3. Universidad de Ibagué
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Curso de Lectura y Escritura en la Universidad
Serie Experiencias de escritura
Programa de Arquitectura
Programa de Psicología
Docente directora del proyecto
Fadhia Sánchez Marroquín
Comité editorial
Carolina Agudelo
Daniela Peña
Santiago Ramón
Comité financiero
Brenda González
Camilo Rubio
Diseño
Pedro Nel Cabrera V.
Noviembre de 2013
Los artículos escritos expresan la opinión de los autores y no
una política institucional.
Presentación
Presentamos la revista
Mi Gente como resultado del trabajo
desarrollado en clase, por parte de los
estudiantes de primer semestre de los programas de
Arquitectura y de Piscología, en el marco de la asignatura
de Lectura y Escritura en la Universidad y como parte de la
serie Experiencias de escritura. Este proyecto tiene como propósito
fortalecer las competencias comunicativas de escritura de los estudiantes
de la Universidad de Ibagué, a través del desarrollo de estrategias didácticas
y metodológicas que les permitan potencializar sus habilidades en esta área del
conocimiento.
Como actividad grupal, los estudiantes decidieron de común acuerdo analizar el tema
de la vida en la ciudad, a través de múltiples personajes que desde la cotidianidad
reflejan la identidad de nuestra región. Son hombres y mujeres con perfiles distintos
pero con un referente común: representan nuestra gente, lo que somos y lo que hacemos.
Según su propio interés, cada estudiante eligió un tema el cual investigó. Luego, realizó
entrevistas para obtener información como fuente primaria de su texto. Posteriormente,
en el desarrollo de las clases, cada alumno planeó y redactó su escrito, el cual
finalmente se convirtió en un artículo para esta Revista.
Es importante destacar que la lectura y la escritura son competencias
fundamentales para todo profesional universitario, y resulta valioso que
futuros arquitectos y psicólogos reconozcan el valor de estas habilidades,
y hayan dado este primer paso de arriesgarse a elaborar artículos,
que no solamente reflejan sus conocimientos sino también su
compromiso como estudiantes universitarios.
Fadhia Sánchez Marroquín
Docente
4. Lienzo
vivo
Por: Camilo Rubio
John Anubis es un artista corporal de sentimientos y pasiones recibidas. Su carrera artística
en el universo de lo obstinado y el tabú de lo prohibido no nace como un sueño, sino como
“coincidencia”. En su vida ya existía una marca que representa su ideología y su espíritu de
libertad, pero por su mente nunca se le pasó la idea de tatuar; su pasión por el arte, surge
desde muy pequeño, pues sus mayores pasiones fueron la pintura, los cuadros y dibujos, lo
que lo llevaron a estudiar publicidad, la cual dejó olvidada a la mitad de la carrera. Por giros del
destino se hizo amigo de un tatuador, quien lo motivó al decirle “si usted ya pinta, por qué no
se arriesga a tatuar”. En ese momento se decide y siente que su vida cobra sentido al cambiar
de lienzos muertos a vivos.
En el universo artístico de John, solo vitaliza inspiración en su estudio artístico. Anubis es la
guía espiritual de John, es su marca y el nombre de su taller. Anubis surge como una necesidad
y una forma de innovación en Ibagué en año el 2000, puesto que no había estudios de tatuajes
y modificaciones corporales. Al principio los prejuicios sociales los rodeaban e incluso muchas
personas al pasar por el estudio le gritaban “satánico” o se persignaban; pero esto no fue
motivo para decaer sino que por el contrario, el éxito del estudio ha sido tan grande que se
puede considerar como el principal hogar del tatoo de Ibagué.
Para John, un tatuaje es plasmar en la piel una idea, sentimiento, recuerdo o necesidad de
una persona, es parecido a pintar un cuadro, solo que las personas transmiten sus ideales
y emociones al plasmador de decisiones intachables. Un tatuaje representa la victoria del
tabú ante los prejuicios y rechazos religiosos, morales, familiares, profesionales y personales,
por lo que se convierte en una decisión íntegra que formará, tanto parte del cuerpo y la vida
personal.
Al escuchar las palabras tatuador y Anubis, nos introducimos en la vida de un soñador que
vuela a diario en el universo del arte urbano. John es un hombre alegre, carismático, de actitud
muy positiva, motivador de nuevos prospectos del tatuaje y sobre todo, apasionado por su
profesión; ama su trabajo y su única preocupación es que el mundo disfrute de sus perfectas
obras de arte, a las que llama “intachables e incorregibles”.
A la hora de hacer un tatuaje intenta que sus clientes no sientan tanto dolor sino que disfruten
y sea un momento inolvidable y lo que más disfruta es ver la emoción que sienten las personas
cuando ven el diseño final. Tomar la decisión de plasmar un dibujo en su cuerpo no es tarea
sencilla. Debe iniciar pensando muy bien el diseño que se desea, luego seleccionar el lugar
adecuado donde quiere que esté el tatuaje, después buscar una persona que lo realice, pero
que sea profesional; por último, lo más importante es estar seguro de que eso es lo que quiere
que esté en su cuerpo para siempre, sin vuelta atrás.
6
7
5. “Rapeando” la vida
Me levanto a las cinco de las mañana e inmediatamente escucho música rap, después me
voy a estudiar. En la tarde escribo mis propios temas y parto al estudio a grabar música.
Si hay eventos me dirijo a estos a brindar apoyo aunque yo no cante”. Así describe un día
corriente Oscar Esneider Rivera, más conocido en su medio como “El Faraón”, quien a sus 18
años de edad es un cantante de rap profesional.
Nació en Bogotá pero su gusto por la música rap se dio en la ciudad de Ibagué. Su piel
trigueña, cuerpo delgado, espontáneo, de personalidad fuerte y una voz gruesa le favorece
para el tipo de música que escogió. Esneider no le teme a casi nada y ha ido sorteando con
éxito los desafíos que le ha puesto su estilo de vida día a día.
Desde corta edad tenía inclinación por la música, pero con el pasar de los días la escogió
como profesión. Pertenece a la organización “La ezkina del barrio” que le brinda la
oportunidad de darse a conocer y mostrar su talento a través de conciertos como “La
ezkina del barrio tours”, que incluyó una gira por todo el Tolima. Cabe resaltar que también
ha dado conciertos en Medellín, Bogotá y Florencia.
Faraón en la actualidad cuenta con una familia que le brinda apoyo moral y económico,
pero no siempre fue así, debido a que en los inicios de su profesión, ellos pensaban que los
raperos realizan acciones negativas para la sociedad, sin embargo se dieron cuenta que no
era así, por el ejemplo que Esneider les daba y por este motivo comenzaron a respaldarlo
en su carrera.
A la hora de brindar un concierto Esneider nos comenta que la presentación personal es
muy importante pero se no debe perder la esencia de rapero, caracterizado con ropa ancha.
Medios como el Facebook, Twitter y YouTube son algunas de las páginas en las que se da a
conocer. Nuestro personaje ha salido en televisión, videos de rap y ahora va a salir “la ezkina
del barrio” en el Canal 3
El Ministerio de Cultura le brinda apoyo financiero a la entidad de Esneider para el tour
que están haciendo, pero él como tal no ha recibido apoyo. El rap ha brindado a “Faraón”
momentos especiales, como aquella ocasión en que tuvo una presentación en Cajamarca
y fue con la novia de ese entonces, para él fue gratísimo ya que su ego crecía al poder
demostrar su talento a su musa del momento.
A pesar de que el rap no le brinda una estabilidad económica, Faraón decidió estudiar
culinaria con el fin de satisfacer sus necesidades. Este artista merece un reconocimiento
ya que ha sido un triunfador al vencer los avatares de la vida que eligió, su talento y su
creatividad se ponen a prueba cada vez que presenta una creación, la cual ha sido producto
de horas de entrega a la composición de nuevas letras.
Por: Carolina Agudelo Rivera
“
Por: Brenda González
Un sueño llamado música
Con un talento admirable, Catalina Castaño Barreto ha luchado día tras día por alcanzar un
sueño llamado música. Nació en Granada (Meta), pero creció en Ibagué (Tolima), en un
hogar donde la música se vivía apasionadamente y acompañada del apoyo de sus padres
KattaKastaño (nombre artístico) ha perseverado por lograr un sueño, un amor, un camino
que aunque difícil, no es imposible conseguir.
Tras dedicar su vida por completo a la música, ha ido avanzando poco a poco, con el fin de
construir una carrera sólida, pero en un país como Colombia alcanzar el éxito no es tan fácil
como muchos quisieran creer. “Colombia es un país que esta culturizado hacia la música
que es más sencilla y más fácil, y de pronto a nosotros los músicos colombianos nos gusta
incluir canciones dentro de nuestro repertorio que son más complicadas y más llenas de
armonía, eso no pega en Colombia”, afirma.
