Enfermedades dermatologicas masfrecuentes en ancianos (parte 2)
1. Problemas dermatológicos frecuentes
en los ancianos (II)
Ana Martínez de Salinas Quintana, Mónica Roncero Riesco y Pablo de Unamuno Pérez
Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. España.
Puntos clave
q Las infecciones cutáneas se pueden observar a cualquier q El penfigoide ampolloso puede iniciarse con placas
edad, pero en los adultos hay un incremento exponencial eritematosas muy pruriginosas y estables durante meses o
con relación a la edad. incluso años; por tanto, en los ancianos debemos
plantearnos el diagnóstico ante cuadros de prurito
q El intertrigo candidiásico en el anciano se ve favorecido por generalizado, o ante la presencia de lesiones de aspecto
circunstancias sociales, limitación de la actividad urticariforme o eccematoso.
cotidiana, cambios en los hábitos higiénicos, mayor
patología y multimedicación. q A lo largo de la vida las uñas reciben multitud de
agresiones externas e internas, lo que hace que presenten
q El 50% de las reacciones adversas a medicamentos afectan una serie de modificaciones, algunas de las cuales pueden
a mayores de 49 años. Los diuréticos son los medicamentos considerarse habituales o normales y forman parte del
más frecuentemente asociados a reacciones adversas cronoenvejecimiento cutáneo.
medicamentosas en los ancianos.
q Para confirmar la sospecha de onicomicosis es preciso
q El pénfigo vulgar puede asociarse a la toma de ciertos llevar a cabo un examen microscópico directo a fin de
medicamentos (entre los que destacan la D-penicilamina y visualizar las hifas.
el captopril), otros procesos autoinmunitarios y neoplasias.
q La desnutrición es frecuente en los ancianos, sobre todo si
q El pénfigo vulgar puede iniciarse con la presencia están ingresados en asilos. En la práctica ambulatoria las
de ampollas y/o erosiones en las mucosas, sobre todo alteraciones nutricionales pueden pasar inadvertidas, y son
en la oral, que pueden ser muy dolorosas. Las lesiones las manifestaciones cutaneomucosas las que pueden dar
iniciales pueden quedar localizadas en dichas áreas las pistas para el diagnóstico de la carencia.
durante meses o incluso años. Posteriormente pueden
aparecer lesiones en el resto del cuerpo. q Las manifestaciones cutáneas asociadas a diabetes mellitus
pueden estar relacionadas con las alteraciones de la
insulina, la hiperglucemia e hiperlipemia, los trastornos
vasculares o la neuropatía.
Palabras clave: Geriatría • Infecciones cutáneas • Dermatosis ampollosas • Toxicodermias • Distrofia ungueal senil.
Infecciones e infestaciones eritema, tumefacción, calor y dolor, asociados a fiebre y leu-
cocitosis. Pueden acompañarse de linfangitis y linfadenitis
Las infecciones bacterianas de la piel se pueden observar a regional. Por orden de frecuencia, los patógenos implicados
cualquier edad, pero en los adultos hay un incremento expo- en función del contexto clínico y epidemiológico son: Strep-
nencial con relación a la edad. El paciente anciano reúne tococcus del grupo A, Staphylococcus aureus, neumococos
muchos que los predisponen a padecerlas (inmunidad defi- y bacterias gramnegativas. Las extremidades inferiores y la
ciente, atrofia cutánea, xerosis, etc.). La erisipela (infección cara son las localizaciones más frecuentes, siendo las heri-
de la dermis) y la celulitis (infección hasta el tejido subcutá- das en los pies o las infecciones del área otorrinolaringológi-
neo) son 2 formas clínicas de infección cutánea bacteriana. ca las puertas de entrada (fig. 1). Es importante la toma de
Ambas se manifiestan por signos locales de inflamación con muestras para cultivo, así como realizar hemocultivos. Sin
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Figura 2. Intertrigo candidiásico en pliegue inguinal.
roce y maceración. Tópicamente pueden aplicarse, depen-
diendo del componente exudativo, pomadas, cremas o polvos
con antimicóticos con acción anti-Candida, como los deriva-
dos imidazólicos o la nistatina. En casos graves o recidivan-
tes puede llegar a ser necesario el tratamiento sistémico.
