El documento argumenta que a pesar de que la mayoría de los avances científicos y tecnológicos se concibieron para el bien común, no han traducido en un progreso real del ser humano ni han mejorado su calidad de vida. A pesar de tener el potencial para garantizar que todos tengan sus necesidades básicas cubiertas, en su lugar han conducido a una situación crítica para el planeta y ponen en duda si realmente ha habido "progreso". Plantea que es necesario reflexionar sobre lo que realmente buscamos
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Cientifico-tecnologico
1. Hemos sacado en claro dos ideas sobre el avance científico-tecnológico que ha
experimentado la humanidad:
No se ha traducido en un progreso real del ser humano a la hora de cubrir sus
dependencias básicas
Nos ha conducido a una situación crítica, a lo que promete ser un punto sin
retorno y sin referentes previos.
Sin embargo, la gran mayoría de los avances técnicos y científicos se han
concebido, generalmente, con las mejores intenciones. La mayoría han sido
creados para un bien común.
¿POR QUÉ NO HAY UN PROGRESO REAL?
2. Entonces, ¿cómo puede ser que, sistemáticamente,
todo lo que creamos "para bien" acabe siendo
utilizado "para mal" y una vez tras otra, tengamos
que sopesar las ventajas y las desventajas de todas
y cada una de las cosas que inventamos?
Si tras cada invento, "hecho para un bien", tienes
que estar valorando en cuánto te perjudica, es que
nuestra evolución está resultando de lo más
ineficiente.
3. Es como si cada vez que besáramos a un ser querido,
tuviéramos que estar calculando cuantas
enfermedades podemos transmitirle con el beso.
Alguien que se viera obligado a hacer esto estaría
evidentemente muy enfermo y su primera prioridad
debería ser curarse, ¿No?
Pues así está la humanidad con cada avance que
realiza.
4. Creamos medicinas y vacunas para curar las enfermedades, pero con el
paso de los años, vamos descubriendo los efectos secundarios nocivos
que provocan y las nuevas dolencias que causan.
5. Creamos vehículos fantásticos que nos permiten movernos a gran
velocidad, pero el petróleo del que dependen es fuente de guerras y
contaminación hasta el punto de dañar el equilibrio atmosférico del
planeta.
6. Creamos fuentes de energía fabulosas como las centrales nucleares, pero
un solo fallo de una de ellas, nos aboca a una contaminación mundial sin
precedentes.
¿Cómo se puede ser tan torpe? Esto no tiene ninguna lógica.
Alguna cosa falla y evidentemente falla en el interior de nuestra mente, a
nivel comunitario y a nivel individual.
7. De hecho, nuestros propios avances científico-tecnológicos dan
buena fe de ello.
Con todo lo que hemos creado y con todo lo que conocemos, a
estas alturas podríamos garantizar que cada humano nacido en
este planeta no tuviera que preocuparse jamás, a lo largo de su
existencia, ni por su sustento ni por obtener un techo bajo el que
vivir.
La ciencia y la tecnología nos lo permiten de sobra desde hace
décadas:
podríamos dedicar la mayor parte de nuestro tiempo y energía
vitales, no a luchar por nuestra subsistencia como cualquier otro
animal, sino a actividades superiores de carácter creativo o
intelectual.
8. Pero por lo visto, lo único que hemos conseguido con el paso de los
siglos ha sido crecer en número hasta poner en peligro los recursos
planetarios y vivir muchos más años que nuestros antepasados, para
así poder trabajar aún mas tiempo gastando recursos para
garantizar nuestra subsistencia.
Y a eso lo hemos llamado "progreso".
¡Es sencillamente ridículo!
9. Ha llegado pues, la hora de que dejemos de servir
como zombis a esta gran maquinaria y que nos
hagamos, de una vez, las preguntas necesarias.
¿Somos más felices que nuestros antepasados, sí o no?
¿Somos mejores seres humanos que en otros
momentos de la historia, sí o no?
¿El planeta y nuestro entorno en general está mejor o
peor con cada día que pasa, sí o no?
10. Y ante todo,
¿Qué estamos buscando?
¿Qué queremos ser?
¿Cómo queremos que sean nuestras vidas?
¿Cuáles son nuestros sueños?
Respondamos con sinceridad a estas preguntas y sabremos si el
progreso es real o si nos estamos engañando a nosotros
mismos.
Vale la pena parar motores y discutirlo con detenimiento,
aunque eso comporte el esfuerzo titánico de tener que
levantar la mirada de la pantalla del i-phone por unos
momentos…