Paper poblacion_y_progreso_economico_@santi_toribio
1. Población y progreso económico. Demografía en la crisis de demanda (envejecimiento,
natalidad y otros)
Desde el inicio de la crisis económica se han materializado varias políticas que desde mi
perspectiva son contrarías al necesario crecimiento económico:
-por un lado una subida en la edad de jubilación, con el fin del sostenimiento de la Seguridad
Social que a mi juicio:
a) va a impedir el acceso al mercado de trabajo a multitud de jóvenes.
b) va a contraer la demanda de los ancianos/asalariados como consecuencia de un
nuevo horizonte de inestabilidad.
c) va a incidir directamente sobre la productividad per cápita del factor trabajo.
- la delegación en la UE de las políticas de empleo entre los jóvenes motores del crecimiento
económico.
- y en un último término y no menos importante por la inacción en las políticas de desarrollo
demográfico-económico (políticas de natalidad y políticas incentivadoras de demanda) .
Sinceramente creo que al final estas determinaciones gubernamentales (de gobiernos de uno y
otro signo) están centrándose en atajar el síntoma pero no la enfermedad.
En mi opinión hay que:
a) romper la relación causal entre crecimiento económico y crecimiento de la población
(entendiendo que en la decisiones familiares sobre natalidad ha sido sustituido la ley
natural de conservación, por una ley de “supuesta racionalidad económica” )
b) y desarrollar la idea de una relación no casual (¿casual o causal?) entre crecimiento
poblacional ( desde la perspectiva del incremento de base de consumidores ya sea por
nuevos nacimientos o por el desarrollo o mejor reinversion de nuevos “nichos de
población”) y crecimiento económico.
En una simplificación teórica, la dimensión demográfica tiene una doble vertiente como
productora PIB=f(población) y consumidora (Y=f(población).
Atendiendo a esa simplificación y teniendo en consideración que este es un mercado
“perfecto” pienso que el marco de equilibrio debiera ser determinado por las empresas y
tutelado por el gobierno (en cuanto a lo que tienen que decir sobre la remuneración unitaria
del factor trabajo y en cuanto a la cantidad de factores a remunerar).
Respecto a la vertiente consumidora, pienso que esta en las manos de las personas en cuanto,
al uso de las remuneraciones surgidas de la propiedad del factor trabajo y en cuanto al
incremento de la población debida a las decisiones sobre natalidad.
Planteaba anteriormente que hay que deshacer en la opinión pública la asociación de la
natalidad en función de la situación económica coyuntural, y a su vez convertir a los mayores
2. de 67 años en una base elemental para el crecimiento económico no en vano en el 2022 los
mayores de 64 años van a suponer el 45% de la población .
Visto el trabajo como factor productivo nadie debería argumentar que un incremento de un
un factor productivo (en este caso futuros trabajadores) puede ser un lastre para el
crecimiento. Algunos utilizan como justificación teórica la ley de rendimientos decrecientes sin
tomar en consideración que esa tesis sólo puede ser avalada en una situación “ceterisparibus”.
Si tomásemos una serie histórica de los últimos 2 siglos podríamos comprobar que la relación
entre PIB y población es muy directa.
En estos 200 años la población en el mundo desarrollado se ha multiplicado por 6 y el PIB en
términos reales por 50. En el caso de los países en desarrollo la relación aunque menos
acusada arroja los mismos datos un crecimiento de PIB real superior en 36 veces superior al
del punto de partida.
http://www.gloobal.net/
Demografía en las decisiones de compra y crisis de demanda. Ley de dependencia.
Es intuido por todos nosotros que en la toma de decisiones de compra de un consumidor
pueden intervenir muchos factores:
- de tipo cultural, social, sicológico (aprendizaje, motivación, etc.) y factores individuales
(genero, edad, estilo de vida, etc.).
De acuerdo con Rollerblackwell y Paul Miniard los consumidores no son iguales y factores
como las disponibilidad económica, el tiempo, y la experiencia de compra y uso de productos
son elementos a tener en cuenta. En resumen las motivaciones de compra de un individuo, no
son las de todos los individuos.
De que manera la demografía nos afecta? Si le hubiésemos hecho esta pregunta a R. Blackwell
en el año 2002 nos hubiese contestado que “la demografía explica dos terceras partes del
todo. Por ejemplo ayuda a pronosticar los productos que estarán en demanada y las
3. inscripciones en la escuela que habrá en el futuro. También ayuda a pronosticar que drogas
estarán de moda dentro de diez años y que tipos de crímenes aumentaran”.
El análisis económico y demográfico creo que debe concluir en el diseño de una nueva ley de
dependencia. propongo se deber hace desde dos perspectivas:
- Descripción exhaustiva de dos segmentos de mercado (dependientes entre 0 y 16
años y mayores de 67 años) con especial relevancia de variables como edad, nivel de
ingreso, etc.