A pesar de las desventajas que representa ser cantante en el país, Katta logró ser una de
las participantes del reconocido reality “La Voz Colombia” del canal Caracol. Este fue un
importante paso para una artista que ha dedicado su vida a la música grabando sencillos,
“tocando puertas” y como si fuera poco, pasando noches en vela lejos de sus familiares y
amigos, personas que quisieran estar presentes en el momento de terminar una canción,
con el fin de darle una voz de aliento para que continúe sin decaer.
“Yo creo que lo más difícil de ser artista es encontrarse con las puertas cerradas, con gente
que de verdad no valora el trabajo, que espera que uno vaya y les cante dos o tres horas
por la misma tarifa, que no uno se canse mientras canta, que no sienta el rechazo de las
personas que no les gusta lo que uno está haciendo” son las palabras de una artista, que
al igual que muchos otros ha vivido en carne propia las desventajas de ser cantante en
nuestro país.
Catalina es una persona que reúne grandes cualidades, desde ojos negros y sonrisa
expresiva que se complementan con la piel blanca y cabello largo rubio, que caracterizan
a esta gran mujer, hasta una voz hermosa y fuerte que transmite seguridad y a su vez
dulzura. Una artista con carácter fuerte, colmada de carisma y expectativas que consiguen
mostrar a una mujer llena de sueños.
Sin duda, Colombia goza grades talentos, y Katta que es un ejemplo de ello hoy nos deja con
una gran frase que inspira no solo a los artistas si no a cualquier persona que quiera tomar
un poco de ella: “Los sueños dejan de existir simplemente cuando se pierde la esperanza de
cumplirlos, y mientras uno esté vivo siempre va a haber esperanza.”
8
9
6. Por: Daniela Peña
En muchas ocasiones la forma en la que nos mostramos a los demás es el resultado de las
circunstancias de nuestra vida y nuestras experiencias, convirtiéndonos así, en el reflejo de un
espejo transparente de aquellas cosas positivas o negativas que nos han sucedido y que de una
u otra manera nos han marcado de por vida. Pero este no ha sido en caso de Eusebio Flórez, un
hombre de 77 años que ha tenido una vida difícil, solitaria y llena de contra tiempos. Él es oriundo
del municipio de San Bernardo (Tolima), y es un reflejo contundente de cómo el paso del tiempo va
haciendo de las suyas en nosotros.
Su tenue figura, delgada y un poco inestable, como el vaivén de los árboles en una tempestad,
sus fuertes y desgastadas manos, ajadas de tanto ser usadas como instrumento para conseguir
su sustento; su rostro, fino y lleno de largas y pronunciadas líneas de expresión, enmarcado por
sus delgados pero ansiosos y armoniosos labios, contrastan con los ojos tímidos y cansados de
este hombre humilde y trabajador, que lucha día a día por ganarse la vida honradamente, en lo que
hoy es su trabajo preferido, embellecer calzado o como coloquialmente conocemos como embolar
zapatos.
Don Eusebio tuvo una niñez tremendamente difícil, pues prácticamente se crió a la voluntad de
Dios; realmente nunca compartió tiempo con su familia, ni fue de aquellos que tuvieron o tienen la
fortuna de levantarse cada mañana y ver un plato de comida sobre la mesa o un techo cómodo y
estable en el cual pasar la noche, ni mucho menos un abrazo maternal que lo abrazara cada mañana,
ni un padre amoroso que le diera su apoyo; él lucho y sobrevivió solo , contra viento y marea, siendo
un ejemplo más de la triste realidad que enfrentan miles de colombianos todos los días.
Como no tuvo ninguna posibilidad de estudio, desde muy pequeño trabaja con aliento para
sobrevivir; el campo fue su hogar por muchos años, allí trabajó buena parte de su niñez, “cargando
azadón” como él lo dice. Su juventud tampoco fue fácil y en ocasiones se encontraba en medio de la
nada, sin alimento, sin una mano amiga que lo ayudara, pues el solo se tenía a sí mismo.
Después de un tiempo dejó la verde y tranquila montaña por la ruidosa y contaminada ciudad, ya
que el trabajo escaseaba y cada vez era más difícil sobrevivir allí; con la esperanza de un vida mejor
llegó a Ibagué, en donde actualmente reside. Ha trabajado desde hace 10 años como embolador y se
siente orgulloso de hacerlo. Cada mañana Don Eusebio se levanta con el alba, esperando con ansias el
comienzo de un nuevo día, toma su vieja caja de embolar y un par de cepillos de grueso pelo y así se
dispone para salir de su humilde hogar, con su característica sonrisa, hacia su reconfortante lugar
de trabajo, la Plaza de Bolívar, en donde una cómoda silla y un viejo pero bello árbol lo acompañan.
Así inicia su día, a la espera paciente de uno que otro cliente esporádico, a quien con alegría recibe
y con total disposición para embellecer su calzado. Esta labor es su única fuente de ingresos, por lo
cual se esmera por hacerlo lo mejor posible; recibe de 3 a 5 clientes por día, justo lo necesario para
el diario.
Sin importar su condición económica, hoy en día ayuda a un persona con limitaciones físicas que sin
ninguna obligación encontró en el camino y que diariamente ayuda con mucho amor; así es como él
se define, una persona de buen corazón, que a pesar de su triste y difícil historia da todo de sí por
ayudar a este ser, que abandonado y sin familia requiere de mucha atención. Él es una razón más
por la cual levantarse cada día a embellecer zapatos, y debería ser don Eusebio la de nosotros para
reflexionar y cambiar muchas actitudes que tenemos frente a la vida y los demás.
Lustrando
el
corazón
Por: Santiago Ramón Chaux
Día a día, Nancy vive el sueño de una artesana y aunque se torne a veces de color gris, su rutina
habitual la inicia dando gracias a Dios por un nuevo despertar. Después de preparar el desayuno
despacha a sus tres hijos que son su fuente de inspiración y el motor que la impulsa a seguir
adelante para ofrecerles a ellos una mejor calidad de vida hasta el día que ellos sean personas que
se valgan por sí mismos y estén convertidos en individuos útiles para nuestra sociedad.
A media mañana sale con toda la buena energía hacia su trabajo para enseñar su talento a las
personas que se interesen por ello. El aseo y seguridad al vender hace que sus clientes se sientan
satisfechos de tan buena labor: “un trabajo fuera de mugre”, afirma, sumando a esto su carisma
para atender al público.
Pero como todo en la vida tiene ciertos tropiezos, en este caso el horario de su trabajo es un poco
duro. Así como la mayoría de sus compañeras artesanas son madres cabeza de hogar y desplazadas,
ella no es la excepción, pues debe cumplir varios roles como madre, padre y amiga de sus hijos;
por tal razón no puede dedicarles el suficiente tiempo, generando en ocasiones sentimientos de
impotencia por no poder dedicar el espacio necesario a su familia y comprometerse más con su labor
de madre y ama de casa, pues no cuenta con ningún tipo de apoyo ni acompañamiento en su rol de
artesana.
Esta artesana es una mujer muy amable de ojos cafés y de piel trigueña, que refleja su valentía
ante las diversas situaciones que se le presentan en la vida; cabe resaltar que su sonrisa es de
alegría a pesar de la fuerte actividad diaria, su piel está un poco ajada por la exposición al sol
y la contaminación que día a día debe soportar en su sitio de trabajo, sus manos algo ásperas
representan la labor que desarrolla. Su aspecto en general es de una mujer de cincuenta años de
contextura un poco gruesa, con una apariencia sencilla y cómoda que va acorde a su labor.
En su tarea de superarse desarrolla estudios de técnico en artesanías en el SENA, lo cual le puede
abrir mejores oportunidades en el campo profesional y laboral. Y como si fuera poco, su sentido
creativo e iniciativa la han llevado a buscar las herramientas y medios necesarios que hacen de
su oficio como artesana un campo competitivo, en el que prima la innovación y emprendimiento
proyectado a una creciente y promisoria microempresa.
En el testimonio de Nancy, la artesana, queda claro que en nuestro diario vivir y constante lucha por
vencer adversidades y dificultades a las que nos vemos avocados los seres humanos, siempre habrá
una razón y un potencial oculto que sale a flote cuando nuestra labor es hecha con esmero, amor,
constancia y perseverancia en busca del éxito.
