El documento habla sobre las interjecciones, que son palabras o expresiones que denotan estados de ánimo y no tienen una función sintáctica determinada. Explica que pueden consistir en una sola palabra como "¡ay!" o "¡hola!", o ser expresiones formadas por más de una palabra como "¡Qué bárbaro!" o "¡Madre mía!". También menciona algunos ejemplos comunes de interjecciones que expresan emociones como sorpresa, dolor, desprecio, advertencia, alegría o entusiasmo.