Primera parte: ¿Es posible hacer historia desde la subjetividad del historiador y la construcción de sus fuentes históricas?.
Segunda parte: "Orígenes de las Ciencias Sociales"
1. MAGNOLIA MORENO OSPINA
Carrera: Ciencia de la Información- Bibliotecología
Asignatura: Estructuras de Información II.
V semestre. Periodo 1330 - 25/09/2013
“¿ES POSIBLE HACER HISTORIA DESDE LASUBJETIVIDAD DEL
HISTORIADORY LA CONSTRUCCIÓN DESUS FUENTES HISTÓRICAS?”
A partir de la revisión documental (escrita y audiovisual) desarrollada en clase, se pueden
identificar diversos conectores temáticos, que dan cuenta del problema y debate sobre la
cientificidad de la Historia. Y es precisamente en la definición de su objeto de estudio, de
su método, de la forma como se hace investigación histórica, del papel que desempeña el
historiador en el proceso investigativo y en la relación del historiador con las múltiples
fuentes históricas, en donde encontramos las respuestas y los fundamentos para su
legitimidad como ciencia.
Cabe señalar que los anteriores conceptos y definiciones se han sustentado en sus orígenes
y evolución a través de la herencia historiográfica tradicional, asociada a la forma de
proceder de las ciencias naturales, cuyo método de investigación fue trasladado a las
ciencias sociales, y con ello el terreno alcanzado por el positivismo como epistemología
que legitima el estudio científico del ser humano. Un estudio de la humanidad desde lo
cuantitativo, mesurable, objetivo, transparente, y que busca verdades, que va a ser retomado
por el Neopositivismo y que va a encontrar su contraposición en la escuela de los anales, en
la escuela historiográfica marxista y en tendencias teóricas que dan paso a la nueva historia
económica, social, cultural, de las mentalidades, y en la actualidad una apuesta por la
construcción de una historia total e integradora.
De acuerdo con de Sierra (????), la historia tradicional se manifiesta a travésdel relato y la
narración de hechos sucedidos en una fecha particular, la historia de protagonistas e
instituciones representadas en las élites y clases dominantes, “la historia política del
acontecer” (p. 2), unido a lo anterior la historia es construida a partir de las fuentes
exclusivamente escritas que hablan por sí solas y reconstruyen los hechos del pasado.
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Dilthey (citado por Díaz, 2006), cuando se refiere a las “ciencias del espíritu” alude a las
ciencias sociales y con ellas a la historia, como una ciencia subjetiva de las humanidades,
es decir, que posibilita la comprensión del ser humano en su realidad histórico, social y
cultural, supone la interacción de la experiencia personal y el entendimiento reflexivo. Al
respecto se puede hallar una conexión con Barros (video conferencia de la USC) quien
resalta los nuevos campos de investigación a los que puede acceder el historiador en busca
de una historia con pretensión global, que exige un papel mucho más exigente por el sujeto
investigador, rigor en su método, experticia, carga valorativa y formación teórica, pero
sobre todo una nueva forma de acercarse a las “huellas o restos del pasado”- las diferentes
fuentes históricas: orales, escritas, materiales, artísticas, literarias, etc.
Indiscutiblemente es posible hacer historia desde la subjetividad del historiador y la
construcción de sus fuentes históricas, en tanto la historia se configura como una “ciencia
con sujeto cognoscente, que es objetiva y subjetiva al mismo tiempo” (Barros, video
conferencia de la USC) , que implica una relación interactiva y compleja entre el
historiador y las fuentes, realizando una relectura o adjudicando valor de acuerdo a su tema
de investigación, con mayor reflexión y capacidad intelectual en la comprensión de la
realidad histórico, social, económica, política y cultural en la que está inmerso el individuo.
“ORÍGENES DE LAS CIENCIAS SOCIALES”
Ahora bien, para comprender los orígenes de las Ciencias Sociales, aludimos a los
pensamientos que nos ofrecen tres representantes importantes de la sociología, Comte,
Durkheim y Weber.
Con Auguste Comte (1798- 1857) se instaura el positivismo que se caracteriza por la
incorporación del método científico a las Ciencias Sociales, con éste se legitima el estudio
científico naturalista del ser humano; el positivismo es considerado para él como uno de los
estados de la evolución intelectual de la humanidad después de ser antecedido por los
estados teológico o ficticio y metafísico o abstracto, donde se evidencia la explicación del
mundo desde la imaginación al ejercicio de la razón humana y ésta puede ser estudiada de
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manera objetiva, a través de la observación de los hechos y fenómenos sociales, donde
prevalece la experimentación y el uso de las leyes universales, invariables que determinan
el estudio de la sociedad.
De acuerdo con Comte (1980), la previsión científica se constituye en el conocimiento de
los hechos sociales independiente de la observación directa, se puede explicar y prever el
futuro analizando el presente, a partir de éste se busca el perfeccionamiento humano y el
progreso hacia un fin, que es la búsqueda una sociedad pacífica y de la buena vida.
