el 5. ¿De qu ´ e estaban totalmente convencidos los disc ´ ıpulos de Jes ´ us? 6. ¿Qu ´ e comparaci ´ on nos permite entender c ´ omo ha ayudado Jeho- v ´ a a las personas fieles a identificar al Mes ´ ıas? 7. Mencione dos de las profec ´ ıas que se cumplieron en Jes ´ us. ¿Qui ´ en es Jesucristo? 39
  • 41. a ˜ no exacto en que se presentar ´ ıa el Mes ´ ıas: el a ˜ no 29 de nuestra era.1 El cumplimiento de estas y otras profec ´ ıas de- muestra que Jes ´ us era el Mes ´ ıas prometido. 8 A finales del a ˜ no 29 se demostr ´ o a ´ un m ´ as claramen- te que Jes ´ us era el Mes ´ ıas. Fue entonces cuando ´ el le pidi ´ o a Juan el Bautista que lo bautizara en el r ´ ıo Jord ´ an. Jeho- v ´ a hab ´ ıa prometido a Juan que le dar ´ ıa una se ˜ nal para que pudiera reconocer al Mes ´ ıas, y se la dio en el bautis- mo de Jes ´ us. La Biblia relata: “Despu ´ es que Jes ´ us fue bau- tizado, inmediatamente sali ´ o del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron, y ´ el vio descender como paloma el esp ´ ıritu de Dios que ven ´ ıa sobre ´ el. ¡Mire! Tambi ´ en hubo una voz des- de los cielos que dec ´ ıa: ‘Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado’” (Mateo 3:16, 17). Cuando Juan vio y escu- ch ´ o aquello, no tuvo ninguna duda de que Jes ´ us era el en- viado de Dios (Juan 1:32-34). Aquel d ´ ıa, cuando el esp ´ ıritu santo —es decir, la fuerza activa de Dios— se derram ´ o sobre ´ el, Jes ´ us lleg ´ o a ser el Mes ´ ıas, o Cristo, la persona elegida para ser Caudillo y Rey (Isa ´ ıas 55:4). 9 Las profec ´ ıas b ´ ıblicas que se han cumplido y el testi- monio que Jehov ´ a mismo dio prueban claramente que Je- s ´ us era el Mes ´ ıas prometido. Pero la Biblia contesta otras dos preguntas importantes sobre Jesucristo: de d ´ onde vino y qu ´ e clase de persona fue. ¿DE D ´ ONDE VINO JES ´ US? 10 La Biblia ense ˜ na que Jes ´ us vivi ´ o en el cielo antes de venir a la Tierra. Por ejemplo, adem ´ as de predecir que el 1 En el ap ´ endice de este libro, p ´ ags. 197-199, se explica c ´ omo se cumpli ´ o en Jes ´ us la profec ´ ıa de Daniel. 8, 9. ¿De qu ´ e manera se demostr ´ o m ´ as claramente en el bautismo de Jes ´ us que ´ el era el Mes ´ ıas? 10. ¿Qu ´ e ense ˜ na la Biblia sobre la existencia de Jes ´ us antes de que viniera a la Tierra? 40 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 42. Mes ´ ıas nacer ´ ıa en Bel ´ en, el profeta Miqueas indic ´ o que su origen tuvo lugar en “tiempos tempranos” (Miqueas 5:2). De hecho, el propio Jes ´ us dijo en muchas ocasiones que antes de nacer como hombre hab ´ ıa vivido en el cielo (Juan 3:13; 6:38, 62; 17:4, 5). All ´ ı era una criatura espiritual que disfrutaba de una relaci ´ on especial con Jehov ´ a. 11 Por muchas razones, Jes ´ us es el hijo m ´ as querido de Jehov ´ a. La Biblia lo llama “el primog ´ enito de toda la crea- ci ´ on”, pues ´ el fue lo primero que Dios cre ´ o (Colosen- ses 1:15).1 Otra cosa que lo hace especial es el hecho de ser el “Hijo unig ´ enito” (Juan 3:16). Esto significa que es el ´ unico a quien Dios cre ´ o directamente. Tambi ´ en es el ´ unico que colabor ´ o con Jehov ´ a en la creaci ´ on de todas las dem ´ as cosas (Colosenses 1:16). Adem ´ as, se le llama “la Palabra” (Juan 1:14). Este t ´ ıtulo muestra que era el encargado de ha- blar en nombre de su Padre. Seguramente daba mensajes e instrucciones a los dem ´ as hijos de Dios, tanto a ´ angeles como a seres humanos. 12 ¿Es el Hijo primog ´ enito igual a Dios, como algunos creen? Eso no es lo que la Biblia ense ˜ na. Como vimos en el p ´ arrafo anterior, el Hijo fue creado. Por lo tanto, es ob- vio que tuvo un principio, mientras que Jehov ´ a no tiene ni principio ni fin (Salmo 90:2). Al Hijo unig ´ enito ni si- quiera se le ocurri ´ o tratar de igualarse a su Padre. La Bi- blia ense ˜ na claramente que el Padre es mayor que el Hijo (Juan 14:28; 1 Corintios 11:3). Solo Jehov ´ a es el “Dios 1 A Jehov ´ a se le llama Padre porque es el Creador (Isa ´ ıas 64:8). Puesto que Jes ´ us fue creado por Dios, recibe el nombre de Hijo de Dios. Por la misma raz ´ on, a otros esp ´ ıritus e incluso a Ad ´ an se les lla- ma hijos de Dios (Job 1:6; Lucas 3:38). 11. ¿C ´ omo muestra la Biblia que Jes ´ us es el Hijo m ´ as querido de Jehov ´ a? 12. ¿Qu ´ e pruebas tenemos de que el Hijo primog ´ enito no es igual a Dios? ¿Qui ´ en es Jesucristo? 41
