Este documento contiene 19 fragmentos cortos de prosa que exploran temas como la soledad, la locura, la memoria y la mortalidad. Los fragmentos están escritos en un estilo surrealista y a veces críptico, dejando abierta la interpretación.
3. Para nadie
Escrito por
Starosta
(Rafael Bejarano)
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4. “No puedo recordar nada
Sin una tristeza
Tan honda que casi
No se me revela”
- De un poema que escribió John Lennon en una carta a su
amigo Stu Sutcliffe en 1961.
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P asos. Luz. Llovizna. Trafico. Tristeza. Mentas.
Música. Silencio. Frenos. Chismosos. Muerto. Todo
lo reproduzco en mi cerebro como si fuera un
cassette. Besos. Manos. Senos. Cama. Pene. Condón.
Oscuridad. Susurros. Vértigo. Vagina. Lengua. Dedos.
Semen. Cigarrillos. Despedida. Todo lo reproduzco en mi
cerebro como si fuera un cassette. Espejo. Jabón. Barba.
Agua. Madrugada. Somnolencia. Cortada. Maldiciones.
Teléfono. Reproches. Sangre. Ducha. Perro. Llaves. Afán.
Todo lo reproduzco en mi cerebro como si fuera un cassette.
Oficina. Computador. Informe. Reunión. Minifalda.
Erección. Diapositivas. Tinto. Agenda. Escote. Ventilador.
Corbata. Hipocresía. Notificación. Recuerdos.
Desconcentración. Mediodía. Almuerzo. Asfixia. Hastío.
Todo lo reproduzco en mi cerebro como si fuera un cassette.
Risas. Amigos. Cerveza. Culos. Morbo. Ebriedad.
Excitación. Marihuana. Iluminación. Baño. Mujer.
Penetración. Gemidos. Descontrol. Taxi. Puerta. Sala.
Cocina. Almohada. Madrugada. Reloj. Soledad. Lagrimas.
Día.
Todo lo reproduzco en mi cerebro como si fuera un cassette.
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6. ************************************************
S i en algún momento yo bajo mis brazos y me tiro al
suelo, vencido, derrotado, completamente olvidado,
por favor tómame el cuello y asfíxiame hasta recuperar
la cordura de vivir en mi locura. Acuéstate a mi lado y
empieza a hablar mierda hasta despertarme. Pégame fuerte
en la cabeza con algún buen libro. Llora por mí. Hazme ese
sacrificio.
Si en algún momento yo entierro mi cabeza en la arena y me
niego a escuchar lo tonto que es el mundo y empiezo a
graznar como un loco, por favor átame las manos y dime que
me amas, riégame como si fuera una planta y poda las hojas
marchitas de mi tristeza. Déjame creer que te importo algo y
muéstrame una foto de Hawái. Ríe para mí. Hazme ese
sacrificio.
Si en algún momento vez que yo no salgo más de casa y deje
de escribirte palabras tontas en el muro, por favor ven
corriendo hasta mí y derriba la puerta siempre abierta de mi
soledad. Prepárame un café hirviendo con dos cucharadas de
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8. ************************************************
E l señor W llevaba como tres años sin salir de la casa
después de que se le murió la mujer. Yo todos los
días pasaba por el frente de esa casa rumbo al colegio
y nunca nadie asomaba. Nosotros le arrojábamos piedras y
escribíamos grafitis en las paredes, pero nada. El tipo no
salía. Me acuerdo que una tarde las autoridades del pueblo
llegaron a la casa y golpearon la puerta y como siempre,
nadie abrió. Entonces forzaron la cerradura y entraron
violentamente, a ver qué pasaba. La gente se amontono en la
entrada a chismosear pero no se escuchaba nada adentro.
Después de unos minutos las autoridades del pueblo
volvieron a salir y llamaron a un cerrajero para que arreglara
la puerta y después se fueron sin dar ninguna explicación. De
eso ya hace como diez años. Ayer pase de nuevo por la casa
del señor W y la puerta estaba abierta. Eran como las diez de
la noche y no había transeúntes. Estaba yo solo, viendo esa
puerta que siempre estuvo clausurada, por fin abierta. No
pude resistir mi tentación y entre a ver qué secreto ocultaban
esas paredes. Después salí y volví a cerrar la puerta con
fuerza, y me cerciore que hubiese quedado bien trancada. Y
no quiero hablar más del tema…
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9. ************************************************
M e quedo quieto justo al final de las sombras de
los pliegues de mi cama. Me quedo quieto
mirando a la ventana. Los nuevos brazos de
escarabajo que salieron por mi tórax. Ahora tengo la tonta
manía de Samsa. Mi familia me dejo encerrado en mi cuarto.
Mi familia no me puede ver. Me han clavado un pedazo de
manzana. Ya no me dejan escuchar el sonido de aquel violín.
Detrás de la puerta puedo sentir a todos los escarabajos de
dos patas. Vienen a llevarme. Quieren seducirme. Quieren
integrarme.
Ya vienen todos los escarabajos de dos patas por mí. Y yo se
que van a acompañarme. Y yo se que van a ir detrás de mí. Y
yo se que van a estar aquí. Y yo se que se quedaran conmigo.
Vamos Kafka….
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T odo lo que hicimos se deterioro como el látex a la
intemperie implacable del tiempo eterno. La
ventana de la memoria siempre abierta esta y por
allí se fue tu voz, luego tu ser, para unirse a otras almas en el
cosmos. Derramaste con infinita pasión lágrimas de fuego.
Tu y esa loca manía de incendiar los recuerdos en el desván
de la memoria. El tiempo entre los dos murió de viejo y de la
pared de la sala se cayó otro reloj blando de Dalí,
desperdigando segundos y polvo por el suelo de madera
astillada. Pasaron nuevas horas por los orificios de la casa de
viento en donde estuvimos siempre y tu mediodía se inundo
entre la total oscuridad. La nave despego sigilosa y la muerte
un día se entero que tú ya no estabas y persiguió a aquel
nadador que fue el destino en la barca del Caronte dormido.
El perro de las tres cabezas se mordió a sí mismo y por allí
paso entre luces de neón a otra dimensión. Todo se hizo
lumbre y en el alumbramiento rancio de la vorágine de la
nada de nuestra historia juntos, nuestra desdicha crepito
dormida hasta renacer como un fénix sin alas en la orilla
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infinita que no veremos más juntos, los dos. Solo nuestros
pies se rozan con el agua salada. Y el silencio entre tú y yo, lo
es todo. Y lo que paso entre nosotros, no es nada.
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M
Y etcétera….
e voy corriendo hacia los costados sin moverme.
Me va dando vértigo cada vez que piso firme el
suelo.
Imagínese usted cabalgando en una espalda femenina llena
de dolor y luego llorar hasta que se muera de pena.
Y etcétera….
Meterse los dedos entre los ojos y arrancarse de tajo una bola
de cristal y jugar a arrojarla lejos, colina abajo.
Y etcétera….
Imagine usted quedarse quieto frente al espejo mientras se
cepilla los dientes con un alambre de púas electrónico y
morderse la lengua para no opinar.
Y etcétera…
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V amos rodando con el vértigo de nuestro lado por
esa carretera tan infinita como lo es la vida misma.
Vamos fuera de control con el acelerador a fondo.
Entre las luces te vi y continuamos la carrera hacia ninguna
parte porque no teníamos punto neutro ni meta. Doblamos
peligrosamente las curvas entre imágenes y jugamos a chocar
nuestros colores sutilmente en medio de las noches más
extrañas por donde hacíamos chirriar salvajemente nuestros
frenos y latas hasta hacernos perder de vista de todo el
mundo a la madrugada. Y se muy bien que eso no era amor.
Solo buscábamos un poco de calma escondidos entre
orgasmos. Cambiábamos nuestros aceites con tragos
amargos. Quemábamos las llantas en un imaginario asfalto. Y
de alguna forma de eso se trata vivir. Pero por estar jugando
no nos dimos cuenta del enorme muro que se nos venía
encima y así, nos estrellamos el uno con el otro hasta quedar
juntos vueltos mierda a la orilla del camino. Ya no queda
nada de ese instante, solo la vieja abolladura en mi motor,
que ya no funciona igual que antes.
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E l era un escritor brillante. Enorme. Fascinante. Yo lo
sé, porque…en realidad no me acuerdo por que,
pero si se que él era el mejor escritor del mundo.
Esa vez lo fui a visitar y nunca me olvido de la escena al abrir
la puerta: Estaba sentado en un escritorio pequeño, muy
pequeño en realidad, y al frente esa máquina de escribir
enorme. En el suelo, muchísimos papeles arrugados, pero en
blanco. Nunca entendí por que insistía con la máquina de
escribir esa, pues tenía un computador de última generación,
siempre apagado, en un rincón del cuarto. Yo me fui de allí y
no volví a saber más nada de él. E insisto: Era el mejor
escritor del mundo, pero lo más extraño de todo es que
nunca escribió ni una sola letra.
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I ba siempre con la maleta en la mano derecha. Iba
siempre avanzando sin mirar a ningún lado. No llevaba
sombrero, solo una vieja chaqueta gastada y los zapatos
curtidos del polvo de miles de días. Todos mientras tanto
estaban a su alrededor gritando y gritando bajo el calor del
mediodía de ese pueblo cafetero que no quiero recordar.
Todos se veían agitados, pero el continuaba solo con su
maleta en la mano derecha. Todos se ven perturbados. Todo
se ve muy raro.
Todos me gritaban: ¡Quítate de ahí idiota! ¡Hazte a un lado!
¡Retrocede! ¡Para!
Pero yo seguí.
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V oy tropezándome en los andenes vacios de la nada
en donde he quedado atrapado desde hace tanto
tiempo en el señuelo vil del olvido y la indiferencia.
Y desde allí pienso. Pienso en ti y en tus palabras que jamás
me dijiste porque yo no estaba a tu lado. Pienso en ti y en tus
manos creadoras de belleza que nunca me tocaron porque no
valía yo la pena. Y fumo. Un cigarrillo, mi eterna y dulce
compañía lejos de la tristeza. Me dejo caer en una cama y veo
pasar los días y días de mi vida desde una incubadora enorme
llena de planicies y abulias donde cada vez me ahogo más y
más hasta casi morir, pero torpemente, no muero. No
muero……
No muero….
