1. 2.1.-El estilo coloquial o familiar Es evidente que el sistema lingüístico que mas usamos es el coloquial o familiar. Entre los rasgos mas característicos, podemos anotar: -Desde el punto de vista sintáctico el estilo familiar se caracteriza por la alteracion del orden en la oración: en cuanto se destaca subjetivamente aquellos elementos que el hablante los cree más novedosos. Ésta muy enferma mi madre Ejemplo: ésta muy enferma mi madre. Es una oración psicológica, dado que destaca el hecho de estar enferma . -La abundancia de muletillas es muy común: este, pues, bueno, etc. -La elusión y la alusión es otro elemento de la lengua coloquial. Es muy común eludir el nombre de algo que no se quiere nombrar, substituyéndola por otro nombre que la aluda. Ejemplo: caleta por casa, guacho por corazón, etc. Se prefiere también abreviar muchas palabras: profe, mate, bici, poli, etc. -La predilección por las enumeraciones es otra característica de la lengua coloquial, sobre todo por el vulgo que prefiere reiterar una y cuantas veces un mismo asunto; su imaginación es tan rica para narrar todos los por menores de un modo tan plástico que el gesto y la mímica es un recurso especial del habla. Esto es una afición a lo teatral por la variedad de recursos tales como gestos, mímica, tono, vocalización y cuantos otros elementos emplea para reforzar la comunicación con la mayor naturalidad. Desde luego que la creatividad individual, es decir el carácter creador del lenguaje humano se pone en juego. La adquisición de todos estos enunciados, se convierten en elementos fundamentales de la existencia, puesto que se incorporan a lo largo de toda nuestra vida como fórmulas habituales que, para llevarse a cabo, dependen del grado de confianza y posición social que ocupe la persona. 2.2.- Modales, cortesía y formulas de tratamiento al hablar y escribir. No digas palabras que ofendan a los demás; cuidado, eso es malo, no lo hagas; sé culto y comedido; no seas chismoso ni mentiroso; son entre otras, las expresiones del maestro para con sus alumnos, tratando con ello de remarcar la idea de que el hablante intente comunicarse con la mayor cortesía con el interlocutor. Existe una infinidad de fórmulas de tratamiento que varían y se modifican de una cultura a otra conforme la sociedad y por ende la lengua, sociedad y por ende la lengua van evolucionando. En español se utiliza dos fórmulas de cortesía: interesada y desinteresada. Cuando el hablante quiere demostrar una cortesía interesada, utiliza fórmulas como: estoy a sus órdenes, soy un servidor suyo, mande usted señor. La cortesía desinteresada se sirve de las expresiones: usted es muy gentil, es muy amable, no sabe cuánto le agradezco. En este campo el hablante se esmera por suavizar su manera de ser para con el otro. En nuestro caso, ¿Quién de nosotros no se ha servido del clásico por favor, para suavizar una orden por ejemplo?: por favor pásame el balón. El ruego y la sugerencia son mecanismos con los cuales el hablante desea del oyente una respuesta en forma concreta. Y es que no sólo en la conversación se utilizan ciertos modales de tratamiento para demostrar cortesía que el hablante tenga para el otro 2.3.-El poder de la palabra La lengua es siempre eficaz en cuanto el hablante pone todo su potencial y su inmensa capacidad para hablar bien, se diría que todo lo que significa acción no tiene sentido sino en cuanto se transforma en lenguaje: la acción es lenguaje y el lenguaje es acción. Quien domina su propia lengua justifica gran parte de de sus actividades hablando, escuchando, escribiendo o leyendo. En efecto el poder de la palabra es innegable, de suerte que si pretende ascender socialmente, es decir, ubicarse en una posición que le permita ser reconocido y valorado por lo que es y hace. El poco conocimiento de la lengua nos trae confusión, limita, nos “rebaja” ante los otros y no tanto porque no tengamos acceso a un amplio repertorio de palabras, sino más bien porque desconocemos una serie de elementos lingüísticos que hoy en día son los que fundamentan la teoría. Sin embargo, a pesar de las restricciones a las que el hombre frecuentemente está sometido lo cierto es que el lenguaje es un poder conferido exclusivamente al ser humano. El lenguaje surge, de un sinnúmero de exigencias que a lo largo de la historia humana han hecho posible que la lengua sea un sistema en la que las palabras con su infinita posibilidad de combinaciones se convierta en una actividad fundamental para expresar todo el caudal de pensamientos que el hombre posee y cuyo objetivo esencial es la comunicación para transmitir mensajes, gracias a la gran imaginación y de creatividad 2.4.-La comunicación como incomunicación La comunicación tiene una función expresiva gracias a la cual es posible que un mensaje llegue formalmente al destinatario. Se ha llegado a afirmar que lo que importa no es tanto el contenido del mensaje sino la forma como se lo expresa y a través de qué medios se lo emite.Hoy en día, la transmisión de un mensaje no es difícil los medios como el teléfono, celular, fax, internet, correo electrónico, medios de comunicación social. Constituyen el paso el paso de una cultura meramente informativa a una de tipo audiovisual en la que la palabra a dado paso a la imagen como un elemento que nos induce a pensar en el medio. Todo este variado panorama lingüístico, a la par que nos sirve para comunicarnos, nos sirve también para incomunicarnos –tal como queda señalado- dado que la formulación del lenguaje de quien lo emite –aparte de lo ya señalado- dependerá de cómo es pronunciado, de los procedimientos sintácticos y morfológicos de la elección del vocabulario, del área geográfica. 2.5.-El habla interior Se piensa que la lengua es un medio de comunicación interpersonal, lo es también para comunicarnos con nosotros mismos una de las grandes cualidades del ser humano es el de la interiorización del habla, por cuanto le permite cuestionarse a si mismo frente a los pequeños problemas de la vida. El habla, como lenguaje interior, es un medio de conocimiento; por él podemos adentrarnos en nuestra interioridad para moldear y saber cómo responder en la conversación interpersonal, el proceso de habla interior es fundamental para comprender mejor la dimensión social de la comunicación, puesto que es un elemento en el que el individuo reflexiona en conversación consigo mismo: le habla a un yo que es él mismo y que le escucha “sin protestar”. La presencia del yo que escucha es vital para hacer significativo el enunciado del yo que internamente habla. Si se sabe interiorizar bien el habla en consonancia con las ideas que se quiere luego comunicar mediante el uso de la palabra, se habrá logrado que la conversación sea eficaz, no tanto porque el diálogo interno nos enseña a hablar con los demás, sino también porque al interiorizar el habla estamos aprendiendo a escuchar, para cuando sea oportuno, poder exteriorizar ordenada y correctamente lo que se siente y lo que se piensa; puesto que, lo que hoy en día necesitamos es aprender a relacionarnos y a comunicarnos mejor con los demás.