1. INTRODUCCIÓN
La adolescencia hace referencia a un momento de cambio en las estructuras personales del
individuo, que supone un proceso de transición entre infancia y adultez. Este proceso es
muy difícil de delimitar, lo que impide un consenso entre los diferentes autores que hacen
un estudio de la adolescencia.
En esta etapa se conforma la identidad del adolescente, pudiéndonos
referir a la misma como el compromiso de ir adquiriendo una serie de
valores o ideas políticas, para ir creándose en ellos un proyecto de futuro
a nivel personal y profesional. Asimismo, van desarrollando un
pensamiento más complejo, permitiéndoles razonar sobre situaciones
posibles o hipotéticas, y ver el mundo de una forma concreta,
surgiéndoles así el interés y la preocupación por la sociedad que los
rodea.
En la actualidad, suele referirse a la adolescencia como el período de la vida comprendido
entre los 13 y los 19 años. Si bien, hay autores que hacen otra delimitación de la misma,
como por ejemplo la que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha
definido como período adolescente, el comprendido entre los 10 y 19 años de edad.
Según la OMS, este tramo se establece porque comprende un importante período de la
vida, durante el cual se producen grandes cambios físicos, cognitivos, sociales y
psicológicos.
Asimismo, otros autores clasifican el proceso de evolución de este período vital.
Horrocks (1984) destaca en la evolución de la adolescencia tres períodos:
Adolescencia temprana o preadolescencia: 11-13 años
Adolescencia media: 14-16 años
Adolescencia tardía: 14-20 años
Neistein (1991) y Brañas (1997), siguiendo una visión evolutiva de la adolescencia, la
dividen en tres etapas:
Primera adolescencia: 10-14 años
Adolescencia media: 15-17 años
Adolescencia tardía: 18-21 años
Ciertamente, la población adolescente ha ido disminuyendo tanto en números absolutos
como en proporción respecto al total, y mientras que a principios de siglo eran dos
millones y medio, en 2005 se había reducido a dos millones y cuarto, y hemos iniciado el
año 2010 con dos millones doscientos mil jóvenes de entre 14 y 18 años de edad, ambas
incluidas (ver gráfico 1).
2. La población adolescente ha disminuido en los últimos años, pasando de un 6,5% a un 5%
al final de esta década.
Se prevé que su número aumente en los próximos diez años.
A continuación, pasaremos a destacar algunas de los rasgos que caracterizan la etapa de la
adolescencia:
- En la pubertad, se producen cambios corporales; mientras que en la adolescencia, se
producen cambios psicológicos y sociales. Son construcciones sociales que revisten
diversas formas en los distintos contextos históricos, sociales y culturales (Buckingham,
2002:10).
Se le asocia a una época tormentosa, difícil e incómoda para todos.
Síntomas:
1. Comienzo de la configuración y actividad sexual del cuerpo (apetito sexual)
2. Descubrimiento del yo (interiorización del sujeto, autoconciencia). Este proceso lo
llevará a su maduración personal.
3. Sentimentalismo
4. Aparición del pensamiento crítico, con un consiguiente espíritu de contradicción a
educadores y a la tradición (también a nivel religioso, en su caso)
5. Sentimiento de autonomía personal y ansias de liberación, oponiéndose a la
autoridad de los padres
6. Capricho e irracionalidad
7. Descubrimiento del “compañero”, a quien imitar. Pasará a ocupar el puesto
referencial que antes tenía los padres.
8. Momento difícil en el proceso de socialización del individuo. El educador debe
intentar que dicho proceso continúe a pesar de las dificultades presentadas en estos
momentos
En relación a lo destacado con anterioridad, el adolescente pasa a sustituir a la familia por
el grupo de iguales, al unirles un sentimiento de identificación y de incomprensión por los
adultos. Así, el grupo de iguales se caracteriza por:
Ambiente en el que cultivan las vivencias que les interesan
La sociedad de los adolescentes representa una subcultura, con ideas propias y
prejuicios, formas de conducta, gustos y aficiones.
Suelen construir grupos estructurados y con dinámica peculiar
El adolescente renuncia en el grupo a su personalidad. Trata de identificarse con los
más significativos entre ellos.