Mamá
artesana
10
11
7. Por: Andres Correa
Luis Hernández Barragán nos transmite su buena energía y pasión al hablar sobre el deporte
extremo que practica llamado longboard. Aunque es poco conocido en la ciudad en Ibagué son
muchas las personas que junto a él diariamente lo practican. Luis es una persona amable, entregada
y dedicada consigo mismo. Todos los días sale a patinar sobre las carreteras de la ciudad, algo que
no solo le gusta sino que también lo motiva. Lleva practicando longboard aproximadamente desde
hace dos años, tiempo en el que no solo ha aprendido a montar una tabla sino también a disfrutar
y saber vivir su vida.
El longboard se utiliza comúnmente para bajar cuestas en carreras, también para hacer derrapes
o simplemente se puede utilizar como medio de transporte. Consta de una tabla que es más larga
y cuatro llantas que son más grandes que las de una tabla de skateboard, para así alcanzar una
mayor velocidad Este deporte tiene nueve modalidades conocidas como: carving, sliding, downhill,
cruising, slalom, pool, dancing, free, ride, y free style. Luis se identifica más con tres de ellas, el
carving, cruising y su preferido, el downhill porque este consiste en bajar con mucha velocidad por
carreteras muy inclinadas, algo que ama y emociona al joven ibaguereño.
Para practicar longboard Luis utiliza protección, como el casco, que es de acuerdo a su gusto, este
puede ser abierto o cerrado; también es esencial el uso de rodilleras y coderas. Él, particularmente,
utiliza una chaqueta de cuero que varias veces le ha servido de gran protección ya que no tiene los
recursos necesarios para comprar el traje de cuero profesional, también lleva puestos unos guantes
especiales que le sirven para derrapar.
Aunque Luis ha tenido numerosos accidentes su pasión por el longboard no desvanece, sino
que aumenta su deseo de seguir practicando y mejorando. Su lugar favorito para practicarlo es
Boquerón, porque allí hay una cuesta muy inclinada en donde alcanzó su mayor velocidad de 96
km/h. Para él este deporte no es peligroso si se tienen las medidas adecuadas de protección.
Lo que más le gusta a Luis de este deporte es que mientras que va a toda velocidad se olvida de
toda clase de problemas y más bien se concentra y disfruta de la adrenalina que en ese momento
corre por todo su cuerpo. Aunque Luis ya tiene la suficiente experiencia para hacer parte de alguna
competencia profesional, desafortunadamente por falta de recursos y tiempo no ha podido participar
en ninguna, pero se está preparando para el campeonato internacional Festival de la bajada, que
se realiza todos los años en pleno centro de Bogotá; una experiencia única y llena de buena energía
que, por supuesto, no se quiere perder.
Adrenalina
pura
Por: Brenda Paola Sánchez
Parkour:
un estilo de vida
apasionante
Sebastián es un joven de 15 años amante del deporte extremo. Se puede describir cono una
persona amorosa, extrovertida al hablar, aunque es un poco impulsivo, perseverante, tiene
una gran personalidad. Le gusta estar en internet, escuchar música, compartir con sus amigos y
practicar parkour. Es disciplinado con las cosas que le gustan.
El parkour es un deporte que se origina en Francia y consiste en desplazarse en ambientes tanto
rurales como urbanos, teniendo como base su propio cuerpo, se pasan obstáculos como muros,
vallas y se realizan movimientos eficaces y seguros para quienes practican este deporte.
Su historia en el parkour comienza cuando Sebastián y unos amigos entrenaban en su barrio, y
aunque al principio no era algo serio para ellos, su pasión hacia ese deporte se hacía más fuerte y lo
convirtieron en un estilo de vida para él y sus amigos. Todos los días se va a entrenar a los parques
de la ciudad.
Para entrenar, Sebastián usa unos zapatos de suela gruesa, pantalón ancho, una camisa sencilla; en
el momento de empezar a hacer calentamiento pone música y deja que la adrenalina fluya e invada
su cuerpo para atravesar los muros y las vallas. En ocasiones entrena solo pero la mayoría de las
veces lo hace con sus amigos, pues ellos le ayudan a corregir los movimientos.
Lo que impulsó a Sebastián a practicar el parkour es la adrenalina que se produce saltar de un lado a
otro, la forma como se expresa el cuerpo y se ponen a prueba todas sus capacidades. Ve el parkour
como un reto diario de perseverancia, resistencia para explotar todas sus capacidades, dar lo mejor
de sí en cada entrenamiento; también lo considera una forma de olvidarse de sus problemas. En
medio de caídas, golpes, moretones, raspaduras, tronchadas ha aprendido que los obstáculos
tanto en el deporte como en la vida se pueden vencer con la frente en alto, también ha aprendido a
controlar su mente, su cuerpo y el verdadero significado de la amistad, ya que para él y sus amigos
son como si fueran parte de su familia.
El parkour hizo un cambio radical en su vida y aunque ya estaba familiarizado con los deportes
extremos pasó de ser una persona sedentaria a un joven que reta su cuerpo, tiene actitudes
diferentes ante las diversas situaciones que se presentan, vence los miedos, ve la vida y a los que
lo rodean de manera diferente. Con el parkour ha fortalecido su concentración, su resistencia física,
tiene mayor disciplina, más determinación en las cosas que hace, piensa mejor las cosas que va
hacer y las hace sin ninguna duda.
Aunque Sebastián ha tenido muchas experiencias con este deporte aún quedan muchas cosas más
por aprender del parkour, no solo en el deporte sino también en la vida, pues este deporte le ha
brindado experiencias inolvidables que lo han marcado para siempre, y su gran meta es ser un atleta
reconocido en este campo y tener grandes logros gracias a este deporte.
12
13
8. Por: Maria Alejandra
Ospina Manrique
Detrás de
un volante
Amparo Manrique es una mujer que se dedica a conducir taxi en el horario nocturno. Para ella
la vida no ha sido fácil. Decidió irse de su casa a temprana edad, tuvo dos hijos y por distintas
circunstancias se separó de su esposo; por eso decidió iniciar esta labor en marzo del año 2000, con
el propósito de sacar adelante a sus hijos.
Ingresar a este medio no fue fácil, porque las personas no estaban acostumbradas a ver mujeres
desarrollando este oficio “para varones”, por ello en varias ocasiones fue discriminada y cuestionada
porque consideraban que una dama no era competente para desarrollar esta labor; pero hoy en
día las circunstancias son diferentes porque a los pasajeros les agrada, se sienten más cómodos,
seguros e incluso solicitan su número personal para que ella sea quien los transporte en futuras
ocasiones.
Ella califica esta profesión como muy bonita por el hecho de servir y relacionarse con todo tipo de
gente: ricos, pobres, famosos, políticos y todo clase de profesionales; esta labor es muy difícil, de
mucha paciencia, además es peligrosa, pues hace algún tiempo, alrededor de las 10:30 pm, dos
jóvenes, a quienes transportaba en su taxi, repentinamente cambiaron de opinión acerca de su
destino y cuando iban en una calle oscura la despojaron de su dinero.
Durante todo el tiempo que ha ejercido esta labor, se ha topado con toda clase de personas, que de
alguna u otra manera han dejado una huella en ella. Así mismo son muchas las anécdotas que ha
enfrentado más que todo con gente ebria por el horario en que trabaja, por ejemplo, en ocasiones la
gente no tiene con qué pagar el servicio; una vez transportó a un hombre que se quedó dormido y
además se había vomitado en el taxi y cuando llegaron a donde se dirigían ella intentó despertarlo
de todas las maneras que se le ocurrieron en el momento y no pudo de ninguna forma, entonces fue
a un CAI de policía a pedir ayuda y fue lo único que funcionó.
En un día cotidiano, Amparo recoge el taxi a las 4 de la tarde e inicia recorriendo las calles a ver con
qué se encuentra. A la mitad de la noche se complica el asunto porque empieza a escasear la gente,
por esto ella prefiere dirigirse a las bahías de los centros comerciales o de los hospitales donde hay
mayor flujo de personas, además mientras espera puede conversar con sus compañeros y al mismo
tiempo descansar. A la media noche, si el trabajo no está muy bueno, prefiere ir a una cafetería a
tomar algo, entrar al baño y de nuevo descansar, después de esto, continúa trabajando hasta las
dos de la mañana y los fines de semana hasta las cuatro. Amparo es una mujer dispuesta a seguir
adelante, enfrentando todo tipo de situaciones; es una mujer de admirar, que trabaja fuertemente
para sacar a sus hijos adelante y que expone su vida al destino de la noche, para servir y brindar una
mejor calidad de vida a su familia.
