2. LAS IDEAS, LA DUALIDAD ALMA-CUERPO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no. Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes. - ¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones, estas es extraordinariamente probable que sean simples, mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas, ésas serán compuestas? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones, y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿Qué pasa con la multitud de las cosas bellas. Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. - Admitiremos, entonces, ¿quieres? -dijo-, dos clases de seres, la una visible, la otra invisible (...) Y la invisible se mantiene siempre idéntica, en tanto que la visible jamás se mantiene de la misma forma (...) Hay una parte de nosotros (...) que es el cuerpo, y otra el alma (...) ¿A cuál, entonces, de las dos clases afirmamos que es más afín y familiar el cuerpo? - Para cualquiera resulta evidente esto: a la de lo visible. - ¿Y qué el alma? ¿Es perceptible por la vista o invisible? (...) - No es visible (...) - Por tanto, el alma es más afín que el cuerpo a lo invisible, y éste lo es a lo visible (...) - ¿A cuál de las dos clases de cosas, tanto por lo de antes como por lo que ahora decimos te parece que es el alma más afín y connatural? - Cualquiera (...) concedería, de acuerdo con tu indagación, Sócrates, que el alma es por completo y es todo más afín a lo que siempre es idéntico que a lo que no lo es. (...) - Examina, pues, Cebes -dijo-, si de todo lo dicho no se deduce esto: que el alma es lo más semejante a lo divino, inmortal, inteligible, uniforme, indisoluble y que está siempre idéntico consigo mismo, mientras que, a su vez, el cuerpo es lo más semejante a lo humano, mortal, multiforme, irracional, soluble y que nunca está idéntico a sí mismo. (...) Entonces, ¿qué? Si las cosas se presentan así, ¿no le corresponde al cuerpo disolverse pronto, y al alma, ser por completo indisoluble o próxima a ello? Platón, Fedón 78a-80b
3. Cuestiones para el comentario : 1.- Explique brevemente el significado de los términos: “lo bello en sí”, “cuerpo/alma”, “perceptible (por los sentidos)” e “inteligible”. (2 puntos) 2.- Desarrolle el contenido del texto indicando las partes principales de las que consta. (3 puntos) 3.- Enmarque el contenido del pasaje en el contexto de las doctrinas de Platón acerca de las ideas, la distinción entre alma y cuerpo, y la inmortalidad del alma. (3 puntos) 4.- Haga un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos)
4. LAS IDEAS, LA DUALIDAD ALMA-CUERPO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no . Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma , y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes. Platón, Fedón 78a-80b
5. LAS IDEAS, LA DUALIDAD ALMA-CUERPO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no . Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma , y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes. - ¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones , estas es extraordinariamente probable que sean simples , mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas , ésas serán compuestas ? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones , y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿ Qué pasa con la multitud de las cosas bellas . Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. Platón, Fedón 78a-80b
6. LAS IDEAS, LA DUALIDAD ALMA-CUERPO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no . Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma , y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes. - ¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones , estas es extraordinariamente probable que sean simples , mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas , ésas serán compuestas ? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones , y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿ Qué pasa con la multitud de las cosas bellas . Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. - Admitiremos, entonces, ¿quieres? -dijo-, dos clases de seres , la una visible, la otra invisible (...) Y la invisible se mantiene siempre idéntica , en tanto que la visible jamás se mantiene de la misma forma (...) Hay una parte de nosotros (...) que es el cuerpo , y otra el alma (...) ¿A cuál, entonces, de las dos clases afirmamos que es más afín y familiar el cuerpo? - Para cualquiera resulta evidente esto: a la de lo visible. - ¿Y qué el alma? ¿Es perceptible por la vista o invisible? (...) - No es visible (...) - Por tanto, el alma es más afín que el cuerpo a lo invisible , y éste lo es a lo visible (...) - ¿A cuál de las dos clases de cosas, tanto por lo de antes como por lo que ahora decimos te parece que es el alma más afín y connatural? - Cualquiera (...) concedería, de acuerdo con tu indagación, Sócrates, que el alma es por completo y es todo más afín a lo que siempre es idéntico que a lo que no lo es . (...) Platón, Fedón 78a-80b
