APUNTES FUNDAMENTOS DEL ARTE I. TEMA 9. MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI
El diamante
1. EL DIAMANTE
JAVIER GIL HERNÁNDEZ
JUAN CARLOS OSTÚA CANO
1º Ciclo Superior de Joyería Artística
2ª Evaluación
Historia de la Joyería, la Orfebrería y la Bisutería
Profesora: Ana Galván Romarate-Zabala
E.A.S.D.G.C.
1
2. Puede una gota de lodo
Sobre un diamante caer;
Puede también, de este modo,
Su fulgor oscurecer,
Pero, aunque el diamante todo
Se encuentre de lodo lleno,
El valor que lo hace bueno
No perderá ni un instante.
Y ha de ser siempre diamante
Por más que lo manche el cieno
Rubén Darío
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3. ÍNDICE
Página
PREFACIO ........................................................................................................................ 4
INTRODUCCIÓN................................................................................................................... 5
PROPIEDADES FÍSICO -QUÍMICAS.................................................................................. 6
Propiedades ópticas del diamante........................................................................... 6
GÉNESIS DEL DIAMANTE................................................................................................. 7
EXPLOTACIÓN Y USOS..................................................................................................... 8
LA TALLA DEL DIAMANTE DE CALIDAD GEMA........................................................ 10
La talla brillante....................................................................................................... 11
Evolución de la talla brillante................................................................................. 13
CLASIFICACIÓN DE LOS DIAMANTES.......................................................................... 13
Peso............................................................................................................................ 14
Color.......................................................................................................................... 14
Pureza........................................................................................................................ 15
Talla........................................................................................................................... 17
EL MERCADO DE LA PRUDUCCIÓN, LA TALLA Y LA COMERCIALIZACIÓN DEL
DIAMANTE............................................................................................................................ 20
Producción................................................................................................................. 20
Talla............................................................................................................................ 20
Comercialización....................................................................................................... 20
APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL DIAMANTE............................................................... 21
HISTORIAS, LEYENDAS Y MALDICIONES DE ALGUNOS DIAMANTES.................. 23
Koh-i-Noor.................................................................................................................. 23
Sha............................................................................................................................... 24
Hope............................................................................................................................ 25
Orlov........................................................................................................................... 26
Orlov negro................................................................................................................. 27
El estanque.................................................................................................................. 28
UNA BREVE RESEÑA DE OTROS DIAMANTES.............................................................. 29
Cullinan...................................................................................................................... 29
Jubilee......................................................................................................................... 31
Regente........................................................................................................................ 31
Centenary................................................................................................................... 32
CONCLUSIONES................................................................................................................... 33
BIBIOGRAFÍA........................................................................................................................ 34
RECURSOS EN RED.............................................................................................................. 35
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4. PREFACIO
No podía ser que, en un ciclo de joyería, quedara sin tratar, en esta serie de trabajos, la gema
más importante y valiosa. Oro y diamantes son los materiales por antonomasia de la joyería. Llenar
este hueco es el principal motivo que nos ha empujado a elegirlo como tema de este trabajo.
En el imaginario popular, el diamante está lleno de simbolismo. Su valor, su belleza, son
solo algunos de los elementos que lo configuran. La creencia en los poderes mágicos de los cristales
apoyada en argumentos seudocientíficos, la capacidad de la publicidad de conformar la visión y la
opinión de las personas o la potencia del cine (estadounidense) para modificar o generar costumbres
(como la de regalar un diamante engastado en un anillo como señal de compromiso matrimonial)
han sido determinantes en la conformación de ese imaginario.
No están exentos los diamantes de mitos y leyendas que, apoyados en sucesos más o menos
veraces, nos los presentan como capaces de portar maldiciones y desgracias.
El arte (especialmente en sus versiones más populares, el cine y la música) se ha dejado
tentar por esta poderosa imagen que desprende el diamante y numerosas películas y canciones lo
toman como elemento central.
Todo esto, sin embargo, poco tiene que ver, al menos directamente, con lo que un joyero
debe conocer y manejar en el desempeño de su oficio. Una buena parte de su trabajo se centra en las
cualidades del diamante como gema, su clasificación y otros temas de esta índole.
Toda esta visión, necesariamente polifacética (como el propio diamante) es la que
intentaremos mostrar aquí.
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5. INTRODUCCIÓN
Adámas o adamás, (que se traduce por inalterable, incorruptible; a, no, negación y dámas,
yo gobierno, es decir, no gobernable, no sometible) es decir, el diamante, aparece citado en griego
antiguo por Plinio el Viejo en su Naturae Historiarum (siglo I d.c. ). Describe una piedra que podría
ser un diamante, algo que se discute.
Cinco siglos antes, encontramos la primera referencia escrita en el Artha-Castra, un
manuscrito indio. Que su descripción corresponda a un diamante es también cuestionada.