La escabiosis o sarna se da frecuentemente en pacientes
que viven en condiciones de hacinamiento, como en algunas
residencias de ancianos. La clínica se caracteriza por prurito
de predominio nocturno, lesiones como el surco acarino, pá-
Figura 1. Placa de erisipela en el dorso del pie. pulas persistentes y vesículas perladas, además de lesiones
de rascado. La localización de estas lesiones (surcos interdi-
gitales de las manos, muñecas, axilas, región periumbilical,
un tratamiento antibiótico adecuado y, en numerosas ocasio- areolas mamarias, escroto, pene y nalgas) orienta el diagnós-
nes, sin el ingreso del paciente, pueden aparecer complica- tico. En personas mayores la clínica de presentación puede
ciones como fascitis, mionecrosis, abcesos y sepsis. ser muy variable, lo que dificulta el diagnóstico. El trata-
El herpes zoster, infección por el virus de la varicela zos- miento consiste en permetrina al 5% en crema, aplicada des-
ter, aunque puede aparecer en cualquier edad, es mucho más de el cuello hasta los pies, donde se mantiene durante 8-10
frecuente a partir de los 50 años. Suele comenzar con dolor h; a la semana se repite la aplicación. Sería necesario reali-
y parestesias en el dermatoma afectado, que pueden confun- zar el tratamiento de todos los convivientes, así como el la-
dirse con cuadros clínicos como apendicitis, cólico renal o vado de la ropa con agua caliente.
hepático, infarto agudo de miocardio u otros, dependiendo
del dermatoma afectado. La erupción cutánea se caracteriza
por la aparición de lesiones localizadas y unilaterales, que Reacciones a medicamentos
no sobrepasan la línea media. La complicación más frecuen-
te, que aparece en casi el 50% de los pacientes mayores de Algunos estudios establecen una relación entre la edad y el
60 años, es la neuralgia postherpética. El tratamiento especí- aumento de las reacciones medicamentosas. En España el
fico con antivíricos debe iniciarse en las primeras 72 h, sin 50% de las reacciones adversas a medicamentos afectan a los
olvidar las curas antisépticas diarias y la analgesia. mayores de 49 años. Las razones de este hecho son diversas.
El intertrigo candidiásico en el anciano se ve favorecido Por un lado, los pacientes de edad utilizan un mayor número
por circunstancias sociales, limitación de la actividad cotidia- de medicaciones: los enfermos mayores de 65 años emplean
na, cambios en los hábitos higiénicos, mayor patología y una media de 2 a 6 medicaciones prescritas, y de 1 a 3,4 no
multimedicación. Como a cualquier edad, clínicamente con- prescritas. Alrededor del 75% de las personas mayores de 70
siste en una placa eritematosa y exudativa, con lesiones saté- años toman medicación regularmente. Además, existen facto-
lite en la periferia y grieta en fondo de pliegue (fig. 2). Hay res farmacocinéticos, como las alteraciones en la absorción, la
que tener en cuenta la presencia de reservorios digestivos o distribución y la capacidad para unirse a las proteínas plasmá-
genitales para evitar posibles recidivas. Las medidas higiéni- ticas, o la disminución de la función renal o hepática, lo que
cas deben ir encaminadas a mantener limpia la zona, evitar compromete el metabolismo del medicamento. Por otro lado,
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no hay que olvidar los errores de dosificación por la pérdida
TABLA 2. Manifestaciones que pueden estar causadas
de memoria o por alteraciones en la visión. Además, las reac- por medicamentos
ciones son más graves que en el individuo joven. Los diuréti-
Afectación cutánea
cos son los medicamentos más frecuentemente asociados a re-
acciones adversas medicamentosas en los ancianos. En la ta- Erupción exantemática (fig. 3)
bla 1 se recogen los fármacos implicados con mayor Eritrodermia
frecuencia en reacciones adversas yatrogénicas. Urticaria
Los cuadros cutáneos más comunes son los exantemas, la Enfermedad del suero
urticaria/angioedema y el exantema fijo. La gravedad es va- Exantema fijo medicamentoso: una o varias placas
riable; en general son pasajeros, pero en ocasiones pueden redondeadas, de 1 a varios cm de diámetro, eritematosas,
urticadas e incluso ampollosas, que cursan con prurito.
ser fatales, como en la necrólisis epidérmica tóxica o en el Aparecen tras la ingesta del medicamento responsable, en
shock anafiláctico. los mismos lugares que en los brotes anteriores. Al regresar
dejan una pigmentación muy persistente (fig. 4)
No es fácil responsabilizar a un fármaco de una reacción
Cuadros que simulan enfermedades del tejido conectivo:
cutánea, pero el clínico, ante un cuadro cutáneo no adecua- lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, dermatomiositis,
damente explicado, debe pensar en la posibilidad de una re- vasculitis, erupciones liquenoides, fotosensibilidad, etc.