Un mundo extraño me espera afuera lleno de cosas que no
me interesan porque mi tiempo ya pasó. Camino por
ciudades desteñidas ya de furia, en donde no queda nada más
que el aire que pueda atrapar entre mis manos. Y a eso yo lo
llamare felicidad. No se si quedarme aquí en el medio de la
abundante miseria que me rodea o salir a esos sitios que son
como espejos rotos en donde no me puedo reflejar. En
donde yo soy, no pertenezco. Solo es una fácil apariencia sin
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N o vayas. No te quedes. No te alteres. No dejes que
te atrapen y te metan en la trampa. No reniegues.
No te dobles. No vomites. ¿No ves que estamos
lejos ya de Bosnia? No aletees. No te detengas. No te caigas.
Hoy seremos nuevos, de nuevo. Mira todas las balas que
están pasando encima de nuestras cabezas. No te rindas. Ya
no llores. ¡Ya despierta! ¿No sientes ese sonido de parlantes
cayendo ensangrentados? No reproches. No desfallezcas. Ven
y pasemos otra noche ocultos en la vieja trinchera. Ven y
bebamos el agua del deshielo. ¿No entiendes que ya dejamos
atrás el golfo pérsico? Dame una palabra. Cruza el atlántico a
nado. Mira que sobre nosotros se poso el otoño. Hoy
seremos nuevos, de nuevo. No hables de más. No renuncies.
No dejes que llueva. Siempre queda tiempo para huir.
Siempre es tiempo de partir. ¿No entiendes que Afganistán
se cayó a pedazos? No flotes. No hagas más histeria. No
grites. No te duermas. No conectes más tu alma a la red. No
esperes. No vale la pena. Hoy seremos nuevos, de nuevo.
¿No ves que ya no estamos tan locos?
Un ángel desconocido nos salvara la vida….
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E ramos tres los que estábamos sentados en la mesa. La
habitación está desprovista de todo elemento, salvo
nosotros, las sillas y esa mesa redonda que por
momentos me daba mareos. Las paredes estaban en obra
negra, lo que le daba un aspecto más empobrecido a aquella
escena. Éramos tres allí, sentados, en silencio (Ya llevábamos
así casi una hora) mirándonos de a uno por vez. En el centro
de la mesa estaba el revólver, con una bala en el tambor.
Éramos tres sentados en aquella mesa y el reloj ya estaba a un
minuto de marcar las doce en punto y un nuevo día
comenzaría. Lo más fuerte de todo era que de aquella casa
solo saldrían dos con vida…
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E lla y su viejo truco de cortarse a escondidas. Yo la vi
deshilacharse con una guillete oxidada más de una
vez como un árbol talado de hojalata. Ella en mi son
fragmentos tristes del total. Yo le había prometido cuidarla,
pero para hacerle el bien, debí hacerle el mal, para que no
estuviera a mi lado y así salvarla de mi vida. Y lo logre. Ella
es un vegetal en la nevera, en primavera. Ella y su alma con
ataques de epilepsia, sospechosamente parecidos al amor. Yo
soy una casa cuadrada sin esquinas y con las maletas sin
empacar. Soy como un tango sin bandoneón y sin Gardel.
Ella son las luces de la calle que pasan sobre mí, volando,
cruzando, parpadeando y fallando. Cuando pienso en el final
pienso en mi pobre amor que no se va a acabar. Y soy en ella
el que no debe ser porque nunca estuve aquí. Y no se vale si
ella tiene que esconderse para poder verme. Así no son las
cosas. No sirve dar algo que salió de una nada, porque no
tiene valor allá en el cielo. Yo le dije a ella que no me hiciera
más el aguante, se lo pedí en nombre de la misericordia
divina. Le advertí muchas veces que no me curara las hijas
de puta heridas de mi pecho. Le dije que las dejara abiertas
hasta el día en que yo me muera, desperdigado en la más
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enorme tempestad de clavos. Lo di todo para ella,
calcinándome entero en mis propias llamaradas de soledad.
No busquen más culpables en esto. Solo es un infrecuente
abismo. Ella perdurara siempre en mi alma, como el dolor.
Ella deseaba ser una pelicana en continua migración, pero
tenía un ala marioneta de cartón. Yo le di palabras en un
pacto de silencio. Le exigí que dejara de revisar mis mails. La
descubrí hackeandome la contraseña. Ella susurro: “No reces
por mí” y yo cambie mi código de barras y encarcele su vida,
fuera de mi celda. El mundo no escribirá mi historia, porque
esto que se ve aquí, es para nadie. Y yo soy ahora mis propias
ruinas en un mar que va encallando barcos de espejismos del
pasado. No creo que mi cuerpo emane ahora algún sonido. Y
quiero que esto lo muestren por televisión.
Su amor es una despedida que no tiene fin….
¿Pulsar Rec?
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M e estoy elevando sobre las colinas anaranjadas.
Soy un desastre que pronto va a ocurrir. Somos
un minuto que dura para siempre. Hemos
mutilado de tajo la mano que nos da de comer. Hemos
asesinado al amor. ¿Dónde estabas cuando todo esto ocurrió?
Siento esa mano fantasma acariciándome. Soy una noche
esperando el amanecer. Pero el amanecer nunca va a llegar
porque el alma de la noche es eterna. Desearía sentir un rayo
de sol sobre mi espalda. Pero el sol está de vacaciones. El sol
en mi no se asoma. Solo siento el filo de la navaja clavándose
a traición. ¿Qué compraste con las treinta monedas que te
dieron por entregar al hombre? Siento esa mano fantasma
dándome palmadas en la espalda. Solo soy un pecado que
alguien va a cometer. Siento un susurro detrás de mi cuello.
¿Qué hiciste después de arrodillarte a gritar plegarias? ¿Qué
gano tu conciencia con eso? Siento esa mano fantasma
abofeteándome sin piedad. Siento que me hace falta una
mano…. ¿Que quieres a cambio de la tuya?
Soy un desastre que pronto va a ocurrir.
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R ecuerdo la última vez que vimos junto el Támesis.
Tú reías como loca mientras rompías la botella de
vino tinto y te cortabas la pierna laboriosamente. El
humo de las cornisas teñía las bandadas de aves de gris y así
pasamos todo el día. Yo bostezaba mientras tomaba
fotografías de los bosques de Van gogh y tu le susurrabas
secretos a su hirviente oreja. Yo disloque un segundo solo
por estar aquí y tú te sentaste porque te empezaste a sentir
mareada. Yo me tome una foto y te la deje para que
conversaran un rato mientras yo daba una vuelta por los
alrededores. El atardecer llego mas callado que nunca y tú
estabas allí, tirada, muerta, mientras mi retrato se reía
ruidosamente. Esa fue la última vez que vimos juntos el
Támesis. Ahora tú, vagas indiferente en el fondo del rio con
esa mueca violeta mientras yo trato de sintonizar canciones
con mi walkman, cada día. Han pasado los años y he
empezado a olvidar tu rostro. Debí haber tomado una
polaroid tuya ese día, solo para no olvidar….pero ya estoy
olvidando. La última vez que te vi, me sentí bastante mal. Y
ya no importa más.
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25. ¿
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Ella es una chica bomba? Corre agitado y no te
devuelvas por el borde. ¿Ella es la chica bomba? La
policía anti-explosivos se aposto a su alrededor para que
ya no lo sea- ¿Te gusto la chica bomba? Deléitate con la
explosión que te provocara entre sus piernas. ¿Amaras a la
chica bomba? Ni te imaginas que sentirás cuando se
desintegren en un fallido abrazo los dos ¿Lloraras por esa
chica bomba? Dile que no te importa que en cualquier
momento te vuelva mierda el impacto, antes de que se vaya.
¿Nunca habías visto una chica bomba? Ella está destinada a
entrar por la puerta grande. Tú saldrás siempre por la de
atrás.
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N o me explico cómo pudo haber pasado lo de Santa
Clauss. Nunca me voy a perdonar el haber dejado
encendida la chimenea aquella noche…
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M e he empezado a deteriorar como un aparato
eléctrico viejo y en desuso. Me empecé a dañar
como una fruta lejos del árbol bajo el sol, días
enteros. Me empecé a destrozar como un trozo de hielo que
se vuelve un iceberg y después se disuelve en el agua salada.
Me empecé a deshilar como un viejo saco guardado en un
cajón al cual ya nadie usa desde hace mucho tiempo. Me
empecé a acabar como una cerveza fría en un bar pobre y
ordinario de cualquier lugar del mundo. Me empecé a
marchitar como una flor en un jardín descuidado por donde
ya nadie pasa. Me empecé a esfumar como el humo de un
cigarrillo ya fumado y arrojado al andén de una ciudad
desolada. Me empecé a ir como un día al que le faltan
segundos para la medianoche. Me empecé a terminar como
estas letras, que ya sacaban aquí, para mí.
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E l atardecer se apresura a esconderse rápido y
silencioso detrás de las sombras. Ahora recuerdo
muy de cerca todo lo que no fue, y siento que caigo
en el roto aquel de los caníbales de la conciencia. Cae la
noche y mi herida cicatrizada vuele a abrirse de par en par
para introducirme en la persistente pesadilla de que me estas
acechando otra vez, justo antes del amanecer. Mis endorfinas
me reclaman y me gritan sin descanso: “Tú tienes la culpa” Y
yo naufrago en la vieja sensación de otras vidas en las que yo
me sumergía entre tus piernas, sin ningún temor. Ninguno
de los remedios que me receto el médico me han funcionado
para esta dolencia que cada vez crece mas y mas. Y como si
fuera poco, esta también esa sensación de vértigo cayendo
por los precipicios de mi mente hasta caer en los brazos
dañinos de mi lado más corrompido…
Y así, cada noche antes de dormirme la ceguera de mis
sueños intranquilos me asfixian sin compasión, y de nada me
han servido tampoco los rezos que aprendí de chico, cuando
quería disipar las tinieblas con la fe del que quiere creer sin
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saber bien en que esta creyendo. No sé si he renunciado a eso
del todo. No se…No sé cómo explicarlo. No sé cómo
explicarme….