Con Emile Durkheim (1858-1917), se perfecciona el positivismo de Comte en tanto que
instaura junto con Marx y Weber el corpus de una nueva ciencia independiente y diferente
a otras ciencias: la Sociología. La crítica que plantea a los científicos sociales es la carencia
de claridad en la definición del objeto de estudio de esta nueva ciencia. Así, lo establece
como centrado en el análisis de los hechos sociales y el seguimiento de unas reglas
específicas relacionadas con su método. La forma de explicar el funcionamiento de la
sociedad como estructura u organismo es mediante la observación de los hechos sociales,
de su medición, cuantificada, el desarrollo de hipótesis y la comprobación de éstas en la
realidad misma (empírica) y con el apoyo de la estadística, la deducción de conclusiones,
no a partir de prenociones que condicionen su estudio si no a través del razonamiento
lógico, allí se refleja las características del método deductivo.
Durkheim delimita la sociología a través del estudio de los hechos sociales que toman su
carácter a través de elementos particulares que lo identifican, a saber, la exterioridad, la
coerción y la generalidad e independencia (Durkheim, 1988).En consecuencia, el hecho
social es algo externo al individuo, que ejerce coerción y lo determina, que es compartido
por todos los miembros de la sociedad y constituye su identidad colectiva.
La exterioridad del hecho social se percibe con respecto al individuo particular que aparece
en una sociedad ya determinada por una cultura específica, y por el conjunto de objetos
culturales o representaciones colectivas (usos, normas, creencias, valores) que se
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encuentran instituidas en la sociedad y en la cual el hombre es incorporado a través del
proceso de socialización, hasta interiorizar lo externo en su subjetividad.
La coerción se ve una marcada por esa presión que ejerce la sociedad sobre el individuo
particular y sobre su conciencia, a tal punto que lo lleva a interiorizar las normas que le son
dadas por la misma cultura en la que se encuentra inmerso.
Con Max Weber (1864-1920), el individuo es estudiado como célula de la sociedad, como
actor socializado, en tanto sus acciones están determinadas por la sociedad, es un actor que
hace parte de un tejido social y a partir de ese contexto, se comprenden las acciones
instituidas por su valor y trascendencia en la sociedad particular. Entonces, la sociología
es la ciencia que se propone comprender la actividad social y la interpreta a la luz de su
desarrollo y de sus consecuencias. El método a utilizar refiere las etapas de la sociología en
el estudio de las acciones humanas: comprender, interpretar y explicar.
En ese sentido, comprender la acción social, significa tomar distancia axiológica y teórica,
donde los valores del científico social no influyan en los valores de la sociedad en estudio.
Interpretar la acción social, significa identificar las acciones repetitivas a través del tiempo
que van adquiriendo un valor y posición en la sociedad y que se convierten en acciones
instituidas (desde este punto de vista se comprende el “ideal tipo”). Explicar la acción
social significa instaurar juicios desde lo histórico y desde la confluencia de diversos
factores que influyen en la sociedad, no exclusivamente económicos, como lo refería Marx.
A manera de conclusión se puede identificar que la configuración del corpus de las
Ciencias Sociales y de su legitimidad como ciencia se refleja a través de los postulados de
cada uno de los mencionados representantes de la sociología. Además se puede establecer
su vigencia en la actualidad, así, con Comte, las claves de lectura se encuentran en las
necesidades intelectuales y mentales, en las leyes sociales, en la rigurosidad de la ciencia y
su metodología, en el concepto de progreso de la humanidad y en examinar la sociedad en
su complejidad.Para el caso de Durkheim se evidencia en la mirada al tipo de sociedad en
la que nos encontramos, hacer el diagnóstico y estado de arte de ésta para establecer nuestra
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responsabilidad social, trascender en ella y aportar en su transformación. Por último,
Weber, abre el camino de la hermenéutica y de posturas
antipositivistas, se puede
comprender el individuo como agente social, marcado por acciones sociales y que puede a
la vez ser creador de nuevas acciones sociales; lo racional no se puede apartar de lo
irracional y las acciones sociales no se reducen sólo a lo científico racional.
REFERENCIAS
Alcoberro, Ramón. Introducción a Marx Weber. Recuperado de
http://www.alcoberro.info/V1/Weber.pdf
Barros, C. Video conferencia. Recuperado de
http://www.youtube.com/watch?v=iyBz_dlMgf8&feature=related
Comte, A. (1980). Discurso sobre el espíritu positivo. Alianza editoral.
De Sierra, C. La nueva Historia: la historia de las mentalidades.
Díaz, S. Y. (2006). Ciencias de la Naturaleza y Ciencias del Espíritu en la perspectiva de
Dilthey. Revista Philosophica. 30, 65-76. Recuperado de
http://www.philosophica.ucv.cl/Phil%2030%20-%20art%2005.pdf
Dilthey, W. (1980). Introducción a las ciencias del espíritu. Alianza editorial.
Durkheim, E. (1986).Las reglas del método sociológico y otros escritos sobre filosofía de
las ciencias sociales. México: Fondo de Cultura Económica.