El diamante es conocido desde hace unos 3.000 años en la India (aunque se supone que
podrían ser hasta 6.000). Ya entonces se conocía su extraordinaria dureza.
Actualmente, el diamante está considerado universalmente la reina de las gemas. Pero esto
no siempre fue así. Distintas culturas y distintas épocas han valorado otras gemas como las más
apreciables, bellas y valiosas. En esta "ascensión al trono" han contado, sin duda, sus
características, como la dureza o el brillo o el desarrollo de las técnicas de talla y pulido,. Pero
tampoco debemos obviar el papel que empresas dominantes en el sector han desempeñado en esta
revalorización.
Así y todo, el diamante ha sido un elemento con fuerte carga mágico-religiosa en diversas
culturas, ha sido protagonista de mitos y leyendas, de maldiciones. Ha sido y sigue siendo símbolo
del amor y el romanticismo, pero también de la riqueza y del estatus social. Emblema de los reyes,
rematan con frecuencia sus coronas.
No ha sido una piedra frecuente en la historia, al menos tan frecuente como otras. Los
escasos yacimientos conocidos hasta el siglo XVIII y las dificultades para tallarlo y pulirlo por su
extrema dureza lo han mantenido en un segundo plano. No en cuanto a su prestigio, que siempre lo
ha acompañado.
Es en el siglo XX cuando el diamante pasa a ocupar el primer puesto en el escaparate de las
gemas. Varias han sido las causas y las veremos a continuación en este trabajo, pero no sin antes
citar a Alfonso X "El Sabio" (siglo XI) que en su "El Lapidario" (una traducción de textos árabes)
escribiendo sobre el diamante dice: " tiene color que semeja el annoxatir claro y el hierro bruñido;
unas hay que tiran a color cárdeno y otras de amarillo; pero la mejor de ellas es la que semeja al
vidrio" y más adelante continua: "y el que quisiese probar cuál es verdadera o falsa, métalas ambas
en el fuego y la de vidrio fundirá y el diamante no, que nunca el fuego le hace mal" y sigue: "y es
esta piedra que quebranta a todas las otras, pèeo ninguna otra puede prender en ella. Y aún hace más
esta piedra: que si con ella frotan las otras, muélelas todas".
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6. PROPIEDADES FÍSICO-QUÍMICAS
El diamante es un cristal transparente de composición química C (carbono). En estado sólido
y a temperaturas y presiones de la superficie terrestre, el carbono se presenta en forma de grafito.
Así, el diamante, podemos definirlo como un alótropo del carbono. Cristaliza en la llamada "red de
diamante", que es una variación del sistema cúbico centrado en las caras, formando generalmente
octaedros, pero también cubos, dodecaedros y rombododecaedros.
Formas
en
las
que
cristalizan
los
diamantes
y
diamantes
en
bruto
Entre sus propiedades más destacadas están su dureza , la más alta conocida, 10 en la escala
de Mohs, y su gran conductividad térmica. Tiene una densidad que oscila entre los 3,15 y los 3,53
g/cm cúbico en los diamante más puros.
Propiedades ópticas del diamante
En sus propiedades ópticas encontramos el principal motivo por el que los diamantes son tan
apreciados por el joyero y por quienes gustan de lucir joyas. El principal atractivo del diamante es
su brillo, lleno de luz y destellos de colores. Esto tiene como causas principales los altos índices de
dispersión ( la capacidad de un material de descomponer la luz en su espectro, como el arco iris) y
de refracción, el más alto de las piedras naturales transparentes (refracción es la capacidad de un
material de modificar la dirección de la luz en relación al ángulo con el que penetra en él) así como
el poder de reflexión (relacionado directamente con el índice de refracción y que define la
6
7. capacidad de un cuerpo de reflejar la luz incidente). Una talla adecuada del diamante, hace que la
luz que incide sobre la parte superior de la piedra sea devuelta como si en su interior hubiese un
espejo de colores.
GÉNESIS DEL DIAMANTE
A entre 140 y 190 Km de profundidad, en el manto terrestre, y a unos 900-1.300º C, en
presencia, en cantidad suficiente, de carbono, éste cristaliza en diamante.
A las profundidades del manto señaladas, los diamantes se encuentran flotando en el
magma. Será como resultado de una erupción volcánica que los diamantes afloren hacia la
superficie terrestre arrastrados por el flujo de magma. Todo este proceso de formación y afloración
suele durar entre 1.000 millones y 3.300 millones de años.
Génesis
y
afloramiento
de
los
diamantes.
7
8. La Tierra, hoy lo sabemos con seguridad, no es el único lugar del Universo en donde
encontrar diamantes. Las condiciones requeridas para su formación son comunes en otros planetas y
estrellas. BPM 37093 es una enana blanca, una estrella a 50 años luz del sistema solar, en la
Constelación Centauro, cuyo núcleo está formado por un gigantesco diamante de más de 4.000 Km
de diámetro
Recreación
gráfica
de
BPM
37093.
En nuestro planeta encontramos también diamantes de origen extraterrestre. Son diamantes
que han llegado hasta aquí en el interior de meteoritos. Aunque falta la certeza, numerosos
investigadores piensan que éste es el origen de los diamantes negros ya que su restringida
localización y sus extrañas características físico-químicas resultan difíciles de explicar para un
origen terrestre
De otros diamantes son también responsables los meteoritos, aunque no por haber servido
como transporte espacial sino porque el impacto de ellos contra la superficie terrestre generan tal
presión y temperatura que se forman gran cantidad de diamantes en unos instantes (esto ha podido
constatarse en el cráter Popigai formado por la caída de un gran meteorito en Siberia hace más de
35 millones de años). Las condiciones requeridas para la formación de los diamantes duran tan poco
tiempo que impiden que estos alcancen un tamaño similar a los generados en el manto.
La ciencia y, sobre todo, el desarrollo tecnológico ha permitido a la Humanidad emular a
Vulcano y, desde hace más de 50 años, en el laboratorio se crean diamantes a partir del grafito o
desde otras sustancias ricas en carbono (es digna de mencionar la oferta que alguna empresa realiza
a los deudos de los difuntos de sintetizar un diamante a partir de los restos del finado). El tamaño
relativamente pequeño que se alcanza descarta la opción de tomar este proceso de síntesis como
fuente principal de suministro de diamantes de calidad gema.
EXPLOTACIÓN Y USOS.
Tras la erupción y la emergencia de los diamantes con el flujo de magma, comienza el
proceso erosivo. El viento, los cambios de temperatura, el agua y otros agentes erosivos rompen y
8
9. descomponen la roca que contiene el diamante y éste queda libre. Las lluvias lo arrastran y acaba en
los ríos. Así lo encontramos en depósitos sedimentarios fluviales allá donde las condiciones de
profundidad y de la fuerza de la corriente son las adecuadas. Cuando estas condiciones no se dan,
los diamantes son arrastrados hasta el mar en donde se forman los depósitos sedimentarios, esta vez,
marinos.
La explotación de estos depósitos, el minado en superficie de los diamantes aflorados pero
aún dentro de la roca volcánica y el minado subterráneo, que incluye desmontar las chimeneas de
los volcanes, son las principales fuentes de explotación de diamantes naturales.
India fue el primer país en explotar yacimientos diamantíferos. Durante miles de años no se
conocieron otros yacimientos relevantes. En el S. XIX, Brasil tomó el relevo como principal
productor y, ya en el S. XX, Sudáfrica, Rusia y Australia se sumaron al listado. A finales del
mismo, Botsuana, Canadá, República Centroafricana, así como numerosos países de la costa
atlántica africana (Sierra Leona, Namibia, Angola, Ghana, etc.) se han convertido en importantes
productores.
Principales
países
productores.
La producción anual de diamantes se ha incrementado de forma muy acusada en los últimos
años. Actualmente se minan unos 130 millones de quilates (unos 26.000 Kg) al año, de los cuales
casi el 50% se obtienen en África. Se calcula que en toda la historia se han minado unos 4.500
millones de quilates y el 20% de esta cantidad lo ha sido en los últimos 5 años.
Los diamantes se destinan a la talla como gema cuando su tamaño (el proceso de corte, talla
y pulido es muy laborioso y por tanto costoso), color (los tonos amarillos-marrones los descalifican
como gemas) y limpieza (inclusiones y fracturas les restan valor) reúnen, en conjunto, unos
mínimos. El resto, más del 80% de la producción minera de diamantes, se destina a la industria.
9
10.
Diamantes
en
bruto
destinados
a
la
industria.
Otros 3.000 millones de quilates sintéticos se destinan a ella. Se emplean principalmente para
operaciones en las que su extrema dureza es bien aprovechada: cortar, taladrar, lijar y pulir. Desde
tuneladoras a escalpelos, los diamantes están entre las mejores herramienta para estos desempeños.
También se aprovecha su alta conductividad térmica y otras cualidades en tecnologías
avanzadas desde análisis en laboratorio a semiconductor en electrónica. En este campo podemos
recordar que la aguja de los ya antiguos tocadiscos de vinilo era un diamante.
LA TALLA DEL DIAMANTE DE CALIDAD GEMA
Se denomina talla al proceso y al resultado de cortar, facetar, desbastar y pulir el diamante
en bruto para darle su forma definitiva. Hay numerosas formas de talla del diamante. Las más
comunes son: brillante, pera, cojín o cushion, oval, corazón, princesa, marquesa o navet y baguette.
Otras menos habituales son: tabla, esmeralda, rosa, trillion, radiant, asscher, etc. También se
encuentran ejemplares en tallas llamadas fantasía, formas determinadas como esféricas o en cruz, o
en formas ex-profeso para una piedra en particular.
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11. La talla brillante
De todas las tallas, la más común es la talla brillante. El porqué está en sus cualidades
ópticas. La talla brillante es la que más y mejor las aprovecha.
Gracias a su geometría, la luz que incide en la corona, tras atravesar el diamante y
descomponerse, sale por la misma cual espejo de colores. Esta talla permite que el diamante pueda
usarse en un engaste cerrado sin que pierda luminosidad, al contrario de lo que le sucede a la
mayoría de las gemas con las que hay que procurar que el engaste cubra la menor cantidad posible
de la piedra, tanto de la corona como del pabellón o culata.
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12. Observando las ilustraciones podemos apreciar los efectos mencionados de dispersión,
refracción y reflexión de la luz en el diamante y porqué la talla brillante es la que aprovecha al
máximo estas cualidades. Cualquier variación significativa de los ángulos o las proporciones de la
talla irá en detrimento del "fuego" (la sensación visual de que hay luz dentro de la piedra).
Proporciones
ideales
de
la
talla
brillante.
Es tan usada esta talla en el diamante que coloquial y popularmente se usa el término
"brillante" para denominar a cualquier diamante, sea esa su talla o no, y obviando que al diamante
se le dan otras tallas y que la talla brillante no es exclusiva del diamante.
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13. Evolución de la talla brillante
Esta talla, inicialmente era mucho más simple, para ir haciéndose más compleja a medida
que las técnicas de tallado y los conocimientos ópticos avanzaban.
La evolución seguida ha consistido en, sobre todo, aumentar el diámetro de la tabla,
multiplicar el facetado y ajustar las proporciones.
En la actualidad se sigue investigando y experimentando en la mejora de la talla brillante y
cada poco tiempo se dan a conocer sus resultados en los que se continúa con la secuencia histórica
de aumentar el número de facetas y la amplitud de la tabla.
CLASIFICACIÓN DE LOS DIAMANTES
Un diamante se clasifica en función de las llamadas cuatro "C". Del inglés, carat, quilate, la
medida de peso de las gemas, equivalente a 0,2 g; colour, color; clarity, limpieza o pureza y cut,
corte y talla. Cada una de estas características puede hacer que un diamante aumente o disminuya
13
14. considerablemente su valor. Existen varios sistemas de clasificación. Hablaremos de ello más
adelante.
Peso
Las piedras grandes son una rareza. Un diamante aumenta su valor cuanto mayor es su peso.
No de forma aritmética sino exponencial. Es decir, por ejemplo, en calidades similares, un diamante
de un quilate vale mucho más que diez diamantes de 0,1 quilates. Por esta razón se pretende
siempre, a partir de la piedra en bruto, obtener la talla de mayor quilataje.
Tabla
de
correspondencia.
Peso
en
quilates/diámetro
en
milímetros.
Color
En general, podemos decir que cuanto más blanco (en puridad, cuanto más incoloro. Se
denomina "blanco" a la ausencia de color) más valor.
Un alto porcentaje de los diamantes tiene tonalidades amarillo-marrón. Esta suele ser
condición suficiente para destinarlos a uso industrial. Deben ser excepcionales en alguna otras
características para que esto no sea así.
Caso aparte son los diamantes de color no amarillo-marrón. Los azules, negros, rojos,
violetas, verdes o rosas, son tan raros que son considerados como muy valiosos por este hecho. A
estos diamantes se les denomina "fancy".
Amarillo-canario intenso, sin marrón, son también muy estimados.
14
15. Arriba:
diamantes
fancy
alrededor
de
un
diamante
talla
pera
blanco.
Pureza
Se consideran aquí las posibles fracturas, burbujas, inclusiones y maclados (cuando dos
cristales se cruzan durante su crecimiento imbricándose mutuamente uno dentro del otro, lo que
altera sus cualidades ópticas).
La presencia de estos fenómenos restan valor a la piedra, más, cuanto más numerosas y
evidentes sean.
15
16.
Tablas
de
clasificación
de
pureza
de
distintos
organismos
de
certificación.
Tabla
de
muestras
para
la
clasificación
por
pureza
en
donde
se
observa
el
tamaño
relativo
de
los
defectos.
16
17. El
gráfico
muestra
como
se
ve
un
defecto
(el
punto
negro)
en
la
talla
brillante.
Talla
Como ya hemos explicado, una buena talla es imprescindible para aprovechar las cualidades
ópticas del diamante. Además se valora en ella, la regularidad de la forma y el pulido.
Conseguir el máximo equilibrio entre estas cuatro "C" es el objetivo del lapidario (se
denomina así a quien talla las gemas).
Un diamante en bruto puede tener zonas más o menos coloreadas y más o menos limpias.
Conseguir la talla de mayor peso, que al mismo tiempo seleccione el mejor color y excluya los
defectos de pureza, exige estudiar la piedra durante días, semanas, en ocasiones durante meses.
Inevitablemente debe llegarse a una suerte de compromiso, cediendo en algo, por ejemplo el peso,
para ganar en otro aspecto, por ejemplo el color, o a la inversa. Podemos decir que la mejor talla
posible es la que mantiene un equilibrio entre estos cuatro aspectos.
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18. Sistemas de clasificación
Especialmente durante el siglo XX se han creado en varios países, promovidos por
empresas productoras, de talla, mayoristas, asociaciones de gemología y otros actores con intereses
en el sector, distintos organismos (generalmente no oficiales) dedicados a dictar normas para la
identificación, clasificación y certificación de los diamantes. Los principales son: GIA
(Gemological Institute of America), HRD ( Laboratorio Nacional de Bélgica), IGI (International
Gemological Institute), AGS ( American Gem Society) o GGL ( Gubelin Gem Lab) y otros. Aunque
sus sistemas pueden catalogarse de equivalentes y muy similares en su nomenclatura, unos son más
precisos que otros. Elaboran tablas para clasificar los diamantes por color, pureza y talla. Estos
organismos vigilan la aparición de nuevas piedras, sintéticas o naturales, susceptibles de confusión
con el diamante y estudian y establecen procedimientos para identificarlas. También emiten
certificados donde se autentifican y clasifican diamantes concretos. Estos certificados son como un
carné de identidad en donde se recoge detalladamente el peso, la talla, el color y la pureza del
diamante en cuestión. Indican los defectos, grabados o cualquier otra señal particular del ejemplar.
Habitualmente, el certificado no incluye tasación.
18
19.
Ejemplo
de
certificado
emitido
por
AGS
19
20. EL MERCADO DE LA PRODUCCIÓN, LA TALLA
Y LA COMERCIALIZACIÓN DEL DIAMANTE
Producción
El mercado de la producción del diamante gema ha estado bajo el control de unas pocas
manos durante buena parte del siglo XX. Éste ha sido el periodo en el que los diamantes han pasado
a ser un bien de consumo al alcance de amplias capas de la población del mundo desarrollado.
La empresa "De Beers" ha tenido, en la práctica, el monopolio de la producción. De origen
británico, ha crecido y se ha desarrollado, hasta llegar a controlar este sector, en Sudáfrica. Ha
aplicado políticas de control de precios, dosificando la cantidad de diamantes en bruto que ponía en
circulación, logrando una gran estabilidad en los mismos. Así, ha buscado y conseguido que los
diamantes se convirtiesen en un valor internacional de inversión y refugio.
Explotando sus propios yacimientos o a través de contratos ha llegado a producir, en sus
mejores momentos, más del 80% del total mundial.
El descubrimiento de nuevos e importantes yacimientos en Australia, la incorporación de
Rusia a la economía de mercado tras la caída de la Unión Soviética con sus abundantes reservas y la
aparición en escena de otros actores ( Canadá, países centroafricanos) en la producción de
diamantes, han reducido la participación de De Beers a menos del 50%. Se ha roto el monopolio,
pero De Beers sigue siendo el actor principal, eso a pesar de haberse desprendido de la mitad de sus
reservas (solo los diamantes pequeños) y renunciar con ello al exhaustivo control sobre los precios.
De De Beers hay que mencionar también la eficacísima campaña publicitaria que, a nivel
mundial lanzo en la segunda mitad del siglo pasado, con el lema "un diamante es para siempre". Así
cautivó a una creciente clase media aspirante a poseer y ostentar un poderoso símbolo de su ascenso
social.
Talla
El tallado no ha sido controlado en régimen monopolístico pero sí oligopolístico. Unos
pocos centros de talla (Amberes, Ámsterdam, Nueva York y Tel Aviv) se han repartido el mercado.
En los últimos años, India, con sus bajísimos costes de mano de obra ( en tallar un diamante de
menos de 1/2 quilate puede emplearse hasta 10 o 12 horas) se ha convertido en el principal centro
de tallado del diamante pequeño. Se talla allí alrededor del 90% de toda la producción de diamantes,
la práctica totalidad del diamante pequeño, empleando en ello a más de 900.000 personas. Los
grandes, y más rentables, se siguen tallando en los centros tradicionales.
Comercialización
20
21. Nos encontramos, en este campo, un panorama completamente distinto. El mercado del
diamante ya tallado puede calificarse de abierto y sin control de ningún actor en particular. Quizá
esto ha contribuido a facilitar que los diamantes se hayan convertido en una forma de pago de
actividades ilícitas, en particular del tráfico de armas. Los que se han dado en llamar "diamantes de
sangre" son posibles por la conjunción de una serie de factores como la aparición de yacimientos en
zonas remotas del África Central y del Oeste, la inestabilidad y descontrol político en esas zonas o
la impunidad con la que operan los traficantes de armas (por no hablar de otros intereses,
generalmente occidentales). Los conflictos étnicos o de delimitación de fronteras se han empleado
como excusa para desatar crueles guerras, civiles o no (sin olvidar la pura ambición de poder y
riqueza) que en buena parte han sido financiadas por estos diamantes y que, como la pescadilla que
se muerde la cola, lo que era un medio para hacer la guerra, se ha convertido en uno de los intereses
en mantener las situaciones de conflicto.
Contra esto se han lanzado campañas internacionales de denuncia por parte de
organizaciones no oficiales, que con el apoyo de personajes populares del mundo del espectáculo,
han presionado a los gobiernos y empresas para que tomen medidas que lo eviten. El resultado ha
sido tomar la decisión de grabar con laser, normalmente en el filetín, una señal identificativa del
origen del diamante. Obviamente esto solo se hace con los de mayor tamaño. En cualquier caso los
resultados están por ver.
APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL DIAMANTE
Desconocemos el momento en que la Humanidad descubrió el diamante. Sí sabemos que fue
en la India en donde primero se identificó y se le puso nombre. Las fuentes apuntan al siglo VIII
a.C., al VI a.C., y, ya con seguridad, al siglo IV a.C. cuando aparece mencionado en un manuscrito
indio. Se especula con que se explotaban yacimientos diamantíferos en la India y Borneo ya en el
800 a.C.. Lo cierto es que la India descubrió, explotó, talló y admiró los diamantes antes que
ninguna otra región del mundo. La primera referencia en Occidente se la debemos, como dijimos
arriba, a Plinio el Viejo.
Más cerca de la leyenda que de la historia es la atribución del Koh-i Noor (Montaña de Luz),
una gema de 78 quilates, al botín de Alejandro Magno. Alejandro tuvo un papel destacado en el
acceso de Europa a los diamantes. Y al parecer por una doble razón. Una gran cantidad de
diamantes como parte del botín conseguido en sus campañas en Asia llegaron a Europa y, también,
abrió la vía del comercio entre el Mar Rojo y la Costa Malabar. Por esta ruta Europa accedió a la
única fuente de suministro de diamantes de la época y de las siguientes, puesto que hasta el siglo
XIX no se descubrieron nuevos yacimientos fuera de la India.
En la India eran considerados sagrados y se destinaban a la casta más pura, la de los
brahmanes. Se aprendió a tallarlo tarde (recordemos la dificultad de su talla que solo puede
realizarse con otros diamantes) y descubrir su "fuego" avivó su interés. El diamante acumuló
poderes como el de hacer invencible a quien lo portara, ser antídoto para los venenos, en especial
del de las serpientes. Y alejar todo tipo de peligros, desde animales salvajes a fantasmas y
demonios, atrayendo la buena suerte.
21
22.
Diamante
con
el
nombre
grabado
de
Mumtaz-‐i
Mahal,
esposa
del
constructor
del
Taj
Mahal
y
enterrada
en
allí.
Algunas de estas creencias viajaron a Europa con los diamantes. Durante la Edad Media los
caballeros llevaban un diamante en la armadura para hacerlos invulnerables y se usó como
medicamento hasta el Renacimiento cuando la muerte de Clemente VII, tras ingerir polvo de
diamante, parece que convenció a los galenos de que más que medicina era veneno.
Hasta el Renacimiento el diamante fue considerado más como una "piedra de poder" que
como una gema. Pero es en este momento cuando el simbolismo del diamante cambia en Occidente.
El regalo, un anillo con un diamante, que hace en 1477 Maximiliano de Austria a su prometida
María de Borgoña, inaugura la moda del anillo de compromiso con un diamante. Esta costumbre,
que llega hasta nuestros días con más salud que nunca, ha estado reservada, hasta los siglos XIX-
XX, a las aristocracias y las élites burguesas. El descubrimiento de yacimientos diamantíferos en el
22
23. siglo XIX en Brasil y poco después en África dieron pie a la popularización del diamante. Solo
posible por el desarrollo de las clases medias de las sociedades occidentales.
HISTORIAS, LEYENDAS Y MALDICIONES
DE ALGUNOS DIAMANTES
Koh-i-Noor
Su nombre en persa significa "Montaña de Luz", también conocido por "Gran Mogol".
Según el mito, lo bajó del cielo el hijo del dios Sol y quien lo posea poseerá el mundo y
todas sus desgracias. Solo los dioses y las mujeres escapan a esta maldición.
Así comienza el mito de este diamante, veamos su historia.
