2. Competencias asociadas al tema
COMPETENCIAS GENERALES:
1. Capacidad de análisis, de síntesis, de crítica, de combinar visiones
globales/locales y de aplicación de los conocimientos a la práctica.
2. Capacidad de organización, de tomar decisiones y de adaptarse a nuevas
situaciones.
3. Utilización de las TIC.
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS:
1. Capacidad para reconocer la complejidad de los fenómenos sociales y la
interacción de procesos globales y locales en situaciones concretas,
identificando nexos causales y actores clave en cada situación.
2. Habilidades para el desarrollo de los recursos humanos en las empresas e
instituciones.
3. Habilidades en el desarrollo de las relaciones laborales en las empresas e
instituciones (asesoramiento, diseño y gestión de empresas e instituciones).
3. Contenidos del Tema
2.1 Especializaciones manuales e intelectuales:
cualificaciones y control del trabajo profesional.
2.2.Divisiones del trabajo: mercado, burocracia,
profesionalismo.
2.3.División y segregación de las ocupaciones en
función del sexo.
2.4. Profesionalización/desprofesionalización,
mercantilización, burocratización y proletarización
del trabajo profesional.
4. Tres lógicas organizativas
(E. Freidson, 2001)
Tres grandes lógicas que orientan el funcionamiento
de las organizaciones y el trabajo:
MERCADO: la competencia, el consumo
BUROCRACIA: la eficiencia, los reglamentos
PROFESIONALISMO: el monopolio, la libertad de juicio
Suponen un conjunto de “instituciones
interconectadas” que dan un soporte económico y una
organización social al control del trabajo.
5. Tres lógicas organizativas
(E. Freidson, 2001)
MERCADO: control por el consumidor
BUROCRACIA: control por la dirección
PROFESIONALISMO: control por la ocupación
El trabajo es definido como “la práctica del conocimiento y
habilidades, y las circunstancias sociales, económicas y
culturales que lo rodean”.
“La realidad es y debe ser una combinación mixta de las tres
lógicas, siendo el dilema político la composición precisa de
esa mixtura. La cuestión debería ser si las virtudes de cada
una se suprimen por el énfasis en las otras y si sus vicios se
estimulan excesivamente.”
6. Dimensiones de las lógicas
organizativas
La fuerza de trabajo (especializaciones).
La división del trabajo aplicada.
El mercado de trabajo, junto a los posibles modelos de
carrera laboral disponibles.
El reconocimiento o no de un programa de formación
vinculado a un modelo de organización del trabajo.
La identidad e ideología que acompaña a las
ocupaciones, es decir, los significados que se atribuyen
al ejercicio de las distintas actividades laborales.
7. 2.1. Las especializaciones:
la fuerza de trabajo
Los distintos modelos de especialización
establecidos en función de los conocimientos y
cualificaciones requeridos para las distintas funciones
especializadas que desarrollan los trabajadores/as.
Dos grandes tipos de especializaciones que sustentan
valoraciones y estatus ocupacionales diferentes:
MANUALES
INTELECTUALES
8. Especializaciones manuales
Derivan del proceso de división del trabajo en tareas
parciales
No existe una organización ocupacional del trabajo
No sustentan identidades sociales adscritas a las
especializaciones
Se valoran sus resultados por la productividad.
9. Especializaciones intelectuales
Derivan de la búsqueda y la aplicación del
conocimiento formal complejo y de la técnica.
Refieren a las disciplinas y subdisciplinas generadas a
partir de las ocupaciones intelectuales, muchas de las
cuales se convirtieron en ocupaciones autónomas, que
se ejercen bien en términos de autoempleo, o bien en el
empleo público, o bien en empresas.
El desarrollo de esta forma de especialización ha dado
lugar a figuras como el experto y el técnico.
Suelen someterse básicamente a procesos de
autoevaluación.
10. La fuerza de trabajo
Se enfrenta a diferentes márgenes de discrecionalidad (es
decir, autonomía):
“Especialización mecánica”:
Dispone de un mínimo margen de discrecionalidad
Realización exclusiva de tareas que son tan simples y
repetitivas que pueden ser realizadas virtuosamente por
cualquier adulto normal
“Especialización (manual o intelectual) discrecional”:
Implica tareas “en las que la discreción o el juicio propio se
ejercen a menudo si se quieren realizar con éxito”
Pueden darse tanto en la especialización manual como en la
intelectual.
11. Tipos de conocimiento
Conocimiento y habilidades cotidianas:
Se requieren para la vida cotidiana, a diferencia de los que
“son necesarios sólo para trabajar en un oficio u ocupación
particular”.
Algunos son conocimientos tácitos, se usan
inconscientemente (no se reflexiona sobre ellos), siendo
esenciales para la realización práctica de todo tipo de trabajo
en la sociedad.
Varían históricamente y suelen estar segmentados por edad,
raza, género y clase social.
En las sociedades modernas suelen adquirirse en la escuela
una parte de ellos (escritura, lectura, aritmética,...).
12. Tipos de conocimiento
Conocimiento laboral práctico:
Vinculado al trabajo en espacios particulares, no siendo compartido
con la población en general. Puede ser también “consciente” o
“tácito”.
Conocimiento formal:
Institucionalizado en “disciplinas”.
Se enseña a quienes aspiran a entrar en ocupaciones especializadas.
Conocimiento abstracto y general, y no puede ser aplicado
directamente a los problemas del trabajo.
Juega un papel esencial en la diferenciación entre “especialización
manual” e “intelectual”, puesto que sólo las “especializaciones
intelectuales” son las que se apoyan en estos conocimientos para
sustentar el propio acceso al trabajo.
14. 2.2. La división del trabajo
• Las formas de coordinación y control del trabajo
(relaciones sociales) cuando los individuos realizan
tareas diferentes pero relacionadas.
• Organizan y coordinan el trabajo de especializaciones
u ocupaciones relacionadas.
• Tres niveles distintos de análisis:
• la sociedad en su conjunto,
• un sector económico dado,
• una empresa, organización o centro de trabajo.
Marta Jiménez Jaén
15. A. Smith
Adam Smith dedicó gran parte de su obra a referirse a la división
del trabajo claramente como sólo especialización, aunque
reconoció la existencia de más de un tipo de especialización,
pero no intentó analizar todas.
Idea central en sus planteamientos: evidenciar cómo la
especialización, junto con la maquinaria, era el sustento del
aumento de la productividad y del crecimiento económico,
enfatizando con ello la importancia económica de la actividad
humana:
Permite aumentar la destreza de los trabajadores, al reducir su
actividad a una o pocas operaciones (y ello a lo largo de toda su
vida);
Ahorra tiempo, al no tener que cambiar de actividad cada obrero;
Fomenta la mejora de las herramientas y el uso de máquinas,
permitiendo que un solo hombre realice el trabajo de muchos.
16. A. Smith
Reconoce que sus efectos sobre los conocimientos que
los obreros emplean en la producción son
contradictorios, ya que al tiempo que aumenta su
virtuosismo, conduce a su degradación.
A pesar de su defensa de la plena libertad del mercado,
Smith reconoce que las relaciones de intercambio entre
capital y trabajo no son armoniosas, partiendo de una
situación de ventaja el capital.
La diferenciación entre los salarios se debe apoyar no
sólo en la cantidad, sino en la calidad del trabajo, siendo
necesario que se tengan en cuenta aquellas actividades que
suponen elevados costes y mayor dificultad del
aprendizaje.
17. A. Smith
El autor integraba el trabajo profesional en el trabajo
improductivo, que no contribuía al crecimiento económico, y
cuyas remuneraciones incluso se veían condicionadas por el
rango social que se les atribuía a las profesiones:
“Fiamos nuestra salud a un médico, nuestros bienes, y a veces
nuestra vida y nuestra reputación, a un Letrado, o a un Procurador
en nuestra ausencia. Esta confianza no puede depositarse en gentes
de mediana y mucho menos de baja condición. Por tanto, la
recompensa debe ser tal que pueda sostenerles en el rango que
requiere en la sociedad una confianza de esta especie. El dilatado
tiempo de la educación de éstos, los gastos de su enseñanza,
combinados con las demás circunstancias, levantan mucho más el
cómputo que lo que parece merecía su mero trabajo.”
