EL CICLO PRÁCTICO DE UN MOTOR DE CUATRO TIEMPOS.pptx
Historia de la ciencia en el renacimiento
1. La ciencia en el Renacimiento.
Nicolás Maquiavelo nació en Florencia, Italia, el 3 de mayo de 1469 y murió el 21 de junio de 1527. Fue un diplomático,
funcionario público, filósofo político y escritor italiano. En 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El
príncipe, publicado de manera póstuma en 1531 en Roma. Fue asimismo una figura relevante del Renacimiento italiano.
El Renacimiento italiano.
El siglo XV vio el comienzo de un movimiento cultural al que se denominó renacentista y a la etapa Renacimiento. El
redescubrimiento de los textos antiguos a partir de la caída de Constantinopla, se aceleró a causa de los muchos
estudiosos bizantinos que debieron buscar refugio en Occidente, especialmente en Italia.
Durante el Renacimiento hubo desarrollos importantes en diversas áreas, por ejemplo en la Astronomía. Nicolás
Copérnico retomó las ideas heliocentristas y propuso un sistema en el cual el sol se encuentra inmóvil en el centro del
universo y a su alrededor giran los planetas en órbitas con movimiento perfecto, es decir, circular.
Tycho Brahe, gran observador del cielo, realizó las más precisas observaciones y mediciones astronómicas para su época,
entre otras cosas porque tuvo la capacidad económica para construir su propio observatorio e instrumentos de medición.
Las mediciones de Brahe no tuvieron sin embargo mayor utilidad sino hasta que Johannes Kepler(1571-1630) comenzó a
utilizarlas. Kepler invirtió muchos años tratando de encontrar la solución a los problemas planteados por el sistema de
Copérnico, con los datos completos obtenidos después de la muerte de Brahe, llegó por fin al entendimiento de las órbitas
planetarias elípticas y pudo entonces enunciar sus leyes del movimiento planetario que dicen:
Los planetas giran alrededor del Sol en órbitas elípticas estando este en uno de sus focos
Una línea dibujada entre un planeta y el sol barre áreas iguales en tiempos iguales.
El cubo de la distancia media al sol es proporcional al cuadrado del tiempo que tarda en completar una órbita.
Nacido en el año de la muerte de Copérnico, Galileo Galilei (1564-1642) fue uno de los defensores más importantes de la
teoría heliocentrista. Construyó un telescopio a partir de un invento del holandés Hans Lippershey del tipo denominado de
refracción, compuesto con una lente convexa en la parte delantera y una lente ocular cóncava, y fue el primero en
utilizarlo para el estudio de los astros. Así descubrió los cráteres de la luna, las manchas solares, los satélites de Júpiter,
las manchas solares y las fases de Venus. También descubrió cuatro satélites orbitando alrededor de Júpiter. Sus
observaciones eran únicamente compatibles con el modelo copernicano.
El trabajo de Galileo lo enfrentó a la Iglesia Católica que ya había prohibido el libro de Copérnico titulado de Revolutions.
Después de varios enfrentamientos con los religiosos en los cuales fue respaldado por el Papa Urbano VIII y a pesar de los
pedidos de moderación en la difusión de sus estudios, Galileo escribió su Diálogos sobre los dos máximos sistemas del
mundo. En esta obra ridiculizó la posición de la iglesia a través de Simplicio el simplón. Por esta desobediencia fue
llevado a juicio en donde fue obligado a abjurar de sus creencias y posteriormente recluido bajo arresto domiciliario, que
duró poco. Murió con la bendición papal a los 88 años. Durante el siglo XX el papa Juan Pablo II dio disculpas al mundo
por esta injusticia contra Galileo.
Evangelista Torricelli (Faenza, Italia, 15 de octubre 1608-Florencia, Italia, 25 de octubre 1647) fue un físico y matemático
italiano que inventó el barómetro, instrumento que se utiliza para medir la presión atmosférica.
Otto von Guericke inventó la máquina neumática, que permitió obtener en un recipiente un vacío casi tan completo como
el del barómetro. Esta máquina fue resultado de una experimentación. Se pudo estudiar la física de los gases como había
estudiado los líquidos.
2. Tecnologías del Renacimiento Italiano.
El Renacimiento Italiano, periodo que va desde finales del Siglo XIV hasta mediados del año 1600, es
reconocido, entre otras cosas, por su vasta creación de nuevas tecnologías, las cuales se dieron de la mano de
diversas disciplinas. Campos como el artístico, el social y el espiritual, que comenzaban a tener un amplio
reconocimiento gracias al auge que en este periodo también tuvo el Humanismo, se vieron beneficiados por este
nuevo conocimiento técnico y permitieron el rápido desarrollo cultural de las regiones involucradas. Grandes
figuras de este periodo como lo fueron Leonardo Da Vinci, Giordano Bruno y Maquiavelo, por mencionar
algunos, fueron a su vez, creadores y receptores de todas estas innovaciones tecnológicas.
Pensadores italianos escriben sobre las máquinas de la época. En sus textos, el factor común es la descripción de
máquinas ya existentes, o proyectos de máquinas sin construir. Algunos representantes de esto fueron:
Guidobaldo del Monte quien en su libro Machanicorum libri presenta una defensa hacia las artes mecánicas.
Angostino Ramelli con su libro De diversas y artificiosas máquinas presenta proyectos precedentes de motores
de combustión interna. Vitorio Zonca aporta estudios sobre máquinas mecánicas e hidráulicas con su libro
Teatro de máquinas. Giovanni Battista della Porta fue filósofo, investigador y astrónomo. A él se le atribuye la
creación de la Linterna mágica y también es reconocido por sus ideas acerca de la construcción de un anteojo
astronómico. Torricelli aporta un gran avance en el tema de hidráulica con la invención del barómetro.