  • 43. Todopoderoso” (G ´ enesis 17:1). Por consiguiente, no tiene igual.1 13 Jehov ´ a y su Hijo primog ´ enito disfrutaron de una rela- ci ´ on muy estrecha durante millones y millones de a ˜ nos, mucho antes de la creaci ´ on de las estrellas y la Tierra. ¡Qu ´ e gran amor deben de haberse tenido! (Juan 3:35; 14:31.) Este Hijo querido era tal como su Padre. Por esa raz ´ on, la Biblia dice que ´ el es “la imagen del Dios invisible” (Colo- senses 1:15). En efecto, igual que los hijos suelen parecer- se a sus padres de muchas maneras, este Hijo celestial de Dios tambi ´ en reflejaba las cualidades y la personalidad de su Padre. 14 El Hijo unig ´ enito de Jehov ´ a dej ´ o voluntariamente el cielo para venir a la Tierra y ser hombre. Pero quiz ´ a usted se pregunte: “¿C ´ omo fue posible que un esp ´ ıritu na- ciera como ser humano?”. Pues bien, Jehov ´ a realiz ´ o un mi- lagro. Hizo que la vida de su Hijo primog ´ enito, que estaba en el cielo, pasara a la matriz de una virgen jud ´ ıa llama- da Mar ´ ıa. Puesto que no intervino ning ´ un padre humano, ella dio a luz un hijo perfecto, al que puso por nombre Jes ´ us (Lucas 1:30-35). ¿QU ´ E CLASE DE PERSONA FUE JES ´ US? 15 Todo lo que Jes ´ us hizo y dijo mientras estuvo en la Tierra nos ayuda a conocerlo bien. Y, lo que es m ´ as, por medio de ´ el podemos conocer mejor a Jehov ´ a. ¿De qu ´ e 1 En el ap ´ endice de este libro, p ´ ags. 201-204, hallar ´ a m ´ as pruebas de que el Hijo primog ´ enito no es igual a Dios. 13. ¿Qu ´ e quiere decir la Biblia cuando afirma que el Hijo es “la ima- gen del Dios invisible”? 14. ¿De qu ´ e manera lleg ´ o a nacer como hombre el Hijo unig ´ enito de Jehov ´ a? 15. ¿De qu ´ e manera llegamos a conocer mejor a Jehov ´ a por medio de Jes ´ us? 42 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 44. manera? Recuerde que este Hijo es la viva imagen de su Pa- dre. Por eso le dijo a uno de sus disc ´ ıpulos: “El que me ha visto a m ´ ı ha visto al Padre tambi ´ en” (Juan 14:9). En los cuatro libros de la Biblia que se conocen como los Evan- gelios —Mateo, Marcos, Lucas y Juan—, hallamos mucha informaci ´ on sobre la vida, las obras y las cualidades de Je- sucristo. 16 A Jes ´ us se le llamaba “Maestro” (Juan 1:38; 13:13). ¿Qu ´ e era lo que ense ˜ naba? Principalmente, proclamaba el mensaje de “las buenas nuevas del reino”, es decir, las buenas noticias sobre el Reino de Dios. Este gobierno re- gir ´ a toda la Tierra desde el cielo y derramar ´ a un sinf ´ ın de bendiciones sobre los seres humanos que sean fieles a Dios (Mateo 4:23). ¿De qui ´ en proced ´ ıa este mensaje? Je- s ´ us mismo lo dijo: “Lo que yo ense ˜ no no es m ´ ıo, sino que pertenece al que me ha enviado”, o sea, a Jehov ´ a (Juan 7:16). El Hijo sab ´ ıa que su Padre deseaba que la gente oye- ra las buenas nuevas del Reino de Dios. En el cap ´ ıtulo 8 veremos m ´ as detalles acerca de este gobierno y de lo que lograr ´ a. 17 ¿D ´ onde ense ˜ naba Jes ´ us? En cualquier lugar donde hu- biera gente: tanto en el campo como en las ciudades, los pueblos, los mercados y las casas. Jes ´ us no se sen- taba a esperar a que las personas acudieran a ´ el, sino que iba a buscarlas (Marcos 6:56; Lucas 19:5, 6). ¿Por qu ´ e de- dic ´ o tanto tiempo y esfuerzo a predicar y ense ˜ nar? Porque esa era la voluntad de su Padre, y Jes ´ us siempre la cum- pli ´ o (Juan 8:28, 29). Pero hab ´ ıa otra raz ´ on, y era que sen- t ´ ıa compasi ´ on por las multitudes que iban a verlo (Mateo 9:35, 36). Los l ´ ıderes religiosos deber ´ ıan haberles ense- ˜ nado la verdad sobre Dios y sus prop ´ ositos, pero las hab ´ ıan 16. ¿Cu ´ al fue el principal mensaje de Jes ´ us, y de qui ´ en proced ´ ıan sus ense ˜ nanzas? 17. ¿D ´ onde ense ˜ naba Jes ´ us, y por qu ´ e se esforz ´ o tanto por hacerlo? ¿Qui ´ en es Jesucristo? 43
  • 45. dejado abandonadas. Sin embargo, Jes ´ us sab ´ ıa cu ´ anto ne- cesitaban escuchar el mensaje del Reino. 18 Jes ´ us fue un hombre tierno, cari ˜ noso y de gran cora- z ´ on. Trataba a la gente con sencillez y amabilidad, y hasta los ni ˜ nos se sent ´ ıan c ´ omodos a su lado (Marcos 10:13-16). No mostraba favoritismo. Odiaba la corrupci ´ on y la injus- ticia (Mateo 21:12, 13). En una ´ epoca en la que se mostra- ba poco respeto y consideraci ´ on a las mujeres, ´ el las trat ´ o con dignidad (Juan 4:9, 27). Jes ´ us era humilde de verdad. En cierta ocasi ´ on les lav ´ o los pies a los ap ´ ostoles, una tarea que sol ´ ıan realizar los criados de menor categor ´ ıa. 19 Jes ´ us sent ´ ıa compasi ´ on por las personas que sufr ´ ıan, como lo demostr ´ o especialmente cuando realiz ´ o curacio- nes milagrosas con el poder del esp ´ ıritu de Dios (Mateo 18. ¿Qu ´ e cualidades de Jes ´ us le atraen m ´ as? 19. ¿Qu ´ e ejemplo muestra que Jes ´ us sent ´ ıa compasi ´ on por las perso- nas que sufr ´ ıan? Jes ´ us predicaba en cualquier lugar donde hubiera gente
