2. A Jesús escondido en el Santísimo
Sacramento
Santa Faustina
Yo te adoro, Señor y Creador, escondido
en el Santísimo Sacramento. Yo te adoro
por todos los trabajos de tus manos, que
tu me revelas con tanta sabiduría, bondad
y misericordia, O Señor.
Tu has esparcido tanta belleza sobre la
tierra y esta me habla de tu belleza,
aunque estas cosas hermosas son
apenas una reflexión vaga de ti, belleza
incompresible.
Y aunque Tú te has escondido y has
escondido tu belleza, mis ojos, iluminados
por la fe, te alcanzan y mi alma te
reconoce como su creador, su mas
altísimo bien, y mi corazón está
completamente sumergido en oración y
3. • El objetivo de este tema es reconocer que Cristo esta
presente en la misa cuando el sacerdote realiza la
consagración del vino y las ostias, así como darnos
cuenta que recibir la ostia, es recibir a Cristo, por lo cual
tenemos que estar limpios de pecado para que El pueda
entrar en nosotros.
4.
5. Era una noche de julio de 1348, y una tormenta amenazaba a un pueblito de España. En
una sencilla casa, un hombre moribundo esperaba el sacramento de la eucaristía, el
cura párroco del lugar, sabia cuan necesario era para el enfermo, recibir el socorro del
cuerpo de Jesús, hacia allí se dirigió apresuradamente.
cuando el sacerdote cumplió su función y se disponía a regresar a la parroquia empezó
a llover, apretando fuertemente contra su pecho,
el copón con tres hostias consagradas, inicio su
vuelta; el camino estaba muy enlodado y debía
pasar por un barranco que solo tenia una tabla
de puente. el agua crecida llegaba hasta la
tabla, decidido comenzó a cruzarla y en la
mitad resbaló, cayó y el copón se deslizo por
las aguas tumultuosas del torrente.
desesperado, el cura se arrojó a las aguas
tratando de rescatar las tres hostias, pero
fueron vanos sus esfuerzos, el copón desapareció
en el agua.
muchas personas del pueblo lo ayudaron esa
noche cuando al alba, lograron hallar el copón...
6. ¡ vacío !
¡ cuanta pena ante la perdida de las hostias consagradas !
los cristianos del pueblito organizaron actos de reparación y honra a la
sagrada eucaristía; y el señor vio su fe. les respondió con un gran
milagro. a la luz de la aurora, en la desembocadura del torrente en el
mar, todos los cristianos del pueblito observaron extasiados tres
pececillos erguidos contra la corriente, sostenían cada uno una hostia
consagrada en sus bocas entreabiertas. todos cayeron de rodillas y
con el corazón inundado de felicidad y amor por la eucaristía, dando
gracias al señor y alabándolo mientras los peces se mantenían
inmóviles en medio de la corriente. la muchedumbre cantaba al señor,
mientras los peces se acercaron a la orilla depositando las tres hostias
en las manos del sacerdote.
todas las personas se dirigieron en procesión hasta la parroquia.
'' ¿ quien negara de este pan el misterio cuando un
mudo pez nos predica la fe ? ''
(grandes milagros de la eucaristía, hecho ocurrido
en Alboraya, Valencia, España )