Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
NACER DE NUEVO ES...
1.
2.
3. Pasar de ser carne a ser espíritu
naturaleza. Esencia y propiedad característica de cada Ser.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es. Jn. 3 .6
Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que
nace del Espíritu, es espíritu. Jn. 3.6
(Biblia Dios Habla Hoy)
4. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1 Co. 6.17
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la
incircuncisión, sino una nueva creación. Ga. 6.15
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Co.
5.17
Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
mundo a causa de la concupiscencia; 2 P. 1:4
Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los
muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres,
pero vivan en espíritu según Dios. 1 P. 4.6
5.
6. Pasar de simiente corruptible a simiente no
corruptible
Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 P. 1.23
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente
de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
1 Jn.3.9
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios. Jn, 1.13
7. Naturaleza divina: Por medio de las cuales nos ha dado preciosas
y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 2 P.
1.4
Nuevo corazón: Yo les quitaré ese corazón duro como la piedra, y
les daré un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Ez. 11.19
Nueva criatura: De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas. 2 Co. 5 17
Nuevo hombre: Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en
la justicia y santidad de la verdad. Ef. 4.24
Espíritu es: Pero el que se une al Señor, un espíritu es con
él. 1Co. 6.17
8. Hijo de Dios: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos
conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes
a él, porque le veremos tal como él es, 1 Jn. 3.1, 2
miembros de la familia de Dios: Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios, Ef. 2.19
9. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de
Dios por medio de Cristo. Gl.4.7
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Jn. 1.12
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le
conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se
ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él
se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es, 1 Jn. 3.1, 2
Pasar de esclavo a ser hijo de Dios
10. Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; Gl. 3.26
Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin
mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; Fil.
2.15
En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo:
todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es
de Dios
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos
son hijos de Dios. Ro. 8.14
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos
de los santos, y miembros de la familia de Dios, Ef. 2.19
11. reconciliar. Volver a las amistades, o atraer y acordar los ánimos
desunidos.
Pasar de muerte a vida
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en
que amamos a los hermanos. El que no ama a su
hermano, permanece en muerte. 1Jn. 3.14
Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente
con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús, Ef. 2.5
12. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo
mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación. 2.Co. 5.18-19
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 1 Jn. 1.6
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,
éstos son hijos de Dios. Ro.8.14
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad 1 Jn. 1.6
Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión
unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado. 1 Jn. 1.7
13. Pasar de carnales a espirituales
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes
en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1 Ti. 4.12
conducta. Manera con que los hombres se comportan en su vida y
acciones.
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,
sino como a carnales, como a niños en Cristo. 1 Co. 3.1
14. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre. Stg. 3.13
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas
que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto
para muerte. Ro. 7.5
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu. Ro. 8.1
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la
carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del
Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el
ocuparse del Espíritu es vida y paz. Ro. 8.5-6
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Ro. 8.9
15. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8y los
que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Ro. 8.7-8
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues,
las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y
borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de
la carne. Ro. 13 .12-14
Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de
Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos, Gl. 5. 18-24
16. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre
por la buena conducta sus obras en sabia
mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y
contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni
mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es
la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí
hay perturbación y toda obra perversa. Pero la
sabiduría que es de lo alto es primeramente pura,
después pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía. 18Y el fruto de justicia
se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. Stg.
3.13
17. Pasar de extranjeros a ciudadanos
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de
Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios
en el mundo. Ef. 2.12
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos
de los santos, y miembros de la familia de Dios, Ef. 2.19
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Fil. 3.20
ciudadanía. f. Cualidad y derecho de ciudadano. || 2. Conjunto de los
ciudadanos de un pueblo o nación
18. Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo
prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y
confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan
una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde
salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una
mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
He. 11.13-16
Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su
reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
2 Ti. 4.18
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la
gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
Ap. 21. 10
19. Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,
Para perdón de sus pecados,
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que
nos visitó desde lo alto la aurora,
Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de
muerte;
Para encaminar nuestros pies por camino de paz. Lc. 1.77-
79
Conocimiento. m. Acción y efecto de conocer. || 2.
Entendimiento, inteligencia, razón natural.
Pasar de las tinieblas a la luz
20. 18para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas
a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por
la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los
santificados. Hch. 26.18
El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad. 1 Ti. 2.4
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la
luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para
iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo. 2 Co. 4.6
Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día
de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo
no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 2 Co. 3.14
21. Pasar de la potestad de Satanás a Dios
Para que abras sus ojos, para que se conviertan de
las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a
Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Hch. 26 18
autoridad. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
22. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el
maligno. 1 Jn.5.19
En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia, Ef. 2.2
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Jn. 8.36
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no
estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gl. 5.1
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Jn. 8.32
23. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos
a servidumbre. Hb. 2 .14-15
24. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el
Señor; andad como hijos de luz Ef. 5.8
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte
no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de
un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están
en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está
en los cielos. Mt. 5.14-16
Pasar de ser tinieblas ser luz
25. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 1
P. 2.9
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo
por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación. 2 Co. 5.18.19
26. Pasar de Vencidos a vencedores
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido
al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros,
jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios
permanece en vosotros, y habéis vencido al
maligno. 1 Jn. 2.14
27. Le hemos vencido por
La sangre de Jesús :Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte Ap.12 .11
El nombre de Jesús : Para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; Fil. 2.10
La palabra de Dios: Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios;Ef. 6.17
Dios esta en nosotros: Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros,
que el que está en el mundo. 1 Jn. 4.4
28. Dios le guarda Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios,
no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca. 1 Jn. 5.18
Dios es por nosotros: ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es
por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni
a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los
escogidos de Dios? Dios es el que justifica, Ro. 8.31-33
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
6y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando
vuestra obediencia sea perfecta. 2 Co. 10.4-6
29. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al
mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
mundo, nuestra fe. 5¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de
Dios?
1 Jn. 5.4,5
30. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de
que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios