El documento contrasta las 5 libertades y 5 obligaciones que deberían cumplirse para el bienestar animal en la ganadería de países desarrollados frente a las 5 realidades de la industria cárnica, que priman la rentabilidad económica sobre el bienestar, lo que lleva a un espacio y trato insuficiente para los animales y puede afectar negativamente a la calidad de la carne y la salud pública.