El orador usa un billete arrugado y pisoteado para ilustrar que a pesar de lo que pase, las personas no pierden su valor intrínseco. Luego pide a la audiencia que recuerde a personas famosas y ganadoras de premios versus maestros, amigos y seres queridos que los han apoyado, mostrando que son estas últimas personas las que dejan una huella más profunda. El orador concluye destacando que aunque no seamos famosos, podemos estar entre aquellos recordados con cariño.
13. El expositor miró a la platea y
les dice que va a explicar lo
siguiente:
14. ”No importa lo que yo haga con
el dinero, ustedes continuarán
queriendo este billete, porque no
pierde el valor.”
15. “Esta situación, tambien pasa
con nosotros... Muchas veces,
en nuestras vidas, somos
aplastados, pisoteados y
sentimos que no tenemos
importancia.”
16. “Pero, no importa, jamás
perderemos nuestro valor.
Sucios o limpios, aplastados o
enteros, gordos o flacos, altos o
bajos, nada de eso importa!...”
17. “Nada de eso altera la
importancia que tenemos!... el
precio de nuestras vidas, no es
por lo que aparentamos ser,
pero, si por lo que hacemos y
sabemos!...”