Por: Eylen Rubio
Mujer y
Patria
La sargento primero, Cielo Rivera Esquivel, retirada del Ejército Nacional, permaneció en esta fuerza
armada hasta los 38 años de edad; en la actualidad tiene 48 años, es madre de dos hijos. Inició
su carrera militar sin que esta fuera de su agrado, sino como una oportunidad de que le permitiría
explorar nuevos horizontes y aislarse de la particular vida de una mujer normal.
Su semblante es de silueta delgada, estatura alta, tiene piel trigueña,sus ojos son claros y su
pelo es negro; su manera de vestir es siempre sobria y delicada. Su mirada y sus gestos expresan
liderazgo, sinceridad y es una mujer de admirar. Tiene una personalidad arrolladora, majestuosa y
discreta; su actitud intachable rodeada de la naturalidad que constantemente la caracteriza y que
sobresale gracias a su labor, porque tuvo la oportunidad de conocer personas que aportaron a su
crecimiento personal, lo cual contribuyó para reafirmar su espíritu de fortaleza, paciencia, amor,
disciplina, sabiduría y valentía.
Al comparar la vida militar con la vida civil de una mujer afirma que se ven reflejadas las mismas
reglas como la disciplina, el orden y las buenas costumbres; la diferencia es que su servicio no
terminaba en una hora exacta, sino hasta terminar el oficio asignado, y también siente que no fue
fácil ejercer una profesión estigmatizada para hombres donde una mujer se ve frágil.
Todo lo que vivió fue un desafío, pues ingresó a un terreno prácticamente dominado por los
hombres, y así mismo tuvo que lidiar con todo tipo de personalidades dominantes, sobre todo con
los hombres de mayor antigüedad que no las veían con “buenos ojos”. Por ende, ser madre fue todo
un reto porque en ocasiones sus superiores la ponían entre la espada y la pared: “¿usted es mamá o
es militar?” Pero hoy en día, gracias a la Constitución del 91 y a los derechos humanos es más fácil,
más humano y es mucho mejor para sus familias pertenecer a una fuerza armada.
Aunque ella no quiere estigmatizar si era mejor haber estudiado otra profesión, es consciente que
es muy gratificante cumplir con el deber de defender la soberanía, velar por la seguridad del pueblo
y las libertades públicas e individuales de los habitantes que viven en Colombia; pero sí es una gran
oportunidad para demostrar que la mujer es y debe ser parte del engranaje de toda institución,
empresa o compañía sin distinción de cargos, ya que la mujer es el centro de la sociedad.
La sargento Rivera aconseja a las mujeres que desean seguir esta labor que primordialmente tengan
a Dios en su corazón porque lo van a necesitar, que sean dueñas de sí mismas, que tengan carácter, y
personalidad; por consiguiente, depende del amor que se tenga así mismas y el respeto a su cuerpo
así se harán admirar, valer sus derechos y lograrán cumplir un gran sueño.
14
15
9. Por: Angie Tatiana Cedano
Fernando Valderrama es un hombre dedicado al trabajo del campo, que en sus 45 años ha
experimentado diversas labores agrícolas, porque empezó desde pequeño a laborar en la
agricultura acompañado de su padre. Desde los 10 años inició a trabajar en las tardes, luego de
llegar del colegio se iba con su progenitor y sus hermanos hacia los cultivos a ocuparse y así fue
adquiriendo la experiencia que hoy posee.
Comenzó su vida agrícola en cultivos como el algodón, sorgo, maíz y maní, desarrollando diversos
trabajos en el campo. Hoy en día y desde hace aproximadamente once años se dedica únicamente
al cultivo del mango; cultiva y comercializa esta fruta en los almacenes de cadenas fruvers y
supermercados de las principales ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, entre otras.
Su vida laboral empieza desde las 6:00 o 6:30 de la mañana acompañado de aproximadamente diez
trabajadores, que le colaboran en sus labores diarias como son recolección del mango, el empacado
con mucho cuidado de no ir a dañar dicho producto; cuando no hay cosecha están pendiente de
todo lo que requieren los cultivos para que la calidad del mango sea excelente tales como las podas,
fumigación, las inducciones florales, abonos a los cultivos entre otras.
Afirma que le encanta el campo desde el amanecer hasta el atardecer, la tranquilidad que se respira,
la calidad de la gente y su vida entera la tiene allá, le gusta salir y estar pendiente de sus cultivos,
donde se sabe desempeñar, dice que no cambiaría el campo por la ciudad porque ve mejores salidas
e ingresos en su desempeño diario donde está habituado; en la ciudad no encontraría la misma
tranquilidad que encuentra en el campo y no respiraría el ambiente cálido y placentero que se
respira allá.
Hoy en día, este aventurero hombre que se ha esforzado por salir adelante cuenta su historia
como una enseñanza de que todo lo que queramos debemos luchar por tenerlo y no quedarnos
estancados en el primer tropiezo que la vida nos ponga en el camino, solo debemos levantarnos y
seguir intentando porque el que persevera alcanza y nos toca aprender a vivir.
Pasión
por el
campo
Un hombre luchador y
admirado por su trabajo
Por: Nasly Katherine Cordón Hernández
Luis Alberto Higuera Molina es un hombre de 46 años que trabaja como vendedor ambulante en
su pueblo de origen, Cajamarca (Tolima). Su vida no ha sido fácil, el deterioro de la piel de sus
manos y su rostro reflejan la lucha que este hombre ha tenido día tras día bajo los destellos del sol
y la lluvia para conseguir el dinero para su sustento y el de su familia.
Desde los 20 a los 28 años fue comerciante de ropa deportiva. Estaba económicamente bien, pero
a causa de su inexperiencia no administró bien el dinero del que contaba en ese momento y sus
negocios terminaron en la quiebra; al ver que tenía una familia por la cual luchar, optó por vender
frutas que fue su primera opción.
Cuando inició con el trabajo fue difícil. Le daba pena ya que era muy orgulloso y estaba
acostumbrado a estar en un local, tratar a las personas bien y que de igual manera lo tratasen a
él. Luis Alberto recibió mucho apoyo moral por parte de sus padres y hermanos. Por el contrario,
su esposa lo abandonó cuando se enteró de su situación económica, porque ya no iría a tener las
comodidades que de una u otra manera le estaba brindando.
Lleva 17 años de vendedor ambulante. Al comienzo vendía chontaduro en un carrito de madera
impulsado por una bicicleta. Al transcurrir el tiempo fueron mejorando las ventas y tuvo que
surtirse de frutas como: mangos biches, guayabas verdes, mamoncillo y jugo de borojó. En la
actualidad su carrito es más grande y con muchas más frutas para vender, le adecuó una moto para
transportarse rápidamente.
Su experiencia en esta labor ha sido muy buena. Ha conocido más personas, le ha tomado amor a su
pueblo, gracias a que todo lo que vende es bueno y la sociedad lo estima mucho. Le pudo dar estudio
a su hija quien tuvo que adaptarse a su economía y lo que le podía brindar. Ella ahora es enfermera
profesional, está muy orgullosa de su padre por todo lo que ha hecho para sacarla adelante.
Este hombre no cuenta con prestaciones sociales por el trabajo informal que realiza, piensa más
adelante pagar una pensión, su seguridad social es régimen subsidiado del Estado. Recibe apoyo
puesto que es una persona responsable y su trabajo es digno. No ha tenido inconvenientes con las
autoridades porque ya lo conocen, saben de su trabajo y es un amigo más para ellos y debido a que
es el único en el pueblo, lo aprecian mucho. Continúo sus estudios con mucho esfuerzo en el Sena
y se graduó de ingeniero ambiental hace poco. Luis se siente muy agradecido con Dios y con la vida
por las oportunidades que se le van presentado para salir adelante.
Venta en
las calles
Luis Alberto Higuera Molina
en su lugar de trabajo.
16
17
10. Por: Leidy Bocanegra
La vida es folclor
Iván es un joven ibaguereño, estudioso y dedicado por completo a la música, pero lo que
verdaderamente lo llena de satisfacción es el folclor de nuestra tierra, su cultura, costumbres y
tradiciones. Es una persona sana, íntegra, con valores, centrada en sus metas y objetivos. La música
que corre por sus venas refleja una encantadora personalidad y en su sonrisa expresa la alegría y
carisma que lo caracteriza.
Con una trayectoria de 15 años de amor y dedicación a instrumentos musicales, desarrolló un gran
sentido del oído, lo cual le ha dado grandes dotes artísticos que han sido de interés para las personas
que han influido en su trayecto musical. Forma parte de una agrupación de danzas y pertenece al
grupo Tabara desde hace 5 años, por lo cual ha tenido ha tenido la oportunidad de viajar y trasmitir
diversas sensaciones a través de los sonidos armónicos.
