La discriminación de precios es cuando una empresa vende un producto a diferentes precios a diferentes consumidores a pesar de tener los mismos costos de producción. Esto permite que un monopolista cobre precios más altos a aquellos consumidores dispuestos a pagar más, aumentando así sus beneficios. La discriminación de precios puede ser perfecta, cuando el monopolista conoce exactamente cuánto está dispuesto a pagar cada consumidor, o imperfecta, cuando divide a los consumidores en grupos.