1. Dirección de Educación del Estado Táchira
Universidad Nacional Experimental del Táchira
Decanato de Desarrollo Estudiantil
Coordinación de Deportes
Asociación Tachirense de Ajedrez
U.E. de Talento Deportivo Táchira
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2. 1er Seminario Básico de
Ajedrez
Ponentes:
Lic. Antonio Mora
Prof. Yván Vivas
Prof. Alexander García
Septiembre 2014
5. Poesía del califa de Bagdad en 1038:
¡Oh tú, que censuras con cinismo
Nuestro juego favorito y de él te burlas,
Sepas que es pura y sutil ciencia.
El disipa la aflicción extrema.
Reconforta al enamorado inquieto,
Y aparta al bebedor de los excesos.
Si acecha o amenaza el riesgo,
Aconseja en su arte al guerrero.
Él nos presta compañía
Cuando nos domina el tedio.
6. Tumba de Inherkau en Karnak
El Senet egipcio utilizaba un tablero de 30 casillas
7. Petteia, el ajedrez de los griegos.
Representación de Aquiles y Ayax jugando Petteia
en una ánfora que data del siglo VI a.c.
14. En el siglo VI el soberano indio Naushirawan encargó a su embajador que ofreciera
como presente al rey de Persia Chosroes (531-579) un precioso juego de chaturanga
confeccionado con esmeraldas y rubíes. (Según un manuscrito persa llamado
“Chatrang namakwor”)
62. Leyenda del Mate del Loco, por Nicola Lococo
En cierto paraje había un rey que se creía un excelente jugador de ajedrez al que no le hacía
ninguna falta que nadie le enseñara a jugar mejor, porque ¡él era el mejor! Bueno… el mejor de su
reino, donde ningún súbdito se atrevía a ganarle. Como era el rey, tenía el privilegio de salir
siempre con blancas. ¡Sus encuentros se contaban por victorias!
Cierto día, llegó al lugar un viajero que por equipaje sólo portaba un ajedrez. ¡Pero qué ajedrez! Su
tabla era de marfil con las piezas todas confeccionadas en piedras preciosas como diamantes,
rubíes, esmeraldas… ¡Nadie había visto cosa igual! Su presencia pronto fue puesta en
conocimiento del rey quien no dudo en hacerle llamar para disputar una partida.
-Observo que tenéis un ajedrez precioso. –Resaltó el rey con cuquería – ¿Pero es precioso también
vuestro ajedrez? ¿O como al resto de mis súbditos os daré mate en cuatro?
-Puestos a fanfarronear, yo podría darlo en dos.
-¡Eso es imposible! –Exclamó el rey levantándose del trono – El mate más común es el del Pastor y
es en cuatro; y el más rápido el del Tonto que es en tres. Además, ¡ejem! Aquí sólo yo juego con
blancas…
-Podría igualmente – sentenció el visitante.
¡Imposible! ¡Imposible! – Musitaba el rey mientras repasaba mentalmente una y otra vez todas las
posibilidades de hacer mate en dos jugadas con blancas, antes de exclamar – ¡Usted es un
embaucador que dice poseer una ciencia extraña para que acceda a recibir clases de ajedrez.
Pues bien, le reto a que demuestre que es posible dar mate en dos jugadas. Si lo consigue, le haré
entrega de mi propia corona de oro. Pero de lo contrario, su juego pasará a engrosar el tesoro de
palacio.
El viajero accedió y ante el rey y todos los lugareños, aquel visitante realizó sobre su tablero de
marfil 1 f3 e5; 2g4 Dh4 ¡Mate!
El rey empezó a decir ¡No! ¡No! ¡No! sacudiendo de un lado a otro la cabeza. En una de sus
sacudidas, la corona voló directamente a las manos del visitante. Y el rey no solo perdió la corona,
también perdió la cabeza por lo que al mate se le conoció desde entonces como mate del Loco.
63. Jorge Luis Borges
I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
64. Jorge Luis Borges
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
65. Canciones
Canción para el tablero.
Cuadro a cuadro; negro a blanco,
Sesenta y cuatro casillas
Conforman las maravillas,
Por el centro y por el flanco.
Treinta y dos colores blancos,
De negro: número igual,
En columnas, en vertical,
Y trazando con esmero,
Ocho filas del tablero,
Por la franja horizontal.
Canción para las torres.
Un castillo medieval
De lejos muestra su torre,
La pieza que ágil recorre
Las rutas horizontales.
También por las verticales,
Se traslada este guerrero,
Como fuerte caballero.
66. Canciones
Canción para Los alfiles.
Ya mi alfil parado está
Sobre la gran diagonal
Por ella se desplazará
Con firmeza y voluntad
Canción para La dama
La dama dueña y señora
Con su andar peculiar
Va por las diagonales
Filas y verticales
Para lograr vencer
A sus temibles rivales.
67. Canciones
Canción para el caballo.
Mi caballo saltará
En ele y sin parar
Sobre el cabalgaré
Para poder avanzar.
Canción para el rey
Cuando el rey avanza lo hace
Bien despacito paso a paso
Por todos lados
Poco a poco
Y sin apuro
Para lograr encontrar
Un camino seguro
Canción para los peones.
Soldados valientes Los peones
Avanzan sin temor siempre
Para el frente