El grupo es entendido como una fuente de seguridad
El grupo tiene una función propia en la formación de la personalidad
La vida de grupo puede y suele ser positiva para la formación y socialización del
adolescente:
- Cultiva la lealtad,
- la sumisión a un código,
- la fidelidad a la palabra dada,
- el valor personal y la superación y olvido de sí
mismo.
3. La adolescencia presenta múltiples problemáticas y una de éstas es la dificultad que
encuentra la juventud para su inserción en el mercado de trabajo. Este hecho conlleva una
tardía emancipación del hogar paterno, dándose una especie de juventud prolongada, con
unos efectos como el retraso en la edad al inicio de la vida en pareja, el acusado descenso
de la natalidad, el elevado número de jóvenes desempleados, los cambios en las pautas de
relación paterno-filiales( Serapio Costa, A. 2006).
Los esfuerzos y la inversión que hacen los padres en el capital social de sus hijos e hijas
también influyen en el alargamiento de la estancia en casa de sus padres.
Solamente uno de cada cuatro jóvenes tiene autonomía económica completa (24%), siendo
más elevado el porcentaje desde el comienzo del nuevo milenio.
Uno de los cambios relevantes es la feminización del empleo juvenil, aumentándose los
últimos diez años en un 4%. Sin embargo, las mujeres jóvenes ganan un 27% menos que
los varones.
La adolescencia supone una crisis de la socialización, pues tiene lugar un cambio de ideas
y actitudes sociales, donde el sujeto experimenta una desorientación social. Ante esto, es
necesario tener en cuenta la vulnerabilidad de esta etapa, por lo que se plantea una
necesidad de protección frente a la influencia que ejercen los medios de comunicación.
Otro de los hechos que se le asocia a esta etapa, es la ruptura del diálogo entre el
adolescente y el adulto, sobretodo con los padres. Esto quedaría caracterizado por:
“Crisis de oposicionismo” (espíritu de contradicción)
Rebelarse contra las normas sociales (comienza a decir
palabrotas, fumar…)
Comportamiento que responde a un sentimiento de
inferioridad
Lo importante es el paso progresivo de una relación de
padres-hijos a una relación de adultos- adultos.
Según Mannoni en las relaciones mutuas “Lo importante
es el paso progresivo de una relación padres-hijo a una relación adulto-adulto
(…) Las dos crisis, la del adolescente y la de los padres, son correlativas, es
decir; que el adolescente no puede salir de su crisis sino a costa del camino
difícil que deben recorrer los padres”
En el centro de todo ello, está la crisis de rebeldía frente a la autoridad que experimenta el
adolescente, y que ha de ser tratada con habilidad, pues el adolescente, aunque no quiera
admitirlo, necesita de la autoridad (entendida ésta como guía educativa y orientación
humana), y sería para él un mal prescindir de la experiencia de sus mayores y de la guía
que pueden y deben ofrecerle, así como de los valores que le proponen.
Una vez destacados los datos más significativos de esta etapa vital, vamos a estudiar la
adolescencia en relación a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, las
drogas, la sexualidad, y, el uso del tiempo libre y del ocio.
4. Consumo de alcohol, tabaco y drogas
Serapio Costa, Ana (2006) dice que existen diversos factores biopsicosociales que pueden
incidir en un posible consumo de drogas en esta etapa, así como de factores protectores que
disminuyen la posibilidad del abuso de las mismas.
Entre estos factores cabe destacar:
• Factores personales: Falta de conocimiento o información errónea sobre la naturaleza de
las drogas y sus repercusiones negativas a largo plazo; Déficits y problemas personales;
Actitud favorable al uso de sustancias.
• Factores sociales: Disponibilidad y accesibilidad a las sustancias; Aprobación social de
las drogas legales; Asociación de las drogas con el tiempo libre u ocio; Publicidad.
• Factores microsociales: Inadecuado estilo educativo (ambigüedad en las normas
familiares, rigidez, excesiva protección...); Falta de comunicación; Consumo familiar de
sustancias; Influencia del grupo de amistad. Importancia de la pandilla.
