El documento describe la importancia de elaborar un Proyecto Socioeducativo para los centros de iniciación profesional. Explica que el proyecto debe definir los objetivos, contenidos y organización de la intervención socioeducativa del centro, recogiendo las aportaciones de los diferentes agentes implicados. Además, detalla los elementos clave que debe incluir el proyecto, como el contexto, las familias y objetivos profesionales, y los contenidos, metodología, evaluación y recursos de la intervención.
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Proyecto socioeducativo
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La importancia del Proyecto Socioeducativo
Consiste en hacer explícitas las intenciones de todas las personas que trabajan en el
centro o en torno al mismo (Administraciones locales, entidades, equipos de centro...)
de forma que se asegure que los programas de garantía social se desarrollan conforme
a la finalidad para la que están diseñados.
La necesidad de que cada centro elabore su propio Proyecto Socioeducativo está
ligada al hecho de que toda intervención social y educativa con un grupo de jóvenes
se ha de basar una reflexión previa que defina, estructure y organice la intervención
del equipo del centro, que es el sentido de este proyecto.
En el Proyecto Socioeducativo se deben recoger las aportaciones de los diferentes
estamentos implicados en el Centro de Iniciación Profesional, siendo la referencia
básica para la intervención de los profesionales del mismo.
En el Proyecto Socioeducativo se definen tres grandes aspectos:
A.- Elementos generales que sitúan el enfoque del centro de iniciación profesional.
Son los aspectos relacionados con el contexto del centro, las finalidades del mismo y
las profesiones y estructura de la respuesta
B.- Elementos relacionados con el currículo del centro. Se refieren esencialmente a
aquellos aspectos que tienen que ver con el qué enseñar, cómo y cuándo hacerlo y
con la evaluación.
C.- Elementos de organización y funcionamiento, recogiendo las estructuras de gestión
y participación del centro, así como las normas que se consideren apropiadas.
ELEMENTOS DEL PROYECTO SOCIOEDUCATIVO
1. Marco del proyecto. Definición del contexto del centro (social, cultural, personal,
laboral...). Definición del colectivo al que se dirige (social, cultural, personal,
académico, laboral...).
2. Finalidades del Centro de Iniciación Profesional.
3. Familias profesionales y estructura formativa.
4. Objetivos de cada ámbito profesional.
5. Contenidos de trabajo (selección, secuenciación).
6. Organización de contenidos: Proyectos Integrados de Aprendizaje.
1. Problema a resolver
2. Contenidos (profesionales, instrumentales y de orientación).
3. Actividades claves
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4. Evaluación
7. Planes de orientación educativa.
8. Principios metodológicos.
9. Respuesta a la diversidad.
1. Programas individuales
2. Actividades de refuerzo
3. Adaptaciones curriculares individuales para personas con n.e.e.
10. Evaluación (del proyecto, de los profesionales y del aprendizaje del alumnado).
Diagnóstico y Objetivos. La intervención en educación social debe de ser planificada
sistemáticamente ya que solo así podemos asegurar el cumplimiento de unos objetivos
previamente definidos. Con el fin de mejorar la realidad a través de la intervención
socioeducativa surge la necesidad de diseñar proyectos que concreten los elementos
necesarios para conseguir unos objetivos deseables. Podemos resumir el diseño del
proyecto educativo concretando los siguientes pasos:
Realización de un diagnóstico que nos lleva a la detección de necesidades y a
establecer las prioridades en la intervención lo que nos permite delimitar unos objetivos
posibles para poder a través de una metodología concreta realizar la intervención
Posteriormente se realiza una evaluación de todos los procesos de la intervención.
Tanto la realización del diagnóstico como la delimitación de los objetivos son tareas
imprescindibles en el desarrollo del proyecto y la intervención social.
El diagnóstico nos permite a través del estudio exhaustivo de la realidad conocer todos
los elementos sobre los cuales se quiere realizar la intervención para así poder
descubrir el problema y llegar a comprenderlo para buscarle una solución adecuada.
El diagnóstico empieza con la detección de las necesidades, entendiendo estas como
la discrepancia entre lo que debería ser y lo que es. Los objetivos del proyecto siempre
se basarán en el cubrimiento o solución de las necesidades reales que se detectan en
el diagnóstico.
Tras conocer exhaustivamente las necesidades objeto de intervención estas se
pueden agrupar y clasificar para establecer prioridades que nos permitan delimitar un
orden de actuación según la urgencia que presten cada una de las necesidades.
Sólo después del diagnóstico se podrán establecer unos objetivos realmente
asumibles. Los objetivos deben de ser claros de modo que sean fácilmente
identificables, deben de ser factibles de acuerdo con los recursos disponibles y la
metodología y los plazos previstos, y también deben de tener una relación lógica con
los problemas que se pretenden solucionar.
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Guía para el diseño de programas socioeducativos de atención a la infancia
José Manuel Hermosilla Rodríguez1
El diseño de una intervención socioeducativa se compone de unas fases de trabajo
que atañen no sólo al preciso momento de su planificación. El trabajo de diseño debe
comenzar con una fase previa de trabajo prospectivo en el que se fijan los «porqués»
del abordaje de un trabajo de intervención. De este modo las fases «tradicionales» del
diseño de una intervención socioeducativa son: Estudio del colectivo y contexto en el
que se pretende intervenir. En esta fase es de importancia clave analizar el contexto y
características del colectivo y sus necesidades, déficits o carencias ante una situación
dada. Fruto de este trabajo se establecerán una serie de necesidades a resolver en un
colectivo con un contexto y características propias, que enmarcan y condicionan el
desarrollo de la intervención. Definición de objetivos de la intervención. Una vez
seleccionado el rango de necesidades que deseamos paliar con nuestra intervención
socioeducativa es necesario fijar claramente los objetivos de la misma.
Selección de contenidos. Con los objetivos establecidos de forma clara y unívoca y
teniendo en cuenta las características y contexto del colectivo con el que intervenimos
seleccionamos los contenidos que nos permitirán alcanzar los objetivos previstos.
Desarrollo metodológico. Las características del colectivo y de los profesionales, así
como de la institución que lidera la intervención constituyen el caldo de cultivo
metodológico en el que se realiza la intervención.
Las características de una intervención socioeducativa hacen que la metodología sea
una herramienta clave para la consecución de algunos objetivos como elemento
coadyuvante a los contenidos de la misma o, incluso, como elemento
independientemente considerado. Recursos. La disponibilidad de recursos humanos y
materiales suficientes y adecuados a la intervención socioeducativa que pretendemos
es otro elemento definitorio del éxito de nuestra intervención. Mención específica
merece la gestión que de esos recursos se lleve a cabo como condición de que una
inadecuada gestión de buenos recursos puede dar al traste con la intervención mejor
diseñada. Evaluación de la intervención. la evaluación es la «piedra de toque» que
permite establecer la calidad, eficacia y eficiencia de nuestra intervención. Es el
instrumento de mejora e innovación por excelencia. Pero también el más temido por la
desnaturalización de sus virtualidades originales. la evaluación es la respuesta a si
nuestro trabajo como profesionales merece la pena y a la nueva situación en la que se
encuentra el colectivo con el que hemos intervenido tras esa, muchas veces, ardua
tarea. Abandonar la evaluación a una mera memoria de actividad o a un cumplimiento
de determinados estándares, válidos burocráticamente, pero huecos de sentido es
perder oportunidades de innovar y mejorar nuestro trabajo profesional.