1. +TALLER DE COMPRENSIÓN LECTORA
LOS ABOGADOS
Aún no había seguridad de que yo consiguiera un abogado; tampoco había logrado averiguar nada concreto
sobre el asunto. Todos aquellos rostros eran repugnantes; la mayor parte de las personas con las que me
encontraban y con las que volvía a cruzarme en los pasillos una y otra vez, parecían viejas gordas; vestían
inmensos delantales rayados en blanco y azul que les cubrían por entero el cuerpo; se frotaban el vientre
mientras se movían con pesadez de aun lado a otro. Ni siquiera podía saber si nos encontrábamos en un
palacio de justicia. Había cosas que parecían indicarlo así; muchas otras lo negaban. Pero sobre todo estos
detalles, lo que más me recordaba a un tribunal era un estruendo que se oía a lo lejos sin cesar; imposible
decir de que dirección provenía; saturaba a tal punto todos los ambientes, que aparentemente provenía de
todos lados; o, para ser más exactos todavía, era como si el lugar donde uno se encontrara, fuera el
verdadero origen de aquel estruendo; pero con certeza, aquello era una ilusión, pues el rumor nacía a lo lejos.
Esos pasillos estrechos, de sencillas bóvedas, cuyo recorrido era ligeramente sinuoso, surcado por altas
puertas apenas decoradas, parecían creados para un profundo silencio; eran los pasillos de un museo o de
una biblioteca. Pero si esto no era un tribunal, ¿por qué buscaba yo aquí un abogado? Porque lo buscaba por
todas partes; después de todo, en todas partes es necesario; se lo necesita más fuera de un tribunal que
dentro de él, pues se supone que el tribunal dicta su sentencia según la ley. La vida sería imposible si se
admitiera que aquí se procede con injusticia o basándose en datos superfluos; hay que confiar en que el
tribunal deje su acción a la majestad de la ley misma: acusación, defensa y sentencia; la intervención aquí de
una persona en forma individual sería un sacrilegio. Otra cosa muy distinta es la que respecta a la
circunstancia de una sentencia; ésta se fundamenta en testimonios de familiares y extraños, amigos y
enemigos, en privado y en público, en la ciudad y en el campo; en síntesis en todas partes.
Un abogado es aquí imprescindible; no, muchos abogados, los mejores, formando una hilera, una muralla
viviente, pues los abogados son lentos por naturaleza en cambio los fiscales, esos zorros astutos, esas
sagaces comadrejas, esos ratoncitos invisibles, se cuelan por los recovecos, se escabullen entre las piernas
de los abogados. ¡Cuidado! Pues por esos estoy aquí; por coleccionar abogados. Pero todavía no he
encontrado ninguno; sólo esas viejas gordas que van y vienen, siempre igual; de no haberme empeñado en la
búsqueda, ya me habría dormido. No me encuentro en el lugar adecuado; por desgracia no puedo sustraerme
a la impresión de no estar en el lugar apropiado. Debería encontrarme en un lugar donde se reuniera gente de
toda clase, de distintas comarcas, estados y profesiones, de diversas edades, debería poder escoger entre la
multitud, a los eficientes, a los amables, a aquellos que tienen una mirada para mí. Para esto posiblemente
sería lo mejor una gran feria anual. En cambio, me arrastro por estos pasillos donde sólo puedo ver a estas
viejas, y sólo a algunas, siempre las mismas, y aun a estas pocas, a pesar de su lentitud, no logro detenerlas,
se me escabullen, flotan como nubes cargadas de lluvia, totalmente empeñadas en ocupaciones extrañas.
¿Por qué entro a ciegas en un edificio, sin leer la inscripción sobre el pórtico, y me deslizo inmediatamente en
los pasillos obstinadamente, que el recordar que alguna vez estuve afuera, ante el pórtico, se vuelve
imposible? Ya ni siquiera recuerdo haber subido las escaleras. Sin embargo no puedo volver atrás; esta
pérdida de tiempo, el darme cuenta del error que cometí me sería insoportable. ¿Cómo desandar las
escaleras de esta vida breve, presurosa, acompañada de un estruendo que no cesa? Imposible.
El tiempo que se te ha acordado es tan corto, que si pierdes un segundo pierdes tu vida entera; porque sólo
es tan larga como el tiempo que pierdes. Si has comenzado, pues, un camino, sigue adelante en cualquier
circunstancia: sólo puedes ganar, no corres ningún peligro; quizás al fin caigas, pero si al dar los primeros
pasos te hubieras arrepentido y bajado la escalera, te habrías despenado desde el comienzo mismo; y esto no
sólo es probable sino seguro. Si no hallas nada detrás de las puertas, hay otros pisos; si no encuentras nada
arriba, no importa; continúa subiendo. Mientras no dejes de subir no terminarás los escalones; bajo tus pasos
ascendentes, ellos crecen hacia lo alto.