Las personas que han influido son reconocidos intérpretes con los que actualmente comparte
escenario como Alexander Bustos, William Castiblanco director de la agrupación Tabara, y a nivel
nacional personajes como el maestro Cantalicio Rojas, Totó La Momposina, entre otros, los cuales
admira, porque gracias a su música y composiciones ha crecido culturalmente, puesto que son unos
artistas grandiosos que han aportado mucho a la cultura y a la evolución del folclor.
Su interés por el folclor viene desde la infancia, gracias a sus abuelos que lo acostumbraron a
escuchar música folclórica la cual hace parte de la riqueza cultural e histórica del país; por otro
lado se siente orgulloso de seguir con las tradicionesy transmitir a la sociedad, especialmente a los
jóvenes, la pasión que desencadena el folclor que proviene de nuestros ancestros y de la herencia
que debemos aprovechar cada día que pasa.
Un día normal en la vida de tan talentoso personaje, es como de cualquier otro ser humano, a
diferencia de practicar y corregir aspectos tanto musicales como personales, y dictar talleres a
niños como percusión, instrumentos cordófonos, triple, guitarra y bandola, aerófonos como flauta.
De igual forma, ensaya con Tabara, realiza presentaciones, viajes y clases privadas de música. Con él
podemos descubrir que con talento y dedicación es posible hacer cosas significativas por los demás.
La música es un
mar de sentimientos.
Por: Miguel Ángel Ruiz Rodríguez
Siempre que hablamos de un músico sabemos muy poco de su vida, pero este no es el caso de
este artículo, hoy conoceremos la vida de Juan Sebastián Leal Lozano, un trompetista oriundo de
la melodiosa ciudad de Ibagué. Es moreno, de estatura media, y en sus manos se ven las marcas y
rastros de su instrumento preferido, la trompeta. Es muy alegre, aunque un poco tímido; se destaca
por tener mucho sabor gracias a su padre, quien desde la edad de ocho años lo formó en el ambiente
musical.
Sin embargo, no todo ha sido sabor y alegría, pues Juan Sebastián tuvo que pasar momentos muy
difíciles. Al iniciar su carrera musical comenzó vendiendo rifas y trabajando en un bar, pero cuando
tomó la decisión de ingresar al Conservatorio su vida dio un gran giro y es allí donde realmente
empieza su historia musical. El afirma que cuando entró al Conservatorio sintió que allí comenzaría
todo. Iniciar fue difícil porque no conocía a nadie, admiraba a los demás músicos que iban avanzados
y se propuso a ser mejor que ellos.
Con el tiempo tomó confianza y pudo mostrar su talento, se dedicó a ensayar de cuatro a cinco horas
diarias, practicando música clásica, romántica y jazz; su pasión es escoger alguna obra musical
difícil y no descansar hasta llegar a interpretarla con su particular toque especial, intentando sacar
al oyente de su rutina, con música que lo haga sentir cómodo y experimentar nuevas sensaciones.
Según el tipo de oyente al que interpreta sus canciones se adapta, e incluso si nota que el público
está aburrido cambia todo, en muchas ocasiones ha transformado su repertorio para complacer a su
púbico, lo cual lo hace un artista versátil.
Existen muchos tipos de oyentes, situaciones o eventos para los cuales se debe estar informado
con anticipación y estar preparado para la ocasión; por ejemplo, si es un concierto de música clásica
se lleva un traje de gala con corbata o si es un concierto de jazz, su vestimenta es más casual. Este
aspecto para Juan Sebastián juega un papel muy importante, porque le interesa proyectar una
excelente imagen de él y su trabajo.
Cuando interpreta la trompeta saca esos sentimientos que no se pueden expresar con simples
palabras, se siente él mismo, sin necesidad de máscaras, como si el alma se comunicara de manera
natural; la música es un placer de la vida que se refleja en nosotros, nuestra forma de vestir, pensar,
reflexionar y actuar. En sí, la música tiene tantas definiciones que la única manera de entenderla es
sintiéndola, sin necesidad de dar explicaciones y es increíble que con solo siete notas musicales se
pueda generar todo esto, afirma Juan Sebastián.
Para este notable músico tolimense, la única técnica o secreto para interpretar la trompeta es la
práctica, aunque el “hambre de éxito” juega un papel muy importante, y por supuesto, se necesita
de una buena trompeta.
.
“Hay muchas formas de
ser feliz pero la mejor
forma es haciendo lo
que me gusta”
Al son de una trompeta
18
19
11. Por: Jessica Sharith
Delgadillo Aragón
Todo comenzó cuando tenía dos años, estaba en el jardín de niños y no le permitían subirse a los
columpios porque era momento de clases; al menor descuido César subió, se resbaló y cayó del
lado derecho. Pasaron los días y nadie se dio cuenta, hasta que su familia se preguntó ¿Por qué nos
señala las cosas en lugar de hablar? Decidieron llevarlo al otorrinolaringólogo y desde ese momento
él se dio cuenta de que su vida no era normal.
Su primaria fue azarosa, los niños a sus alrededor no entendían su discapacidad y se burlaban.
En su adolescencia le empezaron a atraer algunas de sus compañeras, pero jamás se decidió a
comunicarse. Al ver este problema tan frecuente empezó a comprender el lenguaje por señas y este
fue un proceso extenso que poco a poco fue asimilando.
Sin embargo, no se le ha dificultado en absoluto el aprendizaje ya que es inteligente y se
desenvuelve perfectamente sin el habla. Ha sido ganador de dos premios en un proyecto virtual,
lo cual demuestra que su discapacidad no ha sido un impedimento para desenvolverse en su vida
profesional y personal.
Es un individuo con un temperamento fuerte, no le gustan las burlas hacia las personas con
discapacidad auditiva ni cualquier discapacidad visible; se desespera cuando no se cumple la ley al
pie de la letra. Cuando decidió que quería manejar automóvil, todos lo desmotivaron de esa iniciativa
pero sin importarle los comentarios se decidió, maneja desde hace dos años y no sabe qué es un
comparendo, nunca ha atropellado a nadie porque es excesivamente prudente.
Desde los diez años sus padres decidieron implantarle un dispositivo auditivo y él podía oír
perfectamente; su madre comenta que le gustaba escuchar la naturaleza, los animales, la música e
incluso se quedaba despierto para oír cómo dormían o roncaban las personas y al bajar la cisterna se
impresionaba, todo este comportamiento lo llevó a terapias para poder gesticular y hablar pero para
él era algo sin sentido porque incluso lo maltrataban para que pudiera entender.
César es una persona que posee una sonrisa clara y alegre, lo contrario de su mirada que se fija a
un punto indefinido. Su boca parece dibujada por el pincel de un gran pintor, su incipiente barba se
asoma como lo demuestra su escasa madurez, sus pómulos son característicos de una persona
joven que aún le faltan por vivir las experiencias de la vida.
El sonido
del
silencio
César Augusto
Hoyos Arias
Por: Jonattan Steven
Carvajal Donoso
Giovanni Moreno nació en Bogotá, tiene 37 años, estudió arquitectura en la Universidad Piloto de
Colombia, fundó su empresa en el año 2010, tiene esposa y recientemente llegó a ser padre.
Es una persona dedicada, expresiva, alegre y muy social. En su infancia Giovanni Moreno prefería
quedarse en casa armando casas que salir a jugar con sus amigos. Sin embargo tenía un gran interés
por las bellas artes, ya que le gustaba cantar, pintar y tocar la violina. Esto generaba una duda para
él, pues tenía que decidir si estudiar bellas artes o arquitectura; pero debido a que la arquitectura
estaba muy arraigada en él se entregó por completo a ella y declinó sus otros intereses.
Giovanni Moreno tiene pelo negro, cejas cortas y sus ojos son medianos, de color negro y están
bien proporcionados, su nariz es ancha y chata, sus orejas son un poco puntudas, sus labios son
de tamaño medio, sus manos son medianas, su piel es clara y no expresa gran edad, y es de baja
estatura. Su mirada expresa experiencia, seguridad, y naturalidad; su sonrisa refleja orgullo, dicha
y felicidad, sus gestos van acompañados de confianza y dominio.
Se ha inspirado en grandes personajes de la arquitectura como Oscar Niemeyer para desarrollar sus
ideas, un gran pensador y representante de la arquitectura moderna. Su pensamiento está basado
en numerosos estudios, pues durante dos años estudió acerca de la proporción aurea o divina
proporción, la cual se define como una pauta para la elaboración de diversos diseños arquitectónicos.
