1. EL DIARIO EMOCIONAL
de KaLeIdOsCoPiO LuNaR- AuTiSmO, el Sábado, 11 de junio de 2011 a las 15:56
1º- Hay que delimitar un tiempo cada día para poder estar con el niño. Un buen momento es por la noche justo
antes de acostarse (siempre que el niño no esté excesivamente cansado). El tiempo puede ser variable según edad y
circunstancias. Normalmente con 15 o 20 minutos puede ser suficiente.
2º- El niño tendrá una libreta (diario emocional) que previamente ha escogido y sea de su gusto.
3º- Los padres conjuntamente o uno de ellos (u otro en su ausencia) pedirán al niño que haga un pequeño balance
del día (empezar por las cosas positivas y dejar para el final las negativas). Ahora es el momento de sacar aquellas
cosas que no han ido bien y tratarlas relajadamente, con sentido positivo y compartiendo estrategias comunes para
superarlas.
Según la edad y/o capacidad verbal del niño puede que tenga cierta dificultad para expresarse o no comente
aspectos relevantes. Los padres deberán tener la habilidad suficiente para irlo guiando hacia el terreno que
deseamos con sutileza. No se trata de recriminar sino de hacerle ver en qué puede mejorar y cómo hacerlo. También
de alabar sus cosas buenas.
4º- Si el niño ya sabe escribir y según su capacidad, deberá anotar muy brevemente aquellas cosas que considere
relevantes (positivas y negativas) en su diario y lo que es más importante: cómo se ha sentido. Por ejemplo: “Hoy el
maestro me ha castigado y me he sentido triste”.
Los padres deben guiarlo en la expresión verbal de lo que ha pasado, cuales han sido las consecuencias y sus
sentimientos. No se trata tanto de consolarlo y minimizar los problemas que haya podido tener para tranquilizarlo
sino de hacerle saber que formamos un equipo con él y que estamos ahí para ayudarle en lo que necesite.
Tampoco se trata de que le hagamos cada día un interrogatorio sino que nos habituemos a hablar acerca de
nuestras experiencias diarias. No forzarlo si no lo desea. En este caso recordarle que estamos allí para escucharle y
que cuando lo desee estamos disponibles.
5º - El objetivo fundamental no es tanto la solución de sus pequeños problemas diarios sino la de trabajar la
expresión emocional de los mismos para consolidar el hábito de compartir y comprendernos mejorar para minimizar
los conflictos.
A pesar de que el niño se muestre (normalmente al inicio del programa) reticente a manifestar sus emociones más
intimas, el mensaje que recibe es muy contundente: “Mis padres están ahí para escucharme”. Ello supone un
afianzamiento de su seguridad emocional y de los lazos afectivos e indirectamente se reducen las posibilidades de
conductas disruptivas.
2. 6º- Cuando analicemos el día, destacar especialmente los aspectos positivos, los pequeños avances en aprendizaje o
conducta. Para finalizar la sesión podemos introducir un pequeño juego o actividad (leer un cuento, etc.).
7º- El registro de todas estas experiencias por parte del niño incrementan su percepción de las diferentes situaciones
y el modo correcto de hacerles frente. Igualmente ofrece a lo largo del tiempo información relevante acerca de la
evolución del niño en los aspectos trabajados.
8º- El Diario emocional puede tomar diferentes formas y debe ajustarse a las necesidades y peculiaridades de cada
familia e hijos. Aquí sólo exponemos algunos rasgos generales como punto de partida.
El Diario no es un tratamiento en sí mismo sino la excusa, el motivo aparente de algo que es más profundo: Un
vehículo para la expresión de los sentimientos y emociones de nuestros hijos como paso previo para comprenderles y
hacer que crezcan más fuertes psicológicamente.
Para los niños más pequeños que no pueden todavía escribir, pueden utilizar igualmente una libreta y en lugar de
escribir colocaran la pegatina que refleje mejor el estado emocional de ese día. Pueden utilizarse diferentes modelos
que expresen diferentes niveles de alegria o tristeza.
Ventajas de su aplicación:
1 Regularizar un espacio de comunicación diario y de calidad con el niño.
2 Aumentar su seguridad emocional y autoestima al sentirse escuchado y acompañado.
3 Mejorar la vinculación afectiva con los padres.
4 Reducir miedos y ansiedad ante situaciones nuevas.
5 Reducir enfermedades somáticas.
6 Aprender a resolver los problemas (con la guía de los padres).
7 Saber identificar las emociones y autocontrolarlas.
8 Tener un registro de la evolución del niño en los aspectos que trabajemos.
Problemas habituales en su aplicación:
1 Falta de tiempo por parte de los padres: Normalmente las tareas familiares se condicionan a las disponibilidades
que nos deja el trabajo. Debemos tomar este tiempo como prioritario y anteponerlo a otras cuestiones si queremos
avanzar.
3. 2 No ser constantes en su aplicación: Podemos apoyarnos, si los padres no podemos un día, con algún familiar
próximo de confianza (abuelos, etc.).
3 Negación del niño a colaborar: Hay que intentar motivarle. Como todo necesita su tiempo.
4 Cansancio o sensación de estar perdiendo el tiempo: Los efectos no siempre son inmediatos y pueden
desanimarnos si no llegan rápido. No obstante una vez llegan suelen hacerlo para quedarse.
5 Necesidad de otras intervenciones: Se ha comentado ya que este instrumento suele formar parte de un conjunto
más amplio de medidas de intervención dependiendo del caso y bajo el control del psicólogo infantil
Cuando utilizarlo
El Diario emocional puede utilizarse en todos los niños que disponiendo de la suficiente capacidad de comprensión y
expresión verbal, estén expuestos a su vez a problemas de origen emocional, especialmente aquellos derivados de
situaciones estresantes, a veces, imprevistas o incontrolables. Separaciones, malos tratos, abandonos, adopciones,
celos, falta de atención afectiva por parte de los padres como consecuencias diversas (desplazamientos por trabajo,
falta de recursos propios, incompetencia parental, enfermedades crónicas u hospitalización prolongada, familias
monoparentales, etc.).
También puede resultar útil en cualquier niño con situación familiar normalizada pero en el que se desee potenciar la
vinculación, mejorar su autoestima o reducir miedos y ansiedad.