acción medicamentosa. Una vez asumido que un medica- Lesiones ampollosas: eritema exudativo multiforme, necrólisis
mento es responsable, tampoco es fácil implicar un fármaco epidérmica tóxica, porfiria y seudoporfiria o pénfigo
específico como causante de una reacción cutánea determi- Afectación de anejos
nada. Muchos pacientes están bajo el efecto de múltiples Alopecia
medicaciones, cuya administración comienza a veces simul- Hipertricosis
táneamente. No siempre existe correlación entre el medica- Hirsutismo
mento y el síntoma, ni entre el síntoma y el medicamento. Cambios en la coloración del pelo
Además, es frecuente que el enfermo niegue la ingestión Erupciones acneiformes
previa de fármacos, por lo que hay que hacer un interrogato-
Hidradenitis ecrina neutrofílica
rio detallado. En la tabla 2 se enumeran los posibles cuadros
Afectación mucosa
clínicos que pueden originarse por medicamentos.
Estomatitis
La clínica cutánea de las reacciones medicamentosas ca-
Pigmentaciones
rece de especificidad en la mayor parte de los casos. Tampo-
co la histopatología, salvo algunas excepciones, es específi- Xerostomía
ca. Con estas premisas, la vinculación entre una determinada Hiperplasia gingival
reacción y el medicamento es probabilística. La historia clí- Reacciones funcionales
nica proporciona la información más valiosa para establecer Prurito
el potencial papel etiológico de un medicamento. Rubor
Livedo reticularis
Fenómeno de Raynaud
TABLA 1. Fármacos responsables de reacciones cutáneas
Medicamentos Medicamentos
con mayor riesgo con poco riesgo Enfermedades ampollosas
Alopurinol Aminofilina autoinmunitarias
Amoxicilina, ampicilina Aspirina
Carbamacepina Atropina
En los ancianos se pueden desarrollar lesiones ampollosas
de etiologías muy diversas, entre ellas las enfermedades au-
Isoniacida Codeína
toinmunitarias. Bajo esta denominación se incluye un grupo
D-penicilamina Digoxina
de dermatosis que se expresan clínicamente en forma de ve-
Hidantoínas Dinitrato de isosorbida
sículas y/o ampollas, en las cuales la presencia de autoanti-
Contrastes yodados Gentamicina
cuerpos participa en su desarrollo. En algunas entidades se
Rifampicina Dióxido aluminínico conoce muy bien el antígeno contra el que van dirigidos, co-
Sulfadiacina, trimetroprim- Hidróxido magnésico, insulina, mo en el pénfigo y el penfigoide, mientras que en otros pro-
sulfametoxazol metildopa, morfina,
paracetamol, prednisona, cesos, como la dermatitis herpetiforme, no están tan claros
prometazina, propanolol, los mecanismos patogénicos.
sales ferrosas,
espironolactona
En función de los hallazgos histopatológicos, las diferen-
tes enfermedades se han agrupado en:
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4. Martínez de Salinas Quintana A et al. Problemas dermatológicos frecuentes en los ancianos (II)
Su diagnóstico se confirma mediante la técnica de inmu-
nofluorescencia directa; para ello se realiza una biopsia de la
piel o la mucosa no afectada, preferiblemente del tejido peri-
lesional.
Puede asociarse a la toma de ciertos medicamentos (entre
ellos destacan la D-penicilamina y el captopril) o a otros
procesos autoinmunitarios, o bien ser un proceso paraneo-
plásico (pénfigo paraneoplásico).
El tratamiento debe ser supervisado por el especialista y
adaptado a cada paciente. Consiste en el tratamiento sistémi-
co asociado a curas tópicas.
1. Tratamiento tópico. Fomentos con sulfato de zinc o co-
Figura 3. Exantema medicamentoso. bre al 1/1.000, con posterior aplicación de un corticoide en
crema de mediana o alta potencia. En las mucosas se aplica
triamcinolona al 0,2% en orabase 2 veces/día y lidocaína
viscosa al 2% 30 min antes de comer.
2. Tratamiento sistémico. Se administran 1-2 mg/kg/día
de prednisona. La dosis se aumenta si no hay respuesta y se
reduce poco a poco cuando se consigue la epitelización de
las lesiones previas. Se puede asociar azatioprina (2
mg/kg/día) para disminuir la dosis de corticoides.