  • 46. 14:14). Por ejemplo, un leproso lo busc ´ o y le dijo: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. Jes ´ us sinti ´ o en su propio coraz ´ on el sufrimiento de aquel hombre. Compadecido, extendi ´ o la mano, lo toc ´ o y le dijo: “Quiero. S ´ e limpio”. ¡Y el enfermo san ´ o! (Marcos 1:40-42.) ¿Se imagina usted c ´ omo debi ´ o sentirse aquella persona? FIEL HASTA EL FINAL 20 Jes ´ us es el mejor ejemplo de obediencia y lealtad a Dios. En toda circunstancia permaneci ´ o fiel a su Padre ce- lestial, a pesar de soportar todo tipo de oposici ´ on y sufri- mientos. Rechaz ´ o con firmeza las tentaciones de Satan ´ as (Mateo 4:1-11). Hubo un tiempo en que algunos de sus propios parientes no creyeron en ´ el. Incluso llegaron a de- cir: “Ha perdido el juicio” (Marcos 3:21). Pero Jes ´ us no se 20, 21. ¿Por qu ´ e podemos decir que Jes ´ us es el mejor ejemplo de obediencia y lealtad a Dios? 45
  • 47. desanim ´ o y sigui ´ o efectuando la obra de Dios. Cuando sus adversarios lo insultaron y agredieron, siempre supo con- tenerse y no intent ´ o hacerles da ˜ no (1 Pedro 2:21-23). 21 Jes ´ us fue fiel hasta la muerte, una muerte cruel y do- lorosa a manos de sus enemigos (Filipenses 2:8). Piense en lo que soport ´ o el ´ ultimo d ´ ıa de su vida como hombre. Tuvo que aguantar que las autoridades lo arrestaran, que testigos falsos lo acusaran, que jueces corruptos lo conde- naran, que la gente se burlara de ´ el y que los soldados lo torturaran. Clavado en el madero, exclam ´ o con su ´ ultimo aliento: “¡Se ha realizado!” (Juan 19:30). Tres d ´ ıas despu ´ es, su Padre celestial lo resucit ´ o como criatura espiritual (1 Pe- dro 3:18). Al cabo de pocas semanas regres ´ o al cielo, don- de “se sent ´ o a la diestra de Dios” a la espera de recibir el poder para reinar (Hebreos 10:12, 13). 22 ¿Qu ´ e logr ´ o Jes ´ us al permanecer fiel hasta el final? Su muerte abri ´ o el camino para que podamos vivir eterna- mente en un para ´ ıso terrestre, tal como Jehov ´ a se propuso desde un principio. En el pr ´ oximo cap ´ ıtulo veremos c ´ omo logra la muerte de Jes ´ us que esta esperanza se haga realidad. 22. ¿Qu ´ e logr ´ o Jes ´ us al permanecer fiel hasta el final? LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA ˇ Tanto las profec ´ ıas b ´ ıblicas que se cumplieron en Jes ´ us como el testimonio que Jehov ´ a mis- mo dio prueban que ´ el es el Mes ´ ıas, o Cristo (Mateo 16:16). ˇ Jes ´ us vivi ´ o en el cielo como criatura espiritual mucho antes de venir a la Tierra (Juan 3:13). ˇ Jes ´ us fue un maestro, un hombre tierno y cari ˜ noso, y un ejemplo de obediencia perfecta a Dios (Mateo 9:35, 36). 46 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 48. ¿CU ´ AL es el mejor regalo que usted ha recibido? Un rega- lo no tiene que ser caro para ser valioso. Al fin y al cabo, su verdadera importancia no siempre depende de cu ´ anto haya costado. M ´ as bien, es valioso para usted si lo hace fe- liz o si llena una verdadera necesidad en su vida. 2 De los muchos obsequios que pudieran hacerle, hay uno que supera a todos los dem ´ as. Es un regalo de Dios para la humanidad. Es cierto que Jehov ´ a nos ha dado mu- chas cosas, pero la m ´ as importante es el rescate: el sacri- ficio de su Hijo, Jesucristo (Mateo 20:28). Como veremos en este cap ´ ıtulo, el rescate es el regalo m ´ as valioso que he- mos recibido, pues nos da la oportunidad de ser inmensa- mente felices y de obtener lo que de verdad necesitamos. En realidad, es la mayor prueba del amor que Jehov ´ a nos tiene a cada uno de nosotros. ¿QU ´ E ES EL RESCATE? 3 En pocas palabras, el rescate es el medio que Jehov ´ a 1, 2. a) ¿Qu ´ e hace que un regalo sea valioso para usted? b) ¿Por qu ´ e es el rescate el regalo m ´ as valioso que hemos recibido? 3. ¿Qu ´ e es el rescate, y qu ´ e tenemos que comprender para hacernos una idea del gran valor de este regalo? CAP ´ ITULO 5 El rescate, el mayor regalo de Dios ¿Qu ´ e es el rescate? ¿C ´ omo lo proporcion ´ o Dios? ¿C ´ omo puede beneficiarle a usted? ¿C ´ omo puede demostrar que lo agradece?