Esta proporción ayuda a crear espacios muy amplios que además son muy cómodos y llamativos
para las personas que los perciben. Todos sus diseños se fundamentan en esta proporción, incluso
el diseño de GM1 o también conocida como Casa Peñón, la casa con la cual entró a participar en un
concurso mundial.
Según Giovanni Moreno, la casa GM1 es una réplica de lo que es la proporción aurea, porque se rige
a unas simetrías definidas y valoradas. Esta casa se convirtió en un elemento muy importante en la
carrera de Giovanni Moreno, pues con ella se inscribió en “Plataforma Arquitectura”; aunque no ganó
el solo hecho de haber clasificado fue un logro importante en su carrera profesional.
La casa GM1 es su primera obra arquitectónica fundamentada en la divina proporción; también con
este logro se le han abierto muchas puertas, porque ahora no es él quien busca el trabajo, sino el
trabajo lo busca a él. En fin, su vida ha mejorado bastante, y seguirá luchando para ser aún más
exitoso. Esto prueba que con sacrificio, esfuerzo, motivación, confianza y disciplina se puede llegar
a ser muy exitoso.
La divina
proporción
20
21
12. Por: Ivana Lucia
Correa Valderrama
Sonia Esperanza Rojas Correa es una mujer huilense y empresaria en el Tolima, que creció rodeada
de tradiciones propias de su región. Trabajaba en un laboratorio farmacéutico, y un día decidió
crear su propio negocio: “Bueno, pues yo decidí con mi esposo de aquel entonces que ya no queríamos
ser más empleados y decidí montar un negocio. Pensé que una panadería típica o una fábrica de
bizcochos sería buena idea”. Su empresa se llama “Yhalconia” y lleva 10 años en funcionamiento,
“con altos, y bajos, pero nunca hemos parado la producción”, afirma.
A pesar del cambio en su núcleo familiar, Sonia ha seguido luchando por sacar adelante su empresa
y ha contado con la suerte de tener un buen personal en su negocio. “Desde que empecé tengo a
las mismas personas colaborándome, aunque en un principio este fue un proyecto con mi esposo,
después de la ruptura he seguido trabajando fuertemente y he logrado mantener mi empresa”.
Aunque el camino para tener una empresa estable es prolongado y requiere de mucha dedicación,
no es imposible como muchas personas creerían. En el Tolima, los empresarios tienen la ventaja de
contar con entidades como la Cámara de Comercio de Ibagué y la Gobernación del Tolima que apoyan
estos proyectos. “He crecido mucho. Estas entidades me han permitido exhibir mis productos en las
ferias que se han realizado en la ciudad y gracias a todo eso me siento con mucha más experiencia
ahora.”
En nuestra región hay muchas personas tratando de formar empresas y, por suerte, Sonia ha sido
una de esas personas que pudo culminar su propósito. “Hay muchos que no han sido bien orientados
sobre cómo fortalecer sus empresas; son pequeñas empresas que poco a poco están creciendo
pero que abandonan sus proyectos por falta de asesoría”. Por ello, Sonia invita a todos los futuros
empresarios a buscar apoyo e información en entidades públicas que presten estos servicios.
A pesar del éxito del que ahora goza con su empresa, el negocio de los alimentos típicos cada vez
toma más furor, sobre todo en regiones tan tradicionales en sus costumbres alimentarias como lo es
el Tolima. “Ha cambiado mucho porque hay productos que ya están industrializados y que se venden
en todo el país y hemos tenido que competir con grandes empresas como Ramo o Vigor”. También
tuvo que enfrentarse con decisiones difíciles como en qué lugar situar su empresa: “Me parece que
lo más difícil fue buscar un lugar propicio. Yo tenía planeado hacerlo en Santa Marta por la afluencia
de turistas, pero por consejo de unos familiares decidimos hacerlo aquí en Ibagué”.
La región del Tolima tiene mucha fortuna por tener empresarios típicos no solo de productos como
estos, también productos como la lechona, el tamal, el café, entre otros más. Por esto, a Sonia y a
todos los empresarios tolimenses, les agradecemos por poner el nombre de nuestra región en alto
y por sus aportes que contribuyen al crecimiento del Departamento.
Una mujer
de empresa
Por: Karol Bonilla
Ella es una mujer guerrera. Allisson Bonilla, con solo 26 años, ha logrado muchas cosas en su vida,
ha pasado por muchos momentos tanto buenos como malos que le han dejado experiencia y
madurez. Desde los 14 años empezó a modelar en el colegio, de ahí salió a trabajar en una agencia
llamada L.A Models, luego pasó a Euforia Models, la agencia de la reconocida presentadora Carolina
Cruz, donde se le abrieron más puertas en el mundo del modelaje. Participó en diferentes concursos,
uno de ellos fue en “Miss Petit Colombia” en el año 2004, donde tuvo la oportunidad de representar
al Tolima.
Allisson es una mujer con un cuerpo sencillo y nada exagerado, puesto que su estatura es mediana
y su figura es delgada. Al verla transmite una confianza y una tranquilidad inusual ya que su forma
de ser es así; ella es una persona muy relajada y extrovertida al mismo tiempo. A ella nada le queda
grande.
Ella tiene ojos grandes y negros profundos, su nariz es refinada y delicada; y su sonrisa es lo que
más resalta en ella, ya que tiene una boca grande al igual que sus dientes. Los dedos de sus manos
y sus pies son largos y delgados, y su cabello es largo y al que le está dejando caer la tintura que
tenía para volver a su color natural. Cuando era modelo debía mantener su figura y por lo tanto hacer
ejercicios y a la vez llevar una dieta rigurosa. Mientras que ahora que se dedica a lo empresarial, ella
come todo lo que le antoja, y aún así, se mantiene en forma.
Esta mujer ha viajado no solo fuera de la ciudad, sino también ha tenido la oportunidad de conocer
otros países como Ecuador y Argentina. En el vecino país estuvo modelando en varias agencias pero
con un nivel mucho más profesional puesto que ya no solo era pasarela, sino también participó en
otras extensiones del modelaje, como en sesiones fotográficas y ferias de autos o de flores.
En Argentina estuvo haciendo un curso de fotografía, más interesada en lo que significaba estar
detrás de la cámara que delante del lente: “Me gustaría también empezar a hacerles fotografías
a otros modelos para hacer books”. También piensa en fotografías de restaurantes o de paisajes.
Debido a un grave accidente de su novio decidió posponer el modelaje y crear un negocio en Ibagué
para estar más pendiente de él. Este negocio es una tienda donde vende tablas, gorras, tenis,
patinetas.
En estos momentos, Allisson Bonilla solo está dedicada a su novio, su mamá y su tienda como una
mujer arriesgada y echada pa’ lante. Piensa que primero debe terminar de estudiar y luego formar
su propia familia. Esta es una mujer decidida, que vive la vida al máximo y que tiene su vida llena de
motivos para admirar.
De modelo
a empresaria
22
23
13. Con gran temor y ansiedad llegué a la “correccional de menores”, fui dirigida a una oficina donde sin
mucha espera llegó el joven que por mi seguridad, según los funcionarios, sería el más tranquilo
para entrevistar; con pantalón y buso color blanco, en su rostro reflejaba ansiedad y un tanto de
nervios, pero me sobrepuse y le brinde confianza.
A medida que iba pasando el tiempo me contaba sigilosamente que es un joven de tan solo 16 años
de edad, que residía en la comuna 8 de la ciudad de Ibagué, además expresó con tristeza en su
rostro, que allí estaban su madre, su padre y dos hermanos.
Al contarme por qué estaba en este lugar y de qué lo acusaban su rostro reflejaba algo de sarcasmo
y dijo: -“estoy aquí porque me fui con unos socios y ellos me dijeron que robáramos a una vieja que
portaba un bolso con un portátil y un celular, le sacamos la cabra (navaja), la amenazamos y cuando
lo estábamos haciendo nos pillaron y llamaron la tomba y pues a mí fue al único que cogieron”.
Desde sus 13 años de edad comenzó a delinquir hurtando cosas pequeñas para él y sus amigos, la
ambición lo llevó a querer más y más; sorprendida le dije que si recordaba cómo fue el primer día que
llegó a ese lugar, con repudio y evasión me dijo: -“sisas, uno aquí aprende a valorar la familia, la
libertad, reflexiona sobre todo lo que uno ha hecho en la vida, el daño que le he hecho a la gente, y
uno se cansa de llevar una vida así , por eso quiero cambiar”.
Al hablar de cómo era su vida en este lugar; de manera convincente afirmó que le daban la comida
y con tristeza recordó la de su madre, aunque con preocupación exclamó que perdía el tiempo por
no saber qué sucedía en la calle, hacía todo lo posible por distraerse y de repente con agresividad
dijo - “pues desde que no me busquen problemas yo no los busco, pero si me buscan me encuentran
porque yo soy hombre pa´cualquier hombre”.