Penfigoide ampolloso
Afecta predominantemente a individuos de edad avanzada.
Puede iniciarse con placas eritematosas muy pruriginosas y
estables durante meses o incluso años; por tanto, en los an-
cianos debemos plantearnos el diagnóstico de penfigoide
ampolloso ante cuadros de prurito generalizado, o ante la
presencia de lesiones de aspecto urticariforme o eccematoso.
Las lesiones típicas son ampollas que pueden asentar sobre
piel previamente afectada o sana. La mucosa oral y de la
Figura 4. Exantema fijo medicamentoso. orofaringe se ve afectada en un 40% de los pacientes, pero
suele ser de forma transitoria.
1. Ampollas intraepidérmicas: pénfigo vulgar-pénfigo vege-
tante, pénfigo foliáceo-pénfigo eritematoso, pénfigo paraneo-
plásico, pustulosis intraepidérmicas por inmunoglobulina A.
2. Ampollas subepidérmicas: penfigoide ampolloso, pen-
figoide cicatrizal, epidermólisis ampollosa adquirida, lupus
eritematoso ampolloso, dermatitis herpetiforme y otras.
Pénfigo vulgar
Es el más frecuente en nuestro medio. Puede iniciarse con la
presencia de ampollas y/o erosiones en las mucosas, sobre
todo en la oral, que pueden ser muy dolorosas. Las lesiones
iniciales pueden quedar localizadas en dichas áreas durante
meses o incluso años. Posteriormente pueden aparecer lesio-
nes en el resto del cuerpo. Dado que se trata de ampollas in-
traepidérmicas, se rompen con facilidad dejando áreas ero-
sionadas (fig. 5). Cuando éstas son muy extensas, pueden re-
querir el ingreso del paciente para controlar el equilibrio
Figura 5. Lesiones erosivo-costrosas de pénfigo.
hidroelectrolítico y prevenir las sobreinfeciones.
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5. Martínez de Salinas Quintana A et al. Problemas dermatológicos frecuentes en los ancianos (II)
Es una enfermedad mucho menos grave que el pénfigo,
con tendencia a la curación espontánea. Los corticoides tópi-
cos potentes pueden ser suficientes en las formas localiza-
das. En las más generalizadas será preciso el tratamiento con
prednisona (0,5-1 mg/kg/día), cuya dosis se disminuirá lenta
y progresivamente una vez que haya cesado el brote de le-
siones nuevas.
Alteraciones ungueales
A lo largo de la vida las uñas reciben multitud de agresiones
externas e internas, lo que hace que presenten una serie de
modificaciones, algunas de las cuales pueden considerarse
habituales o normales (forman parte del cronoenvejecimien-
to cutáneo), mientras que otras representan una patología
más o menos frecuente en los individuos de edad avanzada.
Alteraciones ungueales debidas a la edad Figura 6. Distrofia ungueal senil.
Se deben a la reiteración de agresiones externas (roce, fric-
ción, presión, cambios de temperatura, etc.), pero sobre todo
a las progresivas modificaciones fisiológicas del organismo
(alteraciones vasculares, neurológicas y osteoarticulares se-
niles), al progresivo cronoenvejecimiento de los epitelios
(manifestado por el enlentecimiento en la actividad de los
queratinocitos), la xerosis (por disminución de los lípidos de
superficie y progresiva deshidratación) y los cambios hor-
monales y nutricionales. A esto debe sumarse el hecho de
que el anciano tiene más dificultad para llevar a cabo los
cuidados higiénicos necesarios. Además, puede influir la
medicación que toma y añadirse a otras enfermedades que
pueda padecer. Todo ello hace que la lámina ungueal sea
más gruesa y seca, menos brillante y de superficie menos li-
sa. Esta distrofia ungueal puede ser especialmente acentuada
en la primera uña de los pies, donde pequeños traumatismos
son más intensos y frecuentes, de tal forma que con mucha Figura 7. Onicogrifosis.
frecuencia la lámina adquiere un engrosamiento marcado
(paquioniquia), opacidad, pigmentación y surcos transversa-
les (fig. 6). El hallux valgus (juanete) se suma a las causas teraciones típicas de la onicomicosis son: onicólisis, hiper-
antes citadas y provoca un roce excesivo en la cara interna queratosis subungueal, cromoniquia, destrucción de la lámi-
del primer dedo, destruyendo los pliegues laterales y favore- na y distrofia importante. Hay que tener en cuenta que estas
ciendo el crecimiento vertical de la lámina (fig. 7). alteraciones son también características de otros procesos,
principalmente de la psoriasis ungueal, con la que siempre
Alteraciones patológicas plantea el diagnóstico diferencial (fig. 8).