  • 49. emplea para liberar, o salvar, del pecado y la muerte a la humanidad (Efesios 1:7). La clave para entender esta ense- ˜ nanza b ´ ıblica est ´ a en lo que sucedi ´ o en el jard ´ ın de Ed ´ en. Solo si comprendemos qu ´ e fue lo que Ad ´ an perdi ´ o al pe- car, nos haremos una idea del gran valor que tiene para nosotros el rescate. 4 Cuando Jehov ´ a cre ´ o a Ad ´ an, le dio algo valios ´ ısimo: la vida humana perfecta. Piense en lo que eso significaba para ´ el. Con un cuerpo y una mente perfectos, nunca se enfermar ´ ıa, envejecer ´ ıa ni morir ´ ıa. Adem ´ as, disfrutaba de una relaci ´ on especial con Jehov ´ a. La Biblia dice que Ad ´ an era “hijo de Dios” (Lucas 3:38). Por lo tanto, entre Dios y Ad ´ an exist ´ ıa una relaci ´ on muy estrecha, como la que existe entre un padre cari ˜ noso y su hijo. En efecto, el Creador se comunicaba con su hijo terrestre, le encargaba tareas que lo har ´ ıan feliz y le explicaba qu ´ e esperaba de ´ el (G ´ enesis 1: 28-30; 2:16, 17). 5 Ad ´ an fue hecho “a la imagen de Dios” (G ´ enesis 1:27). Esto no quiere decir que tuviera la misma apariencia que Dios. Como aprendimos en el cap ´ ıtulo 1 de este libro, Jehov ´ a es un esp ´ ıritu invisible (Juan 4:24). De modo que ´ el no tiene un cuerpo de carne y hueso. Por lo tanto, Ad ´ an estaba hecho a la imagen de Dios en otro senti- do, en el sentido de que hab ´ ıa sido creado con cualidades como las que tiene Dios: amor, sabidur ´ ıa, justicia y po- der, entre otras. Adem ´ as, era como su Padre en otro im- portante aspecto: ten ´ ıa libre albedr ´ ıo, es decir, pod ´ ıa tomar sus propias decisiones. As ´ ı que no era ninguna m ´ aquina, que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabrica- da o programada. Al contrario, pod ´ ıa decidir por s ´ ı mismo y escoger entre el bien y el mal. Si hubiera elegido obede- 4. ¿Qu ´ e significaba para Ad ´ an tener una vida humana perfecta? 5. ¿Qu ´ e quiere decir la Biblia cuando indica que Ad ´ an estaba hecho “a la imagen de Dios”? 48 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 50. cer a Dios, habr ´ ıa vivido para siempre en el Para ´ ıso terres- tre. 6 Est ´ a claro que Ad ´ an pag ´ o muy cara la desobediencia a Dios, pues fue condenado a muerte. Aquel pecado le cos- t ´ o la vida humana perfecta con todos sus beneficios (G ´ e- nesis 3:17-19). Por desgracia, Ad ´ an no solo la perdi ´ o para ´ el, sino tambi ´ en para sus futuros descendientes. La Pala- bra de Dios dice: “Por medio de un solo hombre [es decir, Ad ´ an] el pecado entr ´ o en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y as ´ ı la muerte se extendi ´ o a todos los hombres porque todos hab ´ ıan pecado” (Romanos 5:12). En efecto, todos nosotros hemos heredado de Ad ´ an el pecado. Por eso, la Biblia explica que Ad ´ an nos ha “vendido” junto con ´ el, haci ´ endonos esclavos del pecado y la muerte (Ro- manos 7:14). Para Ad ´ an y Eva no exist ´ ıa ninguna esperan- za, pues ellos hab ´ ıan desobedecido a Dios por voluntad propia. Sin embargo, ¿qu ´ e suceder ´ ıa con sus descendien- tes, entre ellos nosotros? 7 Jehov ´ a decidi ´ o salvar a la humanidad mediante el rescate. ¿En qu ´ e consiste un rescate? B ´ asicamente, en dos cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para re- cuperar una cosa o liberar a una persona, como un reh ´ en, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia, un rescate es el precio que cubre, o paga, el costo de algo, como los da ˜ nos sufridos por una persona. Por ejemplo, si alguien provocaba un accidente, ten ´ ıa que pagar la can- tidad justa que correspond ´ ıa al valor de los da ˜ nos produ- cidos. 8 Tal como hemos visto, Ad ´ an nos caus ´ o a todos noso- tros una enorme p ´ erdida. ¿C ´ omo ser ´ ıa posible cubrir el costo de tal p ´ erdida y liberarnos de la esclavitud del pecado 6. ¿Qu ´ e perdi ´ o Ad ´ an cuando desobedeci ´ o a Dios, y qu ´ e consecuen- cias tuvo esto para sus descendientes? 7, 8. B ´ asicamente, ¿en qu ´ e dos cosas consiste un rescate? El rescate, el mayor regalo de Dios 49
  • 51. y la muerte? Veamos el rescate que proporcion ´ o Jehov ´ a y de qu ´ e manera puede beneficiarle a usted. ¿C ´ OMO PROPORCION ´ O JEHOV ´ A EL RESCATE? 9 Lo que se perdi ´ o fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de nin- g ´ un ser humano imperfecto (Salmo 49:7, 8). Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se ha- b ´ ıa perdido. As ´ ı lo se ˜ nalaba el principio de justicia perfec- ta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese principio, hab ´ ıa que entregar “alma [...] por alma” (Deu- teronomio 19:21). Por lo tanto, ¿qu ´ e podr ´ ıa cubrir o pa- gar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Ad ´ an perdi ´ o? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era otra vida humana perfecta (1 Timoteo 2:6). 10 ¿C ´ omo proporcion ´ o Jehov ´ a el rescate? Envi ´ o a la Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero no envi ´ o a cualquiera de ellos, sino al que m ´ as amaba: su Hijo unig ´ enito (1 Juan 4:9, 10). Este dej ´ o de buena gana su hogar celestial (Filipenses 2:7). Como vimos en el cap ´ ıtulo anterior, Jehov ´ a realiz ´ o un milagro al hacer que la vida de su Hijo pasara a la matriz de Mar ´ ıa. Gracias al esp ´ ıritu san- to de Dios, Jes ´ us naci ´ o como ser humano perfecto, libre de la condena del pecado (Lucas 1:35). 