Para Gilda el haber trabajado con su abuela en proyectos de ayuda social, marco su vida y le dejó un sentido de propósito en la vida, que encauzó al área educativa. La organización, a través de su modelo educativo llamada “Educación universal para el desarrollo ético”, está buscando incidir en el desarrollo cognitivo/perceptual y afectivo de la niñez y juventud, en dirección a un desarrollo ético/moral basado en un contexto de sabiduría, empatía y asertividad como valores universales, con los que los seres humanos puedan construir sociedades en las que los intereses personales y las demandas éticas no entren en conflicto.