Este documento presenta una serie de actividades para catequesis con niños sobre la realidad de otros niños en el mundo. Propone usar cartas inflables y fotos para mostrar diferentes situaciones que viven niños, como hambre o trabajo infantil. Luego invita a los niños a reflexionar sobre cómo Jesús ama a los niños y quiere que sean felices, y a comprometerse a rezar y ayudar a otros niños.
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SUBSIDIO AGOSTO –Niños-
-Somos misioneros: ¡Transformemos la realidad!-
Objetivo General del Ciclo: Que el niño comience a mirar su realidad con la
mirada de Jesús y se sienta llamado a transformarla, con la ternura y el amor
de Dios…
Catequesis Misionera
Objetivo: Que el niño conozca la realidad de otros niños y descubra a Jesús
presente en dicha realidad…
Recursos: Cartas Inflables en las que se lea o vean situaciones concretas
acerca de la realidad en la que viven niños del mundo (Aprende a hacer las
cartas inflables con este tutorial:
https://www.youtube.com/watch?v=3M1hYRmTWSA. Te recomendamos que
utilices un cuadrado de una cartulina entera, para que la carta sea más grande
y más vistosa). Imágenes de niños del mundo jugando (link:
http://www.recreoviral.com/lugares/35-fotos-magicas-de-ninos-jugando-
alrededor-del-mundo/ ). Vendas para los ojos (una por niño)/ Cita bíblica escrita
en una hoja en blanco con vela (al escribir con vela blanca en una hoja blanca,
la cita permanecerá prácticamente invisible). Se puede hacer una sola cita en
grande o bien una cita escrita en hojas A4, una para cada niño/ Témpera y
pinceles u algodones (para desparramar, luego, la témpera sobre el papel).
¡Algunos datos que pueden servir al momento de armar las cartas
inflables con la realidad de los niños!: En la Argentina mueren ocho niños por
día a raíz del hambre; 66 millones de niños asisten a clases con hambre en
Europa; En el mundo hay 150 millones de niños de la calle; 40 millones de
niños y niñas menores de 15 años son víctimas de malos tratos y abandono; La
mitad de los niños que hay en el mundo ha sufrido algún tipo de violencia; Por
lo menos 100 millones de niños trabajan en el campo; Más de un millón y
medio de niños argentinos trabajan; 28 millones de niños no van a la escuela por
culpa de la guerra; 300 mil de niños están participando de la guerra en este
momento.
Ambientación: En el rincón de la Palabra, deberá haber un cartel con el lema
de la IAM de este año “Con ternura y caridad, ¡Transformemos la realidad!”. En
el salón estarán distribuidas imágenes de niños del mundo jugando. En todo el
lugar habrá cartas inflables dispersas (pueden estar colgando por hilos desde
el techo, para que queden más vistosas y coloridas)
Oración Inicial: ¡Comenzamos en presencia de Jesús! De manera
espontanea, le daremos gracias a Jesús por su presencia y su llamado a
encontrarnos una vez más con Él. Le entregaremos este encuentro para que
podamos experimentar su amor y cercanía.
Experiencia de Vida: Antes de ingresar al salón o lugar de encuentro, se les
vendará los ojos a los niños y se los invitará a entrar. Se les pedirá que
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caminen por todo el lugar y cuenten “qué es lo que ven”. Obviamente, la
respuesta será “nada”. Se les preguntará mientras se desplazan: ¿Es difícil
caminar sin ver? ¿Pueden ubicarse en el lugar dónde están? Describan todo lo
que hay a su alrededor y a los chicos con los que se cruzan en el camino.
¿Qué les genera, qué sienten, al no poder ver? El animador les comentará que
alrededor de ellos no solo hay otros niños, sino también hay imágenes de
chicos de diversas partes del mundo. ¿Se animan a decir qué están haciendo
esos niños en las imágenes? ¿Están contentos o tristes? ¿Sería más fácil
saber todo esto si pudieran verlos?
Nos destapamos los ojos. Observamos todo nuestro alrededor… ¿Cómo se
sienten ahora que conocen dónde están? Ya que podemos ver, ¿pueden
contar qué están haciendo los niños de las imágenes? Evidentemente, conocer
y poder ver la realidad nos permite más fácilmente saber lo que nos rodea, lo
que ocurre a nuestro alrededor. Una vez que los niños responden qué están
haciendo los chicos de las imágenes (“están jugando”), se les preguntará: ¿A
qué juegan? ¿Juegan a los mismos juegos que ustedes o algunos son
diferentes? ¿Todos los niños de las imágenes son iguales? ¿En qué se
diferencian?... Luego, se hará la pregunta que introduce a la realidad de los
niños del mundo: ¿Ustedes creen que todos los niños que existen en el mundo
juegan o habrá algunos que no pueden jugar? ¿Por qué será que en el mundo
existen nenes que no juegan? ¿Qué les pasará? (porque están tristes o
enfermos, porque trabajan, porque son golpeados, porque están encerrados…)
Reflexionamos: A veces, en nuestra vida, caminamos como si tuviéramos una
venda en los ojos. No vemos y no conocemos lo que pasa a nuestro alrededor.