Infecciones del aparato ungueal Para confirmar la sospecha de onicomicosis es preciso
– Onicomicosis. La distrofia de la lámina ungueal debida a llevar a cabo un examen microscópico directo que permita
la infección por hongos es menos frecuente de lo que se ha visualizar las hifas. Es necesario raspar la uña o cortar unos
venido señalando en los últimos años. La mayoría de las ve- fragmentos que, sobre el portaobjetos, se tratan luego con
ces la alteración ungueal obedece a las causas que hemos se- hidróxido potásico al 10-30%, al que puede añadirse tinta
ñalado anteriormente. No obstante, es más fácil que una lá- Parker para visualizar mejor los elementos fúngicos. Los
mina alterada sea parasitada por distintos tipos de hongos cultivos se hacen preferentemente en medios de Sabouraud
(que se observan en visión directa y en cultivos), que con adicionados con antibióticos o actidiona para impedir el cre-
mucha frecuencia no son responsables de la distrofia. Las al- cimiento de bacterias.
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6. Martínez de Salinas Quintana A et al. Problemas dermatológicos frecuentes en los ancianos (II)
Figura 8. Onicomicosis: hiperqueratosis subungueal. Destrucción Figura 9. Paroniquia.
parcial de la lámina.
El tratamiento de las onicomicosis del anciano es seme- manas, hasta que la morfología de la zona se normalice pro-
jante al del adulto, si bien deben tenerse en cuenta de mane- gresivamente. En alguna ocasión, si la gravedad lo requiere, y
ra especial las posibles interacciones con los fármacos que preferentemente tras confirmación de la etiología por cultivos,
pueda estar recibiendo el paciente, muchas veces polimedi- puede ser necesaria la administración de un antibiótico o anti-
cado. El itraconazol, siguiendo la pauta denominada de pul- fúngico por vía sistémica. Deben tomarse medidas higiénicas
sos intermitentes y a la dosis de 400 mg/día durante una se- para evitar recidivas; entre ellas, hay que evitar retirar la cutí-
mana al mes a lo largo de 3 a 4 meses, o la terbinafina, a la cula, ya que su función protectora del surco es necesaria.
dosis de 250 mg/día durante 3 meses, son sin duda las medi-
caciones más eficaces actualmente. Los dermatófitos res- Alteraciones ungueales secundarias a procesos
ponden a ambos fármacos; Candida y los mohos responden dermatológicos
–si bien éstos en menor grado– al itraconazol. Debemos te- Algunos procesos crónicos, como la psoriasis (fig. 10), el li-
ner en cuenta las posibles interacciones medicamentosas en- quen, la ictiosis, la eritrodermia, el eccema, etc., provocan
tre estos fármacos y la medicación que toma el paciente. distrofias ungueales permanentes por afectación de la matriz
Las onicomicosis superficiales pueden ceder con la sim- ungueal o de los pliegues ungueales.
ple aplicación una vez por semana de una laca de amorolfina
al 5%. Ésta puede asociarse al tratamiento sistémico con Alteraciones ungueales en las afecciones sistémicas
itraconazol o terbinafina y, en los casos de afectación grave Por ejemplo, las petequias de los pulpejos y las hemorragias
profunda, puede resultar conveniente dicha combinación. en astilla subungueales junto con los nódulos de Oslerson
característicos de la endocarditis subaguda.
– Paroniquias crónicas (fig. 9). Son frecuentes sobre todo
en las manos de mujeres que llevan a cabo las tareas del ho-
gar, asociadas a enfermedades que predisponen a ellas como Alteraciones nutricionales,
la diabetes mellitus y la enfermedad periférica vascular (en metabólicas y endocrinas
los pies). El agente etiológico más frecuente es Candida albi-
cans, aunque otros agentes antimicrobianos, como Staphylo- La desnutrición es frecuente sobre todo si los ancianos están
coccus, Streptococcus, Pseudomonas y Proteus, pueden tam- ingresados en asilos. Se han podido reconocer diversas ma-
bién ocasionarlas. Con frecuencia se trata de infecciones mix- nifestaciones cutáneas relacionadas con alteraciones de la
tas por dichos agentes. El tratamiento debe llevarse a cabo nutrición, especialmente en pacientes ingresados con enfer-
corrigiendo los posibles factores predisponentes (diabetes, medades graves o que reciben nutrición parenteral. En la
maceración por agua y detergentes). Debe aplicarse una cre- práctica ambulatoria las alteraciones nutricionales pueden
ma antibiótica (gentamicina o ácido fusídico), un antifúngico pasar inadvertidas, y son las manifestaciones cutaneomuco-
activo frente a Candida o ambos asociados durante varias se- sas las que pueden constituir las claves para su diagnóstico.