7. LAS IDEAS, LA DUALIDAD ALMA-CUERPO Y LA INMORTALIDAD DEL ALMA - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no . Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma , y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes. - ¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones , estas es extraordinariamente probable que sean simples , mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas , ésas serán compuestas ? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí , lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones , y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿ Qué pasa con la multitud de las cosas bellas . Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. - Admitiremos, entonces, ¿quieres? -dijo-, dos clases de seres , la una visible, la otra invisible (...) Y la invisible se mantiene siempre idéntica , en tanto que la visible jamás se mantiene de la misma forma (...) Hay una parte de nosotros (...) que es el cuerpo , y otra el alma (...) ¿A cuál, entonces, de las dos clases afirmamos que es más afín y familiar el cuerpo? - Para cualquiera resulta evidente esto: a la de lo visible. - ¿Y qué el alma? ¿Es perceptible por la vista o invisible? (...) - No es visible (...) - Por tanto, el alma es más afín que el cuerpo a lo invisible , y éste lo es a lo visible (...) - ¿A cuál de las dos clases de cosas, tanto por lo de antes como por lo que ahora decimos te parece que es el alma más afín y connatural? - Cualquiera (...) concedería, de acuerdo con tu indagación, Sócrates, que el alma es por completo y es todo más afín a lo que siempre es idéntico que a lo que no lo es . (...) - Examina, pues, Cebes -dijo-, si de todo lo dicho no se deduce esto: que el alma es lo más semejante a lo divino, inmortal , inteligible , uniforme, indisoluble y que está siempre idéntico consigo mismo , mientras que, a su vez, el cuerpo es lo más semejante a lo humano, mortal, multiforme, irracional, soluble y que nunca está idéntico a sí mismo . (...) Entonces, ¿qué? Si las cosas se presentan así, ¿ no le corresponde al cuerpo disolverse pronto, y al alma, ser por completo indisoluble o próxima a ello? Platón, Fedón 78a-80b
8. Sócrates se pregunta a qué clase de cosas les corresponde el proceso de la descomposición y a cuales no, para después preguntar a cual de las dos clases pertenece el alma humana. - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no. Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes.
9. Llamamos simples a las cosas que son siempre del mismo modo (que son siempre idénticas a sí mismas) como lo bello en si… lo que cada cosa es en sí, su ser/esencia; mientras que llamamos compuestas a las cosas que se dan de distintas maneras y no siempre iguales, como a las cosas bellas (por oposicion a la idea de lo bello en si). -¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones, estas es extraordinariamente probable que sean simples, mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas, ésas serán compuestas? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones, y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿Qué pasa con la multitud de las cosas bellas. Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. Sócrates se pregunta a qué clase de cosas les corresponde el proceso de la descomposición y a cuales no, para después preguntar a cual de las dos clases pertenece el alma humana. - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no. Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes.
10. Llamamos simples a las cosas que son siempre del mismo modo (que son siempre idénticas a sí mismas) como lo bello en si… lo que cada cosa es en sí, su ser/esencia; mientras que llamamos compuestas a las cosas que se dan de distintas maneras y no siempre iguales, como a las cosas bellas (por oposicion a la idea de lo bello en si). -¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones, estas es extraordinariamente probable que sean simples, mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas, ésas serán compuestas? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones, y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿Qué pasa con la multitud de las cosas bellas. Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. Hay dos clases de seres: visibles o perceptibles por la vista (por los sentidos) y que jamás se mantienen de la misma forma; e invisibles o no perceptibles, que siempre permanenen idénticos Hay dos partes en nosotros: el cuerpo, afín a lo visible y cambiante; y el alma, afín a lo invisible e idéntico a sí mismo. - Admitiremos, entonces, ¿quieres? -dijo-, dos clases de seres, la una visible, la otra invisible (...) Y la invisible se mantiene siempre idéntica, en tanto que la visible jamás se mantiene de la misma forma (...) Hay una parte de nosotros (...) que es el cuerpo, y otra el alma (...) ¿A cuál, entonces, de las dos clases afirmamos que es más afín y familiar el cuerpo? - Para cualquiera resulta evidente esto: a la de lo visible. - ¿Y qué el alma? ¿Es perceptible por la vista o invisible? (...) - No es visible (...) - Por tanto, el alma es más afín que el cuerpo a lo invisible, y éste lo es a lo visible (...) - ¿A cuál de las dos clases de cosas, tanto por lo de antes como por lo que ahora decimos te parece que es el alma más afín y connatural? - Cualquiera (...) concedería, de acuerdo con tu indagación, Sócrates, que el alma es por completo y es todo más afín a lo que siempre es idéntico que a lo que no lo es.(...) Sócrates se pregunta a qué clase de cosas les corresponde el proceso de la descomposición y a cuales no, para después preguntar a cual de las dos clases pertenece el alma humana. - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no. Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes.