Mi viacrucis avanza en esta noche de silencio….y todo va
por dentro.
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S uavemente me hago transparente en un La menor y
tomo la luz del día como excusa para esto. Y no me
importa si mi cabeza rueda lejos por la guillotina de la
opinión general, que es siempre la más horrible. Los ojos
rasgados de los intoxicados por la falsedad alumbran lo
superfluo que me acorrala y que no me importa, porque
siempre desafino al terminar el día. Mi vida se me sale de las
manos un metro más allá de donde puedo llegar. Un halo
santo me devuelve la conciencia disonante en un cofre sin
macula al que él llama: Corazón. Dibuja con la punta de su
pie el sendero por donde irla a buscar cada vez que se me
pierda de nuevo, angustiado entre corcheas, miedos y
cadenas. Y eso es algo que seguro pasara. Y las sombras
pasaran. Y las nubes también. Y las aves. Y los días. Y los
mares. Cuando la noche se esconda de nuevo en su rincón
retrocederé por el camino andado. Probare un viejo acorde.
Me hundiré en charcos de tristeza. Y preguntare:
¿Dónde está el amor?
So hayattir….
Y vago solo en otros lugares, y no acuden las ganas de
volver. Y abro otras puertas y no quiero entrar. Y se abren
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nuevos senderos y no quiero regresar. Y busco aguas
transparentes del desierto, sin quererlas probar. Y desde
aquí puedo ver todo el mundo en una coda y suelto las
gruesas amarras de enormes nudos que me atan el alma, lejos
de mi. Y cuido siempre que no se borren las huellas que me
acompañaron hasta aquí, lejos de mi. Y rasguño las heridas
que tardan en cicatrizar, lejos de mí. Y recuerdo todos esos
rostros que han pasado por mi vida, lejos de mi. Y la vieja
melodía sigue zumbando, lejos de mí. Y me sumerjo entre
olas de penumbras. Y pregunto:
¿Dónde está el amor?
So hayattir….
Mi transitar sigue, por donde nunca voy.
(Instrumental de pena)
Bis.
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E ste cementerio me da miedo – Dijo la muchacha.
- Tranquila. Los muertos ya están muertos y no
hacen daño.
Después de atravesar todo el campo llegaron a la luz de un
farol y la muchacha se dio cuenta que la persona que la
acompañaba era su abuelo, muerto hacía 10 años.
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H an caído los dos en aquella pegajosa e
interminable cama de motel barato del centro.
Cayeron sin saber bien por que estaban allí aquella
madrugada de domingo, pero el alcohol cumple con su
función y por esa razón a ellos eso no les interesa. Ella se
dejo desnudar con torpeza y sintió esas caricias desordenadas
y sin tacto por su cuerpo, y creyó inútilmente que eran roces
de un amor verdadero. El sentía esos besos como si fueran
ciertos y a pesar de haber bebido tanto su fiel amigo de mil
batallas se puso en pie y la penetro con mas ansias que
certeza, mientras ella cerraba los ojos y gemía encantada en
el simulador de su mente, que le decía: “yo te amo, yo te
amo” Ella se dejaba llevar por ese ir y venir de la carne que
ingresa en la carne y por instantes sentía como ese punto g
daba señales de vida para desaparecer de nuevo. Ella pensó
que este acto sin sentido era un vínculo que los uniría por
mucho tiempo. Ella quería que la amaran. Ella quería afecto.
El eyaculaba.
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E lla estaba sentada en aquella banca del parque, al cual
asistía todos los días de 2 a 8 pm, a cumplirle su cita
a la nada. Esperaba el regreso de aquel hombre que
le apuntalo el corazón y el sexo a punta de promesas y
semen. Lleva años sentada en esa puta banca de parque
esperando ni mierda. Y ella no es Penélope con su bolso de
piel marrón. Y ella no es la de la tonadita esa del muelle de
San Blas. No.
Ella lo que es, es una grandísima pendeja….
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I magínese usted caminando con mucho cuidado por un
camino tan delgado que solo puede meter un dedo del
pie a la vez, para no resbalar. El camino al infierno. Va
mirando a cada lado y se va dando cuenta que esta lloviendo
sangre de gente muerta y torturada. Imagínese que usted esta
rezando pero se le olvido lo que iba a decir y entonces ya
Dios no existe, sus palabras no existen y el cielo se esta
cayendo y las nubes pesan tanto como la conciencia sucia.
Nadie lo va a acusar de nada. Usted ya esta condenado.
Imaginase a usted.
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V oy a escribir el capitulo 2 antes de hacer el primer
capitulo. Voy a prepararme para que me digas que
no, antes de preguntarte si quieres tener algo
conmigo. No quiero a otras mujeres. Solo quiero estar
contigo. Porque tal vez seas la única mujer que nunca va
amarme, y en esto, yo no tengo remedio.
Voy a tener que recuperarme antes de enfermarme. Voy a
dormir por hoy y por mañana, porque tal vez la próxima
noche no podre dormir. Voy a decirte que te odio, porque
en un futuro lejano, te lo querré decir y ya no estarás cerca
de mí para poder hacerlo. Y en esto, me importa un culo si
me repito: No tengo remedio.
Vas a tener que esperarme a la orilla de un camino por el
cual yo nunca pasare, pues quedare tan herido de ti que
desde ya he decidió no hacerlo. Vas a tener que llorarme
noches enteras sentada en tu cama, pues extrañara el sexo
antes de habernos comido. Vas a tener que irte a la mierda,
porque es donde te mandare, por no haberme querido. Y te
quedaras con ganas de decir mil cosas, porque eres así, y en
este punto, tú no tienes remedio…
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G uardiana de la conciencia. Llévame a tus
mazmorras milenarias, pues estoy intentando ver
por televisión un canal porno. Llévate también a
mi vecina porque se esta masturbando mientras me observa
buscar el canal y piensa en su amante, que es su tío. Llévate
al párroco del pueblo, porque organizo una fiesta en el
campanario con unos amigos pedófilos y pervertidos, que se
entretienen viendo a la chica por su telescopio. No olvides
recoger de paso a la madre superiora del convento que esta
en la planta baja, pasando su lengua por la pelvis de la monja
recién llegada del pueblo, mientras se aferra firmemente a su
rosario de cuentas de madera para no ahogarse entre las
piernas de la virginal chiquilla. Y por esa misma calle unas
casas mas abajo un hombre que golpea a su mujer porque
llego ebrio y es muy macho para hacerlo, también deberían ir
contigo. Yo he dado todo lo que había en mí pero soy igual
de malo que todos ellos por querer mirar por la tele solo un
poco de sexo….Pero mi televisor no funciona.
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38. ¿
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Por qué hacen tanto ruido? ¿Por que no me dejan
dormir? Las insufribles miradas de los que aun no han
nacido se posan encima de mi cabeza. ¿Por qué no me
levanto? ¿Por qué estoy de pie? Soy la vieja marioneta gastada
del circo pobre de las afueras. No quiero que me digas nada.
No necesito saber la despreciable opinión de esa porción de
la clase desclasada intelectualmente. ¿No ves que yo no soy
brillante? ¿No ves que no aprendí a escribir? Y ahora tú te
crees omnipotente en tu cielo plagado de seguidores de
mierda. Quédate con ellos. Baja las persianas. Y publica algo
que me enerve la piel. Escribe algo que valga la pena. Y deja
ya de jugar a que eres bueno. Lo mejor de ti no será superior
a lo peor de mí. Y con eso me alcanza…..La lluvia se hace
presente y la caricatura no dejo en claro ya nada. Vives en un
mundo miserable, ¿Qué te sorprende entonces? ¿Por qué
piensas que no entiendes mis palabras? ¿Por qué no escribes
algo desde tu alma? ¿Por qué crees que vas en buen camino si
tu viaje aun no ha comenzado y tus maletas están cubiertas de
polvo? ¿Por qué no te animas a comenzar…?
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39. ************************************************
Y o hechice mil noches con una pequeña vara
encendida. No creí necesitar mucho para mantener
siempre el fuego encendido. Primero vacié las hojas
de los cuadernos de mi educación secundaria, porque eso ya
no me servía para nada. Después atice las llamas con las hojas
de mis diarios, porque lo que estaba allí escrito ya me lo
sabia de memoria. Luego paso el tiempo y deshice entre el
fuego todo lo que tenia, para que no se apagara la llama.
Ahora estoy desnudo y no queda nada más para quemar. Y el
fuego ya casi se apaga. El fuego esta a punto de convertirse
en oscuridad.
Ya no tengo fuego…
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Y a vienen los ángeles descendiendo lentamente por el
jardín. Es la hora de la despedida. Es la hora
definitiva y ahora si debo decirte adiós. Te beso las
manos que se niegan a estar frías. Que se niegan a separarse
de las mías, mientras las lagrimas ruedan como una música
triste que nadie quiere escuchar. Tu muerte será para toda
mi vida. Las rosas se desploman pétalo por pétalo y caen
muertas al suelo exhalando un ultimo suspiro antes de
marchitarse indiferentes de la pena que vuela en el aire. Eres
como un arroyo que viaja despacio y silencioso, hasta
perderse lejos de la vista. Te vas al cielo y de halla nadie te
podrá sacar jamás. Recordare tu pelo, tu aroma y tu preciosa
sonrisa. Tu mirada me la quedare para mí, y la llevare en mi
rostro hasta mi partida de este mundo, porque yo tengo tus
ojos. No sabría decir cuantas veces tu me cuidaste y ¡Que tan
triste soy! Jamás pude yo cuidarte a ti ni por un instante en
vida. Deja que por lo menos, hoy te cuide en tu cajón. Tu
alma, ahora como una estrella que pasara fugaz por mi
ventana en los días mas difíciles de mi vida, me dará el
aliento para seguir en un mundo horrible, donde por hoy, te
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42. ************************************************
E l cuarto estaba cerrado con llave y las ventanas tenían
puestas las trancas. La luz se había ido y la
medianoche estaba más oscura que nunca. Ella sabía
que estaba sola en su habitación. No tenía nada que temer.