También dijo muy calmado que las personas que trabajaban allí los trataban bien, que estaban
pendientes, los escuchaban y algunas veces los sacaban a distraerse, luego me contaba que él ha
intentado huir de ese sitio diciendo así: -“claro, yo me he intentado evadir 2 veces pero paila, la
primera me fui de pilla porque cuando fui a saltar el muro la tomba ya me estaba esperando y la
segunda me sapiaron el hueco y no pude hacer nada”.
Al darle confianza, le pregunté si ha intentado suicidarse y asombrado, dijo que le agradecía a Dios
por la vida y aunque fuese dura su estancia en ese lugar él era un “guerrero”; para finalizar me habló
sobre su futuro y pensando en su familia respondió que quería estudiar, trabajar y no volver a caer
en la delincuencia.
Por: Angie Yurani Calderón
Por: Daniel Quitian
Delincuencia
juvenil Una vida o una oportunidad para salir de la pobreza. Mujeres de la vida fácil, siempre intentan
justificar su trabajo diciendo: “yo solo quise irme a la prostitución por necesidad, ya que vivíamos
mal y todo lo que me daban me lo echaban en cara, esto hace que cualquier persona se estrese y
tome decisiones locas que al final terminan siendo una profesión”.
Yo como entrevistador pensé que esa respuesta solamente era una excusa, ya que esa no es la única
salida a este tipo de problemas, puesto que pienso que se debe hacer lo que nos gusta y ejercerlo
al máximo. A las mujeres prostitutas les gusta lo que hacen, ellas se sienten bien así, sería muy
ignorante si las criticara, ya que ellas hacen lo que les satisface.
También existen mujeres que no encuentran placer en esta profesión, ni ningún tipo de gusto. La
manera más fácil de ingresar a este trabajo es con la ayuda de una amistad. Esto fue lo que nos
contó esta mujer de 25 años, quien motivada por la estabilidad económica que tenía una amiga y
los lujos que se podía dar con su trabajo, se entusiasmó lo suficiente por ser como ella, por ello el
primer paso que dio fue contactarla y comenzar a hacer lo que la gente le pedía.
Son muchos los peligros en esta profesión. Esta trabajadora sexual nos contó una experiencia
fuerte, y así comenzó: “el tipo llegó muy decente a decirme lo que todo hombre le dice a una mujer
en estos lugares, nos fuimos a la pieza y pues todo marchaba normal, hasta que él me dijo que le
hiciera sexo oral. Simplemente yo no copié y le dije que yo no hacía esas cosas, el tipo se enfureció,
cuando me di cuenta, me estaba apretando el brazo. Yo comencé a gritar, dos guardias llegaron y lo
sacaron, mientras que el estúpido me iba amenazando”. En esos momentos pensé que mi jefe se iba
a molestar por esto, pero él solo me dijo: “aquí pagan por su cuerpo, no por su boca”.
Toda mujer que entra al mundo de la prostitución lo primero que quiere saber es su sueldo. Esta
mujer nos contó cuánto ganaba cuando entró a este trabajo y esto fue lo que nos dijo: “Yo ganaba
40 mil por hombre y así fui subiendo un poco más, ya que hacía mucho ejercicio y tenía un cuerpo
muy lindo y proporcionado”.
“Después comencé a hacer solo shows y mi jefe me puso un sueldo fijo, o sea ya no me tenía que
acostar con nadie, en ese entonces me ganaba 250 mil diario y muchas veces no hacía nada. Yo
era una de las pocas con ese privilegio”. En este trabajo las mujeres están expuestas a peligros y
enfermedades, pero el dinero las motiva sin importar ninguna circunstancia, separándolas de sus
sueños.
¿Es una
excusa o en
verdad no
hay más
salida?
24
25
14. Saúl Canizales es un hombre de 86 años de edad que aún tiene muchas expectativas y sueños
en la vida. Es un anciano que por diferentes circunstancias familiares desde muy joven tuvo que
aprender a vivir y hacerse responsable de sí mismo, actualmente vive solo, “vivo solo, con Dios y
María Santísima”. Su gato es su única compañía en casa, pero a pesar de esto es una persona muy
feliz y agradecida con la vida, su rutina diaria parece ser normal pero no lo es, teniendo en cuenta
que realiza todas las labores de su casa como son cocinar, lavar su ropa, hacer el mercado y mantener
la casa en orden: “Poco a poco voy haciendo las cosas, un día hago una cosa y mañana, otra cosa”.
Sus dos hijas sienten gran admiración hacia él, porque siempre ha sido un hombre responsable y
trabajador, muestra de esto son su cantidad de arrugas y manchas en la piel. Gran parte de su vida
la dedicó a prestar el servicio militar en donde fue uno de los mejores hombres, destacado por tener
buen sentido de pertenencia y amor por su institución, por esta razón es un hombre estricto y
organizado; luego se fue a trabajar en una hacienda de Chicoral, en donde se destacó por ser uno de
los mejores hombres convirtiéndose así en la persona de mayor confianza para su patrón.
Esta hacienda se convirtió en el actual Centro de entrenamiento de la policía del Tolima, por tal
motivo hace ocho años dejó sus labores agrícolas y decidió vivir en Ibagué. El brillo de sus ojos refleja
el gran amor, admiración y dedicación hacia este lugar y en su tono de voz se puede sentir la emoción
de esta gran experiencia vivida, que marcó su vida con grandes recuerdos y momentos compartidos
junto a la naturaleza. Al pasar de los días su mente guarda una linda imagen, como una hermosa
y gran fotografía, que le hace revivir una cantidad de momentos y experiencias compartidas con
personas que marcaron su vida con un inmenso sello de felicidad.
Como todo campesino es amante de la naturaleza, tanto así que en su actual casa tiene el más lindo
e importante recuerdo que para él representa todo el trayecto de su vida, el hermoso jardín que se
destaca por tener gran abundancia de azulina, es una planta de pequeñas flores blancas y azules;
también cuenta con rosas y orquídeas.
Don Saúl piensa que la vida es como un jardín, día a día nace una flor que significa la alegría de
un nuevo ser y consigo las ganas de luchar para ser feliz, con lo poco o lo mucho que la vida nos
regala. Su percepción sobre la vida es lo que le permite soñar y sentirse acompañado sin importar la
circunstancia en la que se encuentre, aunque en su cara refleja el dolor y sufrimiento que atravesó
durante el trayecto de su vida, siempre tiene una sonrisa que lo hace una persona única y admirable.
Por: Julieth Michelle Lievano
Los sueños
nunca se
acaban
Estar en una barra brava no es simplemente ir al estadio, andar con un grupo o pelear contra otras
barras; es apoyar un equipo transpirando pasión por él, sentir una alegría más que grande cuando
mete un gol, gritar de felicidad por ganar un partido, y llorar de satisfacción por ganar una copa.
James es un joven de tan solo 18 años debido a sus cicatrices, su cara con esa expresión de
seguridad, unos rasgas físicos muy claros tiene una historia de vida que no todos comprendemos el
porqué actúa así. Sus padres no están de acuerdo con su estilo de vida, ya que ellos saben el peligro
al que se expone su hijo al estar dentro de una barra brava. Las consecuencias que le ha traído esto
es estar prácticamente en la calle al ser echado de su casa por los padres; los grandes sermones y
palabras por parte de ellos no son más que un simple recordatorio de lo que James ya sabe, pero aun
así sigue haciendo con su vida lo que él quiere.
Los peligros más grandes a los que se expone un hincha de una barra brava, que él define como
“guerros”, no es más que arriesgar su vida viajando en tractocamiones (mulas) de una ciudad a otra,
con el fin de ver a su equipo jugar. Además, también es peligroso portar la camiseta de su equipo en
el lugar equivocado, porque le ha tocado correr, esconderse y hasta enfrentarse a otras personas
por el hecho de ser hincha de otro equipo.
Su historia de vida muestra la triste realidad que le tocó aceptar, que es la muerte de un amigo
por defender un equipo o simplemente una ideología, un escudo, unos colores o una camiseta; ver
morir a una de las personas más cercanas le demostró que no era ni será intocable, que siempre si
hay riesgo y estará expuesto sufrir una lesión o a llegar al mismo final al que llegó esa persona tan
cercana a él.