Si hacemos caso de los relatos, tendría más de 2.000 años. La leyenda dice que fue traído a
Europa por Alejandro Magno desde la India en el siglo III a.C., para desaparece hasta el 1.340 d.C.,
cuando el Rajá Malwa lo tiene entre sus tesoros y esto es ya historia. Un viaje al parecer de ida y
vuelta. En el siglo XVI d.C. los mogoles del Sultán Babur invaden la India y se apropian de él. De
entre sus dueños mogoles hay que mencionar a Shah Jahan, constructor del Taj Mahal. Dos siglos
más tarde es el sha Nadir de Persia quien entra en Delhi y se lo lleva. Regresa a la India en 1.813
como pago del Shah Shuja, depuesto gobernante de Afganistán, al maharaja Sikh del Punjab para
que éste le ayude a recuperar su puesto. Cuando los británicos declaran el Punjab parte del imperio
se apropian del diamante y, en 1.850, es el regalo que la British East India Company hace a la reina
Victoria de Inglaterra. En este momento pesa 186 quilates y es retallado quedando en 109 quilates.
Su leyenda de hacer de hacer infelices a los hombres (varones) hace que la reina impida
heredarlo a rey varón.
En la actualidad está engastado en la corona de Isabel II.
23
24. Sha
Un diamante muy particular de 88 quilates. Tallado parcialmente, con una inusual forma
alargada e irregular, lleva grabado los nombres de tres de sus propietarios.
En el siglo XVI pertenecía a un gobernador indio que grabo en él su nombre. Se lo
apropiaron los mogoles durante su invasión de la India. El sha de Persia lo obtuvo como botín en
una de las guerras que mantuvo con el imperio mogol. En el año 1.829 se usó para la expiación del
asesinato en Persia del escritor y diplomático ruso Alejandro Griboyedov. Khosrow Mirza, nieto del
sha Fath Alí, lo lleva a S. Petesburgo y se lo entrega al zar Nicolás I. Desde entonces en manos del
estado ruso.
24
25. Hope
Diamante de un azul profundo con 45 quilates, proviene de la India. Según el mito, fue
tallado por una antigua deidad. Formaba parte de un ídolo esculpido en honor a la diosa hindú Sita,
del que fue robado. Aquí arranca la historia mezclada con la leyenda del diamante maldito.
Jean-Baptiste Tavernier fue el primer occidental en poseerlo. Tras venderlo cayó en la ruina
y poco después murió en Rusia. Su cuerpo se encontró congelado y devorado por los animales.
Luís XIV de Francia fue el siguiente propietario quien se lo regaló a su amante Madame de
Montespan que al poco cayó en desgracia. Años después el rey lo lució ante el embajador persa y
murió en unos meses de gangrena.
Durante 60 años guardó reposo hasta que Luís XVI se lo cedió a María Antonieta que
decidió lucirlo y prestárselo a la princesa Lamballe. Unos años después todos ellos fueron
guillotinados.
Pasó a manos privadas y fue cortado en dos. La primera pieza la adquirió Carlos Federico
Guillermo, duque de Brunswick. Al poco se arruinó.
La segunda, en manos de Wilhem Fals, fue robada por el hijo del dueño. Éste murió al poco
tiempo y tras él se suicidó el hijo.
La pieza mayor (el hoy conocido como "Hope") paso a manos del rey Jorge IV de Inglaterra,
la engastó en su corona y murió.
Su nuevo propietario, el príncipe Iván Kanitowski, se lo regaló a una vedette que fue
asesinada días después.
Los siguientes propietarios, Simón Montarides, Abdul Hamid II y la familia MacLean,
sufrieron trágicas muertes.
En la actualidad se exhibe en el Museo Smithsonian en Washington D.C.
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26. Orlov
Diamante con talla india en rosa antigua, pesa 190 quilates. Formaba parte del ojo de una
estatua de Sri Ranganatha, una deidad india, y robada por un soldado francés. Tras múltiples
peripecias llega a manos de un comerciante, Salfras, que se lo vende al conde ruso Grigory
Grigorevich Orlov quien se lo regala a Catalina II que había sido su amante. Catalina le da el
nombre del conde y manda elaborar un cetro, el conocido como cetro imperial, y tallar y montar en
él el Orlov.
Allí permanece desde entonces.
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27. Orlov negro
Un raro diamante negro de 67 quilates.
Otra vez el diamante es el ojo de una estatua, ahora de Brahma, y otra vez es robado, en esta
ocasión por un monje. Y otra vez comienza la maldición.
Adquirido por J. W. Paris, al poco se suicida. Unos años después pasa por las manos de dos
princesas rusas, Leonila Galitsine-Bariatinsky y Nadia Vygein-Orlov, que igualmente se suicidan.
El diamante fue dividido en tres partes y con ello parece que se anuló la maldición toda vez
que no volvió a traer desgracia alguna a sus dueños.