Respiro profundo y exclamo en medio de las tinieblas:
“Tranquila” Entonces escucho una voz que le dijo: “Bueno”
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Y a ha pasado el tiempo y ahora veo todo desde aquí.
Tengo a mi nombre un pedazo de la luna. Un trozo
de satélite que nunca murió. Estoy oculto en su lado
mas oculto para poder espiarlo todo sin que me vean. Esta
mañana me levante mas temprano que nunca y después de
tomarme un tinto creo que todo realmente esta bien. Todo
es la misma quietud. Todo es la misma calma. Las calles, el
viento y el mar siempre están igual. Tal vez vengas a verme
de nuevo la próxima madrugada. Tal vez algún día me olvide
de todo lo que he aprendido y por fin sea feliz. Los niños se
han entregado a ese viejo vino y las chicas se han entregado
sin más remedio al obelisco de la libertad. Pero así y todo,
nada cambia. Todo se ve igual. Solo cuando te veo reír
descubro ese destello de luz que me resucita. Tú eres como
el mar. Tu eres el mar en el que me ahogo bailándole al alba.
Y la vida antes de ti no era nada y después de ti ya será….
Ya será.
Todo el mundo sabe que yo no puedo vivir sin ti, menos yo.
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N unca dejes que te digan que no. Las llaves viejas
del auto del atraso se perdieron en la ruta. Y si no
sabes hacer otra cosa distinta que llorar, entonces
haz de ti un mar donde salir a navegar. Y si ya no puedes
mover los labios para opinar entonces aprende a escribir y
hablaras con los dedos. Y si el cansancio de los horarios y la
vida gris asfixia como si se viniera encima la eternidad
entonces desmorona ya ese viejo muro y corre lejos detrás
del sintetizador monoaural. Corre y vive lejos de tu lugar.
Descubre lo que esconde la calma detrás del velo. Vive la
vida una vez más. Haz que todo el mundo salga y se largue a
reír. Haz que todos los peces salten fuera del mar. Haz que
todo el mundo pueda olvidar y perdonar.
Haz lo que tú quieras, y permítete fallar.
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M e duele ya tanto la espalda de estar cargando
estos pensamientos dolorosos que están a punto
de arrebatarme la vida…Tengo dos monedas en
el bolsillo roto de mi pantalón. Soy un pobre payaso en el
borde del andén. Payaso de ojos tristes que no ven a ningún
lado. He dejado de pintarme el rostro porque ya no hace
falta. Alguien se llevo el alma de los que sufren, pero no se
llevo la mía. No se cuanto tiempo estaré aquí, porque vivir
mucho, es mucho para mí. El sol destiñe mi traje que ya no
es de colores alegres, ahora se ve como plásticos viejos
encima de una piel que ya no es piel, pues creo que ya no soy
yo. O tal vez siempre quise demasiado no ser yo y ahora yo
no soy yo.
Es que yo no se quien soy…
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Y es que algo habrá en la importancia de llamarse
Ernesto. Algo detrás del bunburysmo y el disfraz sin
mascara. Y es que algo habrá en la importancia de
dejarse llevar. Algo detrás del muro de atenciones y palabras
innecesarias. Y es que algo habrá en el fondo de la botella.
Algún viejo fantasma que se niega a abandonar el sótano de
nuestro adentro siempre en invierno. Y es que algo hay en
los días buenos de sol. Algo que nos alimenta detrás de los
lentes oscuros y las serpentinas. Algo que te dice que hoy no
es ese día. Tiene que haber algo en la inútil espera imprecisa.
En el gritarle al viento por alguien que no conocemos. Pero
esperamos. Y es que algo habrá en esas cosas de la vida y en
el agua salada.
Pero hoy, no es ese día. No para mi, por lo menos.
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E l sueño de tu amor va a despertar, y no sé si ahora
puedas levantarte. Estas solamente allí, tirada, como
una mas bajo el aluvión. Yo solo seguiré como esa
luna gris, revoloteando en el quebrado firmamento de un
recuerdo. La vulgaridad del dolor me atrapa entre
fragmentos de oscuridad que me intoxican, me aburren, me
dañan. Deshojo sin piedad la flor de mi inocencia. Martillos
de llanto me quiebran la cara, las manos, mis mil edades. Le
prendo fuego a mis letras, mi pelo, mis recuerdos. Y le digo
adiós a la farsa de mi autocompasión.
Y esto pasa aquí, o en cualquier planeta.
El sueño de mi amor llega a su fin, y no me importa si te
puedes levantar o no. Estoy en el filo mismo del final con
una cámara de video que esta grabándolo todo, incluso. El
trágico accidente del principito en un planeta distante. Tu
solo seguirás como ese sol de Marzo, alumbrando con tu luz
mortecina todos tus recuerdos. La elegancia de la libertad te
ajustara y te inducirá una parte de su rabia que te asfixia, te
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somete, te borra. Trataras inútilmente de rearmar la flor de
tu inocencia. Clavos de abulia te rayaran tu alma, tus ideas,
tu periplo. Inundaras tus tristes líneas, tus ojos, tus anhelos.
Y le darás la bienvenida a la verdad de la soledad y la pena.
Y esto pasa aquí, o en cualquier planeta.
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49. ************************************************
Y sigo corriendo detrás del jardín de tu casa. No me
preguntes por que. Solo estoy buscando el camino
para ir a mi casa. Estoy pintando de otros colores las
paredes de tu fachada. No te preocupes. Solo estoy buscando
el camino para volver a mi casa otra vez. Ahora estoy allí
tirado tomando pastillas somníferas porque no me quiero ir a
dormir. No tengas miedo. Solo quiero volver a ver mi casa,
alguna vez. Habla conmigo y déjame despintarte tu color
humano hasta hacerte de papel y pode reescribir sobre tu piel
tu nueva historia en donde yo nunca estaré, porque solo
quiero irme para mi casa. No me condenes por favor a tus
recuerdos y déjame abrirme fácil entre quebrantos y olvidos
santos. Ya no llega la lluvia hasta aquí. Ya no me importa
conocer mas nada de los fríos de tus calles interiores, en
pleno invierno. No dejes de ensordecer mi huida entre los
riffs de las guitarras blancas. Yo estoy buscando el camino
para volver a mi casa.
A alguna casa….
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50. ************************************************
N o tengo forma ya porque de aire fui y de aire seré
ahora, pero puedes sentirme como esa pequeña
brisa que emana de una lagrima del cielo y que
roza tu rostro desde el presente. No tengo yo una mirada
que diga algo, pero cuando me veas te dormirás en lo que
tengas mas interno, y allí estaré presente. No tengo yo
palabras que valgan lo que pueda llegar a valer una sola
palabra tuya, pero sabes bien todo lo que esta escondido
detrás de lo que nunca digo, y allí, estará bien custodiada y
condenada mi verdad. Y te cortara con sigilo. Y me partirás
en dos. Y te daremos una señal mi pena y yo. Y tú correrás.
Y tu huiras sin mirar atrás, porque nos volveremos todos de
piedra, mientras yo acaricio la espalda de la medusa. No
necesito tu perdón porque yo mismo ya me ajusticiado con la
carta de espadas que baraje tontamente ayer sobre la mesa
redonda en donde nunca pude comer porque el hambre que
yo tengo no se puede saciar, y a la vez, fue el único que
siempre satisfice. Mortalmente. Tenazmente.
Mansamente….
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“
No mas lagrimas…..” Decía la canción en el parlante
viejo de una FM que ya casi nadie visita, porque internet
es así. “No mas lagrimas……” rumiaba en la onda
sonora dentro de una habitación oscura llena de nada. Y si la
gente se muere, es porque tiene que ser así. Y si el amor se
acaba, es porque así tenia que pasar. Y si tu no me miras será
porque yo en realidad, en el fondo se muy bien que, para ti,
yo no existo. Los enigmas que me rondaban me delataron y
todo se supo, como cuando una luz desnuda a la oscuridad y
la difumina sentenciándola solo a estar entre las sombras. Y si
me gusta llorar, no me saques del rincón, porque solo de
lagrimas, esta escrito el lenguaje de mi cielo. Las colinas de
marfil me hacen doler los pies cuando trato inútilmente de
ascenderlas. La más ligera y perfumada brisa de Octubre me
daña, porque estoy encerrado en mi casa, viendo pasar día
tras día de una forma totalmente absurda y ridícula, y hago
todos los días lo mismo sin saber que más hacer, porque al
parecer estoy encerrado en el limbo de la indiferencia de
Dios. Y mientras tanto, ese parlante viejo sigue su lenta,
pero eficaz melodía rumbo a mi pena y mi sufrimiento: “No
mas lagrimas…”
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E l conteo de un amor antiguo en el fondo de tu maleta
interior resuena de una manera amortajante: Tic
Tac, Tic Tac. Nada te da el recuerdo de un amor que
ya paso incluso hasta para el pasado. Si, yo vivo envuelto en
una tumba de flores mustias que es una especie de anhelo
mortecino, de donde nunca se desgranara ni un miserable
ápice de esperanza. Todo esta dentro de esa vieja maleta
maloliente y dice para si: Ti Tac, Tic Tac. No puedo creer
que aun tenga ganas de abrirla y ver su contenido. No puedo
creer que mis ojos hoy parezcan rosas secas. El tiempo sigue
pasando y yo no estoy haciendo nada y tengo miedo de estar
inerte en este mundo. Solo el viento me moverá como una
hoja, cuando decida abrirle las ventanas. La maleta sigue allí:
Tic Tac, Tic Tac…
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53. ************************************************
F ui tan trasparente que me perdí entre le presente, el
futuro y mi pasado. Nadie pudo verme detrás de las
paredes de mi habitación, por eso no me conocieron.