(Smith, A. (1776), citado por Rodríguez Guerra, J. (1993), p. 310)
18. Lógica del mercado
Organización del trabajo solamente por relaciones de intercambio en
las que todos los trabajadores/as son libres para competir sin límites
como individuos para la realización de cualquier tipo de trabajo que
ellos decidan.
La división del trabajo puede ser muy fluida, con especializaciones
ocupacionales y empresas productivas emergiendo libremente y
desapareciendo según las demandas del mercado y la competencia por
otros cambios.
Producción de bienes y servicios flexible y al menor coste posible
(lo cual es interpretado como eficacia), debiendo también ser capaces
de cambiar de un producto o servicio a otro cuando el mercado
demanda cambios o cuando la competencia reduce la posibilidad de
beneficios, o incluso desaparecerán y serán suplantados por los
competidores.
Marta Jiménez Jaén
19. Lógica del mercado
Movilidad geográfica y ocupacional de la fuerza de trabajo.
Los roles laborales, empleos y ocupaciones no deben tener
límites claros ni jurisdicciones: fácilmente transformables en
empleos cuya existencia real puede ser fugaz, y sus tareas
pueden cambiar.
El contenido del trabajo que abarca especializaciones mecánicas
y discrecionales puede ser muy inestable. Se basarán en una
extensa experiencia o formación.
Sin protección jurídica ni otras fuentes de estabilidad, el
contenido de los empleos variará para satisfacer las diferentes
demandas de cada empleador o consumidor.
Es característico de los economistas clásicos y
neoclásicos maximizar la capacidad de los
consumidores de estar bien informados, para
calcular decisiones racionalmente. Bajo las
condiciones de la libre competencia perfecta, los
consumidores son soberanos
Marta Jiménez Jaén
20. Max Weber
Tipos ideales de acción social:
1.- La conducta racional deliberada, acción que evalúa los
resultados posibles calculando los medios y valorando
instrumentalmente el peso de distintas alternativas para el logro
de un fin que se pretende alcanzar.
2.- La conducta racional orientada a valores: persigue ideales y
no toma en consideración otras alternativas que no sean
relevantes a esos valores. Hace caso omiso de la
instrumentalidad.
3.- La conducta afectiva: determinada por las pasiones y
sentimientos actuales del agente. Es la orientación por la presión
emocional, no por un valor o ideal.
4.- La conducta tradicional: regida por la costumbre heredada,
no evalúa los medios ni persigue ideales. Así son la mayor parte
de las conductas cotidianas, orientadas por el sentido común
Marta Jiménez Jaén
21. La acción racional y la
legitimidad
Son los intereses los que sustentan la uniformidad de la
conducta y, por ello, la relación social es generalmente
mucho más inestable.
En esta conducta, tiene un peso especial la cuestión del
“orden legítimo”: las formas más estables de relación social
son aquellas en las que las actitudes subjetivas de los
individuos que participan en ellas están orientadas por la
legitimidad.
Legitimidad: no equivale siempre a adhesión a los
principios que sustentan el orden, pero sí un
reconocimiento del propio orden establecido como las
reglas del juego sobre las que se llevan a cabo las acciones y
relaciones sociales.
Marta Jiménez Jaén
22. “Poder” y “Dominación”
PODER: “la probabilidad de imponer la propia
voluntad, dentro de una relación social, aun contra
toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de
esa probabilidad”.
DOMINACIÓN: situación específica, en la que existe
“la probabilidad de encontrar obediencia a un
mandato de determinado contenido entre personas
dadas”. REQUIERE legitimidad.
Marta Jiménez Jaén
24. Burocracia
Weber considera que la forma predominante de organización del poder
en las sociedades modernas, es la BUROCRACIA, un modelo que afecta
por igual, a su juicio, a la organización de la producción capitalista
como a otros ámbitos de la actividad humana.
Burocratización: es la implantación de un sistema de dominación
burocrática en dicha actividad
“En todo campo, religioso, económico o educativo, Weber observa la
proliferación de las organizaciones de gran escala, la concentración de
los resortes de la administración en la cúspide jerárquica y, en general,
la adopción del tipo burocrático de organización. El ejército moderno,
la iglesia, la universidad, van perdiendo progresivamente su aspecto
tradicional, al ser cada vez más regulados por reglas racionales e
impersonales dirigidas a conseguir la máxima eficiencia. En este
sentido, la empresa de gran escala es el ejemplo más representativo. Los
medios de producción dejan de estar en manos del obrero-productor y
la total estructura de la organización se establece conscientemente y
según principios racionales.” Mouzelis, N. (1991)
25. Burocracia
En la práctica, este modelo incluye un conjunto de elementos que
nos resultan conocidos en muchas organizaciones contemporáneas:
“1. Igual trato para todos los empleados.
2. Tener en cuenta solamente las habilidades, pericia y experiencia relacionadas con
el puesto de trabajo.
3. Ausencia de prerrogativas del puesto (…); es decir, se considera que el puesto
pertenece a la organización, no a la persona que lo desempeña. El empleado no
puede utilizarlo para sus fines personales.
4. Criterios concretos de trabajo y productividad.
5. Implantación y cumplimiento de normas y regulaciones que están al servicio de
los intereses de la organización.
6. Reconocimiento de que las normas y regulaciones son de obligado cumplimiento
tanto para los directivos como para los empleados. Así, los obreros también pueden
exigir a la dirección el cumplimiento de las condiciones del contrato.”
(Perrow, Ch., 1990)
26. Lógica burocrática
La autoridad racional-legal organiza el trabajo
Normas escritas formales establecen los deberes de
cada posición, ocupación o empleo, así como las
relaciones entre ellos.
Organización piramidal de las posiciones, con líneas
claras de autoridad lideradas por el funcionario
ejecutivo superior.
La división del trabajo organizada es racionalizada,
sólo puede ser alterada por la autoridad administrativa
(ni los consumidores/as ni los trabajadores/as
controlan dicho cambio).
Marta Jiménez Jaén
27. Lógica burocrática
Los individuos no pueden siempre realizar cualquier
especialización o conjunto de tareas, pero pueden sin embargo
mantener la seguridad en el puesto en la división burocrática del
trabajo.
Escasa movilidad de trabajadores desde una posición
especializada a otra dentro de las firmas.
Escaso número de trabajos posibles y sus límites son poco
permeables porque están establecidos y mantenidos por un plan
deliberado.
Los límites jurisdiccionales entre tareas están más especificados
en detalles formales como descripciones del puesto en un marco
de la organización, y no están sujetos a cambios sin el uso de
procedimientos administrativos formales.
Marta Jiménez Jaén
28. É. Durkheim
Para Durkheim, el problema del significado social y de los
efectos de la división del trabajo era ineludible para la
Sociología.
Durkheim vincula, en "La división del trabajo social", los
fenómenos derivados de la especialización y diferenciación
del trabajo en la sociedad a la interpretación del problema
de la crisis y la desorganización social y moral imperantes
en la sociedad francesa de aquellos años, pero aporta una
lectura de estos fenómenos rotundamente enfrentada a las
tesis críticas del romanticismo conservador, del socialismo
y del utilitarismo, que situaban en el centro de los
problemas la propia división del trabajo. Considera que,
precisamente, la fuente de la nueva moral en las sociedades
modernas viene dada por este proceso.
29. É. Durkheim
Durkheim insistía en que la división del trabajo era regulada socialmente, no un mero
agregado de intercambios contraídos individualmente. Aunque esta posición obviamente
implica algún tipo de organización social o de estructura más allá de la libre competencia,
él no discutió dicha organización más allá de los términos más generales.
Contrapone dos modelos de sociedades en función del grado de complejidad de la
división del trabajo y a las que asigna un modo determinado de "solidaridad social", esto
es, de cohesión en torno a las normas morales:
1) Las sociedades primitivas compartían una escasa división del trabajo, estaban cerradas
en sí mismas, tenían una estructura social escasamente compleja y carecían de grupos
secundarios entre el individuo y la sociedad global, no existiendo distinción entre lo
público y lo privado.