Leonardo da Vinci aporta ideas para estudios posteriores, como el ornitóptero y el tornillo aéreo (que puede
considerarse antepasado del helicóptero) y el planeador. Produce estudios sobre el vuelo de las aves e inventa
un túnel aerodinámico para poder realizar sus experimentos acerca de ello.
Las armas de fuego constituyen el principal cambio en este ámbito y con ellas el cambio de las fortalezas, las
armaduras de los soldados, las técnicas de ataque y defensa que se perfeccionan y los tiempos de asedio a las
ciudades que se acortan.
3. Las matemáticas en el Renacimiento.
En los siglos XV y XVI hubo un repentino brote de actividad impulsado por el descubrimiento chino de la
imprenta, la cual llegó a Europa en 1450 y propulsó unas Matemáticas (tanto las puras como las aplicadas) que
se habían quedado estancadas en los logros de tiempos ancestrales.
Es conveniente recalcar la importancia de la imprenta para la difusión del conocimiento matemático. El
copiado a mano de textos matemáticos requería mucho tiempo y esfuerzo. En los tiempos antiguos, de la
mayoría de los textos sólo existía una copia única que se encontraba en la biblioteca de Alejandría; ésta es la
razón por la cual toda la actividad matemática estuvo concentrada en un solo sitio durante unos ochocientos
años. Con la llegada de la imprenta dichos textos pasaron a estar disponibles por todo el mundo civilizado y la
gente podía aprender matemáticas en lugares tan distantes como Bohemia o Escocia.
En el contexto del Renacimiento, Johannes Regiomontanus (1436-1476), natural de Königsberg (hoy día en
Alemania), dio la primera presentación sistemática de la trigonometría tanto plana como esférica.
Algebraicamente escribía 'res' para x y 'census' para el cuadrado.
Por otra parte, Johannes Widman (1462-1500), natural de Eger (hoy día en la República Checa), publicó en
1849 el libro Mercantile Arithmetic, en el cual aparecen por primera vez los modernos símbolos + y -.
El inglés Robert Recorde (1510-1558) fue el primero en utilizar el símbolo = para la igualdad, afirmando
que 'no puede haber dos cosas más iguales'.
El alemán Christoff Rudolff empleó en 1525 el símbolo actual de la raíz cuadrada, mientras que el bávaro
Adam Ries (1492-1559) publicó libros aritméticos de los que se hicieron más de cien reediciones y estableció
definitivamente la utilización de los signos + y -.
El alemán Michael Stifel (1487-1567) era un monje que se convirtió en uno de los primeros seguidores de
Lutero. Utilizaba 1A, 1AA y 1AAA para indicar A, A² y A³, respectivamente, y fue el primero en utilizar
exponentes enteros negativos.
El inglés Thomas Harriot también escribía a, aa y aaa para indicar a, a² y a³, respectivamente, e introdujo
los signos > (mayor que) y < (menor que) para las desigualdades estrictas.
El primero en desarrollar algo así como un método completo para resolver ecuaciones cúbicas parece ser que
fue Scipione Ferro (1465-1526), natural de Bolonia (Italia). Podía resolver cualquier ecuación de la forma
x³+bx=c, dando las soluciones con la precisión requerida.
Leonardo da Vinci, figura prominente del Renacimiento, también conectó el arte con las matemáticas. En sus
notas se encuentran cuadraturas, construcciones de polígonos regulares y razonamientos sobre centros de
gravedad y sobre curvas de doble curvatura; pero se distinguió más por su aplicación de las matemáticas a la
ciencia y la teoría de la perspectiva. En su Trattato della pittura inicia con la advertencia: “quien no sea un
matemático no lea mi trabajo”.
4. La Naturaleza y El Renacimiento.
Los filósofos naturalistas del Renacimiento vuelven a poner en primer término la cuestión de la naturaleza, que desde los
días de los filósofos griegos no había provocado debates semejantes.
La nueva visión de la naturaleza, una creación de los trabajos brillantes de los astrónomos y físicos, de Copérnico a
Galileo y también de neoplatónicos como Bruno, lentamente desplaza la visión greco-cristiana que había dominado el
pensamiento europeo hasta el siglo XVII.
Miles de imágenes de la Tierra -Madre nutritiva-, llenan los escritos de Bernardino Telesio (1509-1588), Paracelso (1490-
1541), Leonardo da Vinci (1452-1519). Conforme a Giordano Bruno (1548-1600) cada ser humano es al mismo tiempo
“un ciudadano y esclavo del mundo, un hijo del Padre Sol y Madre Tierra.”
La idea central de la teoría orgánica era la identificación de la naturaleza, o más bien de la Tierra, con una Madre que
satisface las necesidades de la humanidad en un universo ordenado: “ ... esta tierra, divina madre que nos ha engendrado y
nos alimenta y que más tarde nos volverá a acoger”.
Casi no se necesita agregar que frecuentemente se reconocía en el elemento femenino todo lo imprevisible, caótico y
salvaje.
Es en el mismo Renacimiento cuando de una creación conjunta de filosofía y ciencia, brotó una nueva imagen del mundo
natural que se adueñó de la imaginación europea en los siglos por venir.
La idea renacentista de que la humanidad domina a la naturaleza inició el desarrollo de la ciencias y de la tecnología
moderna y trajo consigo muchos cambios y avances en las ciencias y grandes inventos. Esto trajo como consecuencia la
tristemente llamada sociedad de consumo, problemática presente el día de hoy