Nadie escucho jamás de mí la verdad y por eso nadie sabe yo
que estaba hablando. Ayer. Viajas por estaciones y pueblos,
por ciudades y países y yo jamás me he movido de mi punto
neutro. No sabrás que por más que tengas tu equipaje
preparado y tus tiquetes en la mano, jamás viajaremos
juntos, porque yo, le tengo fobia a las alturas, a los caminos y
detesto el olor de la gasolina. No tengo la fuerza de retomar
mis cosas y corregirme entre virtudes. Unos paran y otros
siguen, incluso entran y salen del corazón de un hombre, de
una mujer, o de Dios. Gritos pecadores e inocentes se
confunden en el transito irregular del paraíso prometido. No
se si mis venas se afanen por tales asuntos en estos momentos
tan extraños, mientras pasa la medianoche acá sentado en la
mesa de madera y el vaso de vino agrio que no he terminado
de beber. Espero no tener que buscarme entre
arrepentimientos. Se muy bien como escapar. Mi salida esta
a mi izquierda, y lo se casi que por instinto, porque esa, es la
salida mas fácil….
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54. ************************************************
R ecuerde usted señora, que yo no le hice pactos.
Recuerde usted, preciosa dama que yo no se nadar.
No olvide usted que yo no estaba en vacaciones, no
existió un diciembre juntos, no hubo semanas santas. Tal vez
parecía un fantasma, tal vez solo me fui. Tal vez señora mía,
usted no leyó la letra menuda de nuestro acuerdo, en donde
yo me comprometía tan solo a no amarla jamás. Y si revisa
bien, dentro de los términos, yo cumplí con mi parte a
cabalidad. No entiendo señora, por que entonces esas
lagrimas de cocodrilo que no hacen falta. No se desgarre
usted más las vestiduras. Ya pronto vendrán los abogados del
destino y veremos entonces que pasara. Por ahora mi muy
respetada dama, le dejo mi tarjeta, por si tienen dudas, con
mucho gusto nunca le responderé.
Con afecto:
Mi desprecio.
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55. ************************************************
N aranja es la naranja que partimos en la tarde ayer
los dos. La sed que nunca amaina la decoloro antes
de que el calor también copulara con esa
intención. No voy a llorar. No voy a arrastrarme más por
esto. Ya estuve dando por dar y nadie recibió ni un ligero
roce de mi parte. Partida, es como esta partida la manzana
que se seco en su propia luz. Nadie me había visto y nadie ha
visto algo igual. ¿Qué te parece tan raro? No te creas siempre
en todo lo que ves. Yo por eso no me creo al verme al
espejo. No. El encanto de mi alcanfor se termino una
mañana cualquiera de un Agosto triste, pero sin lluvia. No
creas en todo lo que ves. No siempre todo es como se ve. El
encanto siempre viene oculto en lo imperceptible de los
ojos. Dolor es lo que nos duele en el amar y terminar ese
proceso por abulia, aburrimiento, desencanto o indiferencia
casual. Eso es el amor. Pero yo no se dar de eso. Mi alma no
desgaja nada dulce. Mi alma no sabe a nada. Mi alma no se
dibuja. Mi alma anda descalza. Mi alma no se maniata. Mi
alma no tiene ojos. Mi alma.
Mi alma sigue, igual que tu.
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56. ************************************************
N o hay un mejor lugar que mí adentro cuando
quiero estar solo. No existe un sito mejor que mi
alma cuando quiero quedarme solo. No pienso yo
en otro sitio que mi mente para quedarme solo. No hay un
mejor lugar que ningún lugar cuando me quiero solo a mí.
Cuando estoy así, tan solo.
No me importa decirlo así: No me gusta que me vean llorar.
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T ú me ibas a hacer feliz. ¿Dónde vas? ¿Por que me
dejaste abandonado al lado de esta tumba de mármol
amarillento que no tiene flores frescas nunca jamás?
Tú me ibas a hacer feliz. ¿Qué paso? ¿Por qué estas
queriendo matarme con esa mentira sutil de fingir interés en
mi cuando yo nunca te he importado una mierda? Tú me ibas
a hacer feliz. ¿En donde estas? ¿Qué te hace suponer que yo
te voy a dar el perdón cuando te vayas a morir? ¿Qué te hizo
pensar que yo soy un imbécil crédulo? ¿Por qué me sigues
mintiendo? Ha pasado mucho tiempo entre las rendijas de la
casa que todos amábamos y que ya vendiste para tu confort
mientras todos los demás estamos parados en la mitad de la
calle atiborrados de frio. No se trata solo de ti. No eres solo
tú. El mundo no gira a tu ritmo. Deja ya de simular que
sabes donde estas….
Tú me ibas a hacer feliz…
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N o espero. Ya no espero nada porque todo se ha
vaciado detrás de la cantera de la pena y el dolor.
Ya no vendo tiquetes para entrar en la ruta de mi
alma, porque el tiempo me mostro de vuelta, otra vez, que
no puedo recibir lo que no me van a dar jamás. Estoy aquí,
en el medio, en la mitad de mi vida, y estoy como si hasta
ahora fuera a empezar. Otra vez. Y si bien, todos somos
iguales, no todos podemos estar juntos, no todos
coincidimos, no todas las almas alumbran cuando ascienden
detrás del velo oscuro de la muerte y la eternidad. Yo
recuerdo mucho más de lo que todos piensan. Pero el
recordar me distrae del ahora y eso es lo que me hace sentir
así de mal. Yo me acuerdo cuando me acordaba antes de los
demás. Y era lindo sentir esa cercanía en la distancia a través
de un puñado de anécdotas que ya suprimí de mi cerebro
porque no tenía espacio para instalarme programas nuevos.
Yo vivo plagado de recuerdos que solo quiero olvidar.
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P or el corredor largo ese de mi casa, puedo escuchar
los leves pasos que se van desvaneciendo así, de
pronto, de la nada. Y así, con esa misma velocidad,
no me reconozco en el espejo y con amargura me doy cuenta
que yo no se quien soy. Quisiera hacerle un cuestionario al
viento pero la respuesta no aparece. La respuesta de lo que
quiero saber no esta en el final del libro, no esta en internet.
No esta. Yo quisiera hacer las cosas bien, pero algo dentro de
mi esta mal y daña todo lo que toco, todo lo que conecto,
todo lo que he sido y lo que soy. Me ilusione sin razón tanto,
tanto en mi vida, que el encantamiento se rompió y me
convertí en un pobre e infeliz inútil. Ahora, todas las
mañanas, me levanto con el rostro cansado, y los rayos del
sol me esquivan agiles, pues ni siquiera merezco que la luz
me toque. Vivo ausente entre mis propias sombras, e invente
para mi vida un acertijo que no atino a resolver. Me rio para
aparentar. Lloro para no ahogarme por dentro, pues por
desgracia para mí, nunca aprendí a nadar. Ya no me sigan,
yo voy por una vereda perdedora.
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P equeños cazadores somos en una selva infinita que es
tan violenta, que se llamo: La vida. Vagamos por
calles y calles que parecen no tener un final, tan solo
por jugar a contar hasta diez para salir corriendo a buscar
todo lo que hemos perdido en nuestras vidas. Después en el
incansable cansancio nos descubrimos a nosotros mismos
solo para concluir que no sabemos quien quienes somos. Y
adornamos la enorme jaula de nuestra vida con innecesarios
accesorios solo para salir afanosos a ocultar nuestra miseria y
nuestra triste existencia detrás de ellos. Estamos cansados de
escuchar esas palabras que siempre hemos oído y no
queremos otra cosa que todo aquello que nunca podremos
alcanzar, porque es tan vacio y superfluo que Dios hace una
mueca y se va. Yo escribo para todos esos que viven esto, así
como yo. Yo escribo esto para nadie, porque eso somos.
Eso siempre he sido yo. Y por eso se lo escribo a usted.
¿Derrumbamos también su casa?
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61. ************************************************
E l caballo del carrusel se ha desprendido y todo se
quedo dando vueltas mientras yo me iba hasta la
mierda, cuesta abajo. Y vinieron dos ángeles y
patearon al caballo y me golpearon a mí. Y me quede allí,
adolorido y ausente, mientras todos los demás seguían
girando y girando. Podía escuchar las risas disfrutando, pero
también percibía otras voces, que gritaban desesperadas
luchando por salir. Al prestar más atención escuche lamentos
y llantos de horror y angustia. El viento helado me traía
ruegos fervorosos y llenos de fe, que pedían salir de ese girar
y girar. Pero el carrusel nunca se detuvo. Yo estoy aquí
tirado, sin poderme levantar y vivo entre tinieblas, porque el
sol no tiene planeado salir. Pero tampoco quisiera estar allá,
dando vueltas y mas vueltas sin sentido.
Nada es perfecto.
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62. ************************************************
M e dejo crecer la barba. Me arreglo las patillas.
Me dejo el bigote. Me hago el candado. Me dejo
la chivera. Me afeito hasta la sien. Me miro en el
espejo y llego a la conclusión que no se puede evitar: No
puedo ocultar la cara de tonto ni mi sombra. Quisiera viajar
a todas partes en un viejo Cadillac y reírme hasta sangrar y
renacer. Quisiera irme a un lugar distante cuando salga el
sol. Desearía mucho ir a ese pueblo de infancias y destruir las
sombras oxidadas de lo que existe y recrear una mejor
manera de vivir. Y es que yo puedo ir cuando yo quiera,
porque no seria allí un extraño. Yo conozco el lugar. Yo
vivía allá. Pero la línea blanca intermitente del centro de la
carretera se termino y ya no son horas para emular viejos
tiempos. La mantarraya grotesca de la pobreza de mi imagen
frente al espejo roto me hace llorar. Y lloro. Y me rio de
todos aquellos que piensan que mi fracaso, es un éxito
absoluto. Debe ser por mi manía de ser tremendamente
malo. Soy un virus. Soy un defecto de la fábrica de Dios.