11. Llamamos simples a las cosas que son siempre del mismo modo (que son siempre idénticas a sí mismas) como lo bello en si… lo que cada cosa es en sí, su ser/esencia; mientras que llamamos compuestas a las cosas que se dan de distintas maneras y no siempre iguales, como a las cosas bellas (por oposicion a la idea de lo bello en si). -¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones, estas es extraordinariamente probable que sean simples, mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas, ésas serán compuestas? - A mí al menos así me lo parece. - (...) Lo igual en sí, lo bello en sí, lo que cada cosa es en realidad, el ser, ¿admite alguna vez un cambio y de cualquier tipo? ¿O (...) se mantiene idéntico y en las mismas condiciones, y nunca en ninguna parte y de ningún modo acepta variación alguna? - Es necesario -dijo Cebes- que se mantengan idénticos y en las mismas condiciones, Sócrates. - ¿Qué pasa con la multitud de las cosas bellas. Como por ejemplo personas o caballos o vestidos (...)? ¿Acaso se mantienen idénticas, o todo lo contrario a aquellas, ni son iguales a sí mismas, ni unas a otras nunca ni, en una palabra, de ningún modo son idénticas? - Así son, a su vez -dijo Cebes- estas cosas: jamás se presentan de igual modo. El cuerpo es mortal, irracional y soluble mientras que el alma es inmortal, inteligible, indisoluble e idéntica consigo misma (mundo de las ideas) - Examina, pues, Cebes -dijo-, si de todo lo dicho no se deduce esto: que el alma es lo más semejante a lo divino, inmortal, inteligible, uniforme, indisoluble y que está siempre idéntico consigo mismo, mientras que, a su vez, el cuerpo es lo más semejante a lo humano, mortal, multiforme, irracional, soluble y que nunca está idéntico a sí mismo. (...) Entonces, ¿qué? Si las cosas se presentan así, ¿no le corresponde al cuerpo disolverse pronto, y al alma, ser por completo indisoluble o próxima a ello? Hay dos clases de seres: visibles o perceptibles por la vista (por los sentidos) y que jamás se mantienen de la misma forma; e invisibles o no perceptibles, que siempre permanenen idénticos Hay dos partes en nosotros: el cuerpo, afín a lo visible y cambiante; y el alma, afín a lo invisible e idéntico a sí mismo. - Admitiremos, entonces, ¿quieres? -dijo-, dos clases de seres, la una visible, la otra invisible (...) Y la invisible se mantiene siempre idéntica, en tanto que la visible jamás se mantiene de la misma forma (...) Hay una parte de nosotros (...) que es el cuerpo, y otra el alma (...) ¿A cuál, entonces, de las dos clases afirmamos que es más afín y familiar el cuerpo? - Para cualquiera resulta evidente esto: a la de lo visible. - ¿Y qué el alma? ¿Es perceptible por la vista o invisible? (...) - No es visible (...) - Por tanto, el alma es más afín que el cuerpo a lo invisible, y éste lo es a lo visible (...) - ¿A cuál de las dos clases de cosas, tanto por lo de antes como por lo que ahora decimos te parece que es el alma más afín y connatural? - Cualquiera (...) concedería, de acuerdo con tu indagación, Sócrates, que el alma es por completo y es todo más afín a lo que siempre es idéntico que a lo que no lo es.(...) Sócrates se pregunta a qué clase de cosas les corresponde el proceso de la descomposición y a cuales no, para después preguntar a cual de las dos clases pertenece el alma humana. - Conviene que os preguntemos -dijo Sócrates- a qué clase de cosa le corresponde sufrir este proceso, el descomponerse (...) y a qué otra no. Y después de esto, examinaremos de cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra. (...) ¿Le corresponde, por tanto, a lo que se ha compuesto, a lo que es compuesto por naturaleza, sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, sólo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo. - Me parece a mí que es así -dijo Cebes.
