Dar calidad de vida a las personas que nos rodean es decisión nuestra. Una elección simple y tan fácil como dibujar una sonrisa a un desconocido con una frase o una fotografía:
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10. No hacen más planes a largo plazo, ahora se dedican a pequeñas aventuras, como comer a escondidas todo lo que el médico les prohibió.
11. Tienen manchas en la piel. De repente están tristes. Más no estan caducos: caducos están los hijos, que rechazan aceptar el ciclo de la vida.
12. Es complicado aceptar que nuestros héroes y heroínas ya no tienen el control de la situación.
13. Son frágiles y un poco olvidadizos, tienen este derecho, pero seguimos exigiendo de ellos la energía de la juventud. No admitimos sus flaquezas, su tristeza.
14. Nos sentimos irritados y algunos llegamos a gritarles si se equivocan con el celular u otro electrónico, y encima no tenemos paciencia para oír por milésima vez la misma historia que cuentan como si terminaran de haberla vivido.
15. En vez de aceptar con serenidad el hecho de que adoptan un ritmo más lento con el pasar de los años, simplemente nos irritamos por haber traicionado nuestra confianza, la confianza de que serian indestructibles como los super-héroes.
17. Nuestra intolerancia sólo puede ser miedo. Miedo de perderlos, y miedo de perdernos, miedo de también dejar de ser lúcidos y joviales.
18. Con nuestros enojos, sólo provocamos más tristeza a aquellos que un día sólo procuraron darnos alegrías.
19. ¿Por qué no conseguimos ser un poco de lo que ellos fueron para nosotros? Cuantas veces estos héroes y heroínas estuvieron noches enteras junto a nosotros, medicando, cuidando y midiendo fiebres !!
20. Y nos enojamos cuando ellos se olvidan de tomar sus remedios, y al pelear con ellos, los dejamos llorando, tal cual criaturas que fuimos un día.
21. El tiempo nos enseña a sacar provecho de cada etapa de la vida, pero es difícil aceptar las etapas de los otros...
22. Mas cuando los otros fueron nuestros pilares, aquellos para los cuales siempre podíamos volver y sabíamos que estarían con sus brazos abiertos, y que ahora estan dando señales de que un día iran a partir sin nosotros.
23. Hagamos por ellos hoy lo mejor, lo máximo que podemos, para que mañana cuando ellos ya no estén más...
24. ... podamos recordarlos con cariño, con sus sonrisas de alegría y no con las lágrimas de tristeza que ellos hayan derramado por causa nuestra.