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63. ************************************************
P resiento que se va a caer mi cielo. El destino se llevo
mi voz y me mato en alguna parte de mi alma, y no
me llevo. Y por eso vivo acá en este mundo, sin vivir
y sin morir del todo. Me hice con mis lagrimas cristalizadas
una mascara de risas confusas que se ve demasiado real.
Invente una melodía con distintos lamentos y ahora voy
cantando la armonía insoportable para la humanidad. No hay
horizontes en mi amanecer. Y bien, todo esta bien y estoy
atado de manos por eso mismo. Vago errante por todas
partes y paso por almas que no me pueden ver realmente
como soy. Y sigo también y todos recuerdan de mi, algo que
no es real. Algo que no soy. Y canto entonces así: Si Sol Fa.
Si Sol Fa. Y con esta simple melodía pienso traer a la muerte
hasta aquí. A la vieja madriguera de la brisa helada, que es mi
hermana siamesa.
Si Sol Fa. Si Sol Fa.
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64. ¿
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Por qué lloras a escondidas? ¿Por qué te sienten como si
estuvieras muerta? ¿Por qué te estas cayendo a pedazos?
¿Por qué das tu cuerpo por un poco de alcohol y olvido?
¿En que momento empezaste a hacerte la muerta? Yo
tampoco vengo del jardín de rosas. Yo no se de que estarán
hablando los demás. Yo no se hacer solos de guitarra. Solo
escucha mi voz detrás de sus propios ecos. Solo escúchame
antes de desvanecernos. Escúchame entre el ruido. Busca mis
manos detrás de la hojarasca. No estamos solos. La soledad
siempre nos ha estado acompañando…
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65. ************************************************
E l sueño se volvió una pesadilla y me mostro el lugar
que siempre he anhelado pero al que nunca quiero
ir. Todo lo que viví me rompió de muchas formas. Y
la lluvia que esta cayendo en este maldito y oscuro mes de
Octubre no para de crecer. Las gotas que caen al suelo se
distorsionan en mil pedazos. Y siempre mueren al caer…
El suelo detiene mis pasos y mi vista. Porque siempre voy
levantándome y cayendo, hasta arrastrarme. Y en el absurdo
serpentear de mi avance, descubro que todas estas gotas de
lluvia que caen sobre mi, cuando tocan el suelo estallan
muriendo para siempre. Las gotas de lluvia siempre mueren.
Siempre.
Me llevo yo mismo al extremo de mi depresión para poder
llorar y vivo en mis fantasías, que están en algún lugar muy
lejos de mí. Y lloro con ansias, y siento rabia, y pena, y
dolor, y sufro sin saber bien por que y mis lágrimas caen al
suelo y se mueren. Como las gotas de lluvia, mis lágrimas
siempre que caen, se mueren.
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66. ************************************************
El mundo no se detiene y toda la vida siempre avanza hasta
algún punto en donde nos dice: Chau, y se va. Vivimos
esperando tener todo lo que amamos en nuestras manos,
para tener que dejarlo ir en cuanto lo logramos, porque así es
la vida. Y la mía es como las gotas de lluvia que caen al suelo
y siempre se mueren. Siempre. Las gotas de lluvia siempre se
mueren.
Y así también es el amor. Así es todo en el concierto
impreciso del destino. Nos vemos caer y vemos caer a otros.
Ahora puedes verme caer. Mañana tú te estallaras contra el
suelo. No puedo sentir como caen los demás. No espero que
tú puedas llegar a sentir mi caída. Y mientras tanto el cielo
sigue derramando gotas de lluvia, que son como el amor. Las
gotas de lluvia kamikazes que siempre mueren. Siempre
muertas después de caer. Pero siempre nacen nuevas gotas
de lluvia en la tempestad. Siempre nacen nuevas gotas.
Siempre.
Y mis lagrimas….También.
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67. ************************************************
E l tiempo laxo pasa de ida. De vuelta. Y no hay
jardines que visitar en todo lo que hay por dentro de
mi alma. Las palabras resuenan, alumbran, se
desvanecen y no hay gente que visitar en todo lo que hay por
dentro de mi alma. Los ángeles vuelan, se dejan ver, se
ocultan. Y no hay nada que te estremezca en todo lo que hay
por dentro de mi alma. No hay pasajes de ida, ni de regreso,
ni vacantes para quedarte. Y no hay por que vivir así, como
vivo yo con todo lo que hay por dentro de mi alma.
El amor y el dolor son el equipaje con el que viajaras toda tu
vida. Aligerar el peso de ambas seria lo ideal, pero tengo un
problema: Todo lo que saco de una maleta aparece en la
otra. Y para colmo, en una inspección más cercana he
descubierto que casi todo lo de mi vida ha viajado en la valija
equivocada…
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68. ************************************************
E n un lugar muy alto nacieron mis sueños en un
atardecer y se mecieron suavemente en el aire que
era mi niñez. Yo cerraba los ojos y los veía y no
sentía temor de que mis sueños se cayeran. Solo los veía allí,
como algo precioso que algún día lograría alcanzar, cuando
yo creciera.
La cuna se hizo pequeña y pude por fin usar mis pies para
recorrer la enorme distancia que me separaba del mundo
real. Pero tropecé mucho y un golpe en mi fatal infancia me
hizo sentir miedo de avanzar. Pero seguí, entrecerrando los
ojos y sin saber…
Y así camine por atardecer e inviernos intentando alcanzar
mis sueños, pero cada vez se hicieron mas y mas caprichosos
y lejanos hasta que los perdí de vista.
Ahora camino con la cabeza baja, porque me canse de
levantar el rostro para buscar los sueños que ya no se pueden
ver, y el sol seco mi rostro y enrojeció mis pupilas.
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69. ************************************************
Por eso ahora me gusta mirar mis pies. Porque todo lo que
piso, es mi universo. Y es todo el mundo que conozco. Y
para mí, no existe nada más que ese mundo. El mundo que
esta bajo mis pies…
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69
70. ************************************************
Y tú me amaste. ¿Si? ¡Que bueno! Si es así, yo tuve
en mí tu amor. Me encanta lo que tengo entre mis
labios, porque fumo y me siento bastante bien. ¿Y
tú estarás bien? Recuerdo que gustabas mucho de llenarte la
nariz. ¿Finalmente fuiste feliz así? Espero que recuerdes que
yo te di mi amor. Yo estuve en ti. Y dentro de ti. Tú te reías
con tu cabello de chica aristocrática al viento mientras el
humo cubría mis harapos de paria. Me gustaba mucho de ti
que eras una chica feliz y triste, así como yo. Pero la sangre
azul siempre se impone y yo ni me pude despedir de nuestro
amor, porque tu sabias que estaba en ti, pero nunca nació. Y
tú te olvidaste ahora de mí. ¿Si? ¡Que bueno! Me canse de
ganas de verte otra vez. Y quedaron los lugares, los secretos
y las risitas cómplices de la juventud. Te ves muy bien en las
fotos de tu amiga de facebook. Ha pasado mucho tiempo,
pero tu nariz se ve muy bien. Y lo que oculta, también.
¿Si?
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71. ************************************************
T e juro que no me veras debajo del suelo viviendo
como una rata. Porque soy fóbico a los ratones. Y
no es importante ese dato. Yo se que todo lo que
hago nadie lo entiende bien. A nadie le importa. Pero la
verdad no me gusta esconderme Y no es importante ese
dato. No quiero recordar ya nada de ti, porque es una
imagen rancia que no me alegra. Que no me puede hacer ya
feliz. Y así, te traslade a mi carpeta de engaños. Cerca a la
papelera de reciclaje de mi vida. Recuerdo tus ojos como si
fueran míos. Recuerdo tu olor como si hubiese sido ayer.
Recuerdo tu severidad angustiante y tu maniática esencia.
Pero sobre mi han pasado ya mil estaciones y he llorado tanto
desde que no estoy contigo que ya hasta el sentimiento de
abandono esta harto de ti.
Te juro que no me veras debajo del suelo viviendo como una
rata. No soy como tu. No.
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72. ************************************************
Y o te estoy esperando. Tú me lo prometiste. Tú
dijiste que vendrías. Estoy sentado en el medio de la
naturaleza muerta de las horas. Tú no has llegado.
Tú me lo prometiste. Tú dijiste que estarías conmigo para
siempre. Las colinas se han venido abajo y yo sigo acá en el
medio de esta incansable espera. Porque tú me lo
prometiste. Yo confié en ti. Tú dijiste que te quedarías
conmigo. Jamás he olvidado tus palabras. Por eso aun sigo
acá, dejando mi piel cubrirse de polvo y telarañas. Tú me
prometiste que estarías aquí. Ya han pasado muchos años. Tú
lo dijiste. Yo creo en tu palabra. Esa fue tu promesa. Tú
dijiste que vendrías. Estoy acá en este encierro eterno. Yo te
estoy esperando. Esa fue tu promesa.
Y te espero…
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72
73. ************************************************
E stoy tendido en el suelo de mi casa, golpeado por
todas esas cosas que me dijiste. Yo perdí toda mi
confianza al recibir el aluvión implacable de todas
esas palabras tuyas. El reloj enorme de la sala marca las horas
por intervalos extraños y yo sigo tirado, rumiando todas esas
cosas que dijiste. Cancele en mí la risa y deje que los
tornados de mis pensamientos amorfos se conectaran a los
cables de alto voltaje y se diluyeran entre voltios y
remordimientos. Tu sabias bien que no podías pronunciar
esas palabras. Tu entendías lo que pasaría si yo escuchaba
todas esas cosas que me dijiste. La magnificencia de lo que
paso después de haberte escuchado no se puede comparar
con nada. He caído rodando al suelo. He perdido la
voluntad. Tus palabras me han dañado. Te recodare por
siempre con tristeza, pero sobre todo nunca olvidare todas
esas cosas que me dijiste. Tu sabias que era imposible
resistirlo. Nadie puede soportar que le digan la verdad.