- Análisis de tendencias en base a grupos de población que en el futuro crecerán.
Fuente INE
Ley de dependencia.
Si las tendencias demográficas se mantuvieran en el futuro cercano en el 2022 la tasa de
dependencia en España se elevaría hasta el 56% (menores de 16 años y mayores de 67. Es
decir, por cada 10 personas en edad de trabajar habría casi 6 dependientes y potencialmente
inactivos.
Ley de dependencia desde la perspectiva de la natalidad.
La ecuación de PIB no ha varido PIB=C+I+G+(X-M) pero la descomposicion de sus factores si
4. La poblacion ha pasado de ser un factor que influencia la Inversion I=f(población, x, y,…) para
ser una componente del Consumo C=f(poblacion, z, v,…)
En España los hijos han perdido la condición de bien de capital (usado en la elaboración de
otros bienes) para convertirse en un bien de consumo.
Esta nueva relación de equilibrio y eficiencia perversa ha dotado a fijado una relación
demasiado directa entre la cantidad y la calidad de los hijos provocando situaciones
contractivas y expansivas sobre natalidad consecuencias del ciclo econímco.
Que soluciones propongo?
Desde el lado de la natalidad.
Convertir de nuevo a los hijos en un bien captial y un componente de Inversion.
Proponer políticas incentivadoras de la natalidad convirtiendo esos nuevos nacimientos en un
elemento clave en la renta final de las familias bien con el diseño de políticas de descuento
fiscal, “nacionalizando la natalidad” (estableciendo servicios, al servicio valga la redundancia
de la natalidad como guarderías, etc) o fomentando el desarrollo de una “economia de la
natalidad” facilitando medios cambiarios para el pago en la economia real.
Desde la perspectiva de la tercera edad.
Buscaría proponer politicas incentivadoreas del consumo. Por un lado relacionaría el consumo
con la renta final de este grupo, es decir, reducción de las políticas fiscales mediantes
5. impuestos al consumo indirecto como IVA según % de consumo sobre renta, según las
capacidades económicas y según las rentas procedentes de planes de pensiones (estatales o
no estatales).
Mi comentario
Me gusta el tema y enfoque de tu ensayo. Creo que has entrado a saco en las dimensiones
económicas, sociales y, sobre todo, políticas, de un hecho social que verdaderamente tiene
trascendencia para el futuro de nuestro país y, probablemente, de países vecinos.
Como sabes, yo mis comentarios no entro en la sustancia del ensayo porque mis opiniones
sobre cualquiera de los temas que tratais no es mejor que la vuestra. Me limito a verlo desde
la perspectiva de un lector.
Yo diría que, dejando aparte sus muchos puntos de interés, este artículo tiene un gran defecto:
carece de título.
Podría justificar este defecto con las mismas razones que he indicado a otros compañeros: el
título es un banderín de enganche para el lector que se asoma a la portada y, por otra parte,
que el título debe insinuar lo ofrecido en el texto y esas pocas palabras activan la mente del
potencial lector iniciando en él una primera pregunta, una curiosidad e incluso un rechazo.
Pero en tu caso, creo que la ausencia de título ha perjudicado la estructura y el tono del
ensayo. Trataré de explicarme.
El lector tiene la sensación de que has escrito muy caliente, como suele decirse. Que el tema te
toca de cerca o que es de los asuntos que llevan algún tiempo preocupándote, quizás por lo
que concierne a su vertiente política.
Los tres titulillos que has utilizado para abrir cada apartado no son realmente títulos, sino
enunciados de contenido. Y aunque parezca que están bie trabados entre sí, el lector no lo ve
tan claro. El lector ve cada apartado como una temática bastante apartada de lo anterior.
¿Qué tiene que ver la crisis de la demanda, primer asunto, con la ley de dependencia?
Una vez leído todo con atención he de reconocer que hay un hilo argumental común pero
insisto en que desde el punto de vista formal el lector no lo ve con la claridad con que estaba
en tu mente al ponerte a escribir.
De ahí que vuelva al título. Un título hubiera actuado como una agente integrador de todo el
discurso, algo que iluminara el camino que pretendías seguir con el lector, algo que
manifestara tus pretensiones y anticipara tus conclusiones.
No sólo eso. Creo que haber pensado un título te hubiera ayudado a estructurar mejor y dar
mayor fluidez al texto. Lo hubiera hecho menos caliente (al menos, esa es la apariencia) y más
convincente
Me he extendido en relación con el título porque es lástima que esta carencia haga menos
atractiva la lectura de un ensayo tan interesante.
6. Y un último consejo, de carácter formal: no abuses de los bolos y guiones, que son aceptables
(y no siempre) en informes de trabajo pero que no son propios de un ensayo publicable.
Un abrazo
Ricardo