1. Leyenda de Japón: Presentación Realizada por: Mauro Noble
2. En tiempos difíciles para Japón, luego de terremotos, tsunamis, que han devastado una gran cantidad de poblaciones, ésta es la historia de Amemasu, quien para los Ainu es el Yokai responsable de todos los tsunamis y terremotos que los afligen.
3. Cuenta la historia de Ainu, que cierto día, hace miles de años, un ciervo estaba bebiendo agua del lago una vez llamado Mashu. Amemasu (una especie de Yokai-ballena) salió del agua para alimentarse de este ciervo, enguyendo el ciervo sin digerir.
4. El ciervo, dentro del estómago de Amemasu, lloró unas lágrimas tan puras que perforó el estómago del Yokai, dejándolo en libertad y matando a Amemasu en el lago, que desemboca en el mar Pacífico.
5. Un pájaro, que por allí pasaba vió el desastre que estaba a punto de suceder con su enorme cuerpo bloqueando la corriente de las aguas de Japón, y voló a las aldeas más cercanas para avisarles a los pobladores. La aldea de los Ainu, corrió a refugiarse a terrenos altos, ya sea montañas, montes, etc... Mientras que las demás aldeas no le creyeron al pájaro y fueron a investigar.
6. Cuenta la leyenda que al ver a Amemasu, los habitantes que decidieron investigar lo que el pájaro les había contado, se comieron a Amemasu, sin guardar respeto por su cuerpo. Al comerse el cuerpo que bloqueaba las aguas, se liberaron todas las aguas que rodeaban a Japón de una forma estrepitosa, destruyendo todas las aldeas cercanas, y matando a todos los que le faltaron el respeto al cadáver de Amemasu, dios de las aguas.
7. Los Ainus, pueblo que perduró en la historia japonesa durante millones de años cuentan que cada vez que un tsunami afecta a la isla de Japón, tiene que ver con la ira de Amemasu, dios de las aguas japonesas, en venganza de atroces crímenes contra los animales maritimos. Hoy, luego de varios tsunamis y terremotos en la isla de Japón, los Ainu continúan habitando suelo japonés, respetando la memoria del dios O-Amemasu, siendo la única aldea, nunca afectada por un tsunami. Hoy, luego de varios tsunamis y terremotos en la isla de Japón, los Ainu continúan habitando suelo japonés, respetando la memoria del dios O-Amemasu, siendo la única aldea, nunca afectada por un tsunami.