3. Soluciones y conclusiones
• En líneas generales debería haber decisión política
que logre:
• 1.− La forma de minimizar la generación de residuos
para lograr un ahorro en lo que se gasta.
• 2.− El mínimo impacto ambiental incorporando
tecnología o tratamiento previo a la disposición final
• 3.− Crear instituciones responsable, eficientes y lo más
importante regionales y zonales para el manejo de los
residuos sólidos domiciliarios.
• 4.− Incentivar e incorporar en todo el proceso la
participación ciudadana del manejo de los residuos
sólidos domiciliarios.
4.
5. Síndrome Nimby
“NIMBY” ”sí, pero aquí no”. Es decir, responde en
teoría a planteamientos no exentos de
insolidaridad, ya que la oposición de los ciudadanos
no se produce ante la verdadera esencia del
problema, sino por que este les afecta
directamente. Lo que ocurre es que siendo
conscientes muchas veces de los efectos negativos
de actividades e instalaciones inherentes al actual
modelo de crecimiento insostenible, los ciudadanos
no nos movilizamos hasta que no nos vemos
afectados directamente. Ahí radica la verdadera
insolidaridad.
6. Síndrome Yimby
• Ha surgido un serio obstáculo en la forma de una
mutación perversa del síndrome NIMBY: un efecto
que los ingleses bien podrían denominar YIMBY (yes
in my back yard o sí en mi patio trasero) o que yo
modestamente bautizaré paganamente como NPAS
(no pero aquí sí). Hay una conciencia clara de la
existencia de muchos, variados e interrelacionados
problemas socio-ambientales graves, se conoce su
origen y se sabe que es lo que hay que dejar de
hacer para comenzar a darles solución, eso sí con la
excepción de mi patio trasero. Sí en mi patio
trasero. No, pero aquí sí. El discurso vacío del
desarrollo sostenible ha calado hondo.