A estas sociedades corresponde la "solidaridad mecánica":
las creencias y sentimientos de cada uno de los miembros de la sociedad están
rigurosamente reglamentados por la conciencia colectiva;
las reglas se aplican a todos por igual (los uniformizan),
se aceptan las creencias del grupo de forma inconsciente, sin que se ponga en duda si son
buenas o malas.
Se justifica por el hecho de la inexistencia de división del trabajo: todos los individuos
hacen tareas similares y a ello se supone que corresponde una conciencia colectiva que sólo
contempla las semejanzas.
30. É. Durkheim
2) Las sociedades complejas están compuestas "...por un sistema de órganos diferentes,
cada uno con su función especial, y formados, ellos mismos, de partes diferenciadas. A la
vez que los elementos sociales no son de la misma naturaleza, tampoco se hallan
dispuestos de la misma forma. (...) se hallan coordinados y subordinados unos a otros,
alrededor de un órgano central que ejerce sobre el resto del organismo una acción
moderatriz".
Lo característico es la diferenciación: entre el individuo y la sociedad se interponen
grupos secundarios organizados en torno a las tareas que realizan y que imponen
disciplinas propias sobre éstos.
El contenido de la conciencia colectiva ha de ser diferente del de las sociedades
primitivas: se distingue entre lo individual y lo colectivo.
El tipo de solidaridad que se establece es la "solidaridad orgánica”:
lleva implícita la exigencia de que se construya el consenso moral a raíz de las situaciones
diferenciadas
cada individuo está más especializado y es más autónomo respecto al grupo, pero ello no le
exime en ningún caso de que se produzca una necesaria aceptación de los valores de la
sociedad como un todo.
El nacimiento de la división del trabajo permite a las personas y a las estructuras sociales
creadas por ellas cooperar, en lugar de entrar en conflicto, lo que hace más probable a su
vez la coexistencia pacífica. Además, el aumento de la división del trabajo produce una
mayor eficacia, lo que produce un aumento de recursos que hace que más y más gente
pueda vivir en paz.
31. É. Durkheim
La crisis de su época no provenía de la existencia de una división del
trabajo que generaba intereses enfrentados entre los individuos y las
clases sociales, como postulaba el marxismo, sino que lo que ocurría
era que, al basarse la cohesión social en las sociedades complejas
en mecanismos y procesos diferentes a los de las sociedades
primitivas, y sobre todo, al tener que construirse la solidaridad,
ello requería el consenso entre los individuos.
Dentro de este análisis, defiende la necesidad de un alto grado de
organización de la sociedad civil en "grupos secundarios", en particular
grupos profesionales o corporaciones, formados por “todos los agentes
de una misma industria reunidos y organizados en un mismo cuerpo”.
Son las corporaciones profesionales las que tienen capacidad
institucional de administrar la práctica de sus miembros sobre la base
de códigos de conducta y establecer responsabilidades ante la
comunidad, prácticas que no se dan en la industria ni en el comercio
donde cada uno defiende sus intereses individuales.
32. É. Durkheim
Un problema de su tiempo viene dado por la disolución de las antiguas
corporaciones y su sustitución por los sindicatos, bien de patronos,
bien de obreros. Estos sindicatos no juegan el papel de las
corporaciones gremiales por diversas razones:
Un sindicato es una asociación privada sin autoridad legal, desprovista,
por lo tanto, de todo poder reglamentario.
Puede haber un número ilimitado de sindicatos dentro de una
industria.
No se federan ni se unifican, ni contienen elementos de identidad que
expresen la unidad de la profesión en su conjunto.
Entre los sindicatos de patronos y empleados no hay contactos
regulares.
No existe una organización común que los aproxime sin hacerlos perder
su individualidad y en la que puedan elaborar en común una
reglamentación que, fijando sus mutuas relaciones, se impongan a los
unos y a los otros con la misma autoridad.
33. É. Durkheim
La solución para Durkheim es la recuperación de la corporación,
como “un grupo definido, organizado”, como una “institución
pública”, que puede jugar una gran influencia moral:
“Lo que ante todo vemos en el grupo profesional es un poder moral
capaz de contener los egoísmos individuales, de mantener en el
corazón de los trabajadores un sentimiento más vivo de su
solidaridad común, de impedir aplicarse tan brutalmente la ley del
más fuerte a las relaciones industriales y comerciales”
En definitiva, Durkheim en Francia sienta las bases de un análisis
positivo de la división del trabajo y, dentro de ésta, de las
corporaciones, resaltando su funcionalidad reguladora de la vida
económica en particular y, por ello, de la propia sociedad.
34. Lógica del profesionalismo
(Freidson, 2001)
• División del trabajo controlada por la ocupación.
• Las especializaciones se estabilizan como
ocupaciones distintas cuyos miembros tienen el
derecho exclusivo de realizar las tareas vinculadas a
ella.
• Ocupaciones funcionalmente relacionadas negocian
entre sí los límites o jurisdicciones de las
especializaciones que pueden ofrecer y realizar sus
miembros.
• Las ocupaciones determinan las cualificaciones
requeridas y controlan los criterios de los
procedimientos de licencia o acreditación que son
reforzados por el Estado.
Marta Jiménez Jaén
35. Lógica del profesionalismo
• Puede tener:
• una estructura horizontal : ocupaciones en cooperación
trabajando en paralelo en tareas relacionadas entre sí,
• una estructura vertical : algunas ocupaciones tienen
autoridad sobre otras,
• o ambas estructuras, dependiendo de los fines productivos
especiales de una división del trabajo que establece límites
técnicos o funcionales, aunque móviles, en torno a lo que es
posible.
• En el tipo ideal, la autoridad de una ocupación sobre otras
se basa no en su estatus económico o administrativo, sino
más bien en el contenido y el carácter de su pericia y la
relación funcional de esa pericia con la de los demás.
Marta Jiménez Jaén
37. 2.3. La división sexual del trabajo
Una dimensión no tenida en cuenta siempre; se
incorpora en los análisis de la división del trabajo a
partir de las críticas planteadas desde las teorías
feministas en los años setenta del siglo XX al conjunto
del pensamiento social.
Conceptos Básicos:
Sexo: Refiere a las diferencias biológicas (anatómicas y
fisiológicas) que hacen posible la reproducción.
Género: Refiere a la construcción cultural que hacen las
sociedades a partir de las diferencias biológicas. Lo
“femenino” y “masculino” no son hechos naturales, sino
socioculturales: cambian a lo largo del tiempo y en
distintas culturas.
38. Perspectiva de género
Deconstrucción: el análisis del “sesgo de género” en las
teorías sobre la división del trabajo.
Denuncia de la desigualdad: identificar desigualdades
entre hombres y mujeres en la realidad:
Concentración diferenciada de hombres y mujeres en las
distintas ocupaciones y profesiones.
Desigual papel y posición de mujeres y hombres dentro de las
jerarquías profesionales y en las organizaciones.
Conflictos de género en la historia de las formas de
organización social del trabajo y de las profesiones
Teorización: incorporar explicaciones que contemplen las
relaciones de género y la división sexual del trabajo como
marcos interpretativos de la realidad.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48. Los Orígenes del Feminismo
Histórico (1789-1870)
En el Antiguo Régimen la desigualdad jurídica de los
miembros de la sociedad era la norma. Nobles y clérigos
gozaban de privilegios (exención fiscal, monopolio de los
altos cargos públicos, leyes y tribunales especiales) vedados
a la gran mayoría de la población (el tercer estado o estado
llano). La ausencia de derechos políticos (voto) y libertades
(expresión, reunión, religión) era otra característica clave
del Antiguo Régimen.
En el caso de las mujeres, la mitad de la población, a todo
lo anterior se le debía unir su función social circunscrita a
lo doméstico, a las labores de la casa, de la procreación y
del cuidado de los hijos; y su subordinación legal al
hombre, padre o esposo.
(http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/sopreind.htm#up)
49. “Memorial de agravios”
Según C. Amorós (1997) con la obra de Christine de Pizan
(1364-1430) “La ciudad de las damas” (una utopía centrada
en una ciudad en la que las mujeres –sólo las excelentes y
virtuosas- ejercen su autoridad) se inicia la producción de
relatos que recogen las quejas de las mujeres ante su
situación.