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V ivo en una casa llena de gatos que maúllan y se
aparean escandalosamente cuando yo solo quiero
irme a dormir. Se meten dentro de las paredes, se
recuestan a dormir encima de mi piano. Arañan mis discos y
mi ropa. Invaden i alacena y echan a perder mi comida. Estos
malditos gatos no se quieren ir de mi casa. Los gatos se pasan
toda la noche rodeando mi cama y alumbrándome con sus
ojos reflectores, y por eso, ya no puedo dormir. Ronronean
a la luna y perciban espectros que mis ojos no pueden ver.
Todas las mañanas amanezco con las manos lastimadas y las
muñecas cortadas por sus filosas garras. Estos gatos quieren
matarme. Quieren quedarse con todo lo que es mío. Me
están saliendo pelos en la espalada. Me la he pasado lamiendo
el tarro de la leche. Esta noche ser larga, muy larga.
Tendremos que reunirnos todos. Hay ratones en la
alcantarilla de mi casa…
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N o hay traición sin rey y sin su corte. No pienses
que el mundo es malo. No hagas un trauma de
todo esto. Fue solo tu primera vez. No hay salida
que no se congestione en el caos. Nadie da por dar sin tener
fe en la espera de recibir algo ha cambio. No te enfades. No
será para tanto. Solo fue tu primera vez. Los caballos del día
se hicieron al ajedrez de solo cuadros negros. El aluvión de
los gemidos del aire dicen cosas raras en tu oído. No pierdas
la calma. Debes saber esperar. Solo fue tu primera vez. El
suelo se siente raro de sentir tus pasos y no te vuelves a ver
igual al espejo. Sientes miedo de tu cambio. La infancia se ha
perdido. El dolor arribo a tu playa. No desesperes. Solo fue
tu primera vez…
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D onde voy, nadie me estar observando. Con esas
pestañas de alambre y la luna con sus rayos que
congelan las hojas del otoño y las plumas de las
alas de los ángeles que se caen del cielo, llenos de cansancio.
Algo me alumbrara las entrañas de una forma sutil y alegre
mientras el alquimista, sentado junto a mi, me dirá de que
color son en realidad las cosas mientras yo le cierro los ojos y
lo dejo ir en paz en una barca que no tiene donde navegar,
porque por acá no hay ni una sola gota de agua. El sol
continúa divirtiéndose en cortar en miles de pedazos las
comisuras de mis labios y mis años de juventud, que ya se
están retirando para siempre por el lado del ocaso. Las
marionetas con forma de mujeres vírgenes me hacen reír
mientras hurgo debajo de sus faldas. Y no se como cerrar mis
ojos y no ver mas esto. Y no se como detener esta marcha.
Estoy en mi propio cadalso. Es mi conciencia hecha materia.
Esto es tan horrible que no se ni como sentirme. Y no se
como tratar de explicar. Llevo años acá encerrado. La ira es
mi amiga, que me lleva por esas rutas mortales confundidas
entre la espesa niebla de este camino de bosque agreste. Y ya
no se como es dormir….
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N
importa…
o se como será una ruta u otra. No se que significa
realmente la palabra: Confiar. Siempre ser un
producto de un hogar destruido. Y ya eso no me
He vagado solo por muchas calles y he fumado muchos
cigarrillos. He estado siempre en la vera del camino
esperando que reconozcas tu error y me ayudes. Nada de eso
ha pasado en muchos años. Y ya eso no importa….
¿Cómo puedes acostarte a dormir así? ¿Por qué no te miras
realmente hacia adentro? El mundo puede ser mejor para ti.
¿Por qué te cuesta tanto pensar en alguien distinto al que ves
al espejo? No siempre estarás aquí. Es hora de hacer algo por
todos. Aunque para mí, al parecer, eso ya no importa….
Yo quería poner mi confianza en ti. Yo quería creer que tus
manos realmente me estaban cuidando. Tu solo me diste la
espalda y seguiste. Tú querías un futuro mejor, pero para ti
únicamente. No trates de engañarme ahora con tontas
promesas. No soy un niño. No puedo creer que creas que
soy tan tonto para caer en ese juego tan miserable. Te he
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N o lo hice por mí. No lo hice por ti. No lo hice por
los dos. Las montañas aparecieron por mi espejo
retrovisor y acelere tanto que, no vi la carretera
más. El pero sigue aullando detrás de la puerta y son más de
las diez de la noche. La luna se hice roja y me quede dormido
detrás del enorme fogón que es mi única compañía en este
enorme paisaje borroso que dibuje con los dedos sucios de
mi mano izquierda. Preparo todas las mañanas un café en una
ollita de hojalata y fumo cigarrillos sin filtro, porque quisiera
que me mataran de cáncer un buen día de estos. Los arco
iros salen muy lejos de aquí, y los percibo indiferente en la
distancia. Estoy desterrado. Vago errante. Estoy condenado a
caminar…
No lo hice por ti. No lo hice por mí. No lo hice por
nadie……
Hoy no estoy para nadie.
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D ios, estoy tan cansado de dormir y soñar que estoy
dando vueltas que tal vez en mis sueños ya me
quede ciego. Estoy terriblemente cansado de
levantarme todos los días a hacer absolutamente nada. Soy un
preso condenado a la eterna libertad. No se que voy a hacer
con mi vida. Nada de lo que hago en estos momentos tiene
algún sentido. Me siento despreciable al verme cada día al
espejo. Estoy cansado de fumar. Me duelen todas las luces
que caen sobre mí. Estoy cayendo en un agujero enorme en
miles de pedazos, todos hechos mierda. Estoy muy cansado
Dios. Solo veo cielo encima de mí. Pero estoy muy lejos de
acercarme al paraíso. Siento que todo eso sagrado se olvido
de mi. No tengo religión. Debe ser por eso. Yo escuche esa
voz divina diciéndome que viviera mi vida y fuera feliz. Pero,
lo siento mucho, no puedo. Mi travesía me llevo a otra parte
que es como un limbo. Quisiera salir de aquí. Pero la puerta
sigue cerrada. Nadie viene.
Nadie viene….
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N ena. Estas tan linda que no te puedo dejar de
mirar. Me tocas y haces feliz a mi corazón. Te
traeré muchas estrellas en la vereda de regresa.
¿Por qué tenias que ser tú? ¿De donde acá tengo tanta suerte?
Han pasado muchos años y aun seguimos caminando y te
prometí que nunca, nunca te dejaría. Y no se que mas pueda
yo decir o hacer para demostrarte que es cierto. Eres tú.
Eres tú en mi vida. Como la espuma blanca que llega hasta
mi orilla. Como los colores que no se ven en el Guernica.
Como tu amor en mi cada día.
Eres tú.
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T odas las mañanas estaba Michelle cortando flores
frescas del jardín. Siempre cantaba la vieja tonada de
parís en desafinada interpretación. Todas las
mañanas cortando flores frescas del enorme jardín con sus
vestidos negros. Siempre con la misma canción. Y así ya han
pasado casi diez años. Nadie sabe con quien vive. Nadie sabe
como sobrevive. Solo la podemos ver todas las mañanas con
un cesto de mimbre y las enormes tijeras de podar. Ayer
pase por el frente de su casa y me detuve un momento cerca
al muro. Descubrí que en realidad el jardín esta totalmente
descuidado y lleno de maleza hasta el borde mismo de la
casa. Solo hay un enorme rosal del que nacen dos rosas rojas
enormes. Ella salió y canto de nuevo la tonadita esa mientras
la cortaba y entraba de nuevo a la casa sin reparar en mi
presencia. Por la noche no pude dejar de pensar en lo
descuidado que esta el jardín de Michelle. Y entonces caí en
cuenta de algo: Si solo vi dos rosas y ella las corto, ¿Saldría
mañana a cantar con su cesto d mimbre si ya no hay más que
recoger de su jardín?
Esta mañana llegue temprano al mismo muro y me quede
esperando la salida de Michelle. Ala misma hora de ayer
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apareció con su cesto y la maldita vieja canción de Paris. Se
acerco al rosal y allí estaban: Las dos mismas rosas de ayer,
pero estaban mas lindas incluso. Las recorto con cuidado y
volvió a entrar en la casa, sin reparar en mi presencia…
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E l circo llego a la ciudad. El hombre lobo era la
novedad. La mujer barbada y los payasos. Los
leones, elefantes, monos y aves de colores estaban en
el circo. Yo llegue a la hora de la última función y me alegre
de no ver fila alguna en la taquilla. El señor Frucian, dueño
del circo me vendió la boleta personalmente. Me dirigí a la
entrada de las gradas y al entrar a la carpa descubrí que no
había absolutamente nadie. ¡Yo era el único espectador!
Lleno de dudas me devolví a la taquilla a preguntar si abría
algún error y me vendieron una boleta de un acto que ya
paso. Pero el señor Frucian no estaba en ningún lado.
Confundido, volví a ingresar a la carpa y descubrí asombrado
que ya la función había comenzado. Allí estaban todos los
personajes del circo haciendo sus actos como si estuviese
abarrotado aquel sitio. Yo aplaudía fuertemente al terminar
cada numero, pues ellos se quedaban haciendo la venia
esperando los plausos y yo me sentía mal de no hacerlo.
Entonces trajeron aquel enorme león africano y el domador
abrió la jaula y se largo. Yo me quede en vilo cuando de
repente el león se fijo en mí y arremetió en ágil carrera. Yo
no pude moverme del susto. Lo último que recuerdo es
haber gritado muy fuerte al ver al
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enorme animal abalanzarse sobre mí. Luego me desmaye.
Así fue que termine en esta jaula, vagando de pueblo en
pueblo, como parte de los actos del señor Frucian. A mí me
anuncian siempre como el hombre tronco: No tengo ni
piernas ni manos y siempre me usan para el número de los
payasos, mientras me arrojan de un lado para el otro, como
una almohada…Y al público le encanta….
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L a calavera me dijo: Soy la muerte. Y yo corrí
espantado gritando como un tonto. Y si que fui
tonto: Era un espejo.