Franz Kafka
En: cuentos completos, Madrid, Valdemar, 2004.
1. La palabra imprescindible, ¿A qué hace referencia en el texto?
a. Necesario
b. Indispensable
c. Obligatorio
d. Indiferente
2. El símil, “flotan como nubes cargadas de lluvia” ¿Qué sentido tiene en el texto?
a. Las personas son ligeras y se mantienen ocupadas.
b. Las personas se mueven con pesadez de un lado a otro.
c. Las personas van y vienen, siempre igual.
d. Las personas gordas son pesadas y ligeras.
2. 3. En el texto se designa a los fiscales como “COMADREJAS”, por qué:
a. Los fiscales son poco astutos.
b. Los fiscales son sagaces y lentos.
c. Las comadrejas son animales inteligentes y veloces.
d. Las comadrejas son personas hablantinosas.
4. A partir de la pregunta expresada en el segundo párrafo del texto: ¿Por qué entro a ciegas en un
edificio, sin leer la inscripción sobre el pórtico, y me deslizo inmediatamente en los pasillos
obstinadamente, que el recordar que alguna vez estuve afuera, ante el pórtico, se vuelve imposible?,
se infiere que:
a. El narrador no sabe quién es y por qué está en ese lugar.
b. El narrador es imperceptible para las personas que están en ese lugar.
c. El narrador está en la cárcel y no tiene abogado para su defensa.
d. El narrador se encuentra en un lugar encerrado sin poder salir y no sabe por qué ingresó a ese lugar.
5. A partir de lo que se dice en el primer párrafo acerca del lugar y del personaje protagónico ¿Para qué
él necesita un abogado?
a. Para coleccionar abogados.
b. Para no correr ningún peligro.
c. Para solucionar un asunto legal.
d. Para que lo saque del lugar en que se encuentra.
6. En el texto quién cuenta la historia es:
a. El narrador que a la vez es personaje-actor.
b. El autor, quien es personaje-actor.
c. El narrador que no se desempeña como personaje-actor.
d. Un personaje no narrador.
7. El texto invita a reflexionar sobre:
a. Los problemas legales.
b. La ética que deben tener los abogados.
c. La deshumanización de la sociedad.
d. La perseverancia que se debe tener en la vida.
8. ¿Con qué tipo de personas se puede relacionar el texto?
a. Con las personas que llevan una vida sin esperanza.
b. Con las personas privadas de su libertad.
c. Con las personas que necesitan un abogado y no lo encuentran.
d. Con las personas que buscan reconocimiento de los demás.
9. Por la manera como se presenta la información, podemos concluir que el texto anterior es de tipo:
a. Argumentativo.
b. Descriptivo.
c. Narrativo.
d. Poético.
3. 10. La expresión lingüística que demuestra la inclusión del lector en el texto, es:
a. Un abogado aquí es imprescindible.
b. ¡Cuidado!
c. …Continúa subiendo…
d. …Si nos encontramos…
11. Otro título para el texto anterior podría ser:
a. ¿Dónde estoy?
b. Buscando un abogado.
c. No te detengas.
d. Coleccionista de abogados.
12. En qué se relacionan el texto “Los abogados” y la imagen presentada:
a. Son textos persuasivos.
b. Son textos actuales.
c. Son textos que invitan a reflexionar sobre la decadencia del hombre.
d. Son textos que hablan sobre la cultura y la sociedad.
13. Qué sentido tiene la imagen anterior:
a. Mostrar la fabricación masiva de blue-jeans.
b. Publicitar pantalones para empresas constructoras.
c. Reflexionar sobre la identidad del hombre.
d. Reflexionar sobre la decadencia del hombre.
14. Con cuál problemática actual se puede relacionar la imagen anterior:
a. Con la extrema delgadez de las jóvenes.
b. Con las minas anti-persona.
c. Con la drogadicción.
d. Con la decadencia de la moda.
4. Se felicita al estudiante por su buen rendimiento académico
El estudiante debe mejorar su aptitud frente al trabajo que se realiza en el aula y/u otros espacios.
El estudiante alcanza los propósitos planteados por su maestro(a)
Debe mejorar su comportamiento en los diversos espacios de aprendizaje.
Su presentación personal es buena
Kelly Johana Rojas Solis
El estudiante no alcanza los propósitos planteados por la maestro(a).
Respeta las normas establecidas en el manual de convivencia.
El estudiante debe practicar dictados para el reconocimiento de palabras.
El estudiante realiza las actividades planteadas por los maestros(a) con agrado.