11 ¿C ´ omo es posible que un solo hombre fuera el rescate de muchos, s ´ ı, de millones de seres humanos? Pues bien, ¿c ´ omo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerde que Ad ´ an pec ´ o y de este modo perdi ´ o una posesi ´ on muy valio- sa: la vida humana perfecta, una posesi ´ on que ya no pudo pasar a sus descendientes. Lo ´ unico que pudo transmitir- 9. ¿Qu ´ e clase de rescate se necesitaba? 10. ¿C ´ omo proporcion ´ o Jehov ´ a el rescate? 11. ¿C ´ omo es posible que un solo hombre fuera el rescate de millo- nes de personas? 50 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 52. les fue el pecado y la muerte. Jes ´ us, a quien la Biblia llama “el ´ ultimo Ad ´ an”, ten ´ ıa una vida humana perfecta y nun- ca pec ´ o (1 Corintios 15:45). En cierto modo, Jes ´ us tom ´ o el lugar de Ad ´ an para salvarnos. Obedeci ´ o a la perfecci ´ on a su Padre y sacrific ´ o, o entreg ´ o, su vida perfecta. As ´ ı pag ´ o el precio necesario para cubrir el pecado de Ad ´ an y nos dio una esperanza a sus descendientes (Romanos 5:19; 1 Co- rintios 15:21, 22). 12 La Biblia relata en detalle los sufrimientos que sopor- t ´ o Jes ´ us antes de morir. Con gran crueldad, lo azotaron y lo clavaron en un madero de tormento, conden ´ ando- lo a una muerte horrible (Juan 19:1, 16-18, 30; consulte el ap ´ endice, p ´ aginas 204 a 206). ¿Por qu ´ e tuvo que sufrir tanto? Como veremos en otro cap ´ ıtulo, Satan ´ as ha pues- to en duda que haya un solo ser humano que permanezca fiel a Jehov ´ a si se le somete a prueba. Al aguantar fielmen- te a pesar de aquel terrible sufrimiento, Jes ´ us dio la mejor respuesta posible al desaf ´ ıo de Satan ´ as. Demostr ´ o que un hombre perfecto, que tenga libre albedr ´ ıo, puede ser to- talmente fiel a Jehov ´ a, sin importar las dificultades que le cause el Diablo. ¡Cu ´ anto tuvo que alegrarse Dios al ver la lealtad de su amado Hijo! (Proverbios 27:11.) 13 ¿C ´ omo se pag ´ o el rescate? El d ´ ıa 14 del mes jud ´ ıo de nis ´ an del a ˜ no 33 de nuestra era, Dios permiti ´ o que ejecu- taran a su Hijo, que era perfecto y, por lo tanto, no ten ´ ıa pecado. De esta forma, Jes ´ us sacrific ´ o “una vez para siem- pre” su vida humana perfecta (Hebreos 10:10). Al tercer d ´ ıa de su muerte, Jehov ´ a lo resucit ´ o como criatura espiri- tual. En los cielos, Jes ´ us present ´ o a su Padre el valor de su vida humana perfecta, la cual hab ´ ıa ofrecido en sacrificio para rescatar a los descendientes de Ad ´ an (Hebreos 9:24). Jehov ´ a acept ´ o el valor del sacrificio de Jes ´ us, y as ´ ı aquel 12. ¿Qu ´ e demostr ´ o Jes ´ us con todo lo que sufri ´ o? 13. ¿C ´ omo se pag ´ o el rescate? El rescate, el mayor regalo de Dios 51
  • 53. Jehov ´ a dio a su Hijo unig ´ enito como rescate por nosotros
  • 54. sacrificio sirvi ´ o como el rescate necesario para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte (Roma- nos 3:23, 24). ¿C ´ OMO PUEDE BENEFICIARLE A USTED EL RESCATE? 14 Gracias al rescate podemos disfrutar de maravillosas bendiciones a pesar de ser pecadores. Veamos algunos be- neficios presentes y futuros del mayor regalo que Dios nos ha hecho. 15 El perd ´ on de los pecados. Como hemos heredado la imperfecci ´ on, para nosotros es una verdadera lucha ha- cer el bien. Todos pecamos, sea con nuestras palabras o con nuestras obras. Pues bien, gracias al sacrificio de Jes ´ us podemos obtener “el perd ´ on de nuestros peca- dos” (Colosenses 1:13, 14). Sin embargo, para ello debe- mos arrepentirnos de coraz ´ on. Tambi ´ en tenemos que pedirle humildemente a Jehov ´ a que nos perdone toman- do como base nuestra fe en el sacrificio de su Hijo (1 Juan 1:8, 9). 16 Una conciencia limpia ante Dios. La conciencia culpa- ble nos deja sin esperanza y con el sentimiento de que no valemos nada. Pero gracias al rescate, Jehov ´ a nos perdo- na y tiene la bondad de permitir que, aun siendo imper- fectos, lo adoremos con la conciencia limpia (Hebreos 9: 13, 14). De este modo, tenemos confianza para hablar con ´ el, o sea, para orarle con toda libertad (Hebreos 4:14-16). Adem ´ as, al mantener la conciencia limpia, disfrutamos de tranquilidad mental, nos sentimos bien con nosotros mis- mos y somos m ´ as felices. 14, 15. ¿Qu ´ e debemos hacer para recibir “el perd ´ on de nuestros pe- cados”? 16. ¿Por qu ´ e podemos adorar a Dios con la conciencia limpia, y c ´ omo nos beneficia tener la conciencia limpia? El rescate, el mayor regalo de Dios 53
  • 55. 17 La esperanza de vivir eternamente en un para ´ ıso te- rrestre. “El salario que el pecado paga es muerte”, dice Ro- manos 6:23. Ahora bien, ese mismo vers ´ ıculo a ˜ nade: “Pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jes ´ us nuestro Se ˜ nor”. En el cap ´ ıtulo 3 de este libro vimos las bendiciones del Para ´ ıso terrestre que se aproxima (Revelaci ´ on [Apoca- lipsis] 21:3, 4). Todas esas bendiciones, incluida la de vivir para siempre con salud perfecta, ser ´ an posibles porque Je- s ´ us muri ´ o por nosotros. Para recibirlas, debemos demos- trar que agradecemos el regalo del rescate. ¿C ´ OMO PUEDE USTED MOSTRAR SU AGRADECIMIENTO? 18 ¿Por qu ´ e debemos estar profundamente agradecidos a Jehov ´ a por el rescate? Pues bien, un regalo es m ´ as valio- so cuando la persona que lo hace ha tenido que sacrifi- car tiempo, energ ´ ıas o dinero para d ´ arnoslo. Adem ´ as, nos conmueve porque es una prueba del amor sincero que 17. ¿Qu ´ e bendiciones ser ´ an posibles porque Jes ´ us muri ´ o por noso- tros? 18. ¿Por qu ´ e debemos estar agradecidos a Jehov ´ a por el regalo del rescate? Una forma en que usted puede demostrar que agradece el regalo del rescate es esforz ´ andose por conocer mejor a Jehov ´ a