La “querelle des femmes” atraviesa toda Europa entre los
ss. XV y XVIII, apareciendo autoras como Laura Terracina,
Lucrezia Marinello, Marie de Gournay, o María de Zayas.
Pero no se formulan sino “quejas”, no se pone en cuestión la
asimetría entre hombres y mujeres ni se formula un
proyecto alternativo. (Sánchez Muñoz, 2001: 18)
50. El programa de la Ilustración
La Ilustración vincula la individualidad, la autonomía
de los sujetos y los derechos…asociándolos sólo a los
hombres.
Las feministas ilustradas reivindicarán la inclusión
de las mujeres en los principios universalistas
ilustrados:
Universalidad de la Razón
Emancipación de los prejuicios
Aplicación del principio de Igualdad
La idea de progreso
(Sánchez Muñoz, 2001)
51. El debate ilustrado: Rousseau
La naturaleza como fundamento del orden social frente a la
cultura, esto es, se defiende la incapacidad de las mujeres
para la vida política: Rousseau define la naturaleza de las
mujeres por sus funciones sexuales y reproductoras. La
naturaleza define su propia moral.
Se establece la disociación entre el espacio público
–masculino- y la esfera privada –femenina-, restringiéndose
la ciudadanía, los derechos, la autonomía, la individualidad,
a la esfera pública…de la que se excluye “por razones
naturales” a las mujeres.
(Sánchez Muñoz, 2001)
52. La Revolución Francesa (1789) y las
demás revoluciones liberal-burguesas
plantearon como objetivo central la
consecución de la igualdad jurídica y de
las libertades y derechos políticos.
Pronto surgió la gran contradicción que
marcó la lucha del primer feminismo: las
libertades, los derechos y la igualdad
jurídica que habían sido las grandes
conquistas de las revoluciones liberales
no afectaron a la mujer. Los "Derechos
del Hombre y del Ciudadano" que
proclamaba la revolución francesa se
referían en exclusiva al "hombre" no al
conjunto de los seres humanos.
53. La “Ilustración consecuente” (Amorós, 1997)
Antecedente pre-ilustrado: el filósofo Poulan de la Barre, autor de “De l’égalité
des deux sexes” (1673) y “Traité de l`´education des dames” (1674): defiende el
derecho al acceso al saber de las mujeres como remedio a la desigualdad y como
parte del camino al progreso.
Diversos autores (Von Hippel, Montesquieu, Diderot, Voltaire, D’Alembert) se
alinean a favor de la igualdad de las mujeres, pero el que más destaca en esta
defensa es Condorcet, que escribe en 1790 un ensayo titulado Sobre la admisión de
las mujeres al derecho de ciudadanía: los principios democráticos requieren la
extensión de los derechos políticos (voto y representatividad) a todas las personas.
Parte de considerar los mismos derechos naturales a hombres y mujeres (por lo
tanto, a igual naturaleza, iguales derechos), apelando al universalismo ético, la
afirmación de los mismos atributos morales a toda la especie humana. Apuesta por
la igualdad como eje articulador de la Ilustración.
Da una importancia central a la educación, defendiendo la necesidad de dar
acceso a las mujeres a todo tipo de conocimiento y la coeducación entre los sexos
(dedica a ello el ensayo Acerca de la Instrucción Pública).
54. Olimpia de Gouges
Reivindicaciones del feminismo revolucionario:
Derecho a la educación
Derecho al trabajo
Derechos matrimoniales y respecto a los hijos/as
Derecho al voto
La autora teatral y activista revolucionaria Olimpia de Gouges (1748-1793) fue la
protagonista de la contestación femenina. En 1791 publicó la Declaración de los
Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791) que era, de hecho, un calco de la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea
Nacional en agosto de 1789. El programa de Olimpia de Gouges era claro: libertad,
igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho de voto, para las mujeres. Fue
guillotinada en 1793 por orden de Robespierre.
55. Mary Wollstonecraft
El primer feminismo británico
Mary Wollstonecraft (1759-1797)
inicia con su obra Vindicación de los
Derechos de la Mujer (1792) la larga
tradición del feminismo anglosajón,
cerrando el periodo del feminismo
ilustrado e iniciando la senda del
feminismo decimonónico.
Contraria al absolutismo de los reyes,
señaló la conexión existente entre ese
sistema político y las relaciones de
poder entre los sexos: los hombres
ejercían una verdadera tiranía
absolutista sobre las mujeres en el
ámbito de la familia y la casa.
56. Mary Wollstonecraft
Se sitúa en el campo de la reivindicación moral de la
individualidad y autonomía de las mujeres, partiendo de
que comparten la razón con los hombres: lo que se ha
presentado como atributos “naturales” de las mujeres
(coquetería, vanidad, frivolidad, debilidad), no es más que el
producto de la educación que han recibido.
La clave para superar la subordinación femenina era el
acceso a la educación. Las nuevas mujeres educadas no sólo
alcanzarían un plano de igualdad con respecto a los hombres,
sino que podrían desarrollar su independencia económica
accediendo a actividades remuneradas.
57. Feminismos del siglo XIX
Aunque tradicionalmente se ha considerado el feminismo del s
XIX como “moderado” y “liberal”, como un movimiento de
mujeres de clase media que luchaban por los derechos liberales
de su clase, en realidad se dio una gran diversidad de
argumentaciones y reivindicaciones que van desde el derecho a
la educación a la sexualidad libre, del derecho al control de las
propiedades por las mujeres casadas a la lucha contra la
prostitución, pasando por el sufragismo como elemento
aglutinador.
Se trata de un movimiento complejo que analiza la
opresión desde distintos ángulos (economía, sexualidad,
trabajo,…), en el que se mezclarían orientaciones radicales
con otras conservadoras (Sánchez Muñoz, 2001: 35)
58. Feminismo norteamericano
El primer documento colectivo del
feminismo norteamericano lo constituye la
denominada “Declaración de
Sentimientos” de la Convención de
Seneca Falls , aprobada el 19 de julio de
1848 en una capilla metodista de esa
localidad del estado de Nueva York.
En este documento se expresa por primera
vez lo se podría denominar una "filosofía
feminista de la historia". Una filosofía que
denunciaba las vejaciones que a lo largo de la
historia había sufrido la mujer.
60. Susan B. Anthony
Tras la guerra de Secesión (1861-1865), el movimiento feminista
que había ligado en gran medida su suerte al abolicionismo
sufrió una gran desilusión. Pese al triunfo del bando nordista,
partidario de la supresión de la esclavitud, la XIV y XV
enmiendas a la Constitución (1868 y 1870), que otorgaba el
derecho de voto a los esclavos negros liberados, le negó a la
mujer el derecho de sufragio.
La reacción fue inmediata: Elisabeth Candy Stanton (1815-
1902) y Susan B. Anthony (1820-1906) crearon en 1869 la
Asociación Nacional por el Sufragio de la Mujer (National Elisabeth Candy Stanton
Woman Suffrage Association), primera asociación del
feminismo radical americano, independiente de los partidos
políticos y de los movimientos de reforma.
A su vez, Lucy Stone crearía The American Woman Suffrage
Association.
61. Movimiento obrero y mujer
trabajadora
Las mujeres obreras empiezan a reclamar, en el seno del movimiento obrero
del siglo XIX, su lugar en el espacio político que se fue abriendo tanto en el
movimiento socialista y anarquista como por las luchas sufragistas, de las que
se hicieron eco algunos/as líderes socialistas.
62. Socialismo utópico
Las primeras alusiones en la teoría socialista a las aspiraciones de las
mujeres están presentes en la obra de algunos saintsimonianos,
owenistas y fourieristas, siendo las tesis de Fourier las de mayor
influencia: en la sociedad socialista “el trabajo estaría organizado según
los intereses de las personas y las tareas domésticas y de atención a los
niños serían realizadas comunalmente”.
Planteaban una transformación radical de la sociedad en la que tanto la
propiedad privada como el matrimonio y la tradicional división sexual
del trabajo en la esfera privada serían eliminados.
En esta primera fase destacaría una primera autora que se aproxima a la
emancipación de la mujer desde la óptica proletaria: Flora Tristán
(1803-1844).