12. Dualismo ontológico Cosas simples Cosas compuestas Son siempre del mismo modo Se dan de distintas maneras IDENTICAS CAMBIANTES Lo que cada cosa es en sí misma (vg: lo bello en sí mismo) Lo que de ningún modo es idéntico (vg: las muchas cosas bellas) ¿Cómo es el alma humana?
13. Dualismo ontológico Cosas simples Cosas compuestas Son siempre del mismo modo Se dan de distintas maneras IDENTICAS CAMBIANTES Lo que cada cosa es en sí misma (vg: lo bello en sí mismo) Lo que de ningún modo es idéntico (vg: las muchas cosas bellas) Seres invisibles Seres visibles No perceptibles por los sentidos (siempre permanecen idénticos a sí mismos) Perceptibles por los sentidos (jamás se mantienen de la misma forma) ALMA CUERPO Inmortal Idéntica Inteligible Indisoluble Mortal Multiforme Irracional Soluble ¿Cómo es el alma humana?
14. Dualismo ontológico Cosas simples Cosas compuestas Son siempre del mismo modo Se dan de distintas maneras IDENTICAS CAMBIANTES Lo que cada cosa es en sí misma (vg: lo bello en sí mismo) Lo que de ningún modo es idéntico (vg: las muchas cosas bellas) Seres invisibles Seres visibles No perceptibles por los sentidos (siempre permanecen idénticos a sí mismos) Perceptibles por los sentidos (jamás se mantienen de la misma forma) ALMA CUERPO Inmortal Idéntica Inteligible Indisoluble Mortal Multiforme Irracional Soluble Dualismo antropológico ¿Cómo es el alma humana?
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18. 4.- Haz un esquema, mapa conceptual o cuadro sinóptico en el que quede reflejada la estructura conceptual y argumentativa del texto. (2 puntos) Dualismo ontológico Cosas simples Cosas compuestas Son siempre del mismo modo Se dan de distintas maneras IDENTICAS CAMBIANTES Lo que cada cosa es en sí misma (vg: lo bello en sí mismo) Lo que de ningún modo es idéntico (vg: las muchas cosas bellas) Seres invisibles Seres visibles No perceptibles por los sentidos (siempre permanecen idénticos a sí mismos) Perceptibles por los sentidos (jamás se mantienen de la misma forma) ALMA CUERPO Inmortal Idéntica Inteligible Indisoluble Mortal Multiforme Irracional Soluble Dualismo antropológico
19. OTRA OPCION: ESQUEMA ARGUMENTATIVO ¿Es el alma humana corruptible? pregunta ¿Qué clase de cosas sufren el proceso de descomposición y cuáles no? ¿A cuál de las dos clases pertenece el alma humana? Clases de cosas Cosas simples Cosas compuestas Son siempre idénticas a sí mismas (vg: lo bello en si mismo) Se dan de distintas maneras (vg: las muchas cosas bellas) Clases de seres Seres invisibles Seres visibles No perceptibles por los sentidos e idénticos a sí mismos Perceptibles por los sentidos y cambiantes en su forma Partes del Ser humano ALMA CUERPO Inmortal, idéntica, inteligible, indisoluble Mortal, multiforme, irracional, soluble Cosas corruptibles Cosas incorruptibles vs Dualismo ontológico Dualismo antropológico vs
20. pregunta ¿Qué clase de cosas sufren el proceso de descomposición y cuáles no? ¿A cuál de las dos clases pertenece el alma humana? Clases de cosas Clases de seres Partes del Ser humano Cosas incorruptibles Cosas corruptibles Cosas simples Cosas compuestas Son siempre del mismo modo Se dan de distintas maneras IDENTICAS CAMBIANTES Lo que cada cosa es en sí misma (vg: lo bello en sí mismo) Lo que de ningún modo es idéntico (vg: las muchas cosas bellas) Seres invisibles Seres visibles No perceptibles por los sentidos (siempre permanecen idénticos) Perceptibles por los sentidos (jamás se mantienen de la misma forma) ALMA CUERPO Inmortal Idéntica Inteligible Indisoluble Mortal Multiforme Irracional Soluble DUALISMO ONTOLOGICO DUALISMO ANTROPOLOGICO TERCERA OPCION: COMBINAR ESTRUCTURA Y ARGUMENTO