  • 56. nos tiene. Por lo tanto, el rescate es el regalo m ´ as valio- so de todos, ya que Dios hizo el mayor de los sacrifi- cios. “Tanto am ´ o Dios al mundo que dio a su Hijo unig ´ enito”, dice Juan 3:16. El rescate es la prueba m ´ as sobresaliente del amor que Jehov ´ a nos tiene. Tambi ´ en es prueba de cu ´ anto nos ama Jes ´ us, quien estuvo muy dis- puesto a entregar la vida por nosotros (Juan 15:13). En efecto, el regalo del rescate debe convencernos de que Jehov ´ a y su Hijo nos quieren a cada uno de nosotros (G ´ ala- tas 2:20). 19 Entonces, ¿de qu ´ e maneras demostrar ´ a usted que agradece el regalo divino del rescate? Para empezar, co- nozca mejor a Aquel que lo dio, Jehov ´ a (Juan 17:3). Puede lograrlo si estudia la Biblia con la ayuda de esta pu- blicaci ´ on. Cuanto m ´ as conozca a Jehov ´ a, m ´ as lo amar ´ a. Y cuanto m ´ as lo ame, m ´ as desear ´ a complacerlo (1 Juan 5:3). 20 Tenga fe en el rescate. La Biblia dice respecto a Jes ´ us: “El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36). ¿C ´ omo podemos ejercer, o demostrar, fe en Jes ´ us? No solo con palabras. Como indica Santiago 2:26, “la fe sin obras est ´ a muerta”. En efecto, la fe verdadera se demuestra con obras. Una manera de probar que tenemos fe en Jes ´ us es haciendo lo posible por imitarlo, tanto en lo que decimos como en lo que hacemos (Juan 13:15). 21 Asista a la celebraci ´ on anual de la Cena del Se ˜ nor. La noche del 14 de nis ´ an del a ˜ no 33, Jes ´ us estableci ´ o una celebraci ´ on especial que la Biblia llama “la cena del Se- ˜ nor” (1 Corintios 11:20; Mateo 26:26-28). Tambi ´ en se la conoce como la Conmemoraci ´ on de la muerte de Cristo. 19, 20. ¿De qu ´ e maneras puede usted demostrar que agradece el re- galo divino del rescate? 21, 22. a) ¿Por qu ´ e debemos asistir a la celebraci ´ on anual de la Cena del Se ˜ nor? b) ¿Qu ´ e veremos en los cap ´ ıtulos 6 y 7? El rescate, el mayor regalo de Dios 55
  • 57. La estableci ´ o Jes ´ us para ayudar a sus ap ´ ostoles y a todos los cristianos verdaderos a recordar algo importante: al morir, ´ el entreg ´ o como rescate su alma, es decir, su vida huma- na perfecta. Jes ´ us mismo se refiri ´ o a esta celebraci ´ on cuan- do dio este mandato: “Sigan haciendo esto en memoria de m ´ ı” (Lucas 22:19). La Conmemoraci ´ on nos recuerda el gran amor que Jehov ´ a y Jes ´ us nos han mostrado ha- ciendo posible el rescate. Al asistir a esta celebraci ´ on anual, tambi ´ en demostramos nuestro agradecimiento por el res- cate.1 22 El rescate es un regalo de incalculable valor que nos hace Jehov ´ a (2 Corintios 9:14, 15). De hecho, puede bene- ficiar incluso a las personas que han muerto, como vere- mos en los cap ´ ıtulos 6 y 7. 1 En el ap ´ endice, p ´ ags. 206-208, hallar ´ a m ´ as informaci ´ on sobre el significado de la Cena del Se ˜ nor. LO QUE LA BIBLIA ENSE ˜ NA ˇ El rescate es el medio que Jehov ´ a utiliza para liberar del pecado y la muerte a la humanidad (Efesios 1:7). ˇ Jehov ´ a proporcion ´ o el rescate enviando a la Tierra a su Hijo unig ´ enito para que muriera por nosotros (1 Juan 4:9, 10). ˇ Gracias al rescate tenemos el perd ´ on de los pecados, una conciencia limpia y la esperanza de vivir eternamente (1 Juan 1:8, 9). ˇ Podemos demostrar que agradecemos el rescate conociendo mejor a Jehov ´ a, teniendo fe en el sacrificio de Jes ´ us y asistiendo a la Cena del Se ˜ nor (Juan 3:16). 56 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 58. ESTAS preguntas, que la gente se ha hecho por miles de a ˜ nos, son fundamentales. Y las respuestas nos interesan a todos, sin importar qui ´ enes seamos ni d ´ onde vivamos. 2 En el cap ´ ıtulo anterior vimos que el rescate —el sacrifi- cio de Jesucristo— abri ´ o el camino para que podamos vivir eternamente. Tambi ´ en vimos que la Biblia promete que “la muerte no ser ´ a m ´ as” (Revelaci ´ on [Apocalipsis] 21:4). Pero mientras llega ese d ´ ıa, todos morimos. Como dijo el sabio rey Salom ´ on, “los vivos tienen conciencia de que morir ´ an” (Eclesiast ´ es 9:5). Intentamos vivir lo m ´ aximo posible, pero seguimos pregunt ´ andonos qu ´ e nos suceder ´ a al morir. 3 Cuando nos toca llorar la p ´ erdida de seres amados, quiz ´ a pensemos: “¿Qu ´ e ha pasado con ellos? ¿Est ´ an sufrien- do? ¿Nos cuidan de alg ´ un modo? ¿Podemos ayudarlos? ¿Los volveremos a ver?”. Las religiones del mundo ofrecen distintas respuestas. Algunas ense ˜ nan que los buenos van al cielo, y los malos a un lugar de tormento. Otras dicen que pasamos al reino de los esp ´ ıritus para estar con nuestros antepasados. Y hay religiones que afirman que entramos en el mundo de los muertos para ser juzgados y despu ´ es nos reencarnamos, es decir, volvemos a nacer en otro cuerpo. 1-3. ¿Qu ´ e preguntas se hace la gente sobre la muerte, y qu ´ e respues- tas ofrecen muchas religiones? CAP ´ ITULO 6 ¿D ´ onde est ´ an los muertos? ¿Qu ´ e nos sucede al morir? ¿Por qu ´ e morimos? ¿Nos servir ´ ıa de consuelo aprender la verdad sobre la muerte?