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7. Martínez de Salinas Quintana A et al. Problemas dermatológicos frecuentes en los ancianos (II)
TABLA 3. Déficit de algunos nutrientes y manifestaciones
cutáneas más importantes
Déficit Manifestaciones cutáneas
Proteínas Xerosis. Dermatitis descamativa
Alopecia. Pérdida de tejido adiposo
Vitamina A Xerosis
Vitamina C Hemorragias perifoliculares. Púrpura
Equimosis. Periodontitis
Niacina Pelagra: dermatitis en áreas
fotoexpuestas, diarrea, alteraciones
neuropsíquicas
Zinc Dermatitis acral y periorificial
Glositis. Alopecia
Hierro Alopecia difusa. Uñas frágiles con
onicorrexis
Queilitis angular. Lengua despapilada.
Figura 10. Psorisis ungueal: hiperqueratosis subungueal. Surcos Prurito
de Beau. Ácidos grasos esenciales Xerosis. Anergia cutánea
En la tabla 3 se recogen los déficit nutricionales más fre- Acantosis nigricans
cuentes y las manifestaciones cutáneas más importantes que Se caracteriza por engrosamiento de la piel y aumento de
pueden originar. pigmentación, y se localiza principalmente en axilas, ingles,
nuca y laterales de cuello.
Manifestaciones cutáneas asociadas a trastornos
tiroideos Necrobiosis lipoídica
Hipertiroidismo La presentan un 0,3% de los diabéticos y se caracteriza por
La piel suele ser fina y caliente, con aumento de la sudación, una placa amarillenta, generalmente única, localizada en la
que es más pronunciada en las palmas y las plantas. Existe región pretibial y que presenta un borde rojizo y un centro
una importante rubefacción facial con eritema en las palmas atrófico (fig. 11). Las lesiones generalmente son anestésicas
y los codos. por la destrucción de las fibras nerviosas a causa de la diabe-
El mixedema pretibial es una manifestación infrecuente tes.
(un 5% de los pacientes). En la mayoría de los casos se aso-
cia a oftalmopatía y es, por lo general, una manifestación
tardía de la enfermedad. Las lesiones son nódulos cutáneos
discretamente purpúricos y de coloración carnosa en la re-
gión pretibial.
Hipotiroidismo
La piel se vuelve xerótica, pálida y fría, con hiperquerato-
sis folicular. El cabello se vuelve seco y quebradizo, y cre-
ce lentamente, con alopecia difusa. El cambio cutáneo más
característico es el mixedema generalizado, que confiere a
los pacientes una facies característica con nariz y labios
engrosados, lengua aumentada de tamaño y párpados ede-
matosos.
Manifestaciones cutáneas asociadas a la
diabetes mellitus
Pueden estar relacionadas con las alteraciones de la insulina,
la hiperglucemia y la hiperlipemia, los trastornos vasculares
Figura 11. Necrobiosis lipoídica en cara anterior de pierna.
o la neuropatía.
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8. Martínez de Salinas Quintana A et al. Problemas dermatológicos frecuentes en los ancianos (II)
Escleredema del adulto
Es una enfermedad del tejido conectivo, de causa desconoci-
da, que se caracteriza por una induración crónica y difusa de
la piel, que adopta el aspecto de piel de naranja. La mayoría
se desarrolla de forma insidiosa en pacientes con diabetes
insulinodependiente de larga duración. Es muy resistente al
tratamiento.
Ampollas diabéticas
Generalmente afectan a la región pretibial y al pie.
Pie diabético
Un 20% de los pacientes diabéticos hospitalizados lo son
por problemas en el pie, y un 50% de las amputaciones no
traumáticas se realizan en los diabéticos. Las lesiones cutá-
neas en los pies diabéticos, especialmente úlceras, se deben
a los cambios vasculares, a las alteraciones neurológicas y a
la infección de las lesiones. El riesgo de amputación aumen-
ta con la edad.
Bibliografía
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