Un consejo que le da a los jóvenes es que si les nace apoyar a un equipo lo hagan, pero que no tienen
que exponerse a peligros como viajar en carretera, pelear y arriesgar la vida por su equipo. Pueden
ver los partidos en paz, ir al estadio pero sin causar violencia, apoyar a su equipo pero no hacerse
matar por un escudo, que nunca les dará nada y solo pondrá en peligro sus vidas y la de los seres
que más quieren.
Sin
importar
las
consecuencias
Por: Andrés Felipe Alvarado
26
27
15. Jazmid Acosta tiene 42 años, es de pelo castaño, estatura media y piel color blanca; se caracteriza
por ser una mujer luchadora, trabajadora y como los colombianos dicen, berraca. Ha tenido
dificultades en su vida pero aun así con la mano de Dios ha salido adelante gracias a su sacrificio y
devoción.
Cuando viene a Colombia llega cargada de regalos para sus seres queridos y se va con el alma llena
de amor y recuerdos gratos, porque ella es una colombiana, que como miles más, emigró de su
tierra natal para buscarse un futuro mejor en el exterior. Jazmid nació en Villarrica (Tolima) en 1971,
vivió con sus padres y sus dos hermanos hasta que se graduó del colegio, pero como su familia se
desintegró ella decidió tomar las riendas de su vida y salir adelante sola. Se trasladó a Bogotá, y allí
trabajó en varios almacenes y restaurantes para poder pagar sus estudios, los cuales realizaba en
la noche.
Al pasar el tiempo se casó pero desafortunadamente esa relación solo duro un año. Al poco tiempo
se le dio la gran oportunidad de ser traslada a Chile, para abrir una nueva oficina de Interpc, la
empresa en la cual trabajaba en ese momento. Años después conoció a quien hoy en día es su
esposo, Rolf Angerstein, un alemán residente en Chile, con el cual creó una empresa de ingeniería
que ha logrado traspasar fronteras hacia México y Argentina, entre otros países.
Actualmente está radicada en Chile, viene a Colombia cada año en la época decembrina para celebrar
estas festividades con su familia, a recordar el calor de su hogar y el sabor de la comida colombiana;
también para enseñarle a su esposo de dónde proviene, mostrarle la calidad de país que es este y
con el fin de que él también se sienta colombiano.
Su mayor sueño es tener un hijo pero desafortunadamente su esposo es fumador y eso le ha
causado infertilidad, aunque han intentado adoptar son consientes de las consecuencias que les
puede traer eso, y por eso se ha consolado haciéndose cargo de su sobrino para que no le falte nada.
A través de su ejemplo se puede ver un poco la realidad de algunos colombianos que viven en un país
distinto al de su origen; aunque muchos de ellos tienen que pasar dificultades y conseguir diversos
trabajos para ayudar a sus familiares en Colombia, algunos cuentan con suerte como en el caso de
Jazmid.
Aun así, estar en otro lugar que no sea su hogar es una situación incómoda, ya que las costumbres,
la actitud, la comida, las calles y hasta la vestimenta es muy diferente. También el hecho de estar
lejos de su familia hace que todo sea más complicado, no hay nada mejor que tener un ser querido
cerca brindando cariño y apoyo, porque en el extranjero se siente mucho la soledad.
Por: Angélica María Gordillo
Anhelando
la Patria
Para Amparo, vivir en Estados Unidos no era un sueño, pero a pesar de esto, viajó y vivió en este
país junto a su esposo y su pequeño hijo. La entrada fue legal, pero cuando decidió quedarse y
trabajar, dejó de serlo. Allí, contó con la ayuda de su hermano, el cual le dio trabajo y el resto del
tiempo era empleada de una agencia de aseo, pero el pago no compensaba las necesidades que
surgieron en ese país ajeno y aún más duro con los inmigrantes indocumentados.
El desasosiego se gestaba en cada lugar; en cierta ocasión , en la que se dedicaba a vender
mercancía al por mayor junto con unos chinos, el único obstáculo no fue el idioma, también era el
temor por la llegada de los de inmigración, y así , sin más aviso que su presencia y el requerimiento
de documentos a los que allí eran empleados, lograron que esta colombiana saltara una pared
para huir, la cual no solo representaba la división entre un lugar y otro sino la frontera entre su
permanencia y una inminente deportación.
Durante su estadía, no vivió la indeseable experiencia de ser llevada a inmigración; un lugar, al
cual llegaban personas de todas las clases, así como pueden llegar madres de familia, también
era posible encontrar personas que veían en los Estados Unidos la posibilidad de ganar dinero
ilegalmente; Amparo no lo vivió, pero sí lo sintió, cuando a su esposo lo reportaron y llevaron a este
lugar; para la fortuna de este colombiano, la espera del vuelo a Colombia fue tan solo de ocho días.
Después de esta experiencia para su esposo, pedir la visa era la prioridad; presentarse en la
embajada y responder a lo solicitado lucía sencillo, pero en el momento de responder si alguna vez
había entrado ilegalmente al país, decidió negarlo; ese error o intento de hacer las cosas menos
complicadas, dio como resultado una cortante palabra “negada” sobre lo que podría haber sido la
visa, vía correcta para retornar a aquella agitada vida en Norteamérica.
La puerta grande se cerró para él y el río Grande lo esperaba. Por sus aguas trató de cruzar la
frontera de su sueño, y así, por segunda vez lograba seguir adelante junto con la ibaguereña y los
que ahora eran dos pequeños; esto solo fue una de las innumerables etapas que vivieron. Para
continuar con la idea de legalizar su estadía, su matrimonio ahora se disiparía. Su esposo logró
conseguir la residencia al casarse con una conocida.
Para concluir, esta mujer de corazón sencillo solo tiene agradecimientos para el país en donde vivió
de una u otra manera. Ahora ve reflejados sus desvelos y empeño en la vida prospera de sus hijos,
no sin dejar de reconocer el error cometido y los sacrificios que hizo a causa de su condición de
residente ilegal, en el generoso pero envolvente mundo estadounidense.
Otro país,
Otra vida
y el mismo
anhelo de
ser feliz
Por: María José Ávila Roa
28
29
16. Camilo Arroyo, el protagonista del documental de Patricia Ayala “Don Ca” es un hombre alto, de piel
clara y pequeños ojos, que sobresale en un aislado pueblo del Pacífico colombiano de población
en su totalidad afroamericana. Una historia tan fascinante y bizarra que parece de película, sobre
un hombre que se mueve entre dos mundos: por una parte, un lanchero humilde en una alejada
población, que como muchas ha sido abandonada por el gobierno y la sociedad; por otra parte, un
vástago con apellido de abolengo, lleno de historia patria.
Nació en Popayán en el año 1949, creció siendo el primero de cinco hermanos, en una familia de las
ilustres de esa ciudad. A la edad de dos años él y su familia, sus padres, su abuela y su hermano
menor, Pedro Arroyo, se trasladaron a la ciudad de Bogotá. Vivieron allí alrededor de seis años,
tiempo en el cual nacieron sus dos hermanas. A la vuelta a Popayán, se unió su abuelo a la familia,
y allí en esta ciudad, años después nació su último hermano.
De pequeño Camilo sufrió de asma, le daban ataques constantemente y su estado de salud
normalmente era delicado. Con todo y esto solía meterse en problemas junto con su hermano Pedro,
quien le seguía en edad y fue su compañero y cómplice en sus travesuras de niño y de adolescente.
Nadie bajo estas circunstancias imaginó en ese entonces, que este chico inquieto terminaría
viviendo casi en la mitad de la selva, rodeado de animales y especies exóticas, aunque de pequeño
siempre demostró un espíritu aventurero y un gran amor por la naturaleza. Precisamente, de esto
trata el documental.
Camilo es un hombre que vive apenas con lo necesario, pero que no quiere nada más, pues como él
mismo dice “la felicidad es la menor distancia entre lo que se tiene y lo que se desea”. Vive en Guapi,
en una casa de madera, en un lugar para no aburrirse. Él se enamoró de ese pueblo, a tal punto que
aún sigue viviendo allí con sus micos, sus perros, sus gatos, sus loros y sus gallos de pelea, que son
tan queridos y apreciados como los hijos que le van llegando.
Camilo Arroyo expresa que no le gustaría tener una vida diferente. Para él, vivir rodeado de árboles
y ríos, es su ideal; que la paz interior y social, es su más grande anhelo; y que espera que exponer
su vida no traiga problemas o malas interpretaciones. No se considera una persona prejuiciosa, pero
es fiel a sus principios. Dice que espera que las personas que han visto el documental quieran hacer
parte activa en la solución del problema de violencia que se vive en Colombia.
Por: María Paula Cardozo Prías
El hombre
de la selva
guapireña
La felicidad es la menor
distancia entre lo que se
tiene y lo que se desea
Mi
30