Para conocer profundamente la realidad, es necesario acercarnos, mirar más
allá, comprometernos. Como misioneros, estamos invitados a mirar la realidad
de los niños de una forma más profunda, más íntima. Sacarnos las vendas y
animarnos a ver más allá…
Iluminación: Así como necesitamos abrir los ojos para poder descubrir la
realidad de otros niños, también tenemos que estar dispuestos a abrir los ojos
del corazón para “ver” qué nos quiere decir Jesús en su Palabra. Les daremos
témpera y pincel (o algodones, según lo que tengamos) para que pinten sobre
la hoja escrita con vela. A medida que la témpera pase por la cera de la vela, el
texto comenzará a revelarse, ya que la cera no deja penetrar la pintura, por lo
que las letras resaltarán en blanco. Una vez que la cita sea visible, la leeremos
entre todos: “Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque a
ellos pertenece el Reino de los Cielos” (Mateo 19, 14)
Reflexionamos: Jesús ama a los niños. Él quiere que todos se acerque a Él, lo
conozcan y sean felices (el Cielo es un estado de felicidad plena). ¡Qué bueno
haber podido “ver” ese mensaje! ¿Todos los niños lo conocerán?
Actividad: Si sabemos que no todos los niños juegan y son felices, ¿Cómo es
la realidad de los niños del mundo que no vemos? Se los invitará a “espirar”,
entonces, a través de las cartas inflables y comentar qué es lo que vimos.
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¿Cómo es esa realidad de los niños? ¿Qué les pasa? ¿Qué sentimos
frente a eso?
Oración de cierre: Vamos a ofrecer esas nuevas realidades que hoy
comenzamos a ver: aquella de niños que juegan en el mundo, pero también la
de los niños que permanece oculta y que tenemos que comprometernos para
conocerla. Le pedimos a Jesús por esos niños (que cada uno, en voz alta,
pueda ir rezando según lo que leyó o vio, por ejemplo: “Te pido Jesús por los
chicos que tienen hambre”…)
Compromisos: El animador guiará y ayudará a que los niños se comprometan
a hacer algo concreto por un niño en particular (un hermanito, un compañero
de grado, un vecino, un amigo…) durante la semana y rezar especialmente por
los niños de la realidad que les tocó leer.
Espiritualidad Misionera
Objetivo: Que el niño se descubra parte de la realidad y, por lo tanto,
experimente ser amado por Jesús. Que pueda rezar por otros niños del mundo.
Recursos: Cartas inflables del encuentro anterior junto con las imágenes de
niños jugando. Cuadrados de Cartulinas para que armen sus propias cartas
inflables. Lápices, lapiceras…
Ambientación: Se deberá generar un clima tranquilo, agradable, que invite a la
oración (se pueden colocar alfombras o almohadones, velas, esencias
aromáticas).
Oración Inicial: De manera espontanea, le daremos gracias a Jesús por
llamarnos una vez más a su encuentro. Le pedimos que nos permita
experimentar su cercanía en la oración.
Experiencia de Vida: Ubicaremos todas las cartas inflables en el centro del
salón, junto con las imágenes de niños jugando usadas en el encuentro
anterior. Los invitamos a que cada niño tome una carta y la lea en voz alta su
contenido. Compartimos acerca de las diversas realidades de los niños. ¿Y
nosotros? ¿Cuál es nuestra realidad? ¿Cómo viven los niños que tenemos
cerca? ¿Conocemos algún nene que esté enfermo, o triste, o solo, o pase
alguna necesidad? (la experiencia de vida no debe extenderse demasiado, sino
que debe apuntar a que el niño se descubra parte de esa realidad, puesto que
la actividad de realizar cartas inflables demandará mucho tiempo)
Iluminación: “Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí
me recibe.” (Mateo 18, 5)
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Reflexionamos: Qué nos quiere decir Jesús? Qué significa? Jesús está
presente en cada uno de nosotros y de nuestros hermanos.
Actividad: ¡Nosotros también somos niños! Somos parte de la realidad. Por
eso, ¡vamos a hacer nuestra propia carta inflable! En el centro de la carta, cada
niño deberá escribir (o dibujar, si son muy pequeños) un momento lindo que
haya vivido y, también, un momento no tan lindo. Terminamos de armar
nuestras cartas y nos sentamos frente al altar de la Palabra.
Oración: Nos ponemos en presencia de Jesús e inflamos nuestra carta, como
signo de abrir el corazón y nuestra realidad para que Jesús la llene de su Amor.