63. Flora Tristán. Mujeres
trabajadoras
"Todas las desgracias del mundo provienen del
olvido y el desprecio que hasta hoy se ha
hecho de los derechos naturales e
imprescriptibles del ser mujer.“
"La ley que esclaviza a la mujer y la priva de
instrucción, os oprime también a vosotros,
hombres proletarios. (...) En nombre de
vuestro propio interés, hombres; en nombre
de vuestra mejora, la vuestra, hombres; en fin,
en nombre del bienestar universal de todos y
de todas os comprometo a reclamar los
derechos para la mujer.” (Unión Obrera).
Defiende la unión de los trabajadores y las Flora Tristán (1803-1844)
mujeres –los oprimidos del mundo-, en una
Internacional que, mediante una revolución
pacífica, traerá la prosperidad y la justicia.
64. Fueron Karl Marx (1818-1883), Friedrich Engels (1820-1895) y
August Bebel (1840-1913) los que establecieron las bases del
pensamiento socialista sobre la “cuestión de la mujer”.
Engels en su libro "El origen de la familia, la propiedad privada y el
Estado" (1884) equiparaba la dominación de clase con la dominación
de la mujer por el hombre. La opresión de la mujer se produce a
través del matrimonio y la familia, que se ha convertido en “objeto de
comercio”. La opresión de la mujer deriva de la propiedad privada y
de su exclusión del proceso productivo. Sin embargo, para él como
para Marx, la emancipación de la mujer sólo se haría realidad tras
una revolución socialista que liquidara el capitalismo. Por
consecuencia, la lucha de las mujeres debía subordinarse, o como
mucho ir unida, a la lucha de clases, ya que, de hecho, no había
diferencia alguna de objetivos.
Para Marx y Engels, la igualdad política entre los sexos era una
condición necesaria para la plena emancipación de la sociedad.
Además, los fundadores del socialismo científico entendían que la
base fundamental de la emancipación femenina era su
independencia económica frente al hombre.
65. August Bebel
Corresponde a August Bebel, dirigente socialista
alemán, el mérito de ser el primer teórico marxista que
escribió de una forma específica sobre la mujer en su libro
La mujer y el socialismo (1885), en el que se plantea las
reivindicaciones que pueden sustentar la emancipación de
la mujer.
Reconoce las características específicas de la subordinación de las mujeres que no
pueden subsumirse sin más en “la explotación de los trabajadores”: “La mujer fue
esclava antes de que existiera el esclavo” (La mujer y el socialismo). Ello justifica una
lucha específica de las mujeres, si bien considera que el sufragismo se queda corto en
sus reivindicaciones, al centrarse en la igualdad formal y no “real” (económica).
Defendía la inclusión de objetivos específicos de las mujeres en el programa socialista
(frente a otros ilustres de la Primer Internacional como Proudhon), aunque admitía la
necesidad de una alianza con el movimiento sufragista: educación, mejoras laborales,
igualdad salarial, derecho al sufragio, eran objetivos compartidos.
66. Clara Zetkin
Por último, hay que destacar, dentro de la
socialdemocracia alemana, la figura de Clara Zetkin
(1857-1933). Creadora del Día Internacional de la
Mujer, el 8 de marzo, fue la gran propulsora del
feminismo en la Segunda Internacional o
Internacional Socialista, junto a Rosa Luxemburgo.
En 1907, se celebró, bajo sus auspicios, la I
Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas,
desde la que defendió su derecho a afiliarse al partido,
dentro del cual potenció la creación de una red de
agentes locales y la edición de una revista, Die
Gleichheit (La Igualdad) centrada en la información
sobre los derechos de las mujeres. Esta organización
llegó a agrupar 174.751 afiliadas en 1914. Rechazó las
alianzas con el “feminismo burgués”, aunque defendió
activamente el derecho al voto femenino.
67. Feminismo liberal británico
Entre los pensadores liberales británicos
destaca la figura de John Stuart Mill (1806-
1873), quien, junto a su mujer Harriet Taylor
Mill (1807-1856), publicó El Sometimiento de
la Mujer en 1869.
Mill sitúa en el centro del debate feminista la
consecución del derecho de voto para la mujer:
la solución de la cuestión femenina pasaba por
la eliminación de toda traba legislativa
discriminatoria. Una vez suprimidas estas
restricciones, las mujeres superarían su
"sometimiento" y alcanzarían su
emancipación.
68. El caso español
Las dos grandes figuras pioneras del sufragismo
en España son Concepción Arenal (1820-1893) y
Emilia Pardo Bazán (1851-1921).
La penalista Concepción Arenal insistió en
múltiples escritos en que el papel de madre y
esposa eran fundamentales en la vida de las
mujeres, pero subrayando que la experiencia de la
vida femenina no podía centrarse en el ejercicio
exclusivo de ese rol. Concepción Arenal
La escritora gallega Emilia Pardo Bazán
denunciaba en la España Moderna (1890)
que los avances culturales y políticos
logrados a lo largo del siglo XIX (las
libertades políticas, la libertad de cultos, el
mismo sistema parlamentario) sólo habían
servido para incrementar las distancias entre
sexos, sin promover la emancipación
femenina.
Emilia Pardo Bazán (http://www.nodo50.org/mujeresred/historia-MaryNash1.html#fhms)
69. Clara Campoamor (1888-1972), diputada y
miembro del Partido Radical, asumió una
apasionada defensa del derecho de sufragio
femenino en las Cortes de la II República.
Argumentó en las Cortes Constituyentes que
los derechos del individuo exigían un
tratamiento legal igualitario para hombres y
mujeres y que, por ello, los principios
democráticos debían garantizar la redacción
de una Constitución republicana basada en
la igualdad y en la eliminación de cualquier
discriminación de sexo.
) La “sufragista española” (http://www.fmujeresprogresistas.org/feminismo4.htm)
Al final triunfaron las tesis sufragistas por 161 votos a favor y 121 en contra. En los
votos favorables se entremezclaron diputados de todos los orígenes, movidos por
muy distintos objetivos. Votaron sí los socialistas, con alguna excepción, por
coherencia con sus planteamientos ideológicos, algunos pequeños grupos
republicanos, y los partidos de derecha. Estos no lo hicieron por convencimiento
ideológico, sino llevados por la idea, que posteriormente se demostró errónea, de
que el voto femenino sería masivamente conservador.
70. La Constitución de 1931 supuso un enorme avance
en la lucha por los derechos de la mujer.
Artículo 23
“No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la
naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza,
las ideas políticas, ni las creencias religiosas.”
Artículo 36
“Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés
años, tendrán los mismo derechos electorales conforme
determinen las leyes.”
La Constitución republicana concedió el sufragio a las mujeres, así como todo lo
relacionado con la familia fue legislado desde una perspectiva de libertad e igualdad:
matrimonio basado en la igualdad de los cónyuges, derecho al divorcio, obligaciones de
los padres con los hijos…La ley del divorcio (1932) supuso otro hito en la consecución de
los derechos de la mujer.
La II República situó a España en el terreno legal a la altura de los países más
evolucionados en lo referente a la igualdad entre los hombres y las mujeres. Sin embargo,
el golpe de Estado y la Dictadura de Franco dieron al traste con todo lo conseguido,
devolviendo a la mujer a una situación de dominación en el marco de una España
impregnada de valores tradicionales y reaccionarios.
(http://www.fmujeresprogresistas.org/feminismo4.htm)
71.
72.
73.
74. Sufragio femenino
La realidad económica y política de la Primera y Segunda Guerras Mundiales y de
sus consiguientes posguerras, obligó a que la sociedad incorporara al escenario
público a madres y esposas. Su concurso fue decisivo en el esfuerzo económico
durante la guerra. La consecución del derecho de voto fue un reconocimiento
colectivo a los méritos acumulados. En 1869, el Territorio de Wyoming se convirtió
en el primer estado de EE.UU. donde se instauró el «sufragio igual» (sin diferencias
de género) aunque no el sufragio universal (no podían votar hombres ni mujeres de
piel oscura).