  • 59. 4 Esas creencias comparten una idea b ´ asica: que una par- te de nosotros sigue viviendo cuando el cuerpo muere. Casi todas las religiones, tanto del pasado como del presente, afirman que, de una u otra forma, continuamos viviendo para siempre y conservamos la capacidad de ver, o ´ ır y pen- sar. Pero ¿c ´ omo puede ser eso posible? Los sentidos, lo mis- mo que el pensamiento, dependen del cerebro, el cual deja de funcionar cuando fallecemos. Nuestros recuerdos, sen- timientos y sensaciones no se mantienen vivos por s ´ ı solos de alg ´ un modo misterioso. Es imposible que lo hagan, pues dejan de existir cuando el cerebro se destruye. ¿QU ´ E SUCEDE REALMENTE AL MORIR? 5 Lo que sucede cuando fallecemos no es ning ´ un miste- rio para Jehov ´ a, el Creador del cerebro. ´ El conoce la verdad, y en su Palabra, la Biblia, explica en qu ´ e estado se encuen- tran los difuntos. All ´ ı se ense ˜ na con toda claridad este he- cho: cuando una persona muere, deja de existir. La muerte es lo contrario de la vida, de modo que los muertos no ven ni oyen ni piensan. Ni una sola parte de nosotros sigue viviendo cuando muere el cuerpo. En efecto, no poseemos un alma o esp ´ ıritu inmortal.1 6 Despu ´ es de afirmar que los vivos saben que morir ´ an, Salom ´ on escribi ´ o que “los muertos [...] no tienen concien- cia de nada en absoluto”. Entonces ampli ´ o esa verdad funda- mental al decir que no pueden amar ni odiar y que “no hay trabajo ni formaci ´ on de proyectos ni conocimiento ni sabi- dur ´ ıa en el [sepulcro]” (Eclesiast ´ es 9:5, 6, 10). De igual modo, Salmo 146:4 dice que cuando alguien muere, “pere- cen sus pensamientos”; en efecto, se acaban por completo. 1 En el ap ´ endice, p ´ ags. 208-211, se explica el significado de las pa- labras alma y esp ´ ıritu. 4. ¿Qu ´ e idea b ´ asica sobre la muerte comparten muchas religiones? 5, 6. Seg ´ un la Biblia, ¿en qu ´ e estado se encuentran los muertos? 58 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 60. Lo cierto es que somos mortales y no se- guimos viviendo despu ´ es de la muerte del cuerpo. Nuestra vida es como la llama de una vela. Cuando se apaga, no va a ning ´ un sitio, sino que sencillamente deja de existir. LO QUE DIJO JES ´ US SOBRE LA MUERTE 7 Refiri ´ endose a un amigo suyo que ha- b ´ ıa fallecido, Jesucristo mencion ´ o el estado en que se encuentran los muertos. Prime- ro dijo a sus disc ´ ıpulos: “Nuestro amigo L ´ a- zaro est ´ a descansando”. Ellos entendieron que estaba durmiendo, recuper ´ andose de una enfermedad. Pero se equivocaban, pues Jes ´ us les aclar ´ o a continuaci ´ on: “L ´ a- zaro ha muerto” (Juan 11:11-14). Observe que Jes ´ us compar ´ o la muerte a descansar y dormir. Su amigo no estaba ni en el cielo ni en un in- fierno ardiente. No se hab ´ ıa reunido con los ´ angeles ni con sus antepasados, ni tampoco hab ´ ıa vuelto a nacer como una persona distinta. Descansaba en la muerte, como si durmie- ra profundamente, pero sin so ˜ nar. Otros textos b ´ ıblicos tam- bi ´ en dicen que estar muerto es comparable a estar dormido. Por ejemplo, cuando mataron a pedradas al disc ´ ıpulo Este- ban, la Biblia dice que “se durmi ´ o” (Hechos 7:60). De la mis- ma forma, el ap ´ ostol Pablo escribi ´ o que algunas personas de su d ´ ıa se hab ´ ıan “dormido” en la muerte (1 Corintios 15:6). 8 ¿Era el prop ´ osito de Dios que la gente muriera? Ni mucho menos. Jehov ´ a hizo al hombre para vivir eterna- mente en la Tierra. Como ya hemos aprendido en este libro, Dios coloc ´ o a nuestros primeros padres en un hermoso 7. ¿Qu ´ e nos ense ˜ na sobre la muerte la comparaci ´ on que hizo Jes ´ us? 8. ¿Por qu ´ e podemos estar seguros de que no era el prop ´ osito de Dios que la gente muriera? ¿Ad ´ onde se fue la llama? ¿D ´ onde est ´ an los muertos?