El consumo en la adolescencia se puede definir como “Cultura de consumo de drogas” y se
caracteriza por:
1. Inicio cada vez más precoz.
2. Policonsumo.
3. Incorporación en igualdad de las mujeres.
4. Consumo en el fin de semana.
5. Asociación con el ocio nocturno.
6. Uso de espacios públicos para llevarlo a cabo (botellón).
Según la encuesta estatal sobre uso de drogas en estudiantes de enseñanzas secundarias
(estudes) 1994-2008 en España, la edad es la variable que más influencia la extensión del
consumo de drogas en los estudiantes.
La proporción de consumidores aumenta progresivamente con la edad, de forma que el
consumo alcanza su máximo a los 17 y 18 años.
Los mayores incrementos en la extensión del consumo de alcohol, tabaco y cannabis se
producen entre los 14 y los 15 años, mientras que para la cocaína, por ejemplo, se produce
entre los 17 y los 18 años.
Iniciación en la práctica sexual
En cuanto a la sexualidad en la población adolescente, podemos indicar que se inicia con
los cambios hormonales que se producen, en las chicas entre los 10 y 11 años, y en los
chicos entre los 12 y 13 años.
Este aumento hormonal, provoca que el deseo sexual se vuelva más intenso, mostrando así
los adolescentes, un interés muy evidente por personas del otro o del mismo sexo.
Existen estudios, donde se comprueba que los chicos y chicas tienen actitud y
comportamientos sexuales diferentes.
En la última década ha ido descendiendo progresivamente la edad de inicio en las
relaciones sexuales completas. Siendo el rango de edad entre los 15 y 18 años, situándose
la mayoría de las prácticas sexuales en torno a los 16 años.
5. La precocidad la iniciación de las relaciones sexuales de deben a muchos factores, entre
ellos a los mensajes continuos que les llegan actualmente (sobre todo a través de la
televisión y de internet).
Un estudio realizado por Gaceta Médica Espirituana 2008; 10, refleja que el 75% de los
adolescentes han tenido alguna relación sexual antes de los veinte años.
Aproximadamente 15 millones de adolescentes se convierten en madre cada año, lo cual
supone que más del 10% de todos los nacimientos ocurren en adolescentes. Esto afecta
principalmente a los países en vías de desarrollo en los que se informa que el 17% de todos
los partos se producen en adolescentes.
Nuevas tecnologías y los medios de comunicación
Se ha comprobado cómo se ha producido una evolución en la representación de la juventud
y de la población adolescente en los medios de comunicación.
Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, han alterado de forma radical la
manera de relacionarnos, y sobre todo de los y las adolescentes, que son el grupo que
mayor uso realizan de los nuevos tipos de comunicación tecnológica.
En la actualidad, la mayor presencia de los medios de comunicación contribuye al
fortalecimiento de esta imagen dramática y a la estigmatización de la adolescencia
mediante la difusión de noticias sensacionalistas sobre el consumo de drogas, la
delincuencia juvenil o la violencia escolar. (Alfredo Oliva Delgado, 2006)
Las promociones adolescentes actuales son una generación que han
adoptado internet con toda naturalidad como parte de su vida cotidiana.
Al igual que el uso del móvil, pues el 90% de la población adolescente
dispone de uno, y prácticamente todos ellos, hacen un uso
personalizado, lo que puede provocar el grave problema de la adicción
al mismo.
Los resultados de un estudio sobre la “Definición conceptual de los medios de
comunicación por un grupo de jóvenes españoles” realizado en 2010, indican que aunque
es un medio pasivo, es atractivo y reconocen que también desempeña una función de
compañía e incluso hipnotizadora.
Asimismo, para la mayoría de los adolescentes, Internet representa la inmediatez, y
resaltan su fácil uso y la comodidad, por lo que lo definen como un medio práctico,
moderno e innovador. Además, resaltan su cualidad interactiva.
El uso del tiempo libre y del ocio
Cuando el niño y la niña empiezan a convertirse en adolescentes
cambian radicalmente su actitud hacia el tiempo libre. Desean ese
tiempo libre para vivirlo al margen de la familia; sustituyen el juego
por la diversión y el ocio organizado por el ocio informal.
Las familias de hoy no suelen ser un lugar de encuentro entre sus
miembros en las horas de tiempo libre; como consecuencia, este
tiempo se desarrolla fuera y escapa al control de los padres y cada vez de un modo más
precoz, siendo considerado por los adolescentes como liberación y evasión.