1893: Nueva Zelanda 1945: Italia
1902: Australia 1946: Japón
1906: Finlandia 1952: Bolivia
1915: Dinamarca 1952: Grecia
1918: Irlanda y Rusia 1957: Colombia
1918/28: Gran Bretaña 1963: Kenia
1919: Alemania 1965: EEUU (desde 1920 mujeres
1929: Ecuador blancas)
1931/77: España 1971: Suiza
1931/74: Portugal 1984: Liechtenstein
1934: Cuba y Turquía 1986: África central
1944: Francia 2003: Afganistán
2006: Kuwait
76. Barreras legales a la actividad
laboral femenina
• Las mujeres sólo pudieron matricularse en las universidades en el año
1910.
• En España se prohibió el trabajo de la mujer casada si el marido tenía un
mínimo de ingresos determinado (años 30 y 40).
• Obligatoriedad de abandono del trabajo asalariado por parte de la
mujer cuando contraía matrimonio.
• Autorización marital para firmar contratos de trabajo, ejercer el
comercio y usufructuar el salario.
• Prohibición a las mujeres de ejercer cargos directivos.
• Discriminaciones manifiestas en las diferencias salariales en general:
por ejemplo, unas ordenanzas laborales del sector textil establecían, en
1970, que en el caso de que las mujeres realizaran “funciones propias del
varón”, recibirían un sueldo del setenta por ciento.”
• Situación que sólo cambia levemente con la ley de 22 de julio de 1961,
que recogió el principio de igualdad de derechos laborales de los
trabajadores de ambos sexos y prohíbe la discriminación salarial.
77. Feminismo Liberal
contemporáneo
B. FRIEDAN en "La mística de la feminidad" (1963) defiende que lo que hacía
falta era reformar, cambiar la identidad y las expectativas de las
mujeres. Según esta autora, la "mística femenina" -esto es, la idea de que las
mujeres pueden encontrar satisfacción exclusivamente en el rol tradicional de
esposas y madres- ha llevado a que las mujeres se sientan vacías y miserables,
por lo que abogaba abiertamente por la necesidad de que se salieran del
ámbito exclusivo del trabajo doméstico y se incorporaran a la esfera pública.
La división sexual del trabajo es entendida en términos de la separación
entre la esfera pública y la privada, considerando la relegación de las mujeres
a la esfera doméstica como un proceso discriminatorio que se sustenta en una
tradición cultural heredada de carácter sexista, que contiene prejuicios sobre
las posibilidades reales de las mujeres y que es persistente en mostrar que
éstas son "naturalmente" distintas de los hombres.
La exclusión de las mujeres de la esfera pública, desestima sus
potencialidades en tanto que seres humanos y las sitúa en posiciones
socialmente dependientes de los hombres, sin que se les haya dado
previamente la oportunidad de hacer uso de sus capacidades.
78. Feminismo marxista y radical:
patriarcado
Capitalismo Patriarcado
Modo de Producción Modo de Producción
Capitalista “Doméstico”
Relaciones sociales de Relaciones sociales de
“explotación” “dominio”
División “social” del División “sexual” del
trabajo (TM/TI) trabajo (públ./priv.)
Producción Reproducción
Las clases sociales Los géneros
79. Dificultades conceptuales en la
Sociología del Trabajo…
Seguir estableciendo conceptos y categorías que
piensan y explican el mundo “en masculino”:
Trabajo asalariado = “población activa”
Trabajo doméstico = “población inactiva”
Economía = producción
Vida cotidiana = reproducción
Jornada laboral = tiempo productivo, no reproductivo
81. DESIGUAL ACCESO AL MERCADO
LABORAL
Las mujeres no se incorporan plenamente a la población activa: se mantienen
diferencias de 16 puntos con respecto a los hombres en la tasa de actividad, si
bien en el contexto de la crisis actual ha aumentado la incorporación de
mujeres al mercado laboral.
En Canarias, el nº de mujeres “inactivas” casi duplica al nº de hombres:
404.040 mujeres
252.320 hombres
82.
83. Se observa una tendencia al incremento de la tasa
de ocupación femenina (mujeres que consiguen
un trabajo remunerado). En los últimos 25 años ha
pasado de un 22,68% a un 39,14% en Canarias.
Pero las diferencias con las tasas masculinas de
ocupación (% de personas con empleo) siguen
siendo elevadas, a pesar de haber crecido el
empleo femenino:
La tasa de empleo en Canarias en 2009 ha sido de
un 45,87%. Pero no es igual la masculina (52,67%)
que la femenina: 39,14%.
84.
85. Sólo en el sector Servicios en Canarias (2009) el empleo se distribuye
equitativamente entre hombres y mujeres. En los demás, el empleo es
mayoritariamente masculino
86. servicios construcción industr agricultur total
ia a
TOTAL 81,67% 9,73% 5,64% 2,96% 100,00
Hombres 72,49% 15,70% 8,39% 3,42% 100,00
Mujeres 93,40% 2,10% 2,13% 2,38% 100,00
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ISTAC y EPA
La distribución por sectores del empleo femenino se
muestra MENOS DIVERSIFICADA que la del empleo
masculino. La división sexual del trabajo limita más el
rango de actividades en las que se emplea a las mujeres
que a los hombres.
87. La crisis del empleo ha acercado
la tasa de paro masculina a la
femenina
Canarias 2004-2009
88.
89.
90. Los hombres aglutinan en España
casi el 60% de los contratos
indefinidos, si bien las mujeres
han pasado del 28,21% en 1982 al
42,5% en 2007, pero se llega a
este % sobre todo desde contratos
de duración DISCONTINUA
(65,37% de mujeres) y no
PERMANENTE (42% de
mujeres).
En Canarias en el año 2008, el
44% de los contratos temporales
correspondían a mujeres.
Instituto de la Mujer, 2008
91. Es abrumador el % de
mujeres con jornada parcial,
tanto en el trabajo por cuenta
propia (66% en España, 77%
en Canarias) como asalariado
(83%), porcentajes cuya
tendencia es a aumentar.
La mayor parte de la
“parcialidad” de las mujeres
se debe a la atención de
“obligaciones familiares”.
En Canarias (2008), casi un 23% del trabajo femenino es a tiempo
parcial, frente al 3,6% masculino.
La “parcialidad” se incrementa, sobre todo en las mujeres
92. Según la Encuesta de Estructura Salarial de 2002, última
publicada hasta el momento, la diferencia salarial media en
salario bruto por hora en España es de un 20%, mientras que
la discriminación salarial propiamente dicha sería de un 17%.
Es decir, habría un 3% que vendría determinada por las
diferentes características personales, laborales o de empresa
entre ambos sexos.
El Instituto de la Mujer abordó, en 2007, un estudio para
analizar este fenómeno en el que, además, se pretendía
establecer una comparativa con los datos de la anterior EES,
relativos a 1995. Existían, sin embargo, importantes
diferencias metodológicas entre ambas encuestas que hacían
imposible una comparación directa. Tras establecer las
operaciones precisas para homologar dichos datos, se
comprobó que la diferencia salarial, entre 1985 y 2002,
había descendido en un punto porcentual, mientras que
la discriminación salarial propiamente dicha se había
incrementado en el mismo porcentaje, por lo que puede
concluirse que, tanto en uno como otro caso, la diferencia
entre ambos años ha sido prácticamente inexistente. (IM,
2008)
95. 250000
200000
150000
HOMBRES
MUJERES
100000
50000
0
sin estudios primaria incompleta secundaria estudios post-
secundarios
Contratos en los últimos 12 meses en Canarias, por sexo y nivel educativo
Elaboración propia, con datos del OBECAN
El mercado de trabajo canario está más abierto a los hombres que a las mujeres
con poca formación. Para las mujeres, la formación universitaria es más
importante que para los hombres en su inserción laboral.
96. % HOMBRES Empresariado con % MUJERES
asalariados Empresariado con
asalariados
Trab. Independiente o
empr. sin asalariados Trab. Independiente o
empr. sin asalariados
Miembro cooperativa
Miembro cooperativa
Ayuda en la empr. O
negocio familiar Ayuda en la empr. O
negocio familiar
Asalariado/a sector
público Asalariado/a sector
público
Asalariado/a sector
Asalariado/a sector
privado
privado
Fuente: OBECAN
Las mujeres en Canarias principalmente realizan trabajo bajo la condición de
asalariadas, y más en el sector privado que en el público (4T 2008).
