La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto sangriento entre facciones de izquierda y derecha que dividió a España. Comenzó cuando un grupo de generales se sublevaron contra el gobierno republicano democráticamente electo en 1936. La guerra resultó en una lucha brutal entre nacionalistas dirigidos por Francisco Franco y las fuerzas leales a la república. Después de varias batallas clave, Franco capturó Madrid en 1939 y forzó la rendición de la república, estableciendo una dictadura fascista que
2. Fue uno de los acontecimientos más importantes y decisivos
de la historia española del siglo XX. Representó una
confrontación dramática y sangrienta de ideologías e
intereses sociales, cuyas heridas tardaron muchos años en
cicatrizar. Las causas fueron internas y muy
complejas, aunque no se pueden desligar de la crisis
económica de los años treinta y en la crisis política de las
democracias occidentales en el periodo de entreguerras.
Además, en el conflicto intervinieron, a favor y en contra de
cada uno de los contendientes, las distintas
potencias, según afinidades ideológicas –
democracia, comunismo y fascismo- por lo que es
considerada un anticipo de la segunda guerra mundial.
3. Los militares conjurados contaban con el respaldo
de elementos políticos de la derecha española y de
hombres de negocios como Juan March. El
general Emilio Mola, director del golpe pretendía
un golpe rápido mediante un dispositivo militar
de sublevación simultánea en diferentes
guarniciones en el territorio nacional, pero no lo
consiguió, por lo que el golpe acabó
convirtiéndose en una larga guerra civil.
4. La sublevación comenzó el 17 de Julio de 1936 en la zona
española de Marruecos, a donde llegó el general
Francisco Franco para hacerse cargo del mando. El 18
de Julio la sublevación de extendió por toda España.
Las regiones de ideología conservadora y economía
agrícola apoyaron al sublevación, mientras que en las
grandes ciudades y regiones industriales desarrolladas,
el golpe fracasó y se mantuvieron fieles a la República.
5. En Madrid, el general Joaquín Fanjul no resistió en el
cuartel de la Montaña y, en Barcelona, el general
Manuel Goded no contó con el apoyo de la guardia
civil.
6. El País Vasco, ideológicamente conservador, se
mantuvo republicano –menos Álava- ante la promesa
de aprobar un Estatuto de Autonomía. También
quedaron en esta zona Santander, Asturias –excepto
Oviedo capital- y las regiones levantinas de Valencia y
Murcia. Por el contrario, Zaragoza fue tomada por el
general Miguel Canabellas.
7. Andalucía, donde predominaba el
izquierdismo, quedó dividida en dos. En Sevilla, se
hizo astutamente con el poder el general Queipo de
Llano y arrastró consigo a Granada y Huelva, en
condiciones, eso sí, precarias por tratarse en sus inicios
de núcleos aislados hasta que consiguiera unirlos por
ferrocarril.
8. Quedaron en zona republicana Málaga, Almería, la
provincia de Jaén y las altiplanicies granadinas de
Guadix y Baza.
9. La Guerra de columnas
Guerra total y cambio de estrategia
El fin de la Guerra
10.
11. Al principio, los generales sublevados intentaron la
toma de Madrid, para lo que el ejército operó mediante
pequeñas columnas que avanzan a pie o
transportadoras de camiones por la carretera en un
avance rapidísimo, favorecido por la desorganización
republicana de un verdadero ejército regular. Sin
embargo, el ejército rebelde tuvo que vencer varias
dificultades. Sólo la ayuda italiana con aviones y el
apoyo de la flota alemana hicieron posible la operación
del paso del Estrecho.
12. Por Extremadura, las fuerzas sublevadas, mandadas
por el coronel Juan Yagüe, marcharon a Madrid y
tomaron Badajoz, pero el desvío desde Talavera de la
Reina a Toledo para liberar el Alcázar, donde resistía el
coronel José Moscardó, permitió a los generales
republicanos José Miaja y Vicente Rojo reorganizarse y
detener las columnas del general Varela a las puertas
de Madrid. El frente quedó desestabilizado en la
Ciudad Universitaria y nació la consígnia del ¡No
pasarán!. Ante esta circunstancia, el gobierno
republicano se trasladó a Valencia.
13.
14. A partir de Noviembre de 1936 la guerra fue ganando
envergadura y se cambió de estrategia; se pasó a las grandes
ofensivas y contraofensivas. La guerra se modernizó. La
aviación pasó a ser un arma fundamental y se llegó, en
definitiva al concepto de guerra total, al ser bombardeadas
las ciudades y las retaguardias con el consiguiente
sufrimiento de la población civil.
15. Comenzaron las grandes operaciones militares. Así, en
la ofensiva de Franco a Madrid se dieron las grandes
batallas del Jarama, con combates aéreos, y de
Guadalajara, en las que las divisiones italianas
enviadas por Mussolini fueron derrotadas por las
brigadas internacionales. Después de este
contratiempo, Franco decidió abandonar Madrid que
obligaría a una pesada guerra de desgaste. El general
republicano Miaja, ayudado por tanques rusos, con la
intención de embolsar al ejército del Norte
franquista, inició la contraofensiva de Brunete, pero
fracasó en el intento.
16. Tras la toma del Norte, en octubre de 1937, Franco
proyectó la marcha hacia el Mediterráneo, con el fin de
dividir la zona republicana en dos y dejar aislada
Cataluña, para lo que, después de recuperar Teruel, sus
fuerzas consiguieron llegar al mar por Castellón. Para
contrarrestar esta ofensiva y frenar el avance de Franco
sobre Cataluña por la costa, el ejército republicano
realizó un supremo esfuerzo en Verano de 1938 e inició
la llamada batalla del Ebro.
17. En una gran ofensiva, atravesó el río y estableció una
cabeza en puente Mequinenza para embolsar al
ejército enemigo. Pero este último consiguió
reaccionar y vencer a los republicanos en una dirá
batalla de desgaste. Libre de obstáculos, se inició la
ofensiva de Cataluña. En Enero de 1939 Barcelona es
tomada por el ejército franquista.
18. Tras la perdida de Cataluña, la España republicana
quedó reducida a Madrid capital, una parte de Castilla-
La Mancha, la zona costera levantina hasta Almería y
la parte de la provincia de Granada. El presidente del
gobierno Juan Negrín quiso resistir hasta enlazar con
una posible guerra mundial, pero se formo una Junta
de Defensa, presidida por el coronel Casado, con el fin
de gestionar una rendición honrosa, aunque Franco
impuso la rendición incondicional.
19. Sus tropas entraron en Madrid el 28 de marzo
e, inmediatamente, fueron cayendo el resto de los
territorios todavía republicanos. El día 1 de abril de
1939, Franco anunciaba el final de la guerra. Dejaba
tras de sí un reguero de destrucción y de sangre: el
drama de innumerables muertos, el recuerdo de los
‘’paseos’’ o ‘’sacas’’, las ejecuciones, el hambre y la
emigración forzosa de la ‘’España peregrina’’