2. Los sistemas vivos son totalidades integradas cuyas
propiedades no pueden ser reducidas a las de sus partes
más pequeñas.
Sus propiedades esenciales o “sistémicas” son propiedades
del conjunto, que ninguna de las partes tiene por sí sola.
Emergen de las “relaciones organizadoras” entre las partes,
es decir, de la configuración de relaciones ordenadas que
caracteriza a aquella clase específica de organismos o
sistemas.
Las propiedades sistémicas quedan destruidas cuando el
sistema se disecciona en elementos aislados.
3. En la visión sistémica vemos que los objetos en sí mismo son
redes de relaciones inmersas en redes mayores.
Para el pensador sistémico las relaciones son prioritarias. Las
fronteras entre patrones discernibles (“objetos” son
secundarias. La percepción del mundo viviente como una red
de relaciones ha convertido el pensamiento en términos de
redes, en otra de las características
4. La holística alude a la tendencia que permite entender los
eventos desde el punto de vista de las múltiples
interacciones que los caracterizan.
corresponde a una actitud integradora como también a una
teoría explicativa que orienta hacia una comprensión contextual
de los procesos, de los protagonistas y de sus contextos.
La holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en
su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta
forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y
procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los
aspectos que conforman el todo, por separado.
5. El pensamiento holístico implica la actitud abierta a la
historia, a los acontecimientos, a percibir contextos, ideas y
situaciones dentro de múltiples relaciones. El pensamiento
holístico es relacional: está en posibilidad de integrar
experiencias, relacionar conocimientos, vincular acciones,
dimensiones, interpretaciones, inferencias, con trasfondo de
posibilidades abiertas.
El pensamiento holístico pareciera caótico: está en
permanente indagación, está abierto a la comprensión, está
orientado hacia variadas interpretaciones y dispuesto a
apreciar posibilidades, a percibir diferentes maneras de
entender, de percibir el ser y las cosas. El caos se entiende
como posibilidades abiertas, el contexto y la circunstancia
metahistórica en el cual se pueden entender las cosas y en
donde abstracción, realidades y procesos se relacionan.
6. Por eso el pensamiento holístico conduce a percibir los
eventos con amplitud, con apertura, pues interpreta que
la realidad es una y es compleja, es una pero múltiple,
es el aquí y el ahora pero tiene una filiación histórica
sorprendente: alude a lo pretérito pero avisora, a su vez,
los tiempos por venir, y es trascendente.
7. ¿Qué es la complejidad? A primera vista la complejidad es un
tejido (complexus: lo que está tejido en conjunto) de
constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados:
presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al mirar con más
atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de
eventos, acciones, interacciones, retroacciones,
determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo
fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los
rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del
desorden, la ambigüedad, la incertidumbre...
8. la complejidad había surgido sin decir aún su nombre,
en el siglo XX, en la micro-física y en la macro-física. La
microfísica abría una relación compleja entre el observador y lo
observado, pero también una noción más que compleja,
sorprendente, de la partícula elemental que se presenta al
observador ya sea como onda, ya como corpúsculo.
La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado.
Pero nos vuelve prudentes, atentos, no nos deja dormirnos en la
mecánica aparente y la trivialidad aparente de los
determinismos.
9. Ella nos muestra que no debemos encerrarnos en el
contemporaneísmo, es decir, en la creencia de que lo que
sucede ahora va a continuar indefinidamente. Debemos
saber que todo lo importante que sucede en la historia
mundial o en nuestra vida es totalmente inesperado,
porque continuamos actuando como si nada inesperado
debiera suceder nunca. Sacudir esa pereza del espíritu es
una lección que nos da el
pensamiento complejo.