  • 61. para ´ ıso y los bendijo con salud perfecta. Sin duda quer ´ ıa lo mejor para ellos. ¿Acaso hay alg ´ un padre amoroso que desee que sus hijos pasen por los dolores de la vejez y la muerte? ¡Claro que no! Pues bien, Jehov ´ a amaba a sus hijos y desea- ba que fueran felices en la Tierra para siempre. De hecho, la Biblia dice que Dios ha puesto “el tiempo indefinido [...] en el coraz ´ on” de los seres humanos (Eclesiast ´ es 3:11). As ´ ı es, nos ha creado con el deseo de vivir para siempre, y ha abierto el camino para que ese deseo se haga realidad. Jehov ´ a hizo a los seres humanos para que vivieran eternamente en la Tierra 60 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 62. ¿POR QU ´ E MORIMOS? 9 Entonces, ¿por qu ´ e morimos? Para hallar la respuesta te- nemos que examinar lo que ocurri ´ o cuando solo hab ´ ıa un hombre y una mujer en la Tierra. La Biblia explica: “Jeho- v ´ a Dios hizo crecer del suelo todo ´ arbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento” (G ´ enesis 2:9). Sin embar- go, hab ´ ıa una restricci ´ on. Dios le dijo a Ad ´ an: “De todo ´ ar- bol del jard ´ ın puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al ´ arbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de ´ el, porque en el d ´ ıa que comas de ´ el, positivamente morir ´ as” (G ´ enesis 2:16, 17). No era un man- dato dif ´ ıcil de cumplir, pues hab ´ ıa muchos otros ´ arboles de los que Ad ´ an y Eva pod ´ ıan comer. Pero se les dio una opor- tunidad especial de demostrar su gratitud a Dios, quien les hab ´ ıa dado todo, lo que inclu ´ ıa la vida perfecta. Al obede- cer, tambi ´ en demostrar ´ ıan que respetaban la autoridad de su Padre celestial y que deseaban recibir sus amorosas ins- trucciones. 10 Por desgracia, nuestros primeros padres eligieron de- sobedecer a Jehov ´ a. Hablando mediante una serpiente, Sa- tan ´ as le pregunt ´ o a Eva: “¿[De verdad] Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo ´ arbol del jard ´ ın?”. Ella le respondi ´ o: “Del fruto de los ´ arboles del jard ´ ın podemos co- mer. Pero en cuanto a comer del fruto del ´ arbol que est ´ a en medio del jard ´ ın, Dios ha dicho: ‘No deben comer de ´ el, no, no deben tocarlo para que no mueran’” (G ´ enesis 3:1-3). 11 “No morir ´ an —dijo Satan ´ as—. Porque Dios sabe que en el mismo d ´ ıa que coman de ´ el tendr ´ an que abr ´ ırseles los ojos y tendr ´ an que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo.” (G ´ enesis 3:4, 5.) El Diablo quer ´ ıa hacer creer a 9. ¿Qu ´ e restricci ´ on le puso Jehov ´ a a Ad ´ an, y por qu ´ e no era un mandato dif ´ ıcil de cumplir? 10, 11. a) ¿Qu ´ e sucesos llevaron a que nuestros primeros padres de- sobedecieran a Dios? b) ¿Por qu ´ e fue tan grave la desobediencia de Ad ´ an y Eva? ¿D ´ onde est ´ an los muertos? 61
  • 63. Eva que a ella le conven ´ ıa comer del fruto prohibido. Seg ´ un le dijo, as ´ ı podr ´ ıa decidir por s ´ ı misma lo que estaba bien y lo que estaba mal; en otras palabras, podr ´ ıa hacer lo que quisiera. Satan ´ as tambi ´ en acus ´ o a Jehov ´ a de haber mentido sobre lo que pasar ´ ıa si com ´ ıan del fruto. Eva crey ´ o lo que dijo el Diablo, as ´ ı que tom ´ o el fruto y lo prob ´ o. Luego le dio a su esposo, quien tambi ´ en comi ´ o. No es que les faltara conocimiento. Ellos sab ´ ıan perfectamente que estaban ha- ciendo lo que Dios les hab ´ ıa prohibido. Al comer del fruto, desobedecieron a sabiendas un mandato sencillo y razona- ble. De este modo, despreciaron a su Padre celestial y su au- toridad. ¡Qu ´ e imperdonable falta de respeto a su amoroso Creador! Ad ´ an fue formado del polvo y al polvo volvi ´ o 62 ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia?
  • 64. 12 Imag ´ ınese que un hijo que usted ha criado y cuidado le desobedece y demuestra que no le tiene el menor respe- to ni amor. ¿Verdad que le doler ´ ıa mucho? Pues piense en cu ´ anto debi ´ o dolerle a Jehov ´ a que Ad ´ an y Eva se pusieran en contra de ´ el. 13 Ad ´ an y Eva hab ´ ıan desobedecido a Jehov ´ a, y no hab ´ ıa ninguna raz ´ on para que los mantuviera vivos eternamen- te. Por ello, terminaron muriendo, tal como ´ el les ha- b ´ ıa advertido. Dejaron de existir. As ´ ı pues, no pasaron a vi- vir como esp ´ ıritus en alguna otra parte. As ´ ı lo indican las palabras que Jehov ´ a dirigi ´ o al primer hombre tras pedirle cuentas por su desobediencia: “[Volver ´ as] al suelo, porque de ´ el fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volver ´ as” (G ´ enesis 3:19). Dios hab ´ ıa hecho a Ad ´ an del polvo del sue- lo (G ´ enesis 2:7). Antes de eso, Ad ´ an no exist ´ ıa. Por lo tan- to, cuando Jehov ´ a le indic ´ o que volver ´ ıa al polvo, le estaba diciendo que regresar ´ ıa a ese mismo estado de inexistencia. Al igual que el polvo del que fue hecho, Ad ´ an no tendr ´ ıa vida. 14 Ad ´ an y Eva habr ´ ıan podido estar vivos hoy, pero murie- ron porque decidieron desobedecer a Dios y, por lo tanto, pecaron. La raz ´ on por la que todos nosotros morimos es que somos descendientes de Ad ´ an, quien nos pas ´ o el peca- do y la muerte (Romanos 5:12). Ese pecado es como una terrible enfermedad hereditaria de la que nadie se libra. Su resultado, la muerte, no es un amigo o una bendici ´ on, sino todo lo contrario: es un enemigo o una maldici ´ on (1 Corintios 15:26). ¡Qu ´ e agradecidos podemos estar de que Jehov ´ a proporcionara el rescate para liberarnos de este cruel enemigo! 12. ¿Qu ´ e puede ayudarnos a entender c ´ omo se sinti ´ o Jehov ´ a cuan- do Ad ´ an y Eva se pusieron en contra de ´ el? 13. ¿Qu ´ e dijo Jehov ´ a que le suceder ´ ıa a Ad ´ an al morir, y qu ´ e signifi- ca eso? 14. ¿Por qu ´ e morimos? ¿D ´ onde est ´ an los muertos? 63