No confundir, algo muy frecuente, con el Orlov del cetro imperial ruso.
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28. El estanque
Diamante de 100 quilates, azul, perfecto en su talla y muy puro, formó parte de la corona
española desde que lo encargó Felipe II en 1.559 para Isabel de Valois en ocasión de su
matrimonio. Fue montado junto con la famosa perla "La Peregrina" en el denominado "Joyel de los
Austria".
Durante la ocupación francesa de principios del siglo XIX, José Bonaparte ordena sacarlo de
España.
Cuando España lo reclama no encuentra respuesta y el Joyel, separadas sus piezas, no
regresó. Otra versión defiende que regresa con Fernando VII y que le regala "El Estanque" a su
yerno, Francisco I de Nápoles, engastado en la empuñadura de una espada al casarse con su hija
María Cristina de Borbón, En cualquier caso, parece no saberse nada de él desde entonces. Se
especula con que podría haber sido retallado.
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29. UNA BREVE RESEÑA DE OTROS DIAMANTES IMPORTANTES
Cullinan
El
Cullinan
I.
Replicas
de
"Las
nueve
estrellas
de
África".
29
30.
La
corona
de
Isabel
II
de
Inglaterra
con
el
Koh-‐i-‐Noor
y
el
Cullinan
I.
El diamante más grande nunca encontrado. Pesó 3.190 quilates en bruto. Cortado en 9 piezas
grandes (las "Nueve Estrellas de África) y 96 menores. Las principales son el "Cullinan I" y el
"Cullinan II" de 520 y 317 quilates respectivamente. En este momento están en la corona y el cetro
de la monarquía británica. El resto de las piedras también están en sus manos.
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31. Jubilee
También llamado "Diamante Reitz" pesó en bruto 650 quilates y 245 tallado.
Regente
En bruto pesaba 400 quilates y tras la talla 140.
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32. Queremos acabar con una fabulosa imagen del diamante probablemente más perfecto y al
menos uno de los más bellos que existe.
Centenary
Pesó en bruto 599 quilates y tallado quedó en 128. Considerado el diamante con mejor color
del mundo y una de las más fantásticas tallas con sus 247 facetas.
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33. CONCLUSIONES
El diamante, la gema más apreciada en la actualidad, tardó en llegar a Occidente. En la
India, que podemos considerar su cuna, se conoce y aprecia desde hace miles de años. Allí ha sido
considerado sagrado y mitos y leyendas lo han acompañado a través de la Historia y del Mundo.
Su extraordinaria dureza le ha dado también utilidades en el campo de la industria.
Como gema es apreciado sobre todo por su fuego, resultado de sus propiedades ópticas.
A su alrededor se ha erigido toda una industria dedicada a la explotación de los yacimientos,
la talla y la venta.
Autentificarlos, clasificarlos y certificarlos se ha convertido también en una actividad central
en el mundo del diamante.
La Historia está jalonada de relatos en los que los diamantes pasan de mano en mano tanto
como resultado de guerras, robos o asesinatos, como del amor y los matrimonios.
Hoy el diamante ha dejado de ser una exclusiva de reyes y potentados, lo que no quita para
que los más grandes y bellos sigan en las coronas y cetros de las monarquías y en los cuellos y cajas
fuertes de los más ricos.
Estos grandes y antiguos diamantes portan cada uno su historia de amores y muertes, de
grandezas y miserias humanas, de esperanzas y maldiciones.
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34. BIBLIOGRAFÍA
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Vitiello, L., Orfebrería moderna, Barcelona, Ediciones Omega, 1989.
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VV. AA., Diamantes, su verdadera historia, National Geographic, marzo 2002, pp. 1-35.
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VV.AA., Más eternidad en Roma, Arte y Joya, nº 149, 2003, pp. 30-31.
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35. RECURSOS EN RED
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http://www.ucm.es/info/crismine/Mine_nosilicat/Practicas_2.pdf
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http://www.taringa.net/posts/info/11532106/Mas-‐del-‐Diamante-‐mas-‐famoso-‐de-‐la-‐historia.html
http://books.google.es/books?id=ZzOM6ODbe34C&pg=PA197&lpg=PA197&dq=diamante+sha&source=bl&
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http://istharaurora.blogspot.com.es/2009/03/diamante-‐negro.html
http://www.fonsado.com/2009/10/el-‐estanque-‐y-‐la-‐peregrina.html
http://www.emagister.com/curso-‐todo-‐sobre-‐diamantes
http://www.librosmaravillosos.com/geoquimica/capitulo11.html
http://alixann.wordpress.com/2011/05/11/diamantes-‐perdidos%E2%80%A6/
http://foros.elsiglodetorreon.com.mx/tecnologia/476906-‐los+diamantes.html
http://www.gemalogiamllopis.com
http://www.ige.org
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