Sólo hay dos situaciones con mayor presencia femenina que masculina: en el
trabajo asalariado en el sector público y en las empresas o negocios familiares. En el
conjunto del Estado español, también es mayor la presencia femenina en el trabajo
asalariado privado.
En Canarias todavía no se llega a un 10% de empresarias y trabajadoras
independientes, frente al 15% de hombres en esa situación.
97. La presencia en distintas
actividades profesionales no
muestra tendencias de
crecimiento homogéneas, con
serias dificultades en los
ámbitos de mayor
protagonismo, prestigio y
poder… después de tres décadas
de igualdad formal.
Reforzamiento de la presencia
en puestos administrativos, de
servicios y trabajo no
cualificado.
Debilitamiento en la dirección,
pero crecimiento en el trabajo
profesional, científico y de
apoyo (directamente asociado a
la escolarización)
98. Mujeres Hombres TOTAL
Dirección de las empresas y de la Administración Pública
5,86% 8,88% 7,63%
Técnicas/os profesionales científicas/os e intelectuales
16,00% 9,89% 12,42%
Técnicas/os profesionales de apoyo
12,72% 11,21% 11,84%
Empleadas/os de tipo administrativo
14,81% 5,42% 9,31%
Trabajadoras/es de servicios de restauración, personales,
protección y vendedoras/es 23,79% 9,35% 15,33%
Trabajadoras/es cualificadas/os en agricultura y pesca
1,30% 3,28% 2,46%
Artesanas/os y trabajadoras/es cualificadas/os de
industrias manufactureras, construcción y minería
(excepto operadoras/es) 2,39% 26,42% 16,47%
Operadoras/es de instalaciones y maquinaria,
montadoras/es 3,03% 13,88% 9,39%
Trabajadoras/es no cualificadas/os
20,00% 11,01% 14,73%
Fuerzas Armadas
0,11% 0,64% 0,42%
TOTAL
100,00% 100,00% 100,00%
Fuente: elaboración propia, a partir de datos del Instituto de la Mujer (2008)
El rango de ocupaciones que desarrollan las mujeres es mucho menos diverso que las que desarrollan los hombres, con una
polarización mayor entre trabajos “técnicos y profesionales” (28,72% frente a 21,10%), “administrativo” (14,81% frente a 5,42%),
servicios (“restauración, personales y comercio”) (23,79% frente a 9,35%) y trabajo no cualificado (20% frente a 11,01%). Se mantienen
3 puntos de distancia en puestos directivos, pero sobre todo es notoria la ausencia de empleo femenino en el trabajo cualificado en
industria, construcción y minería (la ocupación de mayor peso en el empleo total).
104. Las mujeres dedican 3 horas y
media semanales más al
trabajo doméstico que los
hombres.
La mayoría de las que no
acceden al trabajo
remunerado es por razones
familiares.
106. Desde 1996, primer año del que el
IM ha podido recabar datos, hasta
2007, el número de
permisos de maternidad se ha
incrementado en un 160%.
A partir del año 2000, se dispone
de datos desagregados por sexo,
lo que permite comprobar que, a
pesar del reducido nº de permisos
disfrutados por los padres, se ha
venido produciendo un
progresivo incremento, pasando
del 0,97% del total de permisos,
en
2000, al 1,76%, en 2005. En el año
2007, se ha producido un
descenso, seguramente motivado
por la implementación del
permiso de paternidad.
107. Permisos de paternidad,
por Comunidades
Autónomas
(marzo-diciembre 2007)
Estos datos equivalen,
según el IM (2008), a un
70% sobre el total de
madres que en este
periodo solicitaron el
permiso de maternidad.
111. Las mujeres en la Sociología de las
Profesiones
Se trata de ocupaciones con elevado prestigio y
especiales condiciones de trabajo… nos sirven para
identificar discriminaciones muy sutiles.
¿Cuándo aparecen las reflexiones sobre las mujeres
profesionales?
Al aumentar la presencia femenina en las profesiones
tradicionales
Al interpretar las profesiones altamente feminizadas
como semi-profesiones (Etzioni): enseñanza, enfermería,
bibliotecarias, graduadas sociales, trabajo social
112. El sesgo de género en la
Sociología de las profesiones
Olvido de las Interpretaciones
dinámicas de género sesgadas de procesos
en los análisis de los como la feminización
procesos de de ciertas ocupaciones
profesionalización y de las limitaciones a
tradicionales: las que se enfrentan las
definición de las mujeres profesionales
profesiones partiendo en relación a la
de ocupaciones problemática de la
masculinas con una autonomía, la
larga trayectoria de promoción y el acceso
exclusión de las a las profesiones de
mujeres. mayor prestigio.
113. Sociología funcionalista
“No todas las diferencias entre las organizaciones semi-profesionales
y profesionales pueden trazarse por las diferencias en la naturaleza
de la autoridad profesional.
Parte de los problemas se deben al hecho de que el profesional
típico es un hombre mientras que la semi-profesional típica es
mujer.
A pesar de los efectos de la emancipación, las mujeres en general son
más sensibles al control administrativo que los hombres. Parece
que en general, las mujeres son menos conscientes del estatus
organizativo y más sumisas en este contexto que los hombres.
Ellas también, en general, tienen menos años de educación
superior que los hombres, y su aceptación en la profesión médica
o en la docencia universitaria es estructuralmente limitada. Es difícil
determinar si las organizaciones semi-profesionales han adoptado su
forma por el alto porcentaje de mujeres empleadas, o si éstas reclutan
a mujeres por razones organizativas; con toda probabilidad estos
factores se refuerzan mutuamente.” (Etzioni, 1969)
114. Simpson y Simpson, 1999
"La composición predominantemente femenina de las semiprofesiones potencia
todas estas fuerzas en favor del control burocrático sobre las organizaciones en las
que trabajan.
El público es menos propenso a garantizar autonomía a las mujeres que a los hombres.
El vínculo principal de la mujer es el que le une al papel familiar; por tanto, las mujeres
están comprometidas de una manera menos intrínseca con el trabajo que los hombres y es
menos probable que mantengan un elevado nivel de trabajo especializado.
Dado que sus motivos laborales son más utilitarios y menos orientados a la tarea de
manera intrínseca que los esgrimidos por los varones, puede que precisen más control.
La competencia de vínculos más fuertes con sus papeles familiares y (...) con sus clientes
por parte de las mujeres hace que sea menos probable, en comparación con los varones,
que desarrollen orientaciones hacia el grupo de referencia de colegas.
Por estas razones, y porque a menudo comparten la norma cultural general de que las
mujeres deberían someterse a los hombres, aquéllas son más propensas que estos últimos a
aceptar los controles burocráticos que se imponen en las organizaciones burocráticas en
las organizaciones semiprofesionales y es menos probable que busquen un estatus
genuinamente profesional.“
115. …Y en la sociología crítica
Freidson: excluye en su recorrido histórico de
las profesiones tradicionales el hecho de que
eran sólo masculinas… para A. Witz, estas
profesiones constituyeron “ejemplos
paradigmáticos de proyectos profesionales con
actores masculinos de clase privilegiada, en
un momento y en una sociedad dada”.
116. Perspectiva de género
Crítica a estos enfoques:
"1. Un <modelo deficiente> de las mujeres que lleva a una aproximación
basada en la acusación de las víctimas y a confusiones conceptuales.
2. Lo que parece ser poca consideración por las capacidades intelectuales del
profesorado, quizás especialmente de las mujeres profesoras.
3. Una persistente tendencia a ver a las mujeres exclusivamente en términos
de su rol familiar.
4. Un pobre sentido de la historia unido a la inhabilidad de anticipar el
cambio social.
5. Una visión hipersimplificada de la causalidad.
6. Una ideología penetrante de la elección individual, profundamente inserta
en los escritos americanos sobre el trabajo de la mujer y a menudo aplicada de
forma poco crítica...” (Acker, S. , 1995)
Objetivo general
Concebir los proyectos profesionales en relación a las relaciones de
género en las que se apoyaron.
117.
118. El trabajo profesional asalariado
Los procesos de incorporación de los profesionales a
las grandes corporaciones y al Estado han generado un
debate sobre sus efectos sobre el trabajo y la
autonomía profesional. Según sea la orientación del
autor, se pueden distinguir tres grandes líneas de
análisis: la desprofesionalización, la burocratización y
la proletarización.