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S olo escucho ecos lejanos de su voz en medio de la
niebla de la orilla de este océano. No la veo, solo
escucho fragmentos de sus palabras, que llegan a mi,
convertidos en sal y arena. La espuma de la marea inunda mis
pies y yo lloro. Le envío un beso al viento que no va a
ninguna parte. La tormenta se hizo real y no puedo ver nada
en el aluvión. Ella grita y yo no puedo hacer nada. Ella se
esta desvaneciendo para siempre entre mis miedos. Solo
puede entender una cosa que dijo: “Llévame a casa” Pero yo
me quede parado en medio del vendaval con los ojos
enceguecidos por el llanto. Y no la volví ver nunca jamás.
Yo la deje irse en medio de la niebla de este profundo mar
oscuro, que es mi alma…
Soy desesperadamente infeliz.
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E l uniforme blanco con azul me quedo ajustado y esto
ya no es un agradable sueño. Estoy soñando de
nuevo con los chicos que estudiaron conmigo en el
colegio. Con los que nunca hable. Con toda esa gente. Estoy
cansado de verlos rondando mis sueños y hablándome y
alegrándose de verme. Eso no tiene sentido. Estoy cansado
de verlos perseguirme en mis pesadillas para darme un
abrazo. No tiene sentido nada de mi mundo real ni del
mundo que vivo cuando me quedo dormido. No quiero ver
más esas figuras. Siempre sueño con mis compañeros de
colegio y también sueño con ratones. No quiero ver ya nada
de eso en mis sueños. Ya ni me acuerdo de sus nombres. No
quiero ver mas nada de todo eso.
No aprendí ni mierda en el colegio.
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S olo veo arboles detrás de las sombras de este bosque
de oscuridad. Solo veo hojas muertas cubriendo el
suelo en la tritura de mi vagar errante por estas tierras
que son el universo de tristeza por el que vago siempre sin
encontrar la salida. La brisa helada huele a muerte. Yo sigo
transitando sin descanso. Yo avanzo sin saber adonde voy en
este bosque. Grito con rabia y mis palabras se van quedando
pegadas entre arbustos, entre cortezas, entre tallos y
troncos. Mis miradas se están marchitando como todo lo que
me rodea, porque este bosque ya esta casi muerto. Me
imagino rostros que se pierden en mi mente porque yo ya no
pertenezco a ningún lado. Vienen otros sonidos que no son
los míos porque yo estoy condenado a la fría pared del
silencio. Mis esperanzas están colgando entre las ramas,
secas, sin ningún color, y los extraños animales de estos
parajes se cubren el rostro con ella cuando se mueren. Las
indefinibles sombras pasan jugando y haciendo ruidos que yo
nunca había escuchado. Ya no siento miedo. Ya no siento
nada. Solo pienso que quizás, del otro lado, alguien este
esperando por mí. Tal vez al final de todo esto exista alguien.
Tiene que haber alguien allí…
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S e sirvieron dos copas a la luz de la vela que emanaba un
olor rancio por toda la casa. Bebieron por sus
recuerdos y por todo aquello que nunca pudo ser. Se
amaron hasta la medianoche, en una extraña mezcla de rabia,
amor y compasión. Bebieron las botellas de vino mientras
lloraban en silencio. Ella abrió la llave del gas. El encendió la
chimenea.
Esa fue la casa en el aire…
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M irame caer, como una de las miles y miles de
hojas quemadas que cayeron de las torres
gemelas el día ese que el mundo enloqueció y
muchos murieron. ¿Tú lo viste por televisión? Yo también.
O eso creo.
Mírame caer como un trapecista que además es payaso, y se
fue por la cuerda floja y uno de esos pastelazos a medio
cocinar, estrellaron su rostro y cayo al vacio, sin red y sin
gracia. ¿Tú viste aquella función? Yo también. O eso creo.
Mírame caer como un grito desesperado en medio de la
oscuridad de una caverna que no tiene salidas, ni luz, ni
esperanzas. ¿Te perdiste en aquella excavación? Yo también.
O eso creo.
Mírame caer como un pájaro que buscaba el sitio en donde
los pájaros mueren siempre, pero su vuelo no fue suficiente y
cerro sus ojos dejando de aletear, cayendo en espiral al suelo
frio e indiferente de este condenado mundo. ¿Tu viste
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aquella parvada? Yo también. O eso creo.
Mírame caer. Y no le digas a nadie que he caído porque no
deseo lastima o compasión ajena. No quiero que vengan a ver
como he quedado después de besar al suelo en un violento
impacto. Solo mírame caer. Y aprende. Y vete. Y no olvides
mi nombre, ni el día de mi cumpleaños. ¿También es tu
cumpleaños? El mío también.
O eso creo.
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Y o le tengo miedo a lo fantasmas, porque en realidad,
nunca he visto uno. Yo le tengo miedo a lo que no
entiendo, porque no me enseñaron en torpes reglas
de cartón, que se debía hacer en esos casos. No es mi culpa.
La culpa fue de los que me educaron.
Yo le tengo miedo al amor, porque en realidad, no me amo
ni siquiera a mi mismo. Y entre años y años de deambular
indiferente y frio entre cuerpos, caricias, besos y abrazos,
perdí mi propio cuerpo. No es mi culpa. La culpa fue de los
que me amaron.
Yo me tengo miedo a mi mismo, porque en realidad, yo no
se quien soy. Y después de tanto llorar entre
murmuraciones, rabia y arrepentimientos, me he dado
cuenta que yo no sirvo para esto. Yo no sirvo para lo otro.
Yo no sirvo para nada. No es mi culpa. La culpa fue tuya,
porque me dejaste inútil, en esa habitación de esa mañana
fría, en la que me mataste dejándome sin amor junto a un
fantasma, que era como mi alma…
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Si nenita. Yo te lo hice. ¿Y que? A mi todo me vale un carajo.
Si nenita. Yo estaba allí. Y te hice eso. No digas nada. No te
enganches conmigo. Soy tan infrecuente como el sol de una
noche de verano. Y ten cuidado. Yo no soy Puk. No leo
Shakespeare. No me gustan las hadas. Yo lo hice. Yo te lo
hice. Oh si. Me quedo siempre inmóvil, detrás de la
mascarada. Nenita, nenita. Fui yo. Yo te lo hice. Y me
importo una mierda tus sentimientos, tus conocimientos, tu
estirpe. Solo baje las cremalleras. Solo me fui de parranda.
No andaba muerto, no. Era que por allá estaba. Si nenita. Yo
te lo hice. Era yo. Yo te hice sufrir.
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E l violín de aquella canción me recordó esas cosas que
me duelen y de las que no puedo hablar, porque
siempre tengo miedo. Ese violín de aquella canción
me hizo sentir extraño, solo, lleno de ausencias y sin
compasión. Eran las doce y veintiséis del mediodía, pero te
juro, que estaba mas oscuro que mi conciencia, que es todo
eso en lo que nunca creo. Ese violín extraño, de notas
alteradas que nunca había escuchado, casi me deja sordo.
Estuvo a punto de arrastrarme en la caída de su silencio, casi
pierdo mi piel, mis venas y mis ojos. Ese violín de esa
canción tan triste me recordó lo que siempre he tenido que
saber: Estoy solo. Soy un violín, que no tiene cuerdas. Que
no tiene coda. Que ya nadie toca…
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C asiopea corriendo encantada por el borde del
estanque. Me gusta tanto verla feliz que yo no creo
que pueda pensar en otra cosa distinta a su alegría.
Casiopea y su alma errante. La ame tanto porque era igual a
mí, pero sin todo lo malo que yo llevo por dentro. Casiopea
se reía al sentir el viento desgarrando sus ropas. Y yo creía
que era tan linda, que solo el viento bien lo sabría. Pero ella
también. Ella siempre se reía de las ninfas. Ella corría
preciosa y despreocupada por los reinos, los castillos, y los
truenos. Yo recuerdo su mirada de mis vidas pasadas. Yo
solo puedo pensar en Casiopea.
Esta noche esta más linda que todas. Su constelación esta
inmensa. Ese era su destino. Ella estaba hecha de estrellas…
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E stoy enfermo de vivir la vida, porque mi vida es
como una enfermedad. No puedo pensar en algo
diferente a descansar y terminar de hacer esto. Soy
un ente enfermo que no cree en la magia ni en lo divino, ni
en lo eterno. Solo estoy, aquí, tirado, inmóvil, y hago
muecas raras que no se pueden comparar con sonrisas.
Porque solo emano pena. Mi ropa huele a lágrimas secas. Y
ese olor arrumba toda mi piel, mi vida, lo que soy. Lo que
hago.
Mi vida es una enfermedad, que no tiene cura.
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R ecuérdame. No me dejes en un charco de olvidos y
barro de tu invierno interior. Recuérdame. No
dejes que mis palabras se pierdan en la resonancia
de tus oídos, que escucharan cosas mucho más brillantes, en
tu historia, después de mí. Recuérdame. No permitas que
mis letras se destiñan y se hagan transparentes en las hojas
que escribí, con infinita pobreza, porque mi mente no da
para tanto. Recuérdame. No te vayas lejos en donde mi alma
errante no te alcance y quede yo en un limbo insoportable,
que es la crueldad del abandono. Recuérdame. Como
éramos. Que decíamos para reírnos y llorar, siempre llorar.
Recuérdame siempre llorando. Porque nunca pude detener
la tempestad de mis ojos, que nunca vieron nada, por estar
siempre llorando…
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G olpeo el viento de diciembre una vez mas a mi
puerta y yo corrí a apagar la chimenea y quería solo
dormir. Estoy cerrando todo: Mis ojos, mi boca,
mis pensamientos, mis recuerdos, mis penas, mis anhelos,
mis creencias, mis esperanzas, mis sufrimientos, mis gustos,
mis risas, mis silencios, mis abulias, mis sonidos, mis
alegrías, mis tristezas, mis recorridos, mis muertos, mis
hastíos, mis odios, mis caminos, mis veredas, mis ventanas,
mis puertas, mis arterias, mis órganos, mis creaciones, mis
aberraciones, mis dudas, mis certezas, mis palabras, mis
letras.
Estoy cerrando todo. No quiero que entre nada. Ni siquiera
la muerte. Solo espero a alguien: A nadie.
Para nadie…
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