El documento enfatiza la importancia de cuidar y proteger la naturaleza. Argumenta que cada persona tiene su propio estilo natural, como una fisonomía, y que aunque el hombre puede cultivar y mejorar su naturaleza, no puede cambiarla. También señala que la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra, y que no se debe dañar la naturaleza ya que produce tristeza que hable mientras el hombre no la escucha.