119. Desprofesionalización:
enfoque funcionalista
El punto de partida de estos análisis sigue tomando como
referencia las tesis de los rasgos y los procesos de
profesionalización.
Se considera que las profesiones dejan de serlo (se
“desprofesionalizan”) cuando alguno/s de los rasgos que
definen el tipo ideal de las profesiones pierde contenido:
se pierde autonomía,
se produce un proceso de afiliación sindical,
se orientan las actuaciones y la organización profesional
desde el afán de lucro frente a la orientación de servicio,
la formación deja de estar bajo el control de la profesión.
120. Desprofesionalización
“La hipótesis de la desprofesionalización puede resumirse del modo
siguiente: el monopolio profesional del conocimiento se está
erosionando a causa de la mejora del nivel educativo de la población, la
división del trabajo profesional (especialización), la aspiración de los
consumidores de controlar a los profesionales y de alcanzar justicia
ocupativa, la agregación de clientes en entornos burocráticos y el uso
de computadores. A consecuencia, los profesionales pierden poder,
autonomía y autoridad.” (Guillén, M.,1990, p. 43.)
Problemas de esta interpretación:
Autonomía: En el estrecho margen del enfoque estructural no queda claro si la
"autonomía" constituye verdaderamente una necesidad para que los servicios
sean "funcionales" o si, al contrario, constituye ésta un objetivo en sí, al margen
de los requerimientos "técnicos" de la actividad.
Base de conocimientos: la constitución de un "gremio" no siempre ha tenido su
origen en la existencia de un corpus científico de conocimientos, sino que ha
podido ser forzada la definición de este corpus para justificar el que
determinados grupos pudieran acceder a los privilegios que la sociedad ha
asignado a ciertas profesiones.
121. Burocratización:
enfoque neoweberiano
El segundo desarrollo de los análisis se centra en los
planteamientos neoweberianos sobre la
burocratización. Desde esta perspectiva, la salarización y
dependencia burocrática de los profesionales supone una
pérdida de autonomía.
Se asocian las transformaciones del trabajo profesional al
proceso de extensión del modelo burocrático de
organización del trabajo al ámbito de las profesiones, lo
cual supone la pérdida de control sobre el trabajo y su
conversión en un trabajo “técnico”, con escasa autonomía,
que pasa a ser asumida por las jerarquías burocráticas de las
empresas y el Estado.
Pero no se asocia este proceso a las relaciones entre capital
y trabajo, como se plantea en el marxismo.
122. Burocratización
“Los requerimientos de especialización burocrática reducen drásticamente la
amplitud y el alcance del trabajo profesional, transformando al profesional
“libre” en un técnico especializado y limitado. La autonomía profesional así se
convierte en una libertad o discrecionalidad constreñida a opciones técnicas. Al
mismo tiempo los profesionales burocratizados pierden la habilidad crítica
para fijar los objetivos o directrices de su propio trabajo. Como otros
empleados, los profesionales en las burocracias desarrollan directrices, a
menudo en el seno de equipos estrechamente coordinados caracterizados por
una división del trabajo altamente desarrollada e institucionalmente
especificada. La administración establece y dirige los proyectos y fines del
equipo, y los profesionales consecuentemente pierden control sobre la política
organizativa global y las condiciones de su propio trabajo. En la visión de Mills,
los profesionales han renunciado a las formas más preciosas de autonomía en
su trabajo. Los profesionales tradicionalmente se han diferenciado de otros
trabajadores en su exigencia exclusiva de teoría y conocimientos amplios,
licenciándolos para controlar los objetivos políticos y éticos, pero esta
reducción burocrática de la libertad profesional a mera discreción técnica
supone una herida de muerte a la identidad profesional”. (Wright Mills, citado
por Derber, 1982)
123. Control burocrático
“El control burocrático se distingue de anteriores sistemas administrativos
organizados en torno al control por la supervisión personal o por la maquinaria
de la cadena de montaje debido a que se institucionaliza el control en las
normas impersonales, en los procedimientos y mecanismos de evaluación y
promoción de la empresa burocrática. Tal control, menos intrusista y arbitrario
que las formas anteriores, e investido con la simbología de la legalidad,
neutralidad y meritocracia, representa una forma de autoridad más consistente
con las concepciones de los profesionales sobre su propio estatus y
cualificación. Sin embargo, éste efectivamente proletariza a los profesionales
así como los vincula a una división del trabajo concebida por la administración
e institucionalizada en las descripciones y procedimientos del trabajo. El
control burocrático también somete a los profesionales a los objetivos
organizativos y los procedimientos técnicos diseñados por el presupuesto
administrativo y las decisiones políticas y son reforzados por los
procedimientos de promoción y evaluación aplicados a todos los profesionales
empleados.” (R. Edwards, 1983)
124. Proletarización: enfoque
marxista
H. Braverman en su obra Trabajo y capital monopolista (1980)
ofrece una interpretación sobre el proceso de racionalización
capitalista del trabajo, de acuerdo con una interpretación de
las tesis de Marx en la que se considera que la división
capitalista del trabajo ha implicado:
la descualificación de los trabajadores,
su separación de la concepción (y relegamiento a la mera ejecución)
y el sometimiento al control del capital en su proceso de trabajo.
Para el autor, esto convierte a los trabajadores profesionales y
técnicos cualificados en miembros de la clase obrera, pues
equipara sus condiciones de trabajo a las de los trabajadores
descualificados: proletarización.
125. Proletarización
Para Braverman, el trabajo de oficinista antes de
introducirse la división del trabajo y la especialización, era
comparable a un oficio:
“Maestros de oficios, tales como tenedores de libros o jefes de
oficinas, mantenían control sobre el proceso en su totalidad y
los aprendices o jornaleros –oficinistas ordinarios, empleados
copistas, mandaderos- aprendían el oficio en aprendizajes de
oficina y en la marcha ordinaria de los acontecimientos
mientras avanzaban hasta los niveles altos por promoción”.
Con el paso del tiempo esta situación se ve modificada,
insertándose un proceso de división de tareas y
especialización del trabajo administrativo.
126. Proletarización
Esto supuso dos transformaciones:
1. La aplicación de los métodos de organización científica a la oficina: la
fragmentación del trabajo, que se debería hacer como lo prescribía el gerente de
oficina, y sus métodos y duraciones de tiempo debían ser verificadas y
controladas por la gerencia sobre las bases de sus propios estudios de cada
trabajo.
“Su efecto fue someter el trabajo de cada empleado de oficina, no importa cuán
experimentado fuera, a la interferencia de la gerencia. En esta forma, la gerencia
empezó a ejercer su hasta entonces casi no usado y esporádicamente ejercitado derecho
de control sobre el proceso de trabajo”.
2. Posteriormente, las modificaciones se centraron en los instrumentos de
trabajo: máquinas de escribir, tinta y papel de escritorio... son estudiados de
modo que su uso permitiera una mayor productividad y control.
Posteriormente, se apostó por una amplia remodelación de las máquinas y
materiales empleados, principalmente a través de la informática.
127. Proletarización
Efectos de la parcelación y la informatización:
Conversión del trabajo de oficina en trabajo
manual: se ve sometido a un proceso de separación
entre la concepción (en manos de unos pocos gerentes) y
ejecución (realizada por el grueso de los trabajadores de
oficina).
Descualificación del trabajo de oficina: pierde el
control sobre el conocimiento asociado al trabajo, que
pasa a manos de la gerencia
Transferencia de control sobre el proceso de trabajo
a la gerencia y a la maquinaria.
128. Proletarización
Las tesis de H. Braverman han sido sometidas a debate
dentro de la propia perspectiva marxista, Derber introduce
una nueva conceptualización de la tesis de la
proletarización, planteando que se produce una
“proletarización ideológica”, pero no “técnica” del trabajo
profesional: se pierde control sobre los FINES del trabajo,
pero no sobre el MODO en que se realiza el trabajo.
La pérdida de control sobre los modos de ejecución de su
trabajo no ha llegado a equipararse a las formas avanzadas
que han conducido a la descualificación del proletariado
industrial y puede asumir, además, contenidos específicos
según las profesiones.
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