Le vamos a pedir a Él que nos permita rezar por la realidad de cada uno de
nosotros y, también, la de nuestros amigos, compañeros y demás niños del
mundo. Cada uno tomará una carta inflable como si fuera la cuenta del
Rosario, la depositará a los pies del altar de la Palabra mientras rezamos un
Ave María por esa realidad.
Compromisos: Una vez finalizada la oración, y antes de terminar el encuentro,
cada niño tomará la carta inflable de algún miembro de la IAM y se la llevará a
su casa, con el compromiso de rezar por la realidad de ese amigo misionero en
particular.
Proyección Misionera
Objetivo: Que el niño se descubra protagonista de la realidad, como miembro
de la IAM, e invitado a transformarla desde su lugar de niño.
Recursos: Barriletes (material para construirlos). Papeles para colgar las
intenciones que se pegarán en los barriletes
Ambientación: Si bien en el salón o lugar donde se realiza el encuentro los
niños estarán poco tiempo, ya que la actividad central se realizará en el
exterior, se sugiere colocar en el altar de la Palabra un barrilete con la cita
bíblica.
Oración Inicial: De manera espontanea, le daremos gracias a Jesús por
llamarnos una vez más a su encuentro. Le pedimos que nos ayude a
descubrirnos misioneros, por medio de la Obra de la IAM, llamados a
transformar la realidad con su amor y su ternura.
Experiencia de Vida: ¿qué es lo que más les gusta hacer (jugar, estudiar,
ayudar, etc)? ¿Qué creen que los niños deberían hacer (estudiar, trabajar,
jugar, etc)? Descubrir que todo niño debe poder jugar, ser alegre, disfrutar…
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Iluminación: “Y El, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, y
dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos”. (Mateo 18, 2-3)
Reflexionamos: Jesús nos ha dicho que los niños son sus preferidos, y que
debemos ser alegres e inocentes como niños para entrar en el reino de los
cielos. Como niños misioneros estamos llamados a transmitir la alegría de ser
niños, ser amigos de Jesús y hacer amigos para Él. Llamados a comunicar el
amor preferencial de Jesús por los niños.
Actividad: Armaremos barriletes con mensajes a favor de los niños y con
dibujos que expresen el amor preferencial de Jesús por ellos. Iremos a
remontarlos afuera, como signo y testimonio de niños jugando y que, a través
del juego, cumplen con su misión de anunciar a Jesús a todos… Como niños,
están llamados a transformar la realidad desde su lugar de chicos…
Oración: De manera espontánea damos gracias a Jesús por este día y este
encuentro donde como misioneros transmitimos el amor de Jesús hacia los
niños. También le pedimos a Jesús consuele e interceda por las realidades de
los niños que hemos descubierto en los encuentros anteriores.
Compromisos: Cada niño se comprometerá según su proceso. El animador
puede sugerir, por ejemplo, que cada uno se comprometa de forma concreta a
ser reflejo del amor de Jesús con otros niños.
Comunión Misionera
Objetivo: Que los niños compartan un espacio de encuentro, de comunión, en
el que se sientan amados y contenidos.
Recursos: Merienda, juegos de recreación (pelotas, sogas, etcétera)
Ambientación: Como se sugiere que el encuentro se desarrolle en una plaza,
el salón o espacio donde se lleva a cabo el encuentro habitualmente no se
ambientará. Aún así, en algún rincón de donde se reúnan, debe estar el altar
de la Palabra.
Oración Inicial: Oración espontanea dando gracias a Jesús por el inmenso
regalo de habernos invitado a encontrarnos con Él a través de la Obra de la
IAM.
Experiencia de Vida: Como comunidad, nos dirigiremos a un espacio abierto
(una plaza, un parque…) para compartir el encuentro. Se les propondrá a los
niños que jueguen libremente un rato (pueden llevar juegos preparados o bien
pelotas y demás elementos para que ellos se entretengan como más les guste)
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y, luego, se los invitará a descubrir qué lindo es ser niños y poder jugar.
Qué bueno es que Jesús ame a los niños y quiera que ellos sean felices. ¡Ojalá
todos los niños del mundo puedan tener una infancia feliz!
Iluminación: (Lucas 2, 51-52): “Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en
estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres”.
Reflexionamos: ¡Jesús también fue un niño! También creció y fue feliz. Él lo
hizo rodeado del amor de su familia, de mamá María y de José y de la
protección de Dios. Pondremos bajo esa protección a todos los niños y a todo
el grupo.
Actividad: Compartiremos una merienda.
Oración de cierre: Espontanea, de agradecimiento
Compromisos: Cada niño discernirá, según su proceso, a qué está dispuesto
a comprometerse durante la semana, para crecer (